CAPÍTULO 29

— ¡Levántate, hermosa!

Si la frase no hubiera estado acompañada de una sonora nalgada, Gaia hubiera asegurado que era el despertar más romántico de la historia. Olía a café y a tostadas francesas, y su estómago rugió haciéndola abrir primero un ojo para encontrar la posición justa de Alessandro. A los pies de la cama, completamente desnudo, sosteniendo una bandeja con el desayuno.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP