—Hola, Liana, ¿cómo la están pasando? —preguntó Violet.—Hola, Violet, bien, bastante bien, fue una gran idea, ¿qué le pasó al jefe? —preguntó cuando lo vio, no de muy buen humor acercarse a Michael.—Humm, no lo sé, le hice una broma, debe ser que se lo tomó muy a pecho, ya sabes cómo es.—Vas a volverlo loco, por cierto escuché lo que dicen, no le prestes atención, hacen una buena pareja.—Sí, por eso estoy aquí, aunque con la cara que tiene tu jefe ahora, no sé si haya sido buena idea. Le he dicho que no tengo panti, mira cómo la sonrisa se le esfumó.—Lo vas a volver loco, Violet.Ella sonrió por lo bajo, estuvo unos minutos con Liana, se retiró para llamar a Lana, al saber que estaban bien, continuó con la mujer, hasta que vio a Ignacio ignorándola.Con una sonrisa maliciosa, Violet se acercó a Ignacio con el fin de mortificarlo un poco más.—¿Qué haces? ¿Pretendes ignorarme el resto del evento? —preguntó ella evitando reírse.—Ahora estoy un poco ocupado, estoy tratando de conoc
Ignacio dejó escapar un lento suspiro, del mismo modo en que se dejó caer a la cama, le pidió a Violet permitirle vestirse para que la llevase a la cama con ellos.—¿Satisfecha? —inquirió él con el ceño fruncido.Ella negó con la cabeza, para después esbozar una sonrisa burlona, encendió la lámpara, se acercó y cargó a Salomé, quien al ver a su padre se emocionó.Violet salió para prepararle un poco de suplemento, se negó a recibirlo cuando ella regresó, en su lugar se recostó al pecho de su padre ya vestido, Violet se acomodó al lado a mirarlos.Poco a poco ambas se fueron durmiendo, Ignacio intentaba moverse para impedirle dormirse y dejarlo de modo en que estaba, con deseos de ella.Tres horas después había logrado poner a Salomé en la cuna sin que esta se despertara, para después regresar ante Violet, la vio dormida, pero no le importó, la deseaba y empezó a toquetearla a juguetear.Violet estaba somnolienta, intentando resistirse por pura maldad, Ignacio estaba excitado, no cesó
Ignacio se alejó para ponerse los zapatos y Violet observó más de cerca el modo en que había organizado todo, por colores, no solo la ropa y zapatos de la jefecita.—Te dejé el desayuno —le dio un beso que Salomé interrumpió, quiso intentarlo, pero no pudo, en su lugar le agarró los glúteos—. Las veo al final del día, a menos que quieran visitarme.Violet sonrió.—Me encanta cuando hueles a mí, Violet.—¿Sí? Puedes ponerte un poco de mi perfume y así también tú hueles a mí, que todas sepan… —Se detuvo al verle la sonrisa.—Ya todos saben que soy tuyo Violet, y tengo los argumentos para quienes aún tengan dudas, te amo.Ignacio finalmente le dio un beso, se había puesto los zapatos y se despidió de Salomé, para después salir de la habitación y despedirse de Lana y Mariska en la sala, emocionado el hombre dejó la residencia, llegó hasta su auto y se percató de que no hubiera reporteros, ni nadie acechando, que perturbara la paz de sus mujeres.Emotivo se dirigió a su casa en donde compr
Violet suspiró algo irritada, entró y cerró lentamente, para después dejar caer su cabeza sobre la puerta.Sonrió cuando la jefecita se acercó y abrazó sus piernas, volviendo a recuperar la calma, la levantó y regresó a terminar lo que seguía haciendo.Molesta, al no obtener la satisfacción que había esperado, Fermina salió del lugar.La mujer temía a la reacción de Ignacio, pero presentía que Violet no le diría nada.Al ver los avances en sus tatuajes, Ignacio sonrió satisfecho.—¿Terminamos la sesión o la dejamos en dos? —inquirió el tatuador al ver lo rojo e hinchado que tenía el pecho.—Descuida, una sesión es suficiente —respondió al recordar la recomendación de nada de sexo y sabiendo que no se resistiría a ella para esperar, insistió.Había realizado algunas llamadas al trabajo y sabía cómo marchaba todo con su padre.Minutos después, se dispuso a tolerar el dolor que, sabía, le dejaría una gran felicidad.—Todo está listo para su cumpleaños —dijo Lana mirando a Salomé dormida
