-La novia ya está lista- habla de lo más emocionada mientras aplaude la mujer que ayudo a Raisa a vestirse. Junte mis manos sintiendo nervios, como los de una madre esperando ver a su retoño vestida de novia que son remplazados por emoción cuando la veo salir con un hermoso vestido blanco con bordados de diversos tipos de flores con terminación a rosa pálido en la falda, un vestido estilo princesa con corte corazón y mangas largas de encaje traslucido; quede muda, se ve tan perfecta, imagine que se vería muy linda pero esto supera cualquier expectativa. La detalle cuidadosamente hasta terminar en la sonrisa resplandeciente con los ojos viéndonos con expectativa al ver la sorpresa de todos, la novia tiene una expresión de felicidad absoluta.
-¿Qué les parece?- pregunta viéndome mientras gira lentamente para enseñarme mejor su vestido, es tal y como ella siempre lo soñó.
-Eres es.. tu- por primera vez no sé qué decir, solo la puedo mirar sin saber cómo describirla.
-¿Qué tal me veo?- se acerca más a enseñarme el maquillaje que le realizaron.
-Magnífica- es lo único que digo antes de que dos mujeres que parecen desesperadas pasen a mi lado empujándome levemente para abrazar o más bien apretar a Raisa contra ellas lo cual, con eso se esfumó toda la magia del momento.
-Eres la novia más bella que puede existir, Damián es un suertudo al poder casarse contigo- dice mi mamá viendo con orgullo a Raisa cuando se separa.
-Mírate ¿Cuándo es que creciste tanto?- la mama de Raisa la vuelve a abrazar.
-Bueno fue un momento muy emotivo y lindo, pero les recuerdo que la ceremonia comienza en diez minutos, así que salgan y ya no la pongan mas nerviosa- ellas me miran con una mueca pero saben que es cierto por lo que se separan y mi mama se me acerca a mí con el propósito de estirar mi mejilla como si fuera aún una niña pequeña.
-Siempre tan malcriada y egoísta no queriendo prestar a Raisa ni por un momento, debes de cambiar eso- me ahorro mis palabras contra eso, veo como se acerca la tía con una sonrisa y me da un beso en la mejilla saliendo seguida por mi madre, ella si sabe.
-Ahora que estamos solas ¿Cómo te sientes, estás muy nerviosa?- ella asiente dejando de sonreír y muestra sus tics de nervios por lo que me le acerco.
-En menos de dos horas voy a estar completamente casada con el hombre que amo y ame toda mi vida, ¿Cómo no podría estar nerviosa?- le sonreí tratando de darle un poco de calma y sostuve entre mis manos las suyas.
-Los nervios y la ansiedad son normales en estas situaciones, tanto que sino los tuvieras eso sí sería raro, aunque si quieres puedes escapar de esto, pero no lo harás como todas las otras novias indecisas y básicas, si quieres no casarte en la ceremonia yo podría oponerme a tu casamiento poniendo una tonta excusa frente a todos y te rapto, para al final ir a una isla a vivir alejadas de todos los males. Sabes que con una llamada puedo tener todo arreglado, además sabes que mi fantasía siempre ha sido oponerme a una boda y que mejor que la de mi propio hermano, solo si quieres, aquí no hay presiones- ella ríe quitando un poco los nervios que tiene, me rio con ella.
-Damián se pondría loco y no descansaría hasta encontrarme- asentí dándole completamente la razón.
-Tal vez a mí me deshereden y a ti el maníaco obsesivo te secuestre, pero eso ya es otro problema a resolver en el futuro- me encogí de hombros.
-Muy probable, es un buen plan pero lástima que ya lo amo ya será para la próxima- me da un beso en la mejilla viéndose más tranquila.
-Te lo aseguro, ahora salgamos que tu padre ha de estar más nervioso que el novio y no queremos que se desmaye antes de llevarte al altar- asiente entrelazando su brazo con el mío, se ve tan pequeña, incluso con tacones apenas me llega a los ojos.
No me arrepiento de ser su dama de honor, una de cuatro, ya que les ofreció este trabajo a sus amigas de oficina las cuales cunando la ven se tiran a abrazarla y a algar su aspecto con unas tontas sonrisas, hago una mueca muy disimulada cuando veo esa escena.
Todas tenemos un vestido azul de un tono específico pero de diferente diseño, por ejemplo el mío es en corte v con mangas holgadas el cual me llega hasta el tobillo, acompañado con mi cabello rubio recogido y adornado con flores tal y como lo quiso Raisa, no digo que sea mala elección pero me hace ver aún más joven, Raisa dijo que era perfecto yo digo que parezco una niña, no me siento como la mujer de veintisiete años que soy.
-Bueno ya estamos casi todos, solo falta alguien que es sustancial y el padre de la novia al cual no lo veo por ningún lado- lo busco con la mirada y no está, veo el reloj y solo faltan cinco minutos para que esto comience.
-No ha de tardar- dice Raisa confiando en su papa, yo negué tallándome las cejas al saber que eso es falso, se donde probablemente esté ahora mismo, todos los padres son iguales.
