Al escuchar la pregunta, el tono de angustia en la voz de su hermano y su rostro totalmente desencajado, se llevó una mano a su nariz, se limpió el líquido que corría y sin ver sabía de qué se trataba.
Él la tomó por las mejillas y le preguntó desesperado, mientras recorría su rostro con las manos —Por favor, hermanita ¿Dime que te está pasando? ¿Por qué estás sangrando? ¿Estás enferma?
Jovanka movió negativamente su cabeza, se le hizo un nudo en la garganta al verlo tan mortificado, le tomó la mano y le colocó la otra en la mejilla —. No te preocupes, estoy bien. Ese sangrado es solo una irritación de mi nariz… Es que me dio alergia y empecé a estornudar y se me iiritaron las fosas nasales.
—¿Estás segura? —ella movió
Cuando Lucila sintió su rostro cubrirse de vergüenza, intentó hablar, pero las palabras se atascaron en su garganta y solo salió un leve chillido. Lo recorrió de pies a cabeza y vio la pequeña maleta que traía en una de sus manos y frunció el ceño con curiosidad.— No trates de darme ninguna explicación. Todo ha quedado perfectamente claro, aún sigues pensando lo peor de mí, esa es una falta con la cual tendré que cargar el resto de mi vida. Sin embargo, haré todo lo que esté a mi alcance para que vuelvas a creer en mí. Por ahora, tienes treinta minutos para que te arregles y me acompañes a un lugar. Yo lo haré en diez— apenas dijo esas palabras Lucila salió corriendo hacia su habitación sin decir nada, mientras Nico se quedaba con su hermana.» En cuanto a ti Jovanka Wells ¿Estaba
Luego de pronunciada sus palabras, la chica se le lanzó encima, pero como Nico estaba paralizado por la sorpresa que le causó su respuesta, perdió el equilibrio y ambos cayeron al suelo, aunque logró abrazarla para amortiguar con su cuerpo la caída, no pudo evitar preocuparse por la condición de Lucila.— ¿Estás bien? ¿Te lastimaste algo? —Interrogó con preocupación Nico, mientras le levantaba el rostro por el mentón y la observaba fijamente.Ella hizo un puchero y fingió un gemido —Si me duele aquí—. Respondió con un tono lastimero. Al escucharla Nico se incorporó sentándose en el suelo con ella en su regazo y comenzó a revisarla preocupado de que se hubiese fracturado algún hueso en la caída.—¿Dónde te duele mi amor? —Volvió
Pasaron recogiendo a la hermana y a la pequeña Luci por el apartamento y salieron con destino a la ciudad de Richmond. En un principio las chicas iban alborotadas, Lucila respondía a las preguntas que incesantemente le formulaba Jovanka.—¿Para dónde te llevó? ¿Era bonito el lugar? ¿Fue romántico? ¿Te gustó? ¿Qué hicieron? —Por unos segundos calló, pero luego se dio cuenta de la última pregunta que había hecho y aclaró inmediatamente— Puedes pasar de esa pregunta final. Por favor no la respondas —indicó un poco avergonzada— pero, quiero que me digas si mi hermano fue romántico, porque si no lo fue va a tener que escucharme por los próximos meses.— Fue todo maravilloso, me llevó en lancha con los ojos vendados a una pequeña isla como a veinte minutos de la costa
Nico cuando vio salir a Lucila corriendo, inmediatamente se fue detrás de ella mientras la llamaba.—Por favor mi amor, espera no salgas así ¡Escúchame! —decía el hombre persuadiéndola a que se detuviera.No obstante la chica estaba negada a escucharle y cuando vio que la estaba alcanzando cruzó la calle sin ver que venía un auto, cuando Nico se dio cuenta de que estaba a punto de ser atropellada por un vehículo, aceleró sus pasos mientras escuchaba el chirrido de los cauchos en el pavimento buscando frenar, la cubrió con su cuerpo recibiendo el impacto del coche, cayendo ambos en el asfalto.Cuando Lucila se dio cuenta de lo que había sucedido, comenzó a temblar de los nervios, sus lágrimas amenazaron con abrirse paso entre sus ojos, pero las refrenó apretando con fuerza sus ojos, mientras respiraba alivia
El silencio que imperó en la sala era tan denso que podría haberse cortado con un cuchillo, por un momento nadie reaccionó, el rostro del padre de Lucila se volvió color púrpura, intentó hablar, pero sus palabras se le atragantaron en la garganta, le mantuvo a la mirada a su madre.—Lo siento hijo, creo que he callado por mucho tiempo este secreto y no puedo permitir que sigas blasfemando de tu propia gente y menos aún que quieras hacer la vida de Lucila miserable. Ese muchacho —expresó señalando a Nico—, es la persona a quien ella ama, si tuvieron malentendidos y los superaron y ella lo aceptó no somos quien para inmiscuirnos en esa relación.» Tampoco es que tu hijo Tommy se haya comportado bien con la hermana de él. No quiero juzgar las acciones de nadie, cada quien tiene las razones para actuar como lo hace, pero en tu caso no pued
Lucila lo tomó del brazo y lo acarició, eso logró calmarlo enseguida, ella tenía la capacidad de apaciguar todos sus demonios, le devolvió el gesto colocando una mano sobre la de ella y guardó silencio.— Nico tiene razón, ninguno de nosotros dos vamos a permitir que Tommy le siga haciendo daño a Jovanka. Él le envió mensajes para amenazarla de quitarle a Luci, cuando ni siquiera tuvo que ver con ella, la vio en una fotografía que se le mandó y no le quedó duda de la verdad, de que la pequeña es su propia sangre. Ahora pretende apartarla del lado de su madre y no vamos a permitirlo.» No creo que Jovanka quiera impedir que ustedes vean a la pequeña Luci, ella es tan buena que no les cuestionará nada, sin embargo, deben esperar que esté preparada para recibirlos —indicó tratando de que su familia comp
Tres años despuésNico sentado en el auditorio esperaba emocionado que su esposa que su esposa subiera, para su satisfacción no debió esperar mucho y minutos después escuchó al orador de orden llamarla.—Lucila Wells…—No pudo contener su alegría y se levantó aplaudiendo mientras ella recibía su título de licenciada en enfermería. Luego se paró de frente y buscó su mirada, levantó el pergamino y esbozó su radiante sonrisa, sin pérdida de tiempo corrió hacia él quien fue a su encuentro la alzó mientras la besaba.—Estoy muy orgulloso de ti, no sabes lo feliz que me haces que hayas cumplido tu meta de graduarte, estos más de tres años a pesar de haber enfrentado muchas dificultades como familia te has mantenido firme, apoyándonos a
El viento mecía los árboles con fuerza, la lluvia comenzó a caer estrepitosamente, era el mes más lluvioso del año en la ciudad de Richmond. Lucila Moonchild, circulaba por Three Chopt Road, cuando de repente su auto hizo un pequeño ruido y se apagó, colocó el auto en neutro y lo dejó rodar hasta poderlo estacionar a un lado de la calzada.Debido a la copiosa lluvia, se quedó en el auto con el aire acondicionado encendido y los vidrios arriba, de esa manera evitaría mojarse mientras rezaba fervientemente por un milagro. Intentó marcar el número de uno de sus hermanos o su padre para pedirles ayuda, pero lamentablemente su celular se había quedado sin batería, comenzó a buscar en su bolso el cargador portátil, después de volver su interior un desastre recordó haberlo sacado la tarde anterior cuando llegó a su casa, lo bajó distra&ia