CAPÍTULO 19Ann pasó a buscarme en su descapotable porque el mio estaba en el taller. Puso la música en alto, haciéndole justicia a nuestra ansiedad por un nuevo año.Por supuesto que estaba emocionada porque tenia todas las expectativas de que aquel sea mi año.Tras bajar del coche, nos reímos tras un comentario de ella y me la quedé observando un instante.Ann era una de las chicas más destacables de la escuela privada Morgadathe. Tenia el cabello castaño, mucho más claro que el mio y se había hecho aquel verano unas mechas rojas que resaltaban sus ojos caramelo.Era alta, de una silueta de reloj de arena que sabia que tenia y su sonrisa era tan envidiable que cuando lo hacia, yo trataba de no hacerlo.—Tienes que hacerte algo en el cabello Megan, me encanta tu pelo oscuro pero creo que debería ser aún más claro—me dice sin que yo le pidiera opinión.Examina las puntas de mi cabello pero no dice nada porque ambas sabemos que este está algo seco.—Y creo que deberías empezar a olvida
CAPÍTULO 20.Me tuve que dar una ducha para quitar toda la sangre que mi espalda chorreaba. Creo que eso me hacia una persona débil o eso es lo que me decía mi madre.Mamá se ocupó de prepararme la ducha caliente, hizo que me sentara en el agua de la tina. Ella conocía mi cuerpo desnudo porque se había ocupado de darme la vida, lo que para mí no era cuestionable.—Intenta que Logan no se meta en líos, Megan—me recordaba mamá una vez más, sentada detrás en un banquito mientras me curaba las heridas—. Es tu único deber mantenerlo vigilado, querida. Yo me ocuparé que nunca te falte un plato de comida.—Sí, mamá.—Dios observa lo que hacemos mal y es mi deber a veces recordarte cuál es el camino que él eligió para nosotras.Cuando recitaba esas palabras que ya me sabia de memoria, me recordaba a la voz de nuestro guía espiritual Cash. Un sujeto que mi madre había empezado a ver cuando yo era pequeña.No tenia recuerdo de cuándo se había incorporado en nuestras vidas, pero mi madre quería
CAPÍTULO 21.Cuando mi espalda dejé reposar sobre el asiento del auto el chofer, me ardió como los infiernos.Traté de no pensar en ello, ya estaba tomando medicamentos para aliviar el dolor de las quemaduras de la fusta. Cada cortada, cada sangrado, era por mi culpa.Tuve que haber ingresado a la escuela con Logan, tengo que seguir sus pasos y ahora tendré que ser su sombra. Pero esta noche no lo haré, esta noche se supone que es mía y no tengo otra responsabilidad que pasarla bien.O al menos voy a intentarlo.Me he vestido lo suficientemente atractiva para poder sentirme segura. Bueno, o al menos lo intento. Es un vestido que cubre la espalda y tiene mangas. Su color es negro y me llega por encima de los muslos, por lo que tengo que ir bajándolo cada tanto para no quedarme desnuda.Escogí unas botas largas que me llegan hasta las rodillas y he optado por ondular mi cabello. A mi madre le gusta que me lo deje liso y no sé por qué.Ann me ha pintado los labios de rojo.—Y otra vez es
CAPÍTULO 22Salgo sudorosa de la pista con una botella de cerveza en mi mano y bebo como si tuviera sed.Al principio es asquerosa y luego también, por la que la dejo encima de la mesa y voy en busca de una soda a la barra.El barman me mira con una sonrisa en la cara y yo también le sonrio, por lo que parece que eso le incita a acerarse un poco más.—Oye, creo que a tu amiga ya le he dado suficiente cerveza. Van a provocar que me despidan—me dice, riéndose.—Oh, no. No vengo por cerveza. Quiero una soda.Frunce el ceño tras mirarme extrañado. Va a buscarla y cuando regresa me dice:—Invita la casa por ser una chica buena—pone la soda frente a mí y me echo a reír—¿De dónde eres?—De…—Lejos de tu alcance, a la vuelta. —la voz de Logan irrumpe la conversación entre el barman y yo.Este lo mira de mala manera y el chico parece querer que lo trague la tierra.Veo como este me lanza una sonrisa tensa y se larga de mi vista, por lo que miro a Logan completamente ofendida.—¡Oye! Estaba hac
