—¿Qué demonios tienes en la cabeza? ¿Estás loca? —gruñe Cole, con el rostro tenso de ira—. ¡Deja de actuar como una estúpida, Zara!Ignoro su furia mientras ladeo la cabeza de un lado a otro, tratando de sacarme el agua de los oídos. No vale la pena discutir con él. No ahora. Bastante frustrada estoy ya por no haber logrado nada.—¡Te estoy hablando! —me agarra del brazo y me obliga a ponerme de pie con un movimiento brusco. Un quejido escapa de mis labios por la fuerza de su agarre. Tengo frío hasta en los huesos y los músculos siguen agarrotados, torpes, como si mi propio cuerpo se negara a reaccionar—. ¿Vas a seguir ignorándome? ¡No sabes nadar y aun así te lanzaste a la piscina como si nada!Lo miro en silencio, paralizada. ¿No sé nadar? ¿Zara no sabe nadar? Por eso no pude moverme en el agua. Mi cuerpo no respondió, la memoria muscular se negó a actuar. Realmente me estaba suicidando.Cole me suelta con asco y se pasa la mano por el cabello mojado, resoplando con frustración. Su
No dormí en toda la noche. Di vueltas en la cama una y otra vez, incapaz de relajarme, pese a que el colchón era el más cómodo que jamás había probado. ¿Pero cómo iba a dormir después del enfrentamiento con ese tipo?Ahora estoy aquí, frente al espejo, observando las ojeras que oscurecen este rostro impecable. No. Es inaceptable permitirme imperfecciones. Zara se cuidaba minuciosamente: su piel, su figura, cada mínimo detalle. Yo debo hacer lo mismo.Iris llegará en cualquier momento, así que me apresuro a tomar un baño con agua tibia. Un lujo que jamás tuve en mi vida como Tess. Antes, cada mañana, me tocaba ducharme con agua helada. Y cuando hacía demasiado frío, debía calentarla en el fogón.Soy Zara ahora. Y por muchas razones, debería apreciar esta nueva vida. No más miserias, no más sufrimientos. Debería sentirme agradecida. Debería afrontarlo con una mente positiva.Después del baño, escojo uno de esos vestidos elegantes y seductores que cuelgan en el armario. Son el tipo de ro
—¿Ni siquiera me recuerdas? —Iris insiste, repitiendo la misma pregunta por enésima vez—. ¿De verdad, Zari? Tienes que acordarte al menos de algo...—No lo recuerdo —la interrumpo antes de que siga—. Le pregunté a Nora por alguien cercano y me dijo que eras tú. Necesito tu ayuda, Iris. No puedo salir ahí afuera sin saber quién soy.—Espera, espera... —Se pone de pie, llevándose las manos a la cabeza mientras empieza a dar vueltas—. O sea, que eres mi amiga, la misma loca Zara Caldwell, pero no recuerdas nada de lo que hiciste, de lo que eres ni lo que sentías. ¿Es eso?—Exacto.Iris jadea, como si le acabara de soltar la noticia más impactante del mundo. Yo solo dejo escapar un suspiro. Dramática es poco para describirla.—Entonces... —me mira con los ojos brillantes—. Eso quiere decir que no recuerdas al bastardo de Cole ni lo que sentías por él.—Bingo.—¡Es maravilloso! —chilla, volviendo a sentarse a mi lado—. ¿Te das cuenta de lo increíble que es esto? Zara, estabas tan obsesiona
POV: Cole Harrington—Felicidades, es una hermosa niña —anuncia la obstetra con una sonrisa cálida—. Está creciendo fuerte y saludable.Sonrío al instante y miro a Felicity, quien me devuelve la mirada con la misma felicidad reflejada en sus ojos mientras acaricia su vientre.—Mi amor, nuestra bebé… —susurra con la voz temblorosa de emoción—. La que tanto deseaba.—Los sueños se hacen realidad —le acaricio la mejilla con ternura antes de dirigir la vista a la pantalla, donde la imagen en blanco y negro de nuestra hija palpita con vida—. Pensaremos en un nombre hermoso para ella. Quiero que se parezca a ti.—Y yo quiero que tenga tus ojos —ronronea con dulzura.Nos quedamos ahí, contemplando la pequeña vida que se mueve en la pantalla, con el sonido rítmico de su corazón llenando laa sala. Es un instante que grabo en mi memoria, sintiendo una dicha inmensa. Ya quiero que pasen estos cinco meses para sostenerla entre mis brazos y verla crecer.Al salir de la clínica, mientras conduzco d
