CAPÍTULO 22Salgo sudorosa de la pista con una botella de cerveza en mi mano y bebo como si tuviera sed.Al principio es asquerosa y luego también, por la que la dejo encima de la mesa y voy en busca de una soda a la barra.El barman me mira con una sonrisa en la cara y yo también le sonrio, por lo que parece que eso le incita a acerarse un poco más.—Oye, creo que a tu amiga ya le he dado suficiente cerveza. Van a provocar que me despidan—me dice, riéndose.—Oh, no. No vengo por cerveza. Quiero una soda.Frunce el ceño tras mirarme extrañado. Va a buscarla y cuando regresa me dice:—Invita la casa por ser una chica buena—pone la soda frente a mí y me echo a reír—¿De dónde eres?—De…—Lejos de tu alcance, a la vuelta. —la voz de Logan irrumpe la conversación entre el barman y yo.Este lo mira de mala manera y el chico parece querer que lo trague la tierra.Veo como este me lanza una sonrisa tensa y se larga de mi vista, por lo que miro a Logan completamente ofendida.—¡Oye! Estaba hac
CAPÍTULO 1.Para vengarse de sus padres, se entrenó estrictamente desde pequeño, trató de ocultar sus emociones y se convirtió en un frío mafioso y asesino.El sudor le recorre la piel, cada esfuerzo que hace con las pesas no llegan ni siquiera al esfuerzo que él realmente desea. Necesita más pesoMark se inspecciona en el espejo mientras hace ejercicio. Sus músculos se contraen, su piel empapada le pide que se detenga, pero él sigue hasta que cada parte de su cuerpo empieza a latirle como si estuviera a punto de contraer fiebre.La música que lo acompaña lo aleja de su realidad. Le encanta. Tiene un físico que derrite a las mujeres e intimida a los hombres. Incluso a veces sucede lo contrario.Su cabello castaño está pegado a su frente, respira con dificultad hasta que gruñe y suelta las pesas que estaba utilizando para ejercitar los brazos. Estás provocan un seco golpe contra el suelo.Toma una pequeña toalla oscura que hay encima de uno de los bancos de su gimnasio privado y seca l
Capítulo 2.Cuando abre los ojos se siente mareado, pero está cómodo en donde está. Como si estuviera flotando en el aire. Siente con el tacto de sus dedos las sábanas suaves.Pero son ásperas a la vez, por lo que nota que son bastante baratas en calidad.Tras levantar los parpados, visualiza un cabello castaño que se mueve a medida que está haciendo sabe qué cosa. Luego una bata blanca, un par de manos frágiles con uñas perfectas. Posee anillos, pero ninguna delata que esté casada o con algún compromiso. Y ni siquiera sabe por qué está viendo eso.Hasta que recuerda la emboscada en aquel edificio sucio, polvoriento, con los cristales de las ventanas rotas, lleno de ratas. Como asesinó al enemigo de su tío, la cantidad de sujetos que aparecieron luego y como se ensañaron para atacarlo a sangre fría con navajas.Mark reacciona queriendo levantarse de la cama luego de un sobresalto, pero la chica le pone las manos en el pecho impidiéndoselo.—Oye, oye tranquilo—ella lo calma—. Vas a es
CAPÍTULO 3Después del incidente, Mark se volvió más precavido con la Luz.—Eso estuvo demasiado cerca—el protagonista echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos.—Por favor, déjame ir—entonces Luz le suplica sin sentirse acongojada—. Ya te he demostrado que puedes confiar en mí y que no voy a delatarte. En cuanto te sientas bien simplemente vete, pero déjame que me marche al menos.Mark abre los ojos y la observa como si hubiese soltado un comentario estúpido.—¿Qué? —se ríe, sarcástico—. Tú no te vas a ir de aquí. No voy a correr el riesgo de que llames a la policía.—He estado en el hospital alrededor de veinticuatro horas y no he alimentado a mi gato—se excusa ella, comenzando a sentirse desesperada—. Por favor, prometo no llamar a la policía.Mark la examina de arriba abajo, pensando si hacerlo o no. Sin embargo, cuando Luz cree que él dará un brazo a torcer, Mark vuelve a echarse a reír, provocándole un nudo en el estómago.Luz había encontrado lo que le parecía una excusa per
