★HannaDespués de conversar aquel día con Max, me di cuenta de que es una persona que ha sufrido mucho y, además, me agrada. Siento que es increíble. A pesar de que ha visitado la casa varias veces para ver a mi hermano Dylan, suelo encontrar excusas para quedarme en casa en lugar de salir con mis amigas cuando él viene. Aunque no hemos hablado mucho, prefiero estar presente cuando él visita, aunque sea solo por un instante.Soy una chica joven, y sé que él nunca se fijaría en mí. Para él, solo soy su amiga o la hermana de su mejor amigo. Pero ¿por qué no seguir soñando? Cada vez que Max aparece en la puerta de mi casa, mi corazón da un salto. Intento disimularlo, pero mis mejillas no pueden evitar ruborizarse ante su presencia.—Hola Hanna, ¿está Dylan en casa? —pregunta Max con una sonrisa radiante, como si mi hermano tuviera el poder de iluminar su día.—Sí, está en su habitación. Entra, no te hagas de rogar —respondo tratando de sonar más casual de lo que me siento en realidad.M
★Max.Me encontraba trabajando diligentemente en el restaurante, atendiendo a los comensales, cuando empecé a escuchar risas y murmullos provenientes de un grupo de estudiantes universitarios. Me acerqué a su mesa para tomar su orden, pero en lugar de eso, comenzaron a burlarse de mí.— Mira a este pobre diablo, ¿qué hace aquí trabajando en un lugar como este? —dijo uno de ellos con desdén.— Sí, ¿no es él de una familia adinerada? Debería estar disfrutando de su riqueza en vez de servirnos comida —se rió otro, mientras los demás asentían condescendientes.— No entiendo cómo alguien de esa universidad podría conformarse con un empleo tan mediocre —sentenció un tercero, provocando risas entre sus compañeros.Decidí mantener la calma y no responder a sus comentarios despectivos. Me dirigí a otras mesas y seguí con mi trabajo. Sin embargo, aquellos estudiantes no parecían contentos con solo burlarse de mí en silencio. Decidieron hacerlo de manera más directa.— Oye, Max, ¿me puedes traer
Me levanté dolorido del suelo, sintiendo el impacto de cada golpe que mi padre me había propinado.A pesar del intenso dolor en mi cuerpo, reuní valor y empecé a recoger las herramientas destrozadas, ahora completamente inservibles.Cada objeto roto estaba esparcido por el suelo, una representación física del caos emocional que llenaba el ambiente.Con manos temblorosas, coloqué las herramientas sobre la cama, observándolas detenidamente.Eran objetos que me habían salvado en más de una ocasión, herramientas que me permitían arreglar y curar. Ahora, desfiguradas y maltrechas, reflejaban la violencia que mi padre había descargado sobre mí.Trataba de controlar mis emociones, pero era abrumador mantener la calma en medio de todo eso.Salí de mi habitación y me encontré con una escena desoladora.Mi padre ya no estaba presente, pero mi madre y Montserrat se afanaban en limpiar y reparar todo lo que él había destrozado al abandonar la casa.Montserrat me vio parado al pie de las escaleras
No puedo evitar sentirme un poco frustrado, ya que parecía que todos menos yo entendían este caos de números y estrategias empresariales.Dylan y Scott eran mis mejores amigos, pero a veces me sentía un poco fuera de lugar.Ellos habían elegido estudiar administración y parecían disfrutarlo, mientras que yo me había dejado llevar por las presiones académicas y había terminado en esta carrera que simplemente no me gustaba.Intentaba mantenerme positivo, recordando que la universidad no era solo acerca de lo que estudiaba, sino también de las amistades y experiencias que encontraba en el camino.Cuando llegué a la cafetería, Dylan ya estaba ahí con su típica sonrisa de confianza en el rostro.Scott, el nuevo integrante de nuestro círculo, se unió a nosotros poco después. No podía evitar sentir cierta envidia al ver lo cómodo que parecían con este tema, mientras yo me mantenía en la sombra, sin comprender por qué todo era tan complicado.—¡Hombre, Max! —saludó Dylan, golpeándome suavemen
