La conversación con Shawna, le había dejado a Lucila, una profunda tristeza, le gustaría hacer algo por ella, pensaba en encontrar una forma de ayudar a su amiga y a todas las chicas de su comunidad que quisieran emprender sus estudios, pero tuvieran esas limitantes, a veces era fácil encerrarse en una burbuja y no darse cuenta del sufrimiento y de las luchas de los demás.
Le parecía contradictorio; aunque las gitanas eran muy independientes para algunas cosas, a la vez se dejaran imponer otras, o tal vez ella pensaba así porque no compartía sus costumbres, pero a sus ojos eso era una completa injusticia, la cual quería ayudar a combatir y estaba dispuesta a hacer todo lo posible para lograrlo, pensó mientras meditaba en una salida.
Otra de las situaciones intolerables para Lucia, era el hecho de que su amiga tenía prohibido enamorarse de alguien no gitano, porque su pueblo le daba suma importancia a la pureza de la sangre y por consiguiente a su linaje, por eso tenían prohibido las relaciones amorosas con personas no pertenecientes a la comunidad gitana.
Mientras hablaba con su amiga se había acostado en su cama solo con una toalla atada a la altura de su busto, otra en su cabello. Aún permanecía en esa posición meditabunda luego de cortar la llamada, cuando de repente escuchó un alboroto en la planta baja de su casa y sin pensarlo por un momento, bajó corriendo asustada para averiguar lo ocurrido.
Al llegar allí, se quedó al pie de la escalera, pudo observar a sus hermanos y a un par de primos, parados en el recibidor de la casa, mientras del lado opuesto se encontraba una muchacha llorando, un hombre con un semblante molesto la tomaba por uno de sus brazos y una señora observa a su familia con odio.
Escuchó a la chica reclamarle a su hermano Tommy .
—¡Eres un perro! Claro, como la familia Moonchild son una de las más poderosas en Richmond, se sienten con el derecho de hacer y deshacer.« De verdad me siento tan decepcionada, me enfrenté a todos por ti, fui en contra de mis principios, creencias. Todo fue una mentira, no sé cómo pude enamorarme y entregarme a ti, fui una ilusa, tonta —señaló la joven con dolor, mientras las lágrimas recorrían descontroladamente su rostro.
— ¡Ya basta Jovanka! No te sigas rebajando frente a ellos. ¡Ven! No vale la pena, no lo necesitas, mejor vámonos —dijo el hombre hamaqueando a la mujer del brazo con rabia.A Lucila le causaba mortificación ver a la chica tan desolada y a quienes la acompañaban con semblante de odio mezclado con tristeza, mientras sus familiares tenían el rostro pétreo, como si lo sucedido no les afectara ni les importara en absoluto. Sin detenerse a pensar en su aspecto, en la conveniencia de intervenir en un asunto desconocido, terminó de bajar las escaleras e intervino justo cuando los otros se estaban retirando.
—¡Alto! Nadie se va hasta no recibir una explicación ¿Qué está sucediendo aquí? —preguntó con firmeza Lucila.—Lucila ¿Qué haces aquí abajo y con ese aspecto? —la recriminó su madre, sin poder ocultar el miedo en su rostro y tratando de hacer desistir a la chica de estar allí
»Estas cosas no son aptas para una chica de su casa, como lo eres tú —enfatizó su madre con doble connotación, haciendo indirectamente alusión de que la otra joven no lo era y dejando ver en ese momento lo importante para ella de la presencia de su hija.
—Haz el favor y sube, esto no es asunto para ti —pronunció su hermano mayor Jayden con firmeza, pero Lucila no había nacido para aceptar de buen grado las órdenes de los demás y en ese momento salió a relucir su carácter endemoniado.
—Si su intención era evitar mi intervención, debieron abstenerse de hacer este escándalo. Cuando lo trajeron aquí y lo hablaron sin reservas en la puerta de mi casa, pasó a ser un asunto de mi interés y a todo a quien desee escucharlo —ante las palabras de la jovencita todos permanecieron en silencio, porque no querían presenciar uno de los berrinches de Lucila.
« Ahora tengan la bondad de decirme ¿A qué se debe este escándalo? —y aunque exigía una explicación todos estaban reacios a dársela.
—Mon trésor, no te preocupes esto se trata de un asunto ya resuelto —expresó con ternura su padre, pero antes de ella poder hablar para debatirle, el hombre acompañante de la muchacha se le acercó.