POV: Zara Caldwell Después de que Iris me cuenta la trágica historia de Zara, necesito salir de la habitación y tomar aire. Tengo que despejar mi mente y asimilar todo. Antes de irme, le dejo claro que no quiero que nadie sepa de mi supuesta amnesia, dándole mil excusas para justificarlo.No me cuesta convencerla. Cuando se trata de Zara, Iris asiente como un perro obediente. Además, está más feliz de lo normal, probablemente porque ya no persigo a Cole ni recuerdo lo que la antigua Zara sentía por él.Trata de ponerme al día en todo, mostrándose comprensiva con mi situación. Cuando menciono que quiero ir a la piscina, casi le da un infarto. Me recuerda la fobia de Zara al agua, pero le aseguro que lo he olvidado todo, así que no hay problema.No pienso privarme de disfrutar estos lujos solo por un miedo que pertenece a otra persona. Esa era ella, no yo. Al final, logro convencerla. Al verme tranquila y sin signos de paranoia, termina relajándose.—Dios, pero qué guapos todos —exclam
Tal como mi rostro se giró con el impacto, el de esta mujer sufre el mismo destino cuando le devuelvo el golpe en la mejilla. Un chasquido seco resuena en el aire. Iris jadea detrás de mí, atónita, pero Felicity… Felicity no parece sorprendida en lo más mínimo. Casi diría que lo esperaba. Víbora. Todo esto era parte de su plan. —¿Cómo te atreves? —me espeta la mujer, fulminándome con la mirada. Sus ojos arden de furia, y la marca roja de mi palma resalta en su piel—. ¿¡Cómo pudiste hacerme esto!? —Tú me pegaste primero —respondo sin inmutarme—. Solo hice lo justo. Me pegas, te pego. —¡Lo hice porque estabas molestando a Felicity! —grita, la rabia nublándole el juicio. Ahora todo encaja. Si es la hermana de Cole, no es de extrañar su actitud. —¿Tienes pruebas de que la estaba molestando? —inquiero con los brazos cruzados, sin apartar la vista de ella—. Porque, hasta donde recuerdo, fue ella quien se acercó, soltando comentarios que no me interesaban en lo más mínimo. Si quiere
POV: Cole Harrington —¿Estás bien? —pregunto con preocupación mientras recuesto a Felicity en la cama con suavidad. Le acomodo una almohada en la espalda para que esté más cómoda—. ¿Todavía te duele la panza?Ella niega en silencio, con el ánimo decaído.—¿Ves por qué te sugerí que te fueras a casa de tus padres? No quiero que pases por esto —insisto, sentándome a su lado—. Tienes que cuidarte por nuestra hija.—No me importa lo que tenga que soportar, no quiero separarme de ti —susurra, tomando mi mano—. Mi amor por ti es más fuerte que esto.—Pero yo no quiero que sufras. Quiero que estés bien.Baja la mirada con tristeza mientras masajea su vientre.—Ella… me odia —murmura—. Golpeó a tu hermana solo por defenderme. No entiendo por qué es tan cruel conmigo si nunca le hice nada.Aprieto los labios con fastidio.—Zara está convencida de que me alejaste de ella, está loca —digo con frustración—. No le hagas caso, nada de lo que diga vale la pena.—Eso intenté, pero… —su cuerpo se est
POV: Zara Caldwell Iris me arroja la revista con evidente fastidio y se deja caer en la cama, cruzada de brazos. Suspiro y deslizo la mirada por la portada. En la imagen, Cole sostiene a su amante por la cintura mientras salen de una clínica. Ella sonríe radiante, como si no le importara que él se haya casado hace apenas unos días. El mensaje es claro.Él y su amante, mostrándose en público sin ningún pudor. Difunden su enfermizo amor como si quisieran restregármelo en la cara. Pero no me importa.—¿Para qué me muestras esto? —Lanzo la revista sobre la cama—. No me incumbe.Iris se endereza de un salto.—Por supuesto que sí. Esto arruina aún más tu imagen, Zari. De por sí ya está por los suelos, pero que estos dos anden exhibiéndose solo echa más leña al fuego.—¿Y qué se supone que haga? —Resoplo, encogiéndome en la silla del tocador—. Todo el mundo cree que soy una bruja. Si salgo, seguro me reciben con tomates o piedras.Iris suelta una carcajada, negando con la cabeza mientras ap