-Ahora lo traigo- a paso tranquilo me dirijo a el sanitario para hombres donde escuchó sonidos grotescos, aguantando el asco entre para encontrarme con una imagen decepcionante, el tío está vomitando hasta el pulmón, se ve deplorable.
-Dale tío que tu capullito espera y sí que espera- me recargo en la puerta viendo cómo se levanta tambalease al oír mis palabra y se dirige al lavamanos para hacer gárgaras mientras que con una mano se toca el estómago, pobre hombre está a nada de desmayarse.
-Ahora voy, solo aguarda un poco- hago como si lo pensara al ver su estado.
-Pues solo faltan dos minutos para que comience- el hace una mueca caminando a la salida a un ritmo lento, se ve muy enfermo por los nervios, pero aun así se esfuerza por su hija.
-Vamos sino mi capullito se pondrá triste- asentí.
-¿Crees poder hacer esto?, parece que en cualquier momento te morirás- al asiente como si tuviera fuerzas pero no lo demuestra del todo.
-Solo son los nervios, cuando seas madre lo entenderás- miro a otro lado haciendo una mueca, él todavía piensa que voy a tener hijos como los demás, que iluso.
-Si claro vamos, parece que en vez de llevar a la novia ella te llevará a ti- llegamos hacia la novia que parece que está a nada de empezar a comerse las uñas, pero sonríe cuando ve a su padre.
-Todos en fila y tu niña más te vale tirar bien los pétalos y no caerte o sino- con una expresión seria le hago la seña de que le cortaré el cuello, obvio es broma pero por su expresión parece que no lo tomo así, pero es mejor prevenir.
- Hora del show- me posicione en mi lugar y pongo mi mejor sonrisa, cuando escucho la marcha nupcial sonar se abren las puertas dejando entrar según los tiempos, cuando es hora de las damas entre viendo todo perfectamente decorado y en su lugar, esta boda es al aire libre tal y como ellos lo querían, rodeado de un jardín grande lleno de flores rojas con fondo de las montañas de los bonitos paisajes de Grecia, solamente miro al frente, ya luego veré a todo ese nido de serpientes, cuando llego a mi lugar veo a mi hermano con la misma expresión de seriedad de siempre, pero sus ojos solo están enfocados en ella, luego de media hora donde el padre habla y habla ya por fin le toca a los novios.
-Yo Damián Tuell te acepto como mi esposa, mi dulzura Raisa Bech, en esta y en las vidas que siguen juro ante dios que te amare, protegeré y enseñaré la mejor parte de mí solo a ti, si hay otras vidas te buscare aunque me lleve años y me casaré contigo tal y como hoy sin importar los obstáculos solo por ti.
-Yo Raisa Bech te acepto a ti Damián Tuell como mi esposo, confiaré en ti y te respetaré, juro que te amare sin importar que, no importa los años que pasen siempre estará ese sentimiento presente y si existen más vidas te esperare sin importar si pasa una vida, porque sé que me vas a encontrar.
Raisa llora mientras lo dice, los dos tienen una gran sonrisa que sin importar si eres ciego podrías ver el amor que se tienen mutuamente, me siento tan feliz por los dos, ellos son un claro ejemplo de lo que muchos quieren, yo no claro, sonrió viendo cómo transcurre toda la ceremonia donde por ningún momento apartaron sus ojos el uno del otro, hasta que el padre dijo que podían besarse donde Damián toma a Raisa y diría que transmiten todos sus sentimientos en el beso pero desde mi perspectiva parece que se comen vivos hago mi cabeza a un lado para apreciar mejor al par de pecadores, hasta que el padre tose pero ni con eso paran.
-Que vivan los novios- grite haciendo que todos celebren, en lo que están distraídos viene mi primer regalo, desde el cielo caen miles de pétalos blancos haciendo que los novios se separen Raisa ve al cielo incrédula a lo que sonrió satisfecha, me manda un beso para luego ser tomada por su agrio marido.
Luego de eso todos se retiran al salón que está solo a unos metros, yo me quedo parada para ver cómo todos se retiran, luego con una sonrisa caminó hacia donde están preparando, el regalo principal que les voy a dar, cuando lo veo quedo satisfecha entrando, y cuando entro tome una copa de vino, pero lo primero que me topo es a las víboras de la elite sacar su tierno veneno.
-Así que se casó nuestro Damián, que lastima para mi es aún muy joven, mi más querido sobrino, todo un caballero no como esa mujercita, la verdad nunca me ha dado buena espina- bebo mi copa para acercarme, esta noche está comenzando ligera y si vamos como vamos voy a terminar borracha antes de la mitad.
-Así que se casó nuestro Damián, que lastima para mi es aún muy joven, tiene suerte la novia al tener a mi más querido sobrino que es todo un caballero no como esa mujercita, la verdad nunca me ha dado buena espina- bebo mi copa para acercarme, esta noche está comenzando ligera y si vamos como vamos voy a terminar borracha antes de la mitad. -Ni a mi usted pero yo si tengo educación y no lo digo- sonrió mostrando mis dientes sobando el cristal de mi copa, ellas me voltean a ver sorprendidas con sus horrorosos vestidos que son caros pero feos, de qué sirve.
