CAPÍTULO 33

Marco se incorporó con una rapidez de la que no se hubiera creído capaz en ningún otro momento. Helena estaba enferma… estaba débil…

No, los perros estarían ladrando por otra cosa…

Sin embargo la desesperación lo hizo subir de dos en dos los escalones para llegar a  su habitación y empujar la puerta. Todo lo que encontró fue una cama vacía y el corazón le subió a la garganta en un segundo.

Corrió hasta su propio cuarto, donde un balcón enorme le permitía una vista panorámica bastante amplia… y entonces la vio. La vio corriendo con dificultad, descalza entre la maleza… y se dio cuenta de a dónde se dirigía.

Fabio trató de detenerlo cuando se lanzó escaleras abajo con el rostro desencajado por el miedo, pero no pudo detenerlo. Nada ni nadie hubiera podido detenerlo y su hermano só

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP