“Aníbal, soy tu esposa… ¿Desde cuándo me engañas?”.
Aníbal la miró en silencio jugando con su pluma antes de contestarle de manera cruel. “Desde siempre”.
Katty no entendía, frunció el ceño. “¿Desde siempre? ¿Qué quieres decir?”.
Aníbal se levantó acomodando su saco y avanzó hasta quedar frente a Katty, él bajó un poco su rostro para estar a la par de la chica, era mucho más alto que su esposa. “Siempre he tenido amantes, si no estás de acuerdo, es tu problema”.
Katty se quedó en trance, el dolor en su pecho era intenso, él nunca antes le había hablado así. “¿Qué pasa Aníbal? ¿Por qué te comportas así? Se que hemos tenido desacuerdos… Es normal en una relación, las cosas tienen solución... Pero esto... ¿Qué está pasando con nosotros?”.
Aníbal caminó hasta al minibar. “Pasa que ya me cansé de fingir”.
Él movió sus manos en el aire en círculos. “Todo esto”.
“Fingir… estabas fingiendo todo este tiempo”.
Aníbal sin ningún remordimiento contestó. “Si”. Tomó su whisky de un trago sin dejar de mirar a la chica.
Katty siguió interrogando, aunque le dolía. “¿Por qué me haces esto?”.
Aníbal se acercó quedando a unos centímetros de sus labios, su gesto se volvió tosco. “Mi querida esposa… Es solo el comienzo”.
Katty estaba petrificada por la mirada profunda llena de odio de Aníbal, no entendía qué pasaba. Su cuerpo tembló ante las palabras de su esposo.
Se quedó en el mismo lugar sin poder moverse, Aníbal tomó su saco y caminó a la puerta dejándola sola en la habitación, se escuchó como la secretaria y Aníbal tomaban el ascensor, reían y conversaban juntos, mientras Katty podía escucharlos desde su lugar.
Fin del recuerdo.
....................................................................................
Aníbal era un hombre muy detallista y atento, el tiempo que fueron novios la consentía en todos los sentidos, organizó una gran pedida de mano y la boda fue la más aclamada por los medios, después de la boda la relación se volvió un poco fría por los constantes viajes de Aníbal y su trabajo en la empresa, después Aníbal llegaba cansado o con algunas copas de más, la ignoraba o insultaba, Katty pensaba que era el exceso de trabajo, pero nunca se imaginó que algo así pasaba.
Maggie tampoco entendía lo que su amiga le contaba. Aníbal era un hombre perfecto en todos los sentidos, desde que Katty lo presentó, siempre se notó el interés en su amiga, era un hombre muy cariñoso y atento. Creía que Katty sería muy feliz el resto de su vida.
“Me lo cuentas y me es difícil de creer, nunca imaginé que Aníbal fuera así”.
“Eso solo fue el comienzo… Hemos tenido muchos problemas, llega muy borracho a la casa y a veces no se aparece en días, No he querido decirle a mi papa, me gustaría hablar con Aníbal y tratar de arreglar todo, quiero que me diga que es lo que está mal, pero me ignora y dice que no hay nada que arreglar, que solo debo seguir con mi papel de esposa feliz y el mientras tanto seguirá con su vida”.
Maggie apretó la mano de su amiga reconfortándola. “Katty, tú no estás mal, no eres el problema, él es quien cambio”.
Katty no estaba muy segura de eso, se sentía tan poca cosa, Aníbal era muy bueno bajando su autoestima, poco a poco la hacía sentirse tan insignificante.
Maggie quería hacerla sentir mejor. “Bueno. Bueno, olvidemos esto por un momento, cumplirás años en unos días, debemos buscar algo para tu gran fiesta, tu papá nunca escatima en su princesa”.
Katty mostró una sonrisa triste y recordó las fiestas grandiosas y elegantes que su padre le hacía.
Llegaron al centro comercial más caro de la ciudad, Maggie bajó de su convertible junto con Katty, Javier las seguía en otro auto, atento a sus movimientos junto con uno de los guardaespaldas de Katty.
Visitaron varias tiendas, Katty no tenía muchos ánimos y Maggie escogió un vestido para su amiga. “Nos llevaremos este”.
Katty quería negarse, Aníbal había recortado su mensualidad a unos cuantos pesos. ”Creo que me pondré algo que tengo en mi armario…”
Maggie negó inmediatamente sin imaginarse la situación extrema de su amiga y sacó su tarjeta pagando ambos vestidos y accesorios. ”Como es tu cumpleaños, este será mi regalo para ti”.
“Gracias”. Salieron de la tienda, Javier se acercó tomando las cosas.
Maggie llevó al SPA a Katty, recortaron un poco su cabello y lo cambiaron a un tono más claro, Katty al verse en el espejo se sintió rejuvenecida. El maquillaje que usaba era muy bonito y suave.
Maggie la abrazó desde atrás mirando ambas en el espejo. “Se te ve increíble ese color, ya quiero ver la cara de todos en la fiesta, al ver una chica tan hermosa como tú”.