★ Hanna.Aún siento en mis labios el dulce sabor de los labios de Max, la forma en que me besó hizo que sintiera mariposas revoloteando en mi estómago. Aunque sé que para él no fue importante.Le entregué mi primer beso a Max, él es mi primer amor y mi primer beso.Seguramente ya ha besado a más chicas, pero no tiene idea de lo que significó para mí que él fuera el primero.Me quedé en silencio, fascinada, mientras observaba a Max mientras él me miraba.Ambos nos encontrábamos en un momento de silencio donde las palabras parecían no salir.Yo no sabía qué decir, ya le había mencionado que el beso era parte de la obra en la que actuábamos juntos, por lo que no podía echarme atrás y decirle lo mucho que me encantó y lo mucho que ansiaba que me besara de nuevo.—Max, este... ¿Me ayudarás con la obra? Si no, tendré que buscar a alguien más que me ayude —me aventuré a preguntar, deseando que aceptara.La verdad es que la obra contiene muchas escenas de besos y en secreto, deseaba que solo
—Mi hermano mencionó que aún no has conseguido trabajo —decidí cambiar el tono de la conversación y miré a Max con curiosidad.—No —su respuesta fue breve y sus ojos evitaron los míos.—¿Qué pasa con lo de ginecología? —pregunté, esperando que compartiera más detalles.Max se volvió hacia mí, con una mirada frustrada.—Renuncié. Sin trabajo, no puedo pagar el curso, y todas mis herramientas están dañadas. Olvídalo, no estudiaré eso.—Eres un idiota —respondí impulsivamente, sin pensar en el impacto de mis palabras.—¿Qué acabas de decir? —su voz se elevó, llena de indignación y sorpresa.Intenté encontrar las palabras adecuadas para explicar mi sentimiento, pero me quedé en silencio, consciente de que había herido sus sentimientos.Max notó mi indecisión y suspiró pesadamente.—Lo que escuchaste, Max, no puedes renunciar. Tu sueño de estudiar medicina es importante y no puedes permitir que las dificultades te detengan.—Es tan fácil para ti decirlo, pero no para mí —respondió con tris
★Hanna.Llevo varios días esperando a que Max venga a mi casa, pero no aparece.Mi hermano, Dylan, rara vez está por aquí, y mis padres son muy cariñosos entre ellos, parecen estar siempre juntos como dos tortolitos.En un par de semanas, celebraré mi fiesta de 15 años y me graduaré de la secundaria, son momentos importantes en mi vida.Estoy emocionada por comenzar la preparatoria y dejar atrás la infancia. No soporto que me vean como una niña, especialmente el chico que me gusta.—Finalmente llegaste —pronuncie cuando escuché la voz de Dylan mientras mis chambelanes y yo nos preparábamos para bailar.—Llegas tarde, Dylan —me quejé, cruzando los brazos.Él simplemente se rió y me dio un beso en la frente.—Lo siento, tenía exámenes. Ya sabes cómo es.—Te lo dije, deberías haber estudiado en lugar de confiar en mí para que te pase las respuestas —bromeó Scott.No pude evitar reír ante la situación. A pesar de que mi hermano siempre ha odiado estudiar, es muy inteligente. A veces la su
El día tan esperado por fin llegó: mis 15 primaveras.Invité a todos mis amigos del plantel, incluso a los amigos de mi hermano. Aunque, ¿a quién engaño? Al único que quería ver era a Max.Quería saber qué le parecía mi vestido de 15 años. Había escogido un diseño delicado con encaje y detalles dorados, que resaltaban mi figura. Mi cabello estaba recogido en un elegante moño, y el maquillaje resaltaba mis ojos verdes. Me sentía hermosa y emocionada por comenzar la celebración.Cuando finalmente estuve lista, nos dirigimos a la iglesia donde se llevaría a cabo mi celebración y presentación. Había demasiados invitados, pero no veía a quien quería.—¿Estás bien, Hanna? —me preguntó Scott mientras me entregaba mi ramo de flores blancas.—Sí, solo estoy un poco nerviosa. ¿Has visto a Max? ¿O a mi hermano? —le pregunté tratando de disimular mi ansiedad.—Sí, tu hermano está afuera hablando con Angelina. Parece que están esperando a Max.—¿Sabes si él vendrá? —pregunté con la esperanza de ve