★Hanna.Llevo varios días esperando a que Max venga a mi casa, pero no aparece.Mi hermano, Dylan, rara vez está por aquí, y mis padres son muy cariñosos entre ellos, parecen estar siempre juntos como dos tortolitos.En un par de semanas, celebraré mi fiesta de 15 años y me graduaré de la secundaria, son momentos importantes en mi vida.Estoy emocionada por comenzar la preparatoria y dejar atrás la infancia. No soporto que me vean como una niña, especialmente el chico que me gusta.—Finalmente llegaste —pronuncie cuando escuché la voz de Dylan mientras mis chambelanes y yo nos preparábamos para bailar.—Llegas tarde, Dylan —me quejé, cruzando los brazos.Él simplemente se rió y me dio un beso en la frente.—Lo siento, tenía exámenes. Ya sabes cómo es.—Te lo dije, deberías haber estudiado en lugar de confiar en mí para que te pase las respuestas —bromeó Scott.No pude evitar reír ante la situación. A pesar de que mi hermano siempre ha odiado estudiar, es muy inteligente. A veces la su
El día tan esperado por fin llegó: mis 15 primaveras.Invité a todos mis amigos del plantel, incluso a los amigos de mi hermano. Aunque, ¿a quién engaño? Al único que quería ver era a Max.Quería saber qué le parecía mi vestido de 15 años. Había escogido un diseño delicado con encaje y detalles dorados, que resaltaban mi figura. Mi cabello estaba recogido en un elegante moño, y el maquillaje resaltaba mis ojos verdes. Me sentía hermosa y emocionada por comenzar la celebración.Cuando finalmente estuve lista, nos dirigimos a la iglesia donde se llevaría a cabo mi celebración y presentación. Había demasiados invitados, pero no veía a quien quería.—¿Estás bien, Hanna? —me preguntó Scott mientras me entregaba mi ramo de flores blancas.—Sí, solo estoy un poco nerviosa. ¿Has visto a Max? ¿O a mi hermano? —le pregunté tratando de disimular mi ansiedad.—Sí, tu hermano está afuera hablando con Angelina. Parece que están esperando a Max.—¿Sabes si él vendrá? —pregunté con la esperanza de ve
—Sí, Dylan, aún no lo he visto. Me preocupa un poco, pero espero que llegue pronto —respondí con sinceridad, desviando la mirada hacia la multitud mientras buscaba algún rastro de Max.Mi hermano asintió en silencio, comprendiendo mis sentimientos. Nos quedamos allí parados por un momento, observando cómo la música se intensificaba y todos comenzaban a bailar en la pista.De repente, sentí una mano en mi hombro y me giré rápidamente para encontrarme con Max, con una sonrisa amplia y radiante en su rostro. Sin embargo, algo llamó mi atención: un pequeño golpe en su labio inferior.—¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? —pregunté preocupada, llevando mi mano hacia su labio donde se encontraba la marca de su golpe.Max frunció el ceño por un momento y luego suspiró, como si tratara de restar importancia a lo sucedido.—Fue solo una pequeña pelea con unos idiotas que se creían demasiado. Nada importante, de verdad. Estoy bien. —Su voz sonaba mezcla de cansancio y resignación.Lo miré tratando d
Fue en ese instante que nuestra conexión se acabó. Él dio otro paso atrás y yo continúe con la cabeza agachada, incapaz de pronunciar ninguna palabra.No hicimos ningún intento por comunicarnos, solo salí corriendo del kiosco, sintiendo cómo las lágrimas empezaban a acumularse en mis ojos.Busqué a mi hermano, a Scott, a Monserrat y a Angelina, quienes habían salido en busca mía. Los encontré reunidos en un rincón del salón, preocupados por mi repentino escape.—¿Qué sucede? —pregunté, intentando controlar el sollozo que amenazaba con escaparse de mis labios.—El vals está por comenzar, madre quiere que vayas a tomar tu lugar —respondió Dylan, con una expresión de confusión y curiosidad en su rostro.—Sí, ya voy —respondí con voz entrecortada, secando una lágrima rebelde que se deslizó por mi mejilla.—Max no sabía que ya habías llegado —intervino Angelina, acercándose a Max con una expresióncalida.Sentí un nudo en mi pecho al ver cómo se acercaba a él, pero Max solo asintió con la ca