—¡Ah maravilloso! Tenemos ante nuestra presencia a su majestad, la princesa de la familia Moonchild, y veo a todos muy empeñados en ocultarle la verdad para protegerla —se quedó en silencio por unos momentos y con un gesto burlesco continuó—. Entiendo ¿No quieren decirle la verdad? ¿Qué conozca el verdadero rostro de todos ustedes? —señaló el hombre con maldad acercándose a Lucila, quién inconscientemente retrocedió un poco ante su acercamiento.
—¿De qué verdad está hablando? —interrogó la chica exhibiendo un semblante de valentía, que en ese momento estaba lejos de sentir, porque la realidad estaba un poco intimidada con la actitud del hombre.
Como ninguno hizo amago de hablar, el hombre no tuvo ninguna consideración en hacerlo.
—Tu hermano Tommy sedujo a mi hermana, bajo engaño, jurándole amor, haciéndole falsas promesas como ustedes acostumbran —pronunció el hombre con rabia —logró se entregara a él. Ahora mi hermana está embarazada, tan deshonrada como el resto de nuestra familia, porque él no quiere asumir la responsabilidad. Tus padres para resolver el problema y lavar su conciencia como siempre hacen los Moonchild, le dieron un jugoso cheque, ella se los rompió tirándoselos a la cara.
« ¡¿Ves esto?! —El hombre se inclinó y recogió los pedazos de papel regados en el suelo y los juntó en sus manos—, esto cuesta para tu hermano la vida de su hijo y para tus padres la de su nieto.
La jovencita tomó los trozos de papel extendida por el hombre, trató de juntarlos, su hermano Tommy trató de arrebatárselos, pero ella se opuso.
—¡Detente allí! —espetó furiosa.
—No es así Lucila, ¡Escúchame! —exclamó Tommy para persuadirla.
—No es necesario hacer eso hija, no te preocupes por esas cosas, no tienen importancia —rogó su madre.
Lucila era persistente, cuando tomaba una decisión, rara vez lograba cambiarla y mientras más trataban de hacerla desistir, más se empeñaba ella en unir los trozos. A los segundos, lo había logrado, comprobando la verdad en las palabras pronunciadas por el hombre.
—¡¿Por qué?! ¿Cómo se atreven a hacer esto? ¿Cómo reaccionarían si en vez de ella fuese yo la afectada? —pronunció decepcionada, entristecida, señalando a la joven, quien lloraba por la humillación y desprecio propinada por su familia, Mientras Lucila sentía su corazón doblemente herido por la chica y por la decepción de haber descubierto esa otra cara de su familia.
“Nadie puede llevar la máscara durante mucho tiempo.” Lucio Anneo Séneca.Ante las palabras de Lucila hubo un silencio muy incómodo, su familia no respondió, peor aún, ni siquiera intentaron defenderse, eso causó mucho pesar y decepción en la joven.—Me llenan de vergüenza ¿Cómo pueden comportarse de esta manera? ¿Cómo pueden tener doble rasero? He vivido toda mi vida engañada, en una burbuja, ¿Dónde perdieron el norte de lo correcto frente a lo incorrecto? Esto me causa demasiada incomodidad, me hace daño. ¡No entiendo! —Decía tratando de dilucidar lo ocurrido, pero definitivamente eso estaba fuera de su capacidad de comprensión— ¿Por qué quieren darle la espalda? Si ella está esperando un bebé, de nuestra sangre, su deber es apoyarla, porque esa criatura también forma parte de nuestra familia —manifestó conmovida la chica.—Lucila, las cosas n
Lucila se quedó sorprendida ante el trato de su amiga, porque Shawna siempre había tenido un trato agradable para con ella y ahora de repente tenía esa actitud más fría que un congelador. Por más que pensaba no podía dar con una razón para explicarse las causas de esa actitud totalmente contraria a como hasta ahora había sido una buena relación de amistad.—Shawna, lo siento, tal vez no fue buena idea venir a visitarte, pero eres mi única amiga y no tengo con quien hablar, necesitaba desahogarme de ciertos problemas familiares que estoy viviendo —manifestó la joven tratando de disimular su perturbación por las palabras que le había proferido la otra chica y en su interior pensaba, definitivamente “hoy era el día de las sorpresas y de ver el verdadero rostro de la gente”.—Lo siento Lucila, ahora no es la mejor ocasión para
Lucila se dejó mojar por la lluvia, llegó a un parque y se sentó en un banco, flexionó sus rodillas colocándolas también en el asiento posó su cabeza entre ella y se quedó allí, sin ejecutar ningún otro movimiento únicamente pensando en todo lo que había sucedido y la decepción iba crecido en su interior a pasos agigantados, como una avalancha que poco a poco iba creciendo, hizo una mueca de disgusto mientras llegaba a la conclusión que sería bueno terminar de alejarse de todos.Se encontraba en una situación que para ella era muy complicada porque solo tenía a su familia, pero no quería verlos, su doble moral la asqueaba, y no tenía ningún otro lugar a donde ir porque aparte de Shawna no tenía ninguna amiga cercana y ya esta última no podía considerarla de esa manera, en ese instante se dio cuenta cuan sola estaba.
