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capitulo 3

Me encuentro ahora en la empresa principal Tuell, oh cuánto extrañaba esta empresa de solo verla recuerdo todos los momentos que pase aquí desde la niñez, cuando me sentaba en el regazo de mi padre mientras él trabajaba hasta cuando escuchaba los chismes de los empleados con Raisa, me dirijo a la oficina que ocupare en lo que estoy aquí, lo cual será más de la cuenta ya que Damián quien es ahora el presidente en mando se ausentara dos semanas por su luna de miel y esas cosas por lo cual me encargare de mi trabajo como del suyo, más jaqueca para mi, ¡que entusiasmo!. Un favor de hermanos omitiendo el hecho de que me va a pagar el triple de lo que él gana en esos días.

-Señorita Tuell ya está todo acomodado y listo como lo pidió- asiento viendo que todo esté como me gusta, complacida me siento en mi silla.

-Comunícate con mi secretaria que me mande por email los reportes y el trabajo faltante como el trabajo de esta semana, a ti ya te ha llegado mi agenda- hablo mientras veo por el ventanal.

-Sí señorita, ahora mismo- se va a retirar cuando recordé algo importante.

-Se me olvidaba, también que me comunique que ha dicho la corporación Thynne acerca de cambiar la reunión a Grecia, esto de urgencia por favor, total que está más cerca que estados unidos, ahora si puedes retirarte- espero que la corporación Thynne no se lo tome a mal, este va a hacer un negocio que no puedo perder, ni ellos tampoco, aunque según las investigaciones el presidente que es el heredero de su imperio es estricto y muy astuto para su joven edad, que no es tan joven, un segundo te descuidas y ya eres su presa o al menos eso dicen, en dos semanas lo averiguare..

Cuando me llegan los correos con mi trabajo me pongo a hacerlo, pensando cuál sería el mejor regalo para la boda de Raisa, digo una boda donde todos los invitados son millonarios, les gusta presumir y mucho mas criticar me tengo que lucir. Después de un rato trabajando decido ir al baño, cojo el teléfono llamando a mi secretaria temporal.

-¿En qué le puedo ayudar señorita Tuell?.

-¿Ya está listo mi baño privado?- pregunte viendo hacia la puerta del baño que se supone que ya debe estar arreglado.

-Lo siento mucho señorita pero faltan unos retoques, el que se ocupa de eso dijo que viene después de que usted se vaya para no molestarla- suspire, tratando de no alterarme.

-Para mañana lo quiero listo a más tardar.

-Sí señorita no se preocupe- cuelgo mientras que me paro de mi asiento pensando que tendré que ir al de la empresa donde todos van, y probablemente no lo laven muy bien, sonrió, esta va hacer mi vida hasta que regrese, cuando me encuentro en la entrada del baño de mujeres agradezco mentalmente porque no hay nadie, no tendré que hacer fila, cuando he terminado y me estoy lavando las manos, veo como una figura pequeña entra corriendo entre sollozos, para luego a mi lado abrir la llave tratando de limpiar su cara mientras llora sin parar, la señorita al parecer no a notado mi presencia y esto es incomodo, toso un poco para que me note y ella voltea a verme ahi veo como tiene la cara hinchada, roja y con el maquillaje corrido, en conclusión es un desastre.

-O lo siento no te vi, lo siento- dice entre lágrimas tratando de recomponerse pero lo logra, al parecer no me conoce a lo que supongo es nueva.

-No te preocupes- le respondo sintiéndome de verdad incomoda, camino a la puerta tratando de salir cuando me detengo a escucharla llorar más, una parte de mi quiere irse pues me digo que este no es mi asunto y no me importa su vida, pero otra quiere saber porque esta así, o hacer algo, cuando ya estoy por salir chasqueo la lengua volviendo a ella no sin antes cerrar la puerta, digo no me gustaría que a mí me vieran llorar sería una vergüenza, me acerco y no sé qué hacer así que despacio pongo mi mano en su hombro a lo que ella me nota de nuevo.

-Tranquila- fue lo único que se me ocurrió decir, pensé que eso no ayudara pero ella me ve un instante para después abrazarme, su figura comparada a mi tamaño es pequeña, así que se acomoda en mi pecho yo no la abrazo pues me tenso con su toque, mientras moja con su llanto mi ropa.

-El me engaño- habla sin que yo se lo pidiera entre sollozos mientras se separa.

-Sabes nuestro matrimonio era perfecto o bueno casi, seis años de casados, muchos más de novios, pero en la mañana cuando aún pensaba que era mío y me amaba como tanto decía, lo vi cerca de aquí besando a otra mujer- dice y yo pongo atención.

- una mucho más joven y hermosa que yo, luciendo tan fresca y divina, mientras yo soy un asco, le di todo, lo amé cuanto más pude para que así terminara todo por una zorra- me estremezco recordando mi pasada, tal vez si la esposa de Massimo se enteró o se llega enterar de lo que pasó piense igual que esta mujer, que soy una zorra.

-Lo amo, pero él consiguió a otra, hoy me la tope en la empresa, trabaja aquí también, una compañera la conoce y le pregunté por ella, me dijo que lleva una relación de cinco meses con un hombre y él siempre le da detalles y están muy enamorados, luego vi y ese novio es mi esposo, mientras yo lo amo el ama a otra mujer, tal vez es mi culpa- llora abrazándome de nuevo, me siento mal, un pequeño lugar de mi frío corazón se oprime, porque nunca me puse a pensar qué sentiría ella si se enterase, siento frustración al recordar cuando me enteré que estaba casado.

-No es tu culpa- hable después de todo el silencio.

-Ninguna la tiene, tal vez ella no sabe que está casado, el único culpable es él, ni el hombre más guapo y rico es lo suficiente para tener más de una mujer y ninguna mujer es tan poco para llorar por un hombre así que -basta no llores- le digo sosteniéndola de los hombros y viéndola a los ojos, ella deja de llorar.

-Pero él la ama como puedo no llorar.

-Te diré algo que aprendí hace tiempo y tómalo como quieras, nunca le entregues todo a tu pareja. Él no ama a ninguna de las dos, si él te amara ni se hubiera fijado en ella y si la amara a ella te hubiera pedido el divorcio hace tiempo, las palabras bonitas cualquiera las puede decir pero no sentir, recuerda un jinete siempre acaricia y mima al caballo solo para montarlo.

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