Katty solo sonrió mirando su reflejo en el espejo, se había perdido a sí misma.
Más tarde comieron juntas y fueron al cine, Javier en todo momento las cuidaba. Al terminar el día, Maggie llevó a Katty a la mansión donde vivía con Aníbal.
Katty bajó del auto girándose a ver a su amiga, Maggie levantó el pulgar hacia arriba a su amiga despidiéndose. “Todo saldrá bien, nos vemos en la fiesta”.
Katty afirmó y se despidió de Maggie y Javier. Entró a la casa con su vestido, todo estaba en silencio, de seguro la empleada no estaba ya en casa, las luces estaban apagadas, Katty caminó hacia las escaleras, pero notó una luz tenue que se encendió, encontrándose con Aníbal en el sillón de la sala.
Katty se quedó en su lugar mirando al hombre, él se levantó caminando hacia ella, examinando su nuevo look de arriba abajo. “¿Dónde estabas?”. Le recriminó.
Katty por reflejo dio un paso atrás. “Maggie llegó hoy y fui a recogerla”.
Aníbal ladeo la cabeza al ver los labios rosados de su esposa, llevaba un tenue brillo labial, él colocó sus dedos en las comisuras y empezó a eliminarlo mientras Katty lo miraba en silencio queriendo romper a llorar.
Aníbal se había convertido en un completo extraño con quien vivía, le tenía miedo, pero no quería dejarlo, lo amaba y creía que en ese frío caparazón también se escondía el amor que había profesado cuando eran novios, solo que había algo que lo hacía comportarse así y Katty quería averiguarlo, ella deseaba encontrar alguna solución para su relación, lo deseaba con toda el alma.Aníbal frotó sus labios hasta quitar el labial, dejando todo alrededor de los labios embarrado. Katty seguía inmóvil mirando al hombre, Aníbal se acercó más y el pulgar era más agresivo, pero más lento, empezó a dar pequeños círculos alrededor, Aníbal trago grueso y momento después la estaba besando.El beso no era nada delicado ni mucho menos lleno de amor, era más como deseo, lujuria. Katty cerró sus ojos al sentir el contacto, dejando que su esposo la guiara, Aníbal la llevó al sillón quitándole la ropa rápidamente y él solo bajo su pantalón para allanarla sin ningún tacto. Katty gimió al sentir como entrab
Ofelia apretó los dientes y se alejó. Mario era un tipo imposible.Katty conversaba con algunas amigas. “Es encantadora tu fiesta… pero… Dónde está tu esposo No lo veo por ningún lado”. Una mujer rubia miró a todos lados, mencionando a Aníbal, Katty apretó las manos. “Está en un viaje de negocios…”La mujer se burló. “¿Estás segura? Por ahí escuché que lo vieron en los bares bebiendo y con diferentes mujeres”.Maggie entró a la defensa de su amiga. “¡Eso es mentira! Aníbal ama a Katty, son solo chismes”.La mujer sonrió de lado y tomó su copa.Katty nerviosa miro a todos lados, Aníbal no llegó a la fiesta, ella suspiró cansada y triste, no estaba disfrutando nada, el momento del pastel había llegado, todos se acercaron a cantarle a Katty las mañanitas, sus padres a su lado sonreían mientras seguían la letra de la canción, su tío miraba a Katty con un brillo muy especial. La gente seguía la melodía en coro hasta que se escuchó un estruendo. La gran puerta de la entrada fue abierta de
El chico lo vio todo desde su lugar, y apretó los puños fuertemente. El empleado llegó hasta Mario. “El señor Gonzalo no vendrá y dice que no conoce a nadie con ese nombre”. Mario giro a ver al chico que estaba petrificado en la puerta. “Creo que te equivocaste de persona chico”. Hizo una señal a los guardias quienes rápidamente llegaron y arrastraron al niño a la calle tirándolo en la acera. El pequeño estaba en shock no dijo nada, sus lágrimas cayeron mientras la gente lo miraba con molestia, todos los que llegaban era gente importante que no les interesaba lo que un chico callejero sintiera. Fin del recuerdo de Mario. ………………………………. Mario estaba intrigado y pensó. ¿Podría ser aquel niño? No. Se negó a sí mismo. No, no lo es… No puede ser. En la puerta apareció un hombre joven, alto y de ojos verdes, llevaba un traje gris. Detrás de él había algunos hombres que lo acompañaban. Katty al notar su presencia lo reconoció al instante y susurro. “Andrés”. Maggie también lo vio y
