Luca se integró al trabajo y congenió bien con Blaire. Conocía técnicas de lucha que Khorne jamás podría manejar y durante la primera semana logró que Blaire no perdiera ya el aire al luchar, que sus movimientos fuesen precisos, pero a diferencia de Khorne que la enseñaba solo a defenderse, Luca la estaba convirtiendo en una máquina de matar y eso le daba paz a los demás.
Dragos apareció unos días después, y miraba a Blaire con seriedad, había estado fuera desde lo sucedido días atrás y ella, quería extenderle una buena disculpa.
—Lo lamento, sé que su familia te ha servido por eones.
—Te puso la mano encima. Ahora bien, mi ausencia se debe a que me he reunido con Khorne.
—No lo entiendo.
—Blaire, al principio cuando vi cómo eliminabas a Khorne me pregunté si necesitaríamos drenar tu poder. No porque piense que puedes atacarme o a los míos, sino porque eres joven y ese poder acabaría consumiéndote. Aparentemente tú no asesinas, o al menos no de forma negativa. Khorne despertó en el I