Capítulo 22

Doménico saltó fuera del auto, solo quería subirme rápido antes de que Máximo saliera y me llamara, era rico, poderoso, mimado, acostumbrado a que todos hicieran lo que él quería, por eso le era tan fácil pasar por encima de todos. Yo si temía. No quería herir a Ada.

Entré al auto con expresión seria. Doménico sacó el anillo de su bolsillo y me lo mostró. Suspiró cerrando los ojos.

—Lo siento mucho hermosa, lo siento, lo siento, perdóname, se me subieron mucho las copas, tenía tiempo sin beber, sabes que no soy así —dijo, comenzó a llorar.

Yo también reanudé mi llanto, pero por tantas cosas que me tenían el pecho oprimido, pagando la culpa de mi pecado, mi madre tenía razón, yo no estaba actuando bien, no podía pretender que la vida me tratara diferente.

—Me jalaste duro el cabello Doménico, no te lo voy a perdonar.

—Estaba borracho, nunca te he tocado.

—Nunca me habías tocado. Y…cuando…metiste tus dedos—lloré.

—Mi amor, perdón, estaba muy cabreado.

—No tenías derecho, me sentí muy hu
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