TOMO 3. CAPITULO 185. El camino correctoLiliana.Logan y yo salimos de la habitación, con el corazón aún acelerado pero con una paz que hacía meses no sentía. Vamos juntos al cuarto de los bebés, que empiezan a despertar con esos ruiditos suaves que siempre logran derretirme.Me ayuda a sacarlos de sus cunas, y entre risas y mimos los cambiamos y alimentamos. Luego nos sentamos en las mecedoras y los dormimos, como si no hubiera pasado nada malo, como si no tuviéramos un pasado que pesara tanto. En este momento, somos solo nosotros cuatro, y somos una familia.Cuando los bebés finalmente caen rendidos y se duermen otra vez, Logan me agarra de la mano y me lleva de vuelta a la habitación. No dice nada, pero no hace falta. El fuego en sus ojos dice todo lo que necesito saber, y antes de darme cuenta, volvemos a estar enredados el uno con el otro. Su amor es apasionado, insistente, como si estuviera decidido a recuperar cada segundo que perdimos.Al final, mientras ambos respiramos con
TOMO 3. CAPÍTULO 186. Caminos divididosLoganLa cena familiar es tranquila, pero no deja de ser emocionante para mí. Ver a Liliana hablando con Gemma mientras cada una carga a un bebé es un espectáculo que podría mirar toda la vida. Mi hermana parece estar encontrando su lugar en esta familia, y no puedo evitar sentirme agradecido por tenerla aquí, sana y con nosotros.Las conversaciones van y vienen en torno al futuro, Beri y Kolya están felices de que por fin esta aventura haya terminado, porque seguro que muy pronto tendrán la siguiente, y sé que Liliana no puede evitar el puchero de tristeza porque los extrañará.Arthur ya hizo su declaración de que se queda y llega el turno de mi familia de decidir qué hacer en adelante.Nadie pregunta por Anthony. Lo sucedido se explicó una sola vez y cada uno está haciendo el duelo a su manera, pero por suerte este es un espacio para sanar y seguir adelante.Cuando le pregunto a Vincent por sus planes se aclara la garganta y todos dirigimos nu
EPÍLOGOLilianaLogan me mira emocionado, con esa sonrisa tan suya que siempre logra desarmarme, pero sé exactamente lo que está pensando, puedo leerlo como un libro abierto.—No, no lo hagas —le digo antes de que abra la boca y él frunce el ceño, confundido.—¿Qué no haga qué?—No me pidas matrimonio aquí y ahora. —Le señalo con un gesto—. Ni de rodillas, ni con un discurso que seguro llevas ensayando días.Logan suelta una carcajada.—¿Qué? ¿Ahora también me lees la mente?—No hace falta leerte la mente. Te conozco. —Sonrío, divertida, y le acaricio el cabello, despeinándolo aún más.Logan se cruza de brazos y me mira fingiendo estar ofendido, aunque no puede ocultar la sonrisa que se asoma en sus labios.—Bueno, ¿y cómo se supone que te pida matrimonio si no puedo hacerlo como lo había planeado?—No tienes que planear nada. —Me encojo de hombros—. Un día simplemente nos despertaremos y lo haremos. Solo nosotros.Por un momento, Logan me mira como si no entendiera del todo lo que ac
CAPÍTULO 1. ¡Sálvela!Liliana. —Ya no podemos seguir esperando, tu madre necesita un trasplante de riñón de emergencia. ¡Tienes que firmar para que podamos prepararla! —me apremia mientras mis ojos van al nombre bordado en su bata: Dr. Ryker.Frente a mí un doctor que no conozco me mira con impaciencia. Mi madre lleva esperando un milagro por años, pero en los últimos días su enfermedad se agravó de golpe.Tengo la mente un poco en blanco y otro poco en shock mientras reviso estos papeles que apenas entiendo. Son decenas y de todos ellos depende la vida de mi madre, y todos tengo que entregarlos con urgencia.—Entonces… si firmo esto, ¿mi mamá subirá en la lista para recibir un trasplante urgente, verdad? —pregunto y la voz se me quiebra porque estoy desesperada.A pocos metros de mí aquellos monitores a los que está conectada lanzan alarmas cada pocos minutos. —Sí, señorita Duque, así es —responde él, con un tono que me hace sentir como si fuera una niña tonta y asustada... quizás