El doctor ingresó interrumpiendo una amena conversación entre los hombres.Lo revisó, precedió a dar las recomendaciones, que en su mayoría Ignacio ya conocía, y le fue aprobada una salida voluntaria por algún tiempo.El hombre no dudó en agradecer. Ignacio debió retirarse para recoger sus medicamentos, lo necesario para tenerlo con él.En aquella cafetería, Violet reía anímicamente, habiendo olvidado el problema por el que atravesaban.No se le hizo extraño que casi no estuviera siendo el centro de atención.Zaid le expuso el plan; ella estuvo de acuerdo. Cuando quiso irse, él le pidió quedarse, preguntando sobre lo que estaba pasando.Comprensivo y cariñoso, así estaba actuando Zaid.Violet no revelaba mucho, empezó a sentirse incómoda y por ello se puso de pies. Él siguió el acto, se despidieron ya habiendo acordado el día y lugar a trabajar.Seguida por su guardaespaldas, abordó su auto.Ignacio esperaba los medicamentos y su móvil recibió notificaciones una tras otra.Sonriente l
—Sabes lo que pienso al respecto, no he cambiado mi opinión desde el último que me mostraste que te hiciste, sé que eres un hombre adulto, que tiene sus propios criterios sobre la vida, pero para mí no es nada sano tatuarse, dañar el templo de Dios, incluso cuando le llamen a esto arte con un significado especial. Lo especial se lleva aquí —señaló su pecho al lado del corazón.—Tatuarme es una de las pocas cosas del común que hago, para mí tiene un significado especial, como te he dicho, me he tatuado tu fecha y el rostro de mi hija.Josh emitió un extraño sonido de desacuerdo que le causó risa a Ignacio, quien se giró para verlo y este, de forma inmadura, volteó el rostro.—En fin, cambiando de tema, he adecuado todo para que estés cómodo en casa. Ahora avisaré que no iré a la empresa, me quedaré para preparar uno de tus platillos favoritos.—¿Están en casa? ¿Mi nieta nos espera en casa?—No, padre, Violet al parecer, tuvo un día bastante ocupado y divertido hoy. Le avisaré que estar
—Lo sé, y lo siento, lo paré en cuanto me sentí incómoda con su actitud, por eso me marché del lugar, puedo hacer un en vivo y aclarar la situación, tú y yo sabemos que lo que dicen es mentira, no tengo nada con él.—Bien —respondió con simpleza y procedió a recoger el equipaje para llevarlo al interior.Violet suspiró y lo miró marcharse, para después entrar a sus redes, para darse por enterada de que no eran solo aquellas fotos, que había visto en el móvil de Ignacio, había mucho más fotografías.Se sentía un poco molesta por la actitud que tenía él, pero también lo entendía, sabiendo lo celoso que era, intentar ponerse en su lugar le pareció correcto, decidió de inmediato llamar a Zaid y cancelar su participación en la campaña, aunque no retiraría su apoyo no pretendía disponer de su tiempo.—Violet es una tontería que quieras cancelar el ayudar con un proyecto tan bonito, solo por unas fotografías, no son para tanto, sabes lo que siento por ti, no pude controlarme, pero no volverá
—Me molesta tu ingenuidad, Violet, no quiero controlar tu vida, pero deberías de tener claro que se valdrán de cualquier situación para atacarnos, actúas sin pensar, pones tu vida en manos del público, harán de esta un infierno, el que estemos juntos, aunque no sea relevante, es algo a lo que le darán hasta conseguir separarnos, sabes que tenemos enemigos, las cosas no serán fáciles.—Sí, ya lo estoy viendo, sobre todo cuando eres tan celoso Ignacio.—No, no estoy celoso, solo estoy molesto, cabreado. Se suponía que eran amigos, pero parece que te ve como más que una simple amiga, y lo sabías. Aun así, te fuiste a ver con él, sin seguridad, sin tu amiga. Sola, como una mujer libre que quiere dar esperanzas al individuo.Violet sonrió y se acercó, rodeó su cuello con sus brazos.—Si no estás celoso, ¿por qué no me das un beso? ¿Por qué no aprovechamos que estamos aquí solos?Empezó a besarlo y este ya no opuso resistencia, le devolvió el beso, la sujetó por la cintura y girando la subi