-Massimo- Aún reconozco su voz, no me quise voltear, él no lo merece, escucho sus pasos resonar hasta que se detiene el sonido junto a mí, su mano se posa en mi hombro, con un movimiento me separo. -No me toques- demande aun sin mirarlo, se me antoja otra copa. -Tenemos mucho que hablar y los dos tenemos cosas que explicar-chasquee la lengua recargando mis codos, volteándolo a ver, cuando veo su cara después de años noto que se ve demacra
-¿Qué quieres que piense?, ¿Que te perdone?, yo nunca perdono.-Jane por favor, solo esta vez, sé que me sigues amando, lo sé- quiere tocarme pero lo esquivo.-tal vez te siga queriendo, no lo sé, me es difícil de entender el amor que no sea el propio pero tú lo sabías, para los Tuell el matrimonio es algo sagrado, mientras dure, tu te comprometiste con ella y la deberías de haber respetado aunque no la amaras, no te hagas una blanca paloma, no conmigo, recuerdo haberte visto con innumerables mujeres esos años, pero eso no me incumbe. Tal vez un error desencadenó esto pero ¿Qué es lo que esperabas?, ¿Que muriera tu esposa y yo me casara contigo y fuéramos felices por siempre?, ¿que yo esperara a que muriera mientras te daba cariñitos?, no tengo la necesidad de esconderme y mucho menos merezco mentir y esperar por alguien, simplemente no lo necesito.-Pero Jane ya no..- lo corto negando.-No es el momento Massimo, tal vez sea una estúpida por no darte la oportunidad, tal
Justo cuando termine de pintarme los labios de un tono carmesí escuche mi celular sonar, sonrió al ver una foto de Raisa en las playas privadas de colorado con su lindo traje de baño flores blancas pero luego hago una mueca al ver a su esposo en traje de baño junto a ella, es tan tierna pero lastimosamente no puedo llamarla ni mensajearle en su estadía de luna de miel ya que Damián es un envidioso que sola la quiere para él y yo como buena hermana deje que me diera cierta propiedad para no interrumpirlos. -Ya está todo listo señorita Tuell- sonreí recogiendo mi bolso.
-¿Sabe que no es la primera vez que nos vemos?- lo veo con más detalle tratando de recordarlo, no es posible, a alguien como él lo recordaría. -Confundida señorita- golpeo mi uña contra la mesa. -No lo recuerdo señor- él se ríe por lo bajo para luego verme. -Ya han llegado, señorita Tuell- quito mi vista de los papeles.-¿Ya los están guiando o los dejaron a su suerte?- veo que traga como una liebre asustadiza dando una paso hacia atrás, ruedo los ojos esto se le está haciendo costumbre.- Lo están haciendo ahora mismo- contesta un poco nerviosa, cuando escucho a personas hablar a la lejanía me levantó tomándome mi tiempo para luego acomodarme el saco y acercarme haciendo resonar mis tacones a la puerta, justo a tiempo para que lleguen los invitados, veo como la secretaria se inclina cuando él está enfrente nuestra luciendo un traje de tres piezas negro con un abrigo ingles sobrepuesto en sus hombros, veo con detenimiento sus zapatos, bonitos.-Un gusto volver a capitulo 11
Él en un rápido movimiento toma mi mano y la besa. -Debo de reconocer que me equivoque señorita, me disculpo por eso- sonrío, esto puede volverse molesto sabía que con un poco desistiría, todos lo hacen. -Es bueno que vea su error, le dije que no soy una buena mujer, le aseguro que encontrará a alguien- le sonrió pero esta se apaga un poco cuando veo como sonríe de lado viéndome con esa mirada tan afilada. -Oh veo que confundió señorita, no voy a desistir con usted, al contrario creo que me ha llegado a gustar más- por primera vez realmente muestro una emoción verdadera frente a él cuando lo veo con si fuera un loco. -Mi respuesta sigue siendo la misma- el siente. -Lo se, pero eso no quiere decir que no pueda cambiar de op
-¿Por qué estoy haciendo esto?- me queje en voz baja, por no sé cuántas veces desde que me entere pero ahora en voz alta. -Por el simple hecho de que llevas años sin asistir a una reunión familiar de los Tuell, tu hermano todos los años asiste y se porta bien- dice mamá, siempre metiendo a Damián donde no se requiere. - Por algo es que nunca asisto, ni siquiera a papá le gusta ir y eso que es su familia- me cruzo de brazos si la boda de Raisa estaba llena de hienas hambrientas por el chisme esta es peor porque aquí solo se juntan los Tuell aunque sean muy lejanos y amigos de cada uno. -Tu papa siempre se divierte, ¿O no?- veo como papá ve a mi mama y a mi nerviosamente un par de veces. -Por supuesto que me gusta terroncito, además Jane tienes que estar feliz tu eres la de re