Es muy amable, gracias por los consejos.Violet le dio un abrazo a Josh, al verlo, Ignacio se acercó con Salomé, se dispusieron a compartir, en tantos ellos disfrutaban de su momento, en aquel lugar en que vivía, Franyely planeaba su siguiente movimiento.Informándose, no solo sobre Violet y su vida, los últimos años, también sobre Ignacio, buscando el modo de que nada fallara, conociendo sus ventajas y desventajas.Las horas seguían avanzando, mientras Violet y su familia gozaban de un agradable momento, aquella se había detenido para realizar una llamada a su casa, habló con Lana, para después de hacerlo con sus padres, llamó para comunicarles la decisión de irse a vivir con Ignacio.—¿Están seguros de que no les incomodará estar solos?—No, hija, nosotros estaremos bien.—Aunque no estarán del todo solos, le he pedido a Lana quedarse con ustedes, Mariska estará algunas veces, además podrán visitarnos y supongo que quedarse, ¿verdad amor? —preguntó a Ignacio, quien la estaba abrazan
—Va a estar bien amor, no está tan lejos, además he adquirido su cama con un sistema inteligente, detectores de movimiento, sabremos si algo está mal, también tiene una cámara, para que podamos vigilarla, sabía que ibas a actuar así, es una O’Kelly —dijo mirando a Salomé, acariciando su pequeña mejilla—. Tiene que ser fuerte como sus padres, será valiente como tú, no siempre dormirá sola, la traeremos algunas veces para que esté con nosotros, ¿de acuerdo? —Está bien, te acompaño. Ignacio sonrió y Violet lo siguió. Acostó a Salomé y se quedaron unos minutos observándola. —Vamos, ella estará bien. Violet se sintió indecisa, pero finalmente Ignacio logró convencerla. Cruzaron la puerta que separaba las habitaciones, Ignacio dijo que tomaría una ducha, Violet dijo que esperaría, pero volvió con Salomé mientras él se duchaba. —Eres bastante necia, testaruda, te dije que ella estará bien, ven vamos a la cama. —Está bien, me ducharé. Violet se fue a la ducha, Ignacio realizó algunas l
Violet tomó el control, logrando satisfacer sus deseos, logrando que Ignacio la impregnara con sus semen. —Buenas noches, preciosa —le dio un apasionado beso. Violet se giró de nuevo, Ignacio la abrazó de cucharita, habían conseguido quedarse dormidos. El amanecer había llegado, Violet se despertó primero, vio a Ignacio dormido y decidió dejarlo descansar, se levantó, se dirigió a la cuna de Salomé, quien aún dormía. Le dejó un beso, volvió para ducharse, usó ropa de Ignacio y salió de la habitación. Minutos después volvió a comprobar que ambos estuvieran bien, pero seguían dormidos, se dirigió a la cocina, pero al no ver allí a nadie, decidió ir a ver que Josh hubiera amanecido bien, este ya estaba despierto y muy animado, lo estaban terminando de organizar. —Hola Josh, ¿Cómo se siente? ¿Descansó? —Hola hija, de maravilla, soy un hombre nuevo, mírame, ah… ¿Dónde está mi terroncito? —Aún duerme, al igual que Ignacio. ¿Qué le parece si vamos a preparar el desayuno, y hablar un p
—Creo que lo mejor es que me retire, estaré en la habitación que me fue asignada —dijo George, mirando a Ignacio con gran satisfacción. —Adelante —respondió Ignacio aparentando tranquilidad. —¿Cuál es el plan para hoy? —preguntó Josh tratando de disipar la tención. —Haremos lo que tú quieras padre, Salomé, tú y yo pasaremos un rato agradable en lo que sea que elijas. Violet lo miró sorprendida. —¿Y yo? —¿Y tú? —replicó Ignacio, conociendo lo que ella intentaba saber. —Nada —dijo ella, entendiendo la situación. Ambos optaron por fingir que no pasaba nada, para hacerle pasar un rato agradable a Josh, al igual que a Salomé, a quien al día siguiente pretendían celebrar su cumpleaños. Se dispusieron a hablar del evento que pretendían llevar a cabo por el cumpleaños, siendo debatido. Las opciones, realizar una cena familiar, o salir y disfrutar los cuatro en algún lugar especial. —Haremos lo que piensen que está bien, dado que Salomé aún no puede decidir, lo conveniente es que lo
