Capítulo 8Luz sale de la celda con las manos esposadas como si fuese un criminal. Las llaves de esta cuelgan en el morral de la cintura de Mark, quien la lleva sujetándola del brazo a una de las oficinas que hay en el último piso del edificio.Le han vendado los ojos, por lo que no puede ver con claridad a dónde va. Sólo puede visualizar sus zapatos que pisan baldosas blancas inmaculadas que reflejan la luz del techo.No oye nada, ni siquiera murmullos. El sitio está en silencio.Todavía no puede creer que va a casarse con él. Con el mafioso que la secuestró. Dios, esto deberá hablarlo con algún psicólogo porque claramente va a dejarle secuelas.A menos que termine muerta.Luz temía por su vida. Y no porque ahora le tuviera miedo a la muerte, sino que, iba a estar junto a ese hombre sabe Dios hasta cuándo.Mark, mientras tanto, caminaba con cuidado para que ella no se lastimara al caminar. Esos zapatos eran tan altos ¿cómo las mujeres lograban andar por la vida con ellos? Se prometió
CAPÍTULO 9Luz observa como todo sucede lo que está pasando. No tardó en soltar a Nick luego de aquel abrazo que Mark se había abalanzado sobre él para retenerlo en el suelo con ambas manos contra su espalda. Gracias a Dios era otra entrada en el hospital en la que no había nadie como para llamar la atención.—¡Mark, suéltalo! —gritó Luz—¡Es mi compañero de trabajo!—¡Agg, Dios! ¡¿Qué te sucede?! —le grita Nick, tratando de levantar la cabeza y así poder mirarlo, pero Mark tiene una rodilla en la espalda de él y está sujetándole las manos con fuerza.—¿Compañero?—¡Sí, suéltalo, Dios! —grita Luz, intentando quitárselo de encima empujándolo.Mark duda un instante y tras confiar en su palabra, se levanta él primero y ayuda a levantar al cirujano después. Todo el uniforme de él se ve sucio por el suelo del exterior.—Lo siento, fue puro protocolo—se disculpó Mark con el compañero de ella, seriamente.Nick no le dijo nada, sólo se lo quedó viendo con mala cara. Nick volvió toda la atenció
CAPÍTULO 10Fue tan grande el golpe anímico que sufrió Luz en menos de veinticuatro horas, que Mark la llevó a una de las habitaciones vacías del hospital y la obligó a que se acostara para que pudiera dormir un poco. La joven no pudo evitarlo y el sueño le ganó y no tardó en quedarse dormida.Luz estaba destrozada por perder aquel paciente. Era tan solo un pequeño de nueve años que tenia toda una vida por delante. Luchó hasta el final. Nick se ocupó de notificar a la familia.Mientras Luz dormía, Mark veló aquel sueño cerrando las cortinas y cerrando la puerta con cerrojo para que nadie los molestara. Arropó a Luz con aquellas sabanas blancas pesadas y una pequeña manta color pastel que tenia las iniciales del nombre del hospital.Sabia que no era lo correcto hacerlo, pero Mark se acostó a su lado, en el pequeño espacio que ella había dejado y la miró mientras dormía. Se sintió extraño ver lo parecida que era a su madre de joven. Creyó estar volviéndose loco, pero no podía dejar de c
CAPÍTULO 11.—Deja que esta vez voy a conducir yo. Tú estás demasiado irritante—le dijo Luz, subiendo a la camioneta de Mark.Mark no dejaba de mirarla por el simple hecho de que se estaba comportando como se debía y no había visto ningún indicio de que iba a escapar.—Vas a manejar directo al edificio—le dice él.Una vez dentro, Luz enciende el auto.—¿O qué?—O tendré que matarte—escupe Mark, sin una pizca de gracia.Sabia que hablaba en serio, por lo que Luz no le quedó otra que obedecer. Quizás Mark podría tener el atractivo que, a todas hacia suspirar, pero para ella, él era un sociópata de mierda.La joven empezó a conducir siguiendo las indicaciones de él.En el camino, Mark le preguntó a Luz sobre su familia. Aunque había investigado y lo tenía claro, seguía queriendo escuchar a que ella se lo dijera.—No creo que deba contarte eso—se negó ella mientras conducía.—Deberías.—¿Vas a sacarme información con tu arma? —ella suspira, sabiendo que él le diría que sí—. Soy huérfana,
