Aníbal se había convertido en un completo extraño con quien vivía, le tenía miedo, pero no quería dejarlo, lo amaba y creía que en ese frío caparazón también se escondía el amor que había profesado cuando eran novios, solo que había algo que lo hacía comportarse así y Katty quería averiguarlo, ella deseaba encontrar alguna solución para su relación, lo deseaba con toda el alma.
Aníbal frotó sus labios hasta quitar el labial, dejando todo alrededor de los labios embarrado. Katty seguía inmóvil mirando al hombre, Aníbal se acercó más y el pulgar era más agresivo, pero más lento, empezó a dar pequeños círculos alrededor, Aníbal trago grueso y momento después la estaba besando.
El beso no era nada delicado ni mucho menos lleno de amor, era más como deseo, lujuria. Katty cerró sus ojos al sentir el contacto, dejando que su esposo la guiara, Aníbal la llevó al sillón quitándole la ropa rápidamente y él solo bajo su pantalón para allanarla sin ningún tacto.
Katty gimió al sentir como entraba en ella y dejó que el hombre saciara su sed acariciando su cabello, todo fue muy rápido y mecánico pero aun así, ella lo deseaba.
Al terminar Aníbal respiraba agitado con los ojos cerrados cerca del hombro de Katty, mientras ella estaba en silencio, esperando a que Aníbal dijera algo.
El abrió los ojos y recobró el sentido levantándose rápidamente, acomodó su pantalón y al cerrarlo le dio una última mirada llena de repulsión dejándola sola en la sala.
Aníbal salió de la casa dando un fuerte portazo y subió a su auto alejándose de la mansión.
Ella solo se abrazó a sí misma, controlando el sonido de su llanto, pero era imposible, el dolor de su corazón era muy evidente y no podía calmarlo con nada.
Katty limpio sus lágrimas y observó la sala vacía, Aníbal la dejó sola de nuevo, recordó lo que pasó hace algunas semanas.
…………..........
Recuerdo de Katty.
Aníbal estaba apunto de salir de la casa, Katty lo detuvo tomándolo del brazo. “Aníbal hablemos”.
Él se alejó. “No quiero, esto es estúpido, ya te lo dije, me gusta tener amantes y si no estas de acuerdo entonces firma los papeles de divorcio”.
Katty negaba con dolor. “Pero nos acabamos de casar…” Ella quería entenderlo, trataba de arreglar la situación. “Por favor… dime en que estoy mal, podemos hablarlo, arreglar nuestro matrimonio”.
Él se dejó caer en el sillón fastidiado. “No hay nada que arreglar, nuestro matrimonio fue un error y es todo”.
Katty se sentó a un lado de él. “¿Un error? ¿Por qué dices eso? Nosotros nos amamos…”
Aníbal se burló. “¿Amarnos?”.
Él acarició su mejilla delicadamente. “Sigues siendo tan ilusa como cuando te conocí…”
Se levantó rápidamente acomodando su corbata y mirándose en el espejo. “Firma los papeles o sigue jugando a la ama de casa… tu decides…” El salió de la habitación dejándola sola.
Katty no sabia que hacer, miro el buró encontrando la carpeta de los papeles de divorcio que Aníbal había traído hace algunos días. Ella negó con la cabeza y respiro profundo, no se daría por vencida tan rápido.
Por la noche Katty preparó una gran cena para dos, decoró la mesa y preparó la comida, al ver que todo estaba listo subió a su habitación para arreglarse, se puso un bonito vestido verde y bajo muy emocionada, encendió las velas y se sentó en la silla para esperarlo.
Las horas pasaron y Aníbal no llegaba, se mordió el labio pensando que hacer, sacó su teléfono para llamarlo, del otro lado se escuchaban risas y música.
“¿Qué quieres?”. Contestó Aníbal.
Katty tartamudeo. “Yo…. Quería saber si llegaras a cenar”.
Aníbal sin delicadeza contestó. “No lo haré, estoy ocupado con unos amigos y no me esperes, no llegaré”.
“Aníbal amor, ven a brindar…” Se escuchó del otro lado.
Katty apretó el teléfono y se encogió de dolor al oír el corte de la llamada.
Fin del recuerdo.
……………………………………….
Katty se levantó del sillón subiendo las escaleras, se metió en el baño a darse una larga ducha en unos días sería su cumpleaños, pero por extraño que pareciera no tenía ánimos para festejar.
Días después…
Música tranquila y delicada se escuchaba, este era uno de los tipos de fiesta que el señor Alcántara padre de Katty disfrutaba.
Su tío Mario acababa de regresar de un viaje de negocios y conversaba con Ofelia madre de Katty y algunos conocidos.
La madre de Katty, se acercó y examinó la vestimenta de su hija. “Katherine, tu vestido es algo sencillo para este gran evento… ¿No crees que deberías estar mas elegante para tu festejo?”. Lo dijo de forma despectiva.
Katty apretó los labios y se miró a sí misma. “Maggie me lo regaló de cumpleaños y es único…”
Su tío Mario camino hasta ellas advirtiendo a Ofelia con la mirada. “No le hagas caso a tu madre, ella está celosa de que te veas hermosa”.