—Creí que no eras celoso Ignacio, puedo entender que lo seas, pero que seas tan inseguro me molesta, solo quería hacer el ambiente agradable. George no es mi tipo, no me llama la atención, si decir que es apuesto de forma sana fue un error, lamento que eso me haga una coqueta ante ti. Nos vemos más tarde. —¡Ey! ¿No vas a darme un beso? —Tenías prisa, bien, la tengo, aprovecharé también para traer las cosas que necesitaré para el cumpleaños de Salomé, que pasen una buena tarde. —Espera… ¿Qué significa eso? ¿No te unirás a nosotros? —Estaré ocupada Ignacio, pásala bien con tu padre y tu hija. —Oye, no, no vamos a hacer esto, amor. Lo siento, entiende, no me gusta que otros te miren, eso m… —Cómprate una muñeca y métela en una caja Ignacio, ¿que pasará cuándo ingrese a la universidad? ¿Si me diera por volver a modelar? Él suspiró. —Perdona, creo que el karma me está jugando una mala pasada, te prometo controlar mis celos, ser más consciente. ¿Me das un beso? —No te preocupes, no
Después de unos minutos de Violet haber conversado con sus padres, decidió ducharse nuevamente, cambiarse, finalmente ingresó a la habitación. Ignacio compartió con la familia unos minutos, al ver qué Lana se hizo cargo de Salomé, se dirigió a la habitación, en donde se encontraba Violet completamente desnuda, le puso seguro a la puerta y se acercó sigilosamente logrando asustarla. —¡Oye! Vas a matarme de un susto, Ignacio. —Lo siento, ¿en quién pensabas? —¿Por qué tendría que ser en quién y no en qué? —No lo sé Violet, fue lo primero que se me vino a la mente. —Ok Ignacio, tenemos que hablar con respecto a tus celos, tus repentinos comportamientos. Para que lo sepas, no me interesa George, es solo que lo escuché hablando con Tobías, supongo que algo planean en contra nuestra, parece que es su tío, por eso quería que viniera con nosotros, para evitar que se quedara en casa investigando. —Menudo imbécil, ya decía que algo extraño tenía, lo solucionaré. Violet lo siento, no sé qu
—Cálmate, vaya, está grave la cuestión. —Lo sé, necesito cambiarlo, no quiero arruinarlo, quiero y necesito ofrecerle un hombre a la altura de lo que su belleza y esencia exigen, de lo que merece. ¿Qué aconsejas? Simón no pudo evitar esbozar una sonrisa. —¿Me estás pidiendo un consejo? No te lo puedo creer, el hombre que creía que el amor era para idiotas, que jamás se fijaría en una adolescente, el hombre que decía ser muy maduro y… —Déjate de idioteces y dame un consejo. No quiero perder lo que ofrece, siempre he podido controlarlo todo a mi alrededor, pero lo que está pasando o cuando de ella se trata, me convierto en un idiota incapaz de razonar a tiempo. —Bien, tenemos un gran problema, ¿Aceptas que te tiene en sus manos una jovencita? Necesito escucharlo. —Por supuesto que no. Ella no… bien, sí, maldición, sí, pero no estoy hablando de eso, necesito soluciones, no actúes como parte de mi karma. —¿Qué tal un terapeuta? Ignacio, incrédulo, se echó a reír, creyendo que este
Las horas pasaron, mientras Ignacio disfrutaba de la compañía de su padre, hija, suegro y amigo, Violet se reía a carcajadas, como tenía mucho no lo hacía. Disfrutaba en compañía de las mujeres, habían quedado bellas y se recalcaban una a la otra aquello. —La estamos pasando bastante bien, sin embargo, es momento de ir con los caballeros, ya saben cómo es Ignacio. —Tienes razón hija, es momento de volver, además creo ya tener hambre. Las mujeres se habían alejado un poco, por lo que decidieron caminar hasta abordar el auto, después de llamar a Ignacio, quién les indicó la dirección donde se verían. Les llevó unos minutos estar en el lugar, Ignacio en cuanto vio a Violet no pudo disimular. —Sin duda alguna te ves más hermosa de lo que estabas Violet. Ustedes también mujeres, pero el premio hoy se lo lleva mi mujer. —Gracias amor, aunque creo que estás exagerando. —No, no lo hago. —Créele Violet, mi amigo jamás diría algo así de una mujer menor de 30 —burló Simón. Ignacio lo mi