Capítulo 49
De hecho, el vino de Diego no tenía buena pinta.

Los buenos cigarrillos y el buen vino siempre venían con un paquete bonito, pero este vino en una botella corriente no daba ninguna sensación de que fuera algo precioso.

Azucena regañó: —Diego, ya es mucho respeto para ti que te deje venir a cenar. Pero papá es de mucha clase, no beberá el pis de caballo que trajiste, así que llévatelo, no nos pongas en ridículo.

La cara de Diego no cambió: —Lo diré otra vez, este vino es un tesoro entre los tesoros. Se lo he traído al abuelo muchas veces, y es un gran tónico para su cuerpo.

Jorge atajó y erizó: —¿Un tesoro entre los tesoros? Diego, y encima presumes de ello. Ya que no sabes lo que es bueno, te dejaré ver lo que es bueno de verdad. Héctor, por favor, ¡saca el vino que has traído y que todo el mundo le eche un vistazo!

Héctor se rio como si estuviera en una situación difícil: —Mejor no, parece que al abuelo le gusta el vino de Diego, sería hacer el ridículo que saque el mío.

Azucena se mo
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP