TOMO 3. CAPITULO 183. Directas indirectas LilianaLogan se acerca a mí con una expresión que no puedo descifrar del todo, pero sé que hay algo importante en su mente. Lo veo respirar profundo antes de hablar, como si necesitara reunir todo el valor que tiene.—Lili —dice en un tono bajo, casi vacilante—, quiero pedirte disculpas. Sé que las palabras no alcanzan, pero… no voy a rendirme, te voy a demostrar con hechos todo lo que te tenga que demostrar, nunca voy a irme de nuevo pero… pero necesito pedirte perdón por abandonarte cuando más me necesitabas.Sus palabras me toman por sorpresa. No porque no las esperara, sino porque siempre pensé que este momento sería diferente, más tenso, quizás más frío. Pero no es así. Su voz tiene un peso, una sinceridad que me desarma, y cuando lo miro a los ojos sé que de verdad el resto de su vida será enteramente para mí y para nuestros hijos.—También estuviste cuando más te necesité Logan —respondo y mi voz suena suave, sin rastro de reproche; p
TOMO 3. CAPITULO 184. Un hombre felizLoganCamino hacia la puerta del cuarto con una sonrisa enorme en la cara. Estoy tan feliz de que voy a poder ver a mis hijos todos los días que el corazón me late acelerado. Es una sensación tan fuerte que ni siquiera puedo pensar algo coherente. Todo lo que sé es que, después de tanto tiempo y tantas cosas que salieron mal, por fin algo está saliendo bien.Pero entonces, algo en lo que dijo Liliana me detiene en seco.Voy a venir… ¿todas las noches? Guardo mi ropa… ¿en su cuarto? ¿Duermo… en su cama?Me doy la vuelta lentamente, como si mi cerebro estuviera procesando a trompicones, y la miro con los ojos completamente desorbitados, incapaz de decir una palabra porque todavía no estoy seguro de haberlo entendido bien.Liliana me ve y, en lugar de ponerse nerviosa, se cruza de brazos con una sonrisa divertida, casi burlona.—¿De verdad? ¿Hasta ahora te diste cuenta? —pregunta y su tono tiene ese toque juguetón que siempre logra sacarme de mis cas
TOMO 3. CAPITULO 185. El camino correctoLiliana.Logan y yo salimos de la habitación, con el corazón aún acelerado pero con una paz que hacía meses no sentía. Vamos juntos al cuarto de los bebés, que empiezan a despertar con esos ruiditos suaves que siempre logran derretirme.Me ayuda a sacarlos de sus cunas, y entre risas y mimos los cambiamos y alimentamos. Luego nos sentamos en las mecedoras y los dormimos, como si no hubiera pasado nada malo, como si no tuviéramos un pasado que pesara tanto. En este momento, somos solo nosotros cuatro, y somos una familia.Cuando los bebés finalmente caen rendidos y se duermen otra vez, Logan me agarra de la mano y me lleva de vuelta a la habitación. No dice nada, pero no hace falta. El fuego en sus ojos dice todo lo que necesito saber, y antes de darme cuenta, volvemos a estar enredados el uno con el otro. Su amor es apasionado, insistente, como si estuviera decidido a recuperar cada segundo que perdimos.Al final, mientras ambos respiramos con
TOMO 3. CAPÍTULO 186. Caminos divididosLoganLa cena familiar es tranquila, pero no deja de ser emocionante para mí. Ver a Liliana hablando con Gemma mientras cada una carga a un bebé es un espectáculo que podría mirar toda la vida. Mi hermana parece estar encontrando su lugar en esta familia, y no puedo evitar sentirme agradecido por tenerla aquí, sana y con nosotros.Las conversaciones van y vienen en torno al futuro, Beri y Kolya están felices de que por fin esta aventura haya terminado, porque seguro que muy pronto tendrán la siguiente, y sé que Liliana no puede evitar el puchero de tristeza porque los extrañará.Arthur ya hizo su declaración de que se queda y llega el turno de mi familia de decidir qué hacer en adelante.Nadie pregunta por Anthony. Lo sucedido se explicó una sola vez y cada uno está haciendo el duelo a su manera, pero por suerte este es un espacio para sanar y seguir adelante.Cuando le pregunto a Vincent por sus planes se aclara la garganta y todos dirigimos nu