Mario abrazó a Katty quien se reconfortó en sus brazos, su tío Mario la quería como una hija y la consentía en todo. “Gracias tío”.
La mujer mayor rodó los ojos y se alejó tomando su copa.
Katty bajo su mirada. “No se porque nunca le he gustado a mamá…”
Mario se acercó levantando su barbilla. “Que no te importe eso, eres una hermosa mujer y pronto serás dueña de todo, debes ser fuerte y demostrarles a todos de lo que Katherine es capaz”.
Katty sonrió con mejor ánimo. Su tío se dedicó a entrenarla para ser la próxima heredera. “Y recuerda mi niña… Siempre estaré ahí para ti, seguiré cada paso que des”.
“Gracias tío”. Ella lo abrazo fuerte.
El señor Gonzalo se acercó interrumpiendo. “Katty, hija, ven quiero presentarte algunas personas”:
Katty giro a ver a su tío como pidiendo permiso.
Mario le sonrió. “Ve con tu padre”. Ambos se alejaron dejando a Mario de pie mirándolos. Ofelia se acercó. “Deberías dejar de mimarla tanto”.
Mario miró despectivamente a Ofelia. “Eso no es tu problema, solo sigue actuando o no tendrás tu mensualidad este mes”.
Ofelia apretó los dientes y se alejó. Mario era un tipo imposible.Katty conversaba con algunas amigas. “Es encantadora tu fiesta… pero… Dónde está tu esposo No lo veo por ningún lado”. Una mujer rubia miró a todos lados, mencionando a Aníbal, Katty apretó las manos. “Está en un viaje de negocios…”La mujer se burló. “¿Estás segura? Por ahí escuché que lo vieron en los bares bebiendo y con diferentes mujeres”.Maggie entró a la defensa de su amiga. “¡Eso es mentira! Aníbal ama a Katty, son solo chismes”.La mujer sonrió de lado y tomó su copa.Katty nerviosa miro a todos lados, Aníbal no llegó a la fiesta, ella suspiró cansada y triste, no estaba disfrutando nada, el momento del pastel había llegado, todos se acercaron a cantarle a Katty las mañanitas, sus padres a su lado sonreían mientras seguían la letra de la canción, su tío miraba a Katty con un brillo muy especial. La gente seguía la melodía en coro hasta que se escuchó un estruendo. La gran puerta de la entrada fue abierta de
El chico lo vio todo desde su lugar, y apretó los puños fuertemente. El empleado llegó hasta Mario. “El señor Gonzalo no vendrá y dice que no conoce a nadie con ese nombre”. Mario giro a ver al chico que estaba petrificado en la puerta. “Creo que te equivocaste de persona chico”. Hizo una señal a los guardias quienes rápidamente llegaron y arrastraron al niño a la calle tirándolo en la acera. El pequeño estaba en shock no dijo nada, sus lágrimas cayeron mientras la gente lo miraba con molestia, todos los que llegaban era gente importante que no les interesaba lo que un chico callejero sintiera. Fin del recuerdo de Mario. ………………………………. Mario estaba intrigado y pensó. ¿Podría ser aquel niño? No. Se negó a sí mismo. No, no lo es… No puede ser. En la puerta apareció un hombre joven, alto y de ojos verdes, llevaba un traje gris. Detrás de él había algunos hombres que lo acompañaban. Katty al notar su presencia lo reconoció al instante y susurro. “Andrés”. Maggie también lo vio y
En el despacho de la casa de la familia Alcántara… El señor Gonzalo sacó un montón de papeles de un cajón y los dejó caer en el escritorio reclamándole a Mario. “¡Me puedes explicar! ¿Qué diablos está pasando?”. Mario solo hizo una pequeña mueca y levantó la mirada, se acercó caminando a la silla, apretó los dientes aguantando la humillación de que le gritaran. El señor Alcántara siguió recriminando, golpeó con furia los papeles que acababa de lanzar. “En primera este nuevo producto no está funcionando, hay demasiadas quejas sobre la calidad, las acciones están cayendo, en segunda cómo es posible que dejes que Aníbal haga lo que quiere en la empresa, tú eres el que está en la empresa trabajando con él, Tú eres el encargado de verificar todo lo que hace, te lo dije el día que me retiré, debes estar atento a todo ¡A Todo!”. Mario se quedó en silencio escuchando los regaños. Gonzalo apretó el respaldo de la silla con dolor, frotándose las sienes. “El maldito ni siquiera ha querido v