CAPÍTULO 1.Para vengarse de sus padres, se entrenó estrictamente desde pequeño, trató de ocultar sus emociones y se convirtió en un frío mafioso y asesino.El sudor le recorre la piel, cada esfuerzo que hace con las pesas no llegan ni siquiera al esfuerzo que él realmente desea. Necesita más pesoMark se inspecciona en el espejo mientras hace ejercicio. Sus músculos se contraen, su piel empapada le pide que se detenga, pero él sigue hasta que cada parte de su cuerpo empieza a latirle como si estuviera a punto de contraer fiebre.La música que lo acompaña lo aleja de su realidad. Le encanta. Tiene un físico que derrite a las mujeres e intimida a los hombres. Incluso a veces sucede lo contrario.Su cabello castaño está pegado a su frente, respira con dificultad hasta que gruñe y suelta las pesas que estaba utilizando para ejercitar los brazos. Estás provocan un seco golpe contra el suelo.Toma una pequeña toalla oscura que hay encima de uno de los bancos de su gimnasio privado y seca l
Capítulo 2.Cuando abre los ojos se siente mareado, pero está cómodo en donde está. Como si estuviera flotando en el aire. Siente con el tacto de sus dedos las sábanas suaves.Pero son ásperas a la vez, por lo que nota que son bastante baratas en calidad.Tras levantar los parpados, visualiza un cabello castaño que se mueve a medida que está haciendo sabe qué cosa. Luego una bata blanca, un par de manos frágiles con uñas perfectas. Posee anillos, pero ninguna delata que esté casada o con algún compromiso. Y ni siquiera sabe por qué está viendo eso.Hasta que recuerda la emboscada en aquel edificio sucio, polvoriento, con los cristales de las ventanas rotas, lleno de ratas. Como asesinó al enemigo de su tío, la cantidad de sujetos que aparecieron luego y como se ensañaron para atacarlo a sangre fría con navajas.Mark reacciona queriendo levantarse de la cama luego de un sobresalto, pero la chica le pone las manos en el pecho impidiéndoselo.—Oye, oye tranquilo—ella lo calma—. Vas a es
CAPÍTULO 3Después del incidente, Mark se volvió más precavido con la Luz.—Eso estuvo demasiado cerca—el protagonista echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos.—Por favor, déjame ir—entonces Luz le suplica sin sentirse acongojada—. Ya te he demostrado que puedes confiar en mí y que no voy a delatarte. En cuanto te sientas bien simplemente vete, pero déjame que me marche al menos.Mark abre los ojos y la observa como si hubiese soltado un comentario estúpido.—¿Qué? —se ríe, sarcástico—. Tú no te vas a ir de aquí. No voy a correr el riesgo de que llames a la policía.—He estado en el hospital alrededor de veinticuatro horas y no he alimentado a mi gato—se excusa ella, comenzando a sentirse desesperada—. Por favor, prometo no llamar a la policía.Mark la examina de arriba abajo, pensando si hacerlo o no. Sin embargo, cuando Luz cree que él dará un brazo a torcer, Mark vuelve a echarse a reír, provocándole un nudo en el estómago.Luz había encontrado lo que le parecía una excusa per
CAPÍTULO 4Alrededor de diez hombres se metieron de imprevisto en el pasillo del subsuelo del hospital. Luz supuso que pudieron ingresar sin ser vistos por la cantidad de puntos ciegos que posee el edificio. Sólo en pasillos específicos hay cámaras y siempre se preguntó por qué no añadieron más.Con el dolor que tenía y la agonía de su piel afiebrada, Mark se levantó de la cama con uno de sus dedos en los labios en señal de que ella haga silencio. Luz temblaba observando la puerta, preparándose mentalmente para la matanza que se aproximaba.Si venían a asesinarla junto con él, podría despedirse de todo lo que había hecho bien hasta el momento. No se aferraba a la vida como años anteriores, no estaba bien anímicamente y lo único que deseaba en aquel momento es que si, la asesinaban, que no doliera en lo más mínimo.Entonces la fuerte patada en la puerta fue lo que sobresaltó a ambos y la habitación se iluminó por la cantidad de linternas que la alumbraban. Luz no supo contar en total c