Lucila se había quedado totalmente sorprendida al ver a la persona que menos se había imaginado encontrarse y menos allí, a esas horas y circunstancias. Siempre escuchó el dicho que reza: "El Mundo es un pañuelo", pero hasta ahora no había entendido el significado, pensó el mundo no era tan grande como creía.—¿Qué haces aquí? —preguntó Lucila y la chica la observó por un momento, sin poder creer que realmente le estaba preguntando eso, pero se dio cuenta de que así era.—Creo que es obvio, buscando a donde ir, me expulsaron de mi casa de mi gente, de mi comunidad. Lo hizo mi hermano mayor, porque deshonré a la familia, en mi comunidad lo que yo hice es una causa de destierro, nunca más podré volverlos a ver —manifestó la joven con tristeza, mientras ambas se sentaban a la orilla de la arena —. ¿Y tú q
Esa noche, después de aquel juramento que las uniría para siempre, pasearon por la playa, jugaron haciendo castillos de arena, mientras reían y charlaban. Sintiéndose realmente a gusto en tener la compañía la una de la otra. Jovanka siguió contándole las tradiciones y costumbres romanís, despertando la curiosidad en Lucila, quien sintió, por alguna razón extraña, el anhelo de conocer y sumergirse en su cultura.—Es fascinante todo lo que me cuentas, me hubiese gustado nacer en una cultura así. Poder pasar tus costumbres, tradiciones, cuentos, rituales de generación en generación, es una garantía del esfuerzo que cada una de esas personas que conformaron cada familia transmitió a sus hijos y de cierta manera, es como si ellos perduraran a través del tiempo. Jovanka, ¿De dónde proviene tu gente?—Bueno, se estima que nues
Shawna no había dormido bien, la preocupación por cómo había tratado a su amiga, la mantuvieron totalmente en vela, por eso al levantarse tenía dos grandes sombras debajo de sus ojos, las cuales procuró cubrirlas maquillándose muy bien. Se colocó un vestido largo bastante colorido, se puso sus joyas brillantes y llamativas, varias pulseras lucían en sus muñecas y dos grandes aros adornaban sus orejas.Salió de su casa, acompañada por una tía, pues no se les permitía salir sola, aunque a decir verdad, ella si había logrado escaparse en varias oportunidades, y para su alivio no había tenido consecuencias. Cuando llegaron a la universidad, lo primero que hizo fue pedir que la acompañaran a buscar a Lucila, fue por ella al salón donde recibirían clases, pero al no encontrarla, se fue a la biblioteca con resultados no satisfactorios y por últi
Tres meses despuésLucila se encontraba en su hermosa habitación en la casa de sus padres, por un momento se quedó observándola y se dio cuenta de que debía hacer cambios en la decoración, porque aparte de destacar los colores blanco y rosa, tenía un acentuado toque infantil y ya no era por lo menos en tamaño, una niña, aunque siguiera creyendo en la llegada del príncipe azul, era necesario conferirle un carácter más serio.En ese momento decidió que debía remodelarla y la incluiría en sus tareas pendientes. Estaba acostada en su cama de piernas cruzadas en la posición del loto, cuando observó en la mesita de noche su diario, extendió su mano y lo tomó colocándoselo en sus piernas, pero justo en ese momento se cayó de entre sus folios una hoja perfectamente doblada; la tomó y la abri&oac
Nico, llegó a la fiesta de celebración del pueblo gitano, solo había ido con una sola intención, encontrarse con la hermana del hombre que se burló de la suya, no podía olvidar la vergüenza a la cual habían sido expuestos todos en su familia y como principal jefe de su familia, después de la muerte de su padre, tenía que hacer algo para hacerles pagar.Entró al salón observando hacia todos los lados, sabía que la joven iba a ir acompañada de Shawna o era lo que le habían dicho, sin embargo, su búsqueda fue interrumpida cuando vio a la chica que había auxiliado cuando su auto se averió en pleno torrencial de agua, la muchacha bailaba con una soltura que le atraía de manera irremediable, tenía un ritmo hipnotizante, no podía evadir la mirada de ella, tenía una lucha interna entre alejarse y no volver a fijar su vista hacia ella