EPÍLOGOLilianaLogan me mira emocionado, con esa sonrisa tan suya que siempre logra desarmarme, pero sé exactamente lo que está pensando, puedo leerlo como un libro abierto.—No, no lo hagas —le digo antes de que abra la boca y él frunce el ceño, confundido.—¿Qué no haga qué?—No me pidas matrimonio aquí y ahora. —Le señalo con un gesto—. Ni de rodillas, ni con un discurso que seguro llevas ensayando días.Logan suelta una carcajada.—¿Qué? ¿Ahora también me lees la mente?—No hace falta leerte la mente. Te conozco. —Sonrío, divertida, y le acaricio el cabello, despeinándolo aún más.Logan se cruza de brazos y me mira fingiendo estar ofendido, aunque no puede ocultar la sonrisa que se asoma en sus labios.—Bueno, ¿y cómo se supone que te pida matrimonio si no puedo hacerlo como lo había planeado?—No tienes que planear nada. —Me encojo de hombros—. Un día simplemente nos despertaremos y lo haremos. Solo nosotros.Por un momento, Logan me mira como si no entendiera del todo lo que ac
CAPÍTULO 1. ¡Sálvela!Liliana. —Ya no podemos seguir esperando, tu madre necesita un trasplante de riñón de emergencia. ¡Tienes que firmar para que podamos prepararla! —me apremia mientras mis ojos van al nombre bordado en su bata: Dr. Ryker.Frente a mí un doctor que no conozco me mira con impaciencia. Mi madre lleva esperando un milagro por años, pero en los últimos días su enfermedad se agravó de golpe.Tengo la mente un poco en blanco y otro poco en shock mientras reviso estos papeles que apenas entiendo. Son decenas y de todos ellos depende la vida de mi madre, y todos tengo que entregarlos con urgencia.—Entonces… si firmo esto, ¿mi mamá subirá en la lista para recibir un trasplante urgente, verdad? —pregunto y la voz se me quiebra porque estoy desesperada.A pocos metros de mí aquellos monitores a los que está conectada lanzan alarmas cada pocos minutos. —Sí, señorita Duque, así es —responde él, con un tono que me hace sentir como si fuera una niña tonta y asustada... quizás
CAPÍTULO 2. Una promesaLiliana“¡Llamen al doctor Benson!”“¡Traigan al equipo de trauma!”“¡Preparen el quirófano!”“¡Desocupen el piso!”Todos aquellos gritos resuenan a mi alrededor hasta que detengo a un médico por la bata.—¡Espere, oiga, escúcheme! —demando casi con violencia—. ¿Cómo que van a desocupar el piso? ¡Mi madre está grave!—El dueño del hospital acaba de llegar. Tuvo un accidente y está en estado crítico. ¡Es una emergencia, señorita!Siento que el corazón se me rompe un poco más. ¿Cómo puede ser? Todo el hospital parece estar pendiente solo de este hombre, mientras mi madre… mientras mi madre se queda sola, muriéndose y sin que nadie la ayude.—¡Necesito que un médico vea a mi madre, ahora! ¡Le hicieron un trasplante y se ve mal! —reclamo y el médico me mira con impaciencia, pero finalmente me hace un gesto para que lo guíe y corre a la habitación de mi madre detrás de mí.Estoy temblando y siento que las piernas apenas me responden. Cada vez que miro a mamá, el dol
CAPÍTULO 3. Cayendo en una trampaLilianaMi cuerpo no responde. Todo es oscuro y frío, pero siento un par de voces que retumban en mi cabeza, distantes y profundas. Mi conciencia va y viene por momentos, hasta que escucho un tono que reconozco y un escalofrío recorre mi espalda.“Prepárenla para el procedimiento”. Es la voz del doctor Ryker… estoy segura de que es él.¿Procedimiento? ¿Qué procedimiento? Lucho por abrir los ojos, por mover mis manos, hacer cualquier cosa, pero mi cuerpo sigue inmóvil. Luego solo hay silencio, oscuridad y miedo.Cuando abro los ojos otra vez, lo primero que siento es una sensación de mareo. La luz blanca y cegadora del cuarto me molesta, y los sonidos de los monitores y el típico olor a desinfectante me dicen que sigo en el hospital. Giro la cabeza y veo una vía conectada a mi muñeca, y todo el pánico sale de golpe.—¡¿Qué me hicieron?! —Mi voz sale como un susurro al principio, pero luego se vuelve más fuerte y desesperada—. ¡¿Qué me hicieron?!Una en