CAPÍTULO 4Alrededor de diez hombres se metieron de imprevisto en el pasillo del subsuelo del hospital. Luz supuso que pudieron ingresar sin ser vistos por la cantidad de puntos ciegos que posee el edificio. Sólo en pasillos específicos hay cámaras y siempre se preguntó por qué no añadieron más.Con el dolor que tenía y la agonía de su piel afiebrada, Mark se levantó de la cama con uno de sus dedos en los labios en señal de que ella haga silencio. Luz temblaba observando la puerta, preparándose mentalmente para la matanza que se aproximaba.Si venían a asesinarla junto con él, podría despedirse de todo lo que había hecho bien hasta el momento. No se aferraba a la vida como años anteriores, no estaba bien anímicamente y lo único que deseaba en aquel momento es que si, la asesinaban, que no doliera en lo más mínimo.Entonces la fuerte patada en la puerta fue lo que sobresaltó a ambos y la habitación se iluminó por la cantidad de linternas que la alumbraban. Luz no supo contar en total c
CAPÍTULO 5Antes de que Luz pudiera abrir la puerta, varios hombres vestidos de negro y con armas en sus manos forzaron la entrada y la inmovilizaron en el suelo.Mark se levantó de golpe, dando vuelta la mesa ratona de luz con las tazas y las galletas sin querer. Luz, agotada y saturada por la situación, lloró en el suelo, temiendo por su vida.El líder de la banda, Timothy va directo hacia Mark a socorrerlo. Por lo que ve Luz, el hombre es un tipo alto, musculoso de cabello canoso muy corto y tiene tatuajes en todo el rostro para cubrir lo que parecen arrugas y cicatrices. Tiene la piel bronceada.—Suéltenla. Ella no hizo nada—le ordena Mark, dirigiéndose hacia donde está Luz pero Timothy le pone una mano en el pecho, negándoselo.—Muchacho ¿estás bien? Hace horas te llevo buscando—le confiesa él, procurando que esté bien, observando cada herida.—¡¡Dios, suéltenme!! —grita luz, mientras uno de los hombres de Timothy tiene clavada su rodilla en la espalda de ella y sus muñecas unida
CAPÍTULO 6La protagonista femenina escuchó el sonido de pasos y la puerta abriéndose.Luz lo único que hizo fue ponerse de pie, alertada, con sus manos aferrándose a los barrotes de aquella asquerosa y oscura celda. Cuando la puerta se abre, deja entrar una intensa luz que ilumina parte del sitio. Se ve deslumbrada.Pensando que era aquel mafioso, le recriminó por ser un desagradecido y tratar a sus salvadores de forma tan grosera.—Eres un hijo de la mierda misma, deberías pudrirte en un pozo y que tu cuerpo se lo coman los gusanos—le dice Luz, con la poca fuerza que tiene.—Wow, cuanto rencor guardas en tu pequeño cuerpo.Hasta que el tío Mark no habló, ella se dio cuenta de que había recriminado a la persona equivocada. Se sintió algo avergonzada, pero aquel sentimiento le duró muy poco porque todos eran igual de peligrosos que aquel mafioso de mierda.El tio de Mark se acercó poco a poco pero sólo a una distancia determinada. Observó a Luz, con cierta curiosidad. No era la gran c
CAPÍTULO 7Luz supo que aquella seria su única salida.Mark lamentó no dejarla ir si no llevaban a cabo ese trato.Ambos no deseaban aquel destino, pero la vida de ella había dado un giro tan inesperado que ahora estaba en manos de un hombre desconocido, oscuro que le daba miedo.—Intenté ayudarte—susurró Luz, dejándose caer sentada al suelo y observando sus manos con tristeza—. Hice todo lo que estuvo a mi alcance para que estuvieras seguro y así me pagas.—No tuve opción—se lamentó él.—Nadie la tiene, cuando en realidad sí lo hay.—En este caso no la hubo, doctora Martin.Luz le dijo que necesitaba tiempo para pensarlo. Le pidió a Mark que le devolviera el celular, y él pidió a alguien que lo hiciera inmediatamente. Uno de sus hombres apareció y le dio el celular tras recibir esa orden.—Necesito que te vayas; es una llamada personal—le pidió ella.Mark se le rio en la cara.—No voy a arriesgarme a que llames a la policía.—¿Cómo demonios esperas a que llame si ni siquiera sé dónde