Me quedo de pie frente al tal Mark. He notado que él es de mente más débil; es un maldito cobarde, pero actúa muy bien para parecer fuerte. Lástima que cuando finges ser algo que no eres, el teatro no dura para siempre.Le coloco la punta de la navaja justo en el centro de la frente presionando lo suficiente para hacerle un pequeñísimo corte del que brota un fino hilo de sangre.—Dime, Mark. —continuo—. ¿Quién la quiere muerta?El tipo cierra los ojos con fuerza y niega con la cabeza repetidas veces. De su garganta sólo salen pequeños sonidos de dolor que trata de contener. Sé que tiene miedo a morir, pero, aun así, se rehúsa a hablar. Así que viendo de que necesita un incentivo para que abra la boca, empiezo a deslizar el filo de la navaja que no había despegado de su frente en línea recta. Intenta alejarse cuando siente el dolor, pero lo tomo del pelo con fuerza para impedírselo, dejando un corte sólo hasta la mitad de su rostro. Sacude la cabeza con desesperación mientras suelta al
Sábado, 20 de octubre de 2018.ALEXA.Mis ojos no se despegan de la morena de cuerpo voluptuoso, que no deja de mirar la pantalla de su móvil, alegando de que Zack no ha respondido sus mensajes.—Él no se encuentra en casa —responde Nathan.—¿Y dónde está entonces? —exige saber—. Te recuerdo que tengo derecho de saberlo todo.Los chicos no se ven cómodos con la situación, y me doy cuenta de que a cada nada me lanzan una mirada para examinar si la presencia de la chica me afecta, y la verdad es que no. Solo tengo curiosidad por saber qué tipo de relación mantiene o mantenía con Zack, porque parece que el pelinegro no la ha buscado más desde hace un tiempo. Eso me da un poco de alivio y confianza hacia él, porque quiere decir que sus palabras hacia mí no han sido vanas, sino que tienen significado.—¿Qué es lo que quieres, Keira? —la cuestiona Mason con seriedad.La chica eleva su mirada del teléfono para posarla en él. Arquea una ceja en su dirección al tiempo que lleva sus manos a su
Alexa Smith es una chica de 20 años, quien la vida la ha golpeado tan duramente, arrebatando lo más preciado que ella tenía en un trágico accidente.La pérdida de sus padres y la situación en la que el accidente había dejado a su hermano, la hizo convertirse en una chica ruda, impulsiva e inexpresiva cuando de los sentimientos se habla, y que se dejó envolver en un mundo del que no habría posibilidades de salir ilesa.Llevando a cuestas su doloroso pasado que lucha por ocultar, el destino pone en su camino al chico más peligroso con el que pudo toparse y que pondrá su mundo patas arriba.Zack Sellers. Toda su fisonomía grita peligro, sus ojos reflejan la frialdad que hay en él, y su temperamento delata lo agresivo que puede llegar a ser. Sumándose a eso, el hecho de que es uno de los narcotraficantes más buscados por la CSIS (Servicio de Inteligencia de Canadá). Ante ese hecho, Alexa se verá abrumada por la situación y las emociones que el chico malo despierta en ella.Lo que ambos no
28 de Julio de 2012.ALEXA SMITH.Sentía el aire frío abrazar mi cuerpo provocando que me estremeciera levemente, tenía el rostro lleno de lágrimas, y el nudo en mi garganta hacía que pasar saliva se convirtiera en una tarea muy difícil en ese momento. El dolor en mi pecho crecía a cada segundo expandiéndose por todo mi cuerpo haciendo que mi respiración fuese dificultosa y las fuerzas en mí flaquearan, haciéndome caer de rodillas junto a las dos lápidas que se encontraban frente a mí.No podía asimilar lo que estaba viviendo en ese momento, la simple idea de no volver a mirar la hermosa sonrisa de mi madre o el pensar que mi padre jamás volverá a recibirme en casa con un cálido abrazo y un beso en la frente provocaba que mi corazón se estrujara de una manera tan dolorosa que dudaba en poder soportarlo por más tiempo.—Alexa... —escuché la voz de mi prima a mis espaldas—. Tenemos que irnos ya linda, pronto empezará a llover.—Me importa muy poco si ahora mismo cae un diluvio Rose —
