CAP 6 ANDRES

El chico lo vio todo desde su lugar, y apretó los puños fuertemente.

El empleado llegó hasta Mario. “El señor Gonzalo no vendrá y dice que no conoce a nadie con ese nombre”.

Mario giro a ver al chico que estaba petrificado en la puerta. “Creo que te equivocaste de persona chico”. Hizo una señal a los guardias quienes rápidamente llegaron y arrastraron al niño a la calle tirándolo en la acera.

El pequeño estaba en shock no dijo nada, sus lágrimas cayeron mientras la gente lo miraba con molestia, todos los que llegaban era gente importante que no les interesaba lo que un chico callejero sintiera.

Fin del recuerdo de Mario.

……………………………….

Mario estaba intrigado y pensó. ¿Podría ser aquel niño? No. Se negó a sí mismo. No, no lo es… No puede ser. 

En la puerta apareció un hombre joven, alto y de ojos verdes, llevaba un traje gris. Detrás de él había algunos hombres que lo acompañaban.

Katty al notar su presencia lo reconoció al instante y susurro. “Andrés”.

Maggie también lo vio y se calmó, estaba impactada. “¿Andrés?”.

El hombre se detuvo a un lado alejando a Aníbal de la mujer de la vida galante y poniendo distancia, lo miro a los ojos dándole una seria advertencia. “Es suficiente Aníbal”.

Aníbal lo observó en silencio, pero no dijo nada. Estaba muy ebrio, pero conocía bien al hombre y no se negó a lo que pidió.

Andrés se dirigió a la gente en especial a Katty. “Lo siento mucho, Aníbal no está en sus cinco sentidos, nos retiramos y perdonen la intromisión”.

Los hombres de Andrés sacaron a Aníbal y a las mujeres no invitadas, Katty reaccionó caminando detrás de ellos.

En el pasillo se escuchó la voz de Katty. “Andrés…”

El giro a ver a la mujer, llevaba un vestido a la medida parecía toda una princesa. Seguía siendo tan hermosa como cuando la conoció.

Aníbal se soltó de los hombres y tomó a Andrés de las solapas del saco. “Es mi mujer… ¡Mía! no se te olvide…” Le advirtió mirándolo a los ojos.

Andrés hizo una mueca y giró a decirles a los hombres. “Llévenselo”.

Rápidamente lo sacaron mientras Aníbal trataba de zafarse. “¡Andrés! ¡Te lo advierto!”. Gritaba sin cesar.

Andrés observó cómo se lo llevaban, suspiró largo bajando su rostro y al calmarse giró a ver a la mujer de pie esperándolo.

Sabía que este momento tarde o temprano llegaría. Tenía que enfrentar a la mujer.

El camino hasta ella quedando frente a frente. “Katty…”

Ella no esperó a que él hablara. “¿De dónde conoces a Aníbal? ¿Por qué estás con él?”.

Andrés tomó un respiro antes de soltar lo que diría.

Aníbal y yo somos amigos desde hace años, su familia me ayudó cuando era niño y me criaron, Aníbal y yo somos como hermanos”.

Ella bajó su rostro sin poder entender. “Tu y Aníbal se conocían antes? Entonces… Aníbal… ¿Sabía que éramos novios?”

Andrés asintió con dolor. “Lo siento Katty… Yo...Te lo explicaré algún día”.

Katty notó que Andrés quería irse, quería detenerlo, pero su tío Mario llegó. “Katty”.

Andrés levantó la mirada hacia el hombre.

Mario llegó hasta Katty resguardándola en sus brazos. “¿Estás bien?”.

Katty afirmó.

Andrés sonrió burlonamente ante la preocupación del hombre por su sobrina. “Katty…”

Ella levantó la mirada.

Andrés le regaló una bella sonrisa reconfortante. “Nos volveremos a ver…” Se dio la vuelta saliendo del lugar.

Mario miró de reojo a su empleado quien inmediatamente entendió y salió del lugar siguiendo a Andrés. Mario llevó a Katty a la fiesta, pero antes de llegar a la puerta, se detuvo. “No quiero entrar”.

Mario hizo que lo mirara a los ojos. “Tienes que hacerlo”. Él acarició su mejilla con ternura. “Debes ser fuerte hoy y enfrentar a toda esa gente, eres fuerte mi niña, mañana investigaré qué está pasando y lo resolveré… Aníbal tiene mucho que explicar”.

El miedo pasó por el rostro de Katty, si su familia se enteraba de lo que Aníbal había hecho hasta ahora no dejarían que volviera con él.

Regresaron a la fiesta, Katty hizo caso a su tío, entró levantando la frente en alto y con una gran sonrisa, cada paso que daba era doloroso, pero ahora no era momento de dejarse caer, llegó hasta el pastel y lo miró en silencio, no le atraía nada, solo quería salir de ahí, levantó la mirada encontrándose con los ojos de su amiga quien la entendía perfectamente.

El señor Gonzalo su padre estaba muy serio, sentado cerca de Katty y miraba de vez en cuando a Mario, quien notó inmediatamente la indirecta. Ofelia se acercó a Mario con miedo. “¿Qué vamos hacer? ¿Aníbal sabe sobre Leticia? ¿Cómo es posible?”.

Mario la miró con enojo. “Será mejor que te calles y acompañes a tu hija en la partida de pastel”. Ella sintió escalofríos en sus huesos, Mario está furioso, Ofelia retrocedió colocándose a un lado de Katty.

Katty giro a ver a su padre y el se levanto abrazándola, por un momento tuvo miedo de perderla era su más preciado tesoro y la forma en que Aníbal se comporto no era la correcta, tendría una larga platica con su hija y su yerno.

El pastel se cortó entre risas fingidas y susurros de la gente invitada, después de eso se dio por terminado el evento y la gente empezó a irse

Gonzalo ayudó a Katty a subir al coche y Maggie se despidió desde lejos, estaba inquieta. Javier se acercó. “Es hora de irnos”.

Maggie afirmó y le comentó a Javier. “Esto es muy extraño… ¿Por qué Andrés está con Aníbal?”.

Javier negó. Todo era muy extraño.

 Al regresar a la mansión Alcántara, Katty se dirigió a su padre. “¿Puedo quedarme está noche?”.

Gonzalo inmediatamente aceptó. “Claro que sí Querida, tu habitación está limpia”.

“Gracias… iré a dormir”.

Todos la miraron subir las escaleras, Gonzalo giró su vista hacia Mario. “Tenemos que hablar”.

Ofelia miró a Mario con miedo por lo que podía pasar.

Mario tranquilo obedeció inmediatamente  y caminó hasta el despacho junto con Gonzalo.

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