★ Max —La fiesta fue increíble, me gustó mucho. Ni siquiera me despedí de Hanna. —Pronunció Angelina con una sonrisa en el rostro —Gracias por acompañarme a mi casa, Max. Todos creíamos que no ibas a aparecer en la fiesta.—Sí —respondí, sintiéndome un poco incómodo por su comentario.—¿Crees que Hanna y Scott pronto sean novios? Se ve que hay mucha química entre ellos —preguntó Angelina con curiosidad.—No lo creo. Lo que creo es que Hanna es... —no pude terminar la frase ya que Angelina empezó a reír —¿Qué te resulta tan gracioso?—Max, es la frase más larga que te he escuchado decir en toda la noche —dijo entre risas, mientras yo la observaba en silencio por un instante.—Lo sé, es solo que he estado un poco distraído —respondí, tratando de ocultar mi verdadero pensamiento.—Oye, quería preguntarte, ¿qué te pasó en el labio? ¿Te peleaste? —Angelina estaba a punto de tocar mi labio con su pulgar, pero detuve su mano suavemente.—No importa, ya estamos por llegar a tu casa —traté de
Al entrar a casa nuevamente, los gritos de mis padres llenaron el ambiente, como una constante tormenta que debía soportar una y otra vez.—¿Dónde demonios estabas? ¿Sabías que Hanna se fue con Scott? —mi padre se acercó a mí, intentando intimidarme con su mirada penetrante.Respiré hondo, preparándome para enfrentarlo.—Llevé a Angelina a su casa, además, no veo por qué debería importarme quién lleva a Hanna a su casa.Mi padre frunció el ceño, con una mezcla de frustración y preocupación en su rostro.—Te dije que debes conquistar a Hanna Hans, y ahora alguien más está ganando terreno.Negué con la cabeza, sin dejarme afectar por sus palabras.—No me interesa, papá. Hanna no me interesa de esa manera, así que déjala y deja de involucrarla en tus ambiciones desmedidas. Estoy cansado de escuchar siempre lo mismo.Mi hermana Monserrat, quien había estado escondida en un rincón durante la discusión, finalmente se dejó ver.—Papá, ¿por qué le pides a Monserrat que se involucre con Dylan?
—¿Aún no se te quita el mal humor? —Scott me preguntó con curiosidad.—No tengo mal humor, solo no me siento cómodo —expliqué, tratando de encontrar las palabras adecuadas.—Max, ¿te gusta Hanna? —La pregunta de Scott me tomó por sorpresa, dejándome sin palabras por un momento.—No, solo es una amiga. —Contesté, negando rápidamente cualquier sentimiento adicional.—Ah, es que... —Scott intentó continuar, intrigado.—¿Qué? ¿A ti te gusta ella? —Repliqué, intentando desviar la conversación.—No, bueno, sí. Max, Hanna me gusta, es increíble. Pero como tú y ella son muy unidos, por eso preguntaba si a ti también te gustaba. —Scott confesó tímidamente su interés.—No, ella no me gusta —respondí rápidamente, intentando ocultar cualquier rastro de celos que pudiera surgir.—Entonces, no te molestará si la invito a salir —Scott propuso, y en ese momento sentí una chispa de irritación.—No, haz lo que quieras —contesté secamente, dando unos pasos para alejarme, mientras él corría detrás de mí.
★Matthew Hans. —Señor Hans, aquí está el balance que me pidió —dijo mi secretaria mientras se acercaba a mí con una carpeta en la mano.Últimamente, he notado algunas anomalías en la compañía. Mi preocupación se intensificó al revisar el documento y darme cuenta de que muchas cosas no concordaban. —¿Quién firmó el informe? —pregunté frunciendo el ceño. —Su socio Marco —respondió ella con tono preocupado. —Maldita sea, estos son muchos gastos. Iré a hablar con él inmediatamente. Me puse en pie rápidamente y me acomodé el saco, dirigiéndome hacia la puerta de la oficina. Al salir de la empresa, me encaminé hacia la casa de Marco y toqué el timbre. En pocos segundos, la puerta se abrió y se encontraba Maximiliano frente a mí. —¿Está tu padre? —pregunté, impaciente. Él se hizo a un lado, permitiéndome el acceso. —En su despacho —respondió brevemente. Comencé a caminar, pasando junto a Maximiliano, quien abrió la puerta del despacho sin necesidad de tocarla. Al entrar, me encont