Sábado, 6 de octubre de 2018.ALEXA SMITH.Hay días en los cuales me pregunto qué fue lo que hice en el pasado para merecer tanto dolor ahora.Culpar a mis padres de ello sería una abominación, pues a fin de cuentas ellos no tienen la culpa de no haber podido protegerme ni de no haber sospechado de ese monstruo que me hizo tanto daño cuando yo sólo era una niña de 11 años, y mucho menos de no haber sobrevivido a ese horrible accidente que terminó por destruirnos la vida a todos.Pensar en ello aún duele, escuece en mi pecho.La vida me ha golpeado fuerte, realmente me ha obligado a pasar por el fuego tantas veces que he perdido la cuenta. Todos estos años han sido tragedia tras tragedia; sin embargo, me he obligado a mantenerme en pie y avanzar, aunque estoy segura que el camino por el que voy no es uno al que mis padres les hubiese agradado, pero no hay marcha atrás. He tratado de mantener a mi hermano alejado de todo esto, pero no sé por cuánto tiempo pueda mantenerlo a salvo. Si al
Domingo, 7 de octubre de 2018.Salgo de casa con Chris y Rose. Debo pasar primero a ver cómo va todo en la cafetería, Martha —la encargada del local— siempre mantiene todo bajo control así que no tengo mucho de qué preocuparme, aunque es bueno de vez en cuando darse una vuelta por el negocio por si se necesita algo. Aparte de que hoy aprovecharemos a desayunar ahí.Vamos los tres en el Audi, mientras me detengo en un semáforo que ya ha quedado en rojo miro la pantalla táctil del reproductor y aprovecho a buscar el Pendrive que siempre suelo dejar en el auto y coloco la música en aleatorio antes de mirar hacia el frente y ver que el semáforo cambia a verde, cediéndonos el paso.Después de veinte minutos llegamos, estaciono el auto para luego bajar los tres al mismo tiempo y dirigirnos hacia la cafetería. Las paredes amarillas con puntos marrones y las grandes ventanas le daban un toque llamativo al lugar. Apenas entramos puedo vislumbrar a Michelle, una de las trabajadoras del lugar des
Mis ojos lo están estudiando de manera minuciosa. Tiene una altura que puede perfectamente llegar al metro noventa de un cuerpo tonificado e imponente que él parece usar para aplicar una postura autoritaria, seria y amenazante en su máximo esplendor. Su cabello negro haciendo contraste con su tez blanca, sus ojos verdes que podrían asemejarse a dos esmeraldas increíblemente hermosas, sus rasgos fuertes hechos con tanta perfección en su rostro que podrían mantenerme despierta toda una noche sólo para encontrar una razón a su creación. Es fuerte, masculino, y su presencia grita "¡peligro!" por todas partes. Pero no puedo dejar de mirarlo. La dureza de su rostro lo vuelve increíblemente atrayente para mis ojos. Tanta belleza es demasiado para mi sistema y también para mis hormonas tan alteradas que casi puedo sentirlas correr como todas unas locas en mi interior. Tengo a éste hombre tan impresionante frente a mí y simplemente no sé cómo reaccionar. «Di algo idiota» grita la voz en mi ca
Con la valentía momentánea que me embarga acorto los pocos centímetros que separan nuestras bocas e impacto mis labios contra los suyos, él me responde al instante en un beso desesperado, cargado de deseo. Sus labios se mueven bruscamente sobre los míos y yo no hago más que seguirle el ritmo y hacer en puños la tela de su camiseta. Debo admitir que sus labios carnosos se sienten muy bien sobre los míos. Siento sus manos tomarme de las caderas y pegarme más a él mientras su lengua se introduce en mi boca acariciando a la mía pidiendo de manera silenciosa que dance junto a la suya, y decido corresponder a su caricia, lo que provoca un gruñido de su parte y m*****a sea que ese sonido me ha excitado. Subo mis manos lentamente acariciando su pecho firme y sintiendo cómo cada músculo se contrae ante mi tacto, continuo hasta enroscar mis brazos en su cuello para atraerlo más a mí y profundizar más el beso. Él por su parte termina recostándome sobre el Audi y cerniéndose sobre mí, aprisioná