CAPÌTULO 12LUZ MARTIN.No sabia si era por mi estado de falta de sueño o qué, pero saber que había pasado de una pequeña casita que tenia lo justo y necesario para vivir, cálida y reconfortante, a un castillo (para mis ojos lo eran) que tenia un parque tan inmenso y hermoso, me hacia alucinar un poco donde realmente estaba.Pero, me hubiese gustado que todo esto surgiera de otra forma, porque literalmente estaba allí en contra de mi voluntad. Las esposas en mis muñecas me lo recordaban a cada momento.Estaba asustada, no sabia de lo que aquel hombre era capaz de hacerme. Hasta el momento no se intentó propasar conmigo, lo único que hizo fue hacerme un fuerte daño psicológico, causando un nuevo trauma en mi vida.Ni siquiera sabia donde quedaba el sitio.Mi gato, ansioso, quería salir del bolso para inspeccionar el sitio. Ni siquiera sabia si era seguro para él. No creía que aquel hombre viviera solo en un sitio tan grande.Según él, era de su madre, pero no sabia si creerle. Todo en
CAPÍTULO 13.Luz fue a la clínica a trabajar. Lo que la hacia sentir dichosa porque al menos eso no le habían arrebatado. Por supuesto que tenia ganas de renunciar y empezar de nuevo. Debido a la muerte de Darío, esas ganas se intensificaron.Luz firmó un par de planillas y visitó a varios pacientes que estaban en la lista de su ronda. Mientras tanto, Mark esperaba dentro del auto por si ella deseaba escapar del hospital y llamar a la policía.Sin embargo, se le dio la idea de hacer una visitar al edificio y acercarse para ver si encontraba al cirujano que andaba merodeando por la vida de Luz.No le caía bien y no sabia exactamente por qué, pero algo le daba mala espina de él. Tanta cara de niño bonito sonriente no le cerraba del todo.Se metió en el hospital y preguntó por el cirujano en la recepción. Estos le preguntaron si tenían cita con él, a lo que Mark le dijo que no porque no tuvo tiempo y era algo urgente.—¿Puedo ayudarte? —la voz de Nick sonó detrás de él.Tenia el cabello
CAPÍTULO 14.Ninguno de los dos se dijo una sola palabra en el regreso de la casa de Mark. Cada uno estaba guiado por sus pensamientos, los cuales, eran un mar de dudas.Mark desconfiaba por completo en Luz, quien había filtrado información crucial sobre el tipo de contrato que tenían.Luz desconfiaba de Nick, a quien no pareció impórtale mandarla en frente y no dudo en mandar a la mierda Mark, en caso de que eso sucediera.Algo malo estaba ocurriendo y pronto se descubriría.Tras llegar a la casa, ambos bajaron, callados y orgullosos.El vacio de la casa y el silencio, hacían dar la sensación de que podían oír el pensamiento del otro. Luz se dirigió a la cocina y abrió la puerta de la nevera. No tardó en abrir una lata de soda y beberla hasta el fondo.Luego, miró a Mark y lanzó un eructo.El hombre se la quedó viendo con indiferencia.—Oh que rebelde—se burló él—¿Eso te parece un eructo?La imitó, fue a la nevera y también tomo una soda. Bebió hasta el fondo, se le acercó al rostro
CAPÍTULO 15Al ver que Mark no cambiaría de opinión, el tío cambió de tema y dijo que los documentos que el protagonista masculino trajo la última vez estaban incompletos.—Mark, los documentos que me trajiste están incompletos. Es por eso que te mandé a llamar.La cara del joven se desfigura un poco. Odiaba cuando algun trabajo no había finalizado del todo. Su tio no estaba enojado, pero si algo molesto por la situación. Se le notaba en la cara.—No puede ser, yo he visto como los papeles entraban a la perfección en folio y no vi algo inusual que me permitiera saber si estaban incompletos—insistió Mark.—Lo lamento, sobrino, pero es así—suspiró él—. Necesito que me digas quién es tuvo contigo esa noche en la que los recuperaste.—Estuve solo—ahora es Mark el molesto porque no sabe lo que está suponiendo.Cuando al tio de Mark se le ocurre desconfiar de alguien, es por algo. Y odiaba que este se enfocara en él sabiendo que era inocente.—¿No será que tu esposa tomó algo que no le per