En el despacho de la casa de la familia Alcántara… El señor Gonzalo sacó un montón de papeles de un cajón y los dejó caer en el escritorio reclamándole a Mario. “¡Me puedes explicar! ¿Qué diablos está pasando?”. Mario solo hizo una pequeña mueca y levantó la mirada, se acercó caminando a la silla, apretó los dientes aguantando la humillación de que le gritaran. El señor Alcántara siguió recriminando, golpeó con furia los papeles que acababa de lanzar. “En primera este nuevo producto no está funcionando, hay demasiadas quejas sobre la calidad, las acciones están cayendo, en segunda cómo es posible que dejes que Aníbal haga lo que quiere en la empresa, tú eres el que está en la empresa trabajando con él, Tú eres el encargado de verificar todo lo que hace, te lo dije el día que me retiré, debes estar atento a todo ¡A Todo!”. Mario se quedó en silencio escuchando los regaños. Gonzalo apretó el respaldo de la silla con dolor, frotándose las sienes. “El maldito ni siquiera ha querido v
Por la mañana Katty se levantó de la cama con grandes ojeras, no pudo dormir bien en toda la noche pensando en Aníbal y Andrés. Entró al baño y se dio una larga ducha, al salir vistió ropa sencilla y se maquilló muy poco, no como siempre lo hacía, salió de la habitación y bajó las escaleras hasta el comedor donde su tío Mario, su madre Ofelia y su padre Gonzalo ya estaban esperándola. “Buenos días”. Les dijo tratando de fingir que estaba bien, su padre la animó. “Ven a desayunar cariño, Esther hizo tus panqueques favoritos”. Katy se acercó a su papá dándole un fuerte abrazo. “Gracias, pero voy a almorzar con Maggie, me está esperando”. Ella estaba a punto de irse cuando su tío tomó su mano preguntando. “¿Estás segura?”. “Sí tío”. El hombre le regaló una gran sonrisa. “Tenemos que hablar sobre Aníbal más tarde Katy”. Le insinuó su padre antes de que ella se fuera. Ella fingió una sonrisa y afirmó. “Sí papá, más tarde lo haremos”. Katty se despidió de ellos y salió de la casa, Of
Era igual que hace años, pero la situación era diferente, esta vez Andrés no llevaba jeans y playeras informales, ni llevaba su mochila, él estaba de pie enfundado en un traje azul y zapatos de piel, su cabello era corto y estaba bien peinado hacia atrás. Katty se detuvo a unos pasos, Andrés al sentir su presencia se giró encontrándose con la mirada de la chica. “Hola… Katty”. Katty no contestó nada y se detuvo al escuchar su voz, trató de tranquilizar su corazón que martilleaba con fuerza, apretó los puños. Él se rascó la ceja con los dedos y dejó salir una pequeña sonrisa nerviosa. Al levantar la mirada le declaró. “Eres igual o más bella que hace años…” Katty miro a otro lado haciendo una mueca. “No vine a escuchar tus mentiras”. Andrés hizo una línea en su boca. “Katty…Yo me la he pasado disculpándome desde que volví a verte… Quiero explicarte porque me fui… porque te dejé”. El empezó a explicarle a Katty… “Mi padre trabajaba en la empresa ALCA, él creó el sistema UNIX, era
Gonzalo frunció el ceño. “¿No crees que estás tomando esto muy a pecho?”. A veces era extraño como Mario se preocupaba de más por Katty, la sobreprotegía muchos más que él. Mario descontrolado negó por la ligera actitud de Gonzalo. “¡No! Es el futuro de Katy, no puedes permitir que cualquiera se acerque a ella”. Respiro profundo tranquilizándose. “Ella merece lo mejor Gonzalo”. Quiso hacerle entender la importancia de Katty para ellos. Pero Gonzalo tenía un punto. “Mario… Si lo alejas, ellos seguirán viéndose a escondidas y el problema será más grande, creo que hay que darle una oportunidad al chico puede que con el tiempo ellos terminan y Katy lo deja”. Mario negaba caminando nervioso por la oficina. “No estoy seguro, ese chico debe estar detrás de la fortuna de la familia, de todo el poder que tenemos”. Gonzalo preguntó. “¿Investigaste?”. Mario afirmó. “Viene del extranjero. Y no hay mucha información sobre él, ese extraño…” Mario se quedó pensativo. “Bueno dejaremos que Ka
“Me pediste que me casara contigo y me abandonaste en el registro civil”. Cuántas veces Katty había querido reclamarle a Andrés. Andrés sintió su pecho doler. “Sí, lo hice, quería casarme contigo y causar problemas en tu familia, pero me di cuenta de lo mucho que te amaba y sabía que todo eso te dolería no era digno estar contigo… Yo no tengo justificación de nada. Solo quería aclarar las cosas contigo hoy y pedirte perdón, sé que es muy difícil pedirte otra oportunidad”. “¿Oportunidad? Andrés ¡Soy una mujer casada!”. Él se río bajando el rostro. “Katty… Eso no me importa, te amo y yo te haré feliz”. Andrés quiso acercarse y tomar su mano, pero ella dio unos pasos atrás alejándose. El sintió lo fría que era Katty. “Aníbal no te conviene, debes alejarte de él”. Le advirtió. Ella se burló. “Dices que Aníbal no me conviene. ¿Y quién me conviene? ¿Tú? después de lo que me hiciste”. Andrés negó. “Aníbal… No es lo que crees, él tiene muchos traumas y no sabe lo que hace, está mal y