CAPÍTULO 2. Una promesaLiliana“¡Llamen al doctor Benson!”“¡Traigan al equipo de trauma!”“¡Preparen el quirófano!”“¡Desocupen el piso!”Todos aquellos gritos resuenan a mi alrededor hasta que detengo a un médico por la bata.—¡Espere, oiga, escúcheme! —demando casi con violencia—. ¿Cómo que van a desocupar el piso? ¡Mi madre está grave!—El dueño del hospital acaba de llegar. Tuvo un accidente y está en estado crítico. ¡Es una emergencia, señorita!Siento que el corazón se me rompe un poco más. ¿Cómo puede ser? Todo el hospital parece estar pendiente solo de este hombre, mientras mi madre… mientras mi madre se queda sola, muriéndose y sin que nadie la ayude.—¡Necesito que un médico vea a mi madre, ahora! ¡Le hicieron un trasplante y se ve mal! —reclamo y el médico me mira con impaciencia, pero finalmente me hace un gesto para que lo guíe y corre a la habitación de mi madre detrás de mí.Estoy temblando y siento que las piernas apenas me responden. Cada vez que miro a mamá, el dol
CAPÍTULO 3. Cayendo en una trampaLilianaMi cuerpo no responde. Todo es oscuro y frío, pero siento un par de voces que retumban en mi cabeza, distantes y profundas. Mi conciencia va y viene por momentos, hasta que escucho un tono que reconozco y un escalofrío recorre mi espalda.“Prepárenla para el procedimiento”. Es la voz del doctor Ryker… estoy segura de que es él.¿Procedimiento? ¿Qué procedimiento? Lucho por abrir los ojos, por mover mis manos, hacer cualquier cosa, pero mi cuerpo sigue inmóvil. Luego solo hay silencio, oscuridad y miedo.Cuando abro los ojos otra vez, lo primero que siento es una sensación de mareo. La luz blanca y cegadora del cuarto me molesta, y los sonidos de los monitores y el típico olor a desinfectante me dicen que sigo en el hospital. Giro la cabeza y veo una vía conectada a mi muñeca, y todo el pánico sale de golpe.—¡¿Qué me hicieron?! —Mi voz sale como un susurro al principio, pero luego se vuelve más fuerte y desesperada—. ¡¿Qué me hicieron?!Una en
CAPÍTULO 4. Sin salidaLas palabras del doctor Ryker me golpean como una bofetada en pleno rostro. No puedo comprender lo que acaba de decir, siento que el mundo a mi alrededor se desvanece, que estoy atrapada en una de esas pesadillas horribles que parecen interminables.—¡¿De qué demonios está hablando?! —le espeto azorada, mirándolo como si fuera un completo loco.Miro al hombre en la cama, con el rostro pálido y rodeado de máquinas que pitan y zumban con insistencia.—Deja que te lo explique —responde él con esa voz fría que parece inhumana—. Este hombre es Logan St Jhon, magnate, hacendado, multimillonario…—Es el dueño de este hospital… —recuerdo porque en la entrada está su apellido.—Exacto, y este pobre hombre tuvo hace unos días un accidente con un caballo. Está muriendo, Liliana, y lamentablemente no hay nada que podamos hacer por él.Siento una mezcla de confusión y horror. Mi estómago se revuelve con cada palabra suya, porque presiento que eso no es cierto.—¿¡Y eso qué t
CAPÍTULO 5. Señor GreñitasLilianaMiro al hombre tendido en la cama, envuelto en cables y monitores, su respiración leve apenas hace que su pecho suba y baje. Es doloroso verlo así, porque no puedo evitar que me recuerde a mi madre. Camino hacia él tratando de limpiarme las lágrimas y miro su rostro, una venda le cubre parte de la frente, y el cabello claro, largo y desordenado le cae sobre las sienes. Parece un hombre fuerte… o al menos debía serlo, antes de que alguien decidiera que no merecía vivir.—Lo siento, Señor Greñitas, no creo que te merezcas esto pero… no sé cómo ayudarte —murmuró con el corazón destrozado.Obviamente no responde, pero el silencio me pesa menos mientras recuerdo las palabras de mi madre: “Prométeme que siempre vas a ser buena y generosa, que ayudarás a los demás, porque esa es la única forma en que tu corazón no se llenará de resentimiento, hija…”Y la verdad no sé si soy buena, o si no guardo rencor, pero no puedo soportar la idea de ver morir a alguien