Por la mañana Katty se levantó de la cama con grandes ojeras, no pudo dormir bien en toda la noche pensando en Aníbal y Andrés. Entró al baño y se dio una larga ducha, al salir vistió ropa sencilla y se maquilló muy poco, no como siempre lo hacía, salió de la habitación y bajó las escaleras hasta el comedor donde su tío Mario, su madre Ofelia y su padre Gonzalo ya estaban esperándola. “Buenos días”. Les dijo tratando de fingir que estaba bien, su padre la animó. “Ven a desayunar cariño, Esther hizo tus panqueques favoritos”. Katy se acercó a su papá dándole un fuerte abrazo. “Gracias, pero voy a almorzar con Maggie, me está esperando”. Ella estaba a punto de irse cuando su tío tomó su mano preguntando. “¿Estás segura?”. “Sí tío”. El hombre le regaló una gran sonrisa. “Tenemos que hablar sobre Aníbal más tarde Katy”. Le insinuó su padre antes de que ella se fuera. Ella fingió una sonrisa y afirmó. “Sí papá, más tarde lo haremos”. Katty se despidió de ellos y salió de la casa, Of
Era igual que hace años, pero la situación era diferente, esta vez Andrés no llevaba jeans y playeras informales, ni llevaba su mochila, él estaba de pie enfundado en un traje azul y zapatos de piel, su cabello era corto y estaba bien peinado hacia atrás. Katty se detuvo a unos pasos, Andrés al sentir su presencia se giró encontrándose con la mirada de la chica. “Hola… Katty”. Katty no contestó nada y se detuvo al escuchar su voz, trató de tranquilizar su corazón que martilleaba con fuerza, apretó los puños. Él se rascó la ceja con los dedos y dejó salir una pequeña sonrisa nerviosa. Al levantar la mirada le declaró. “Eres igual o más bella que hace años…” Katty miro a otro lado haciendo una mueca. “No vine a escuchar tus mentiras”. Andrés hizo una línea en su boca. “Katty…Yo me la he pasado disculpándome desde que volví a verte… Quiero explicarte porque me fui… porque te dejé”. El empezó a explicarle a Katty… “Mi padre trabajaba en la empresa ALCA, él creó el sistema UNIX, era
Gonzalo frunció el ceño. “¿No crees que estás tomando esto muy a pecho?”. A veces era extraño como Mario se preocupaba de más por Katty, la sobreprotegía muchos más que él. Mario descontrolado negó por la ligera actitud de Gonzalo. “¡No! Es el futuro de Katy, no puedes permitir que cualquiera se acerque a ella”. Respiro profundo tranquilizándose. “Ella merece lo mejor Gonzalo”. Quiso hacerle entender la importancia de Katty para ellos. Pero Gonzalo tenía un punto. “Mario… Si lo alejas, ellos seguirán viéndose a escondidas y el problema será más grande, creo que hay que darle una oportunidad al chico puede que con el tiempo ellos terminan y Katy lo deja”. Mario negaba caminando nervioso por la oficina. “No estoy seguro, ese chico debe estar detrás de la fortuna de la familia, de todo el poder que tenemos”. Gonzalo preguntó. “¿Investigaste?”. Mario afirmó. “Viene del extranjero. Y no hay mucha información sobre él, ese extraño…” Mario se quedó pensativo. “Bueno dejaremos que Ka
“Me pediste que me casara contigo y me abandonaste en el registro civil”. Cuántas veces Katty había querido reclamarle a Andrés. Andrés sintió su pecho doler. “Sí, lo hice, quería casarme contigo y causar problemas en tu familia, pero me di cuenta de lo mucho que te amaba y sabía que todo eso te dolería no era digno estar contigo… Yo no tengo justificación de nada. Solo quería aclarar las cosas contigo hoy y pedirte perdón, sé que es muy difícil pedirte otra oportunidad”. “¿Oportunidad? Andrés ¡Soy una mujer casada!”. Él se río bajando el rostro. “Katty… Eso no me importa, te amo y yo te haré feliz”. Andrés quiso acercarse y tomar su mano, pero ella dio unos pasos atrás alejándose. El sintió lo fría que era Katty. “Aníbal no te conviene, debes alejarte de él”. Le advirtió. Ella se burló. “Dices que Aníbal no me conviene. ¿Y quién me conviene? ¿Tú? después de lo que me hiciste”. Andrés negó. “Aníbal… No es lo que crees, él tiene muchos traumas y no sabe lo que hace, está mal y
Andrés sin pensarlo contestó. “Haré cualquier cosa por Katty, no dejaré que la sigas dañando”. Aníbal sintió un revoloteo en su corazón, era ¿furia? ¿dolor? eran sentimientos extraños. “Ya lo veremos”. Una mujer mayor de tez clara y ojos cafés claros entró a la habitación, llevaba un vestido largo y suelto con un listón en la cintura y sandalias bajas. “Muchachos no discutan, si es algo de trabajo solo arreglenlo”. “¡Madrina! Al fin llegaste”. Aníbal se acercó besando en la frente a la mujer y abrazándola. Ella observó al hombre, estaba más delgado. “Aníbal debemos hablar…” “Lo mejor será que me vaya”. Él se alejó dándole una última mirada a Andrés. “Pero…” Ella intentó detenerlo, Aníbal salió del departamento de Andrés rápidamente, la mujer solo se quedó mirando su espalda. Giro a ver a Andrés. “¿Sigue con la misma idea?”. Andrés afirmó peinándose el cabello hacia atrás. “No puedo convencerlo de que la deje… Yo la amo y no dejaré que la lastime más”. La mujer preocupada ju