POV MARCONo entendía nada de lo que esa chica estaba haciendo conmigo sin siquiera enterarse, solo siendo ella. Nunca me había enamorado ni mucho menos tenido una pareja. Mis relaciones eran encuentros casuales, porque estaba demasiado ocupado manteniendo a mi familia, velando por que no le faltara nada a mi dulce hermana. Tanto que me había olvidado de mí mismo. Y ahora, estaba consumido por la búsqueda de venganza por su muerte. Nunca una mujer había tenido protagonismo en mi vida aparte de ella. Pero ahora estaba Valentina, haciéndome replantear decisiones y hechos.Creía firmemente que esta confusión se aclararía en cuanto volviéramos de nuevo a la realidad. Todo se había puesto confuso al estar los dos solos en esta isla, pero solo era pasajero. Tenía que serlo porque ella era la hija de mi enemigo y estaba comprometida. Pronto se casaría.Esa noche, no pude conciliar el sueño. La brisa marina entraba por la ventana, trayendo consigo el susurro de las olas y el aroma salado del
POV VALENTINANos quedamos así, abrazados bajo el cielo estrellado, compartiendo un momento de verdadera conexión. La brisa marina nos envolvía, y por un breve instante, todo el dolor, la venganza y las barreras se desvanecieron, dejándonos solo a nosotros, dos almas encontrándose en medio del caos.La mañana siguiente llegó con una sensación extraña. Sentía que algo estaba cambiando, que el tiempo que habíamos pasado juntos en la isla había creado un lazo que no podía ser ignorado. Sin embargo, Marco se veía distante, más reservado que de costumbre.—Nos vamos hoy —dijo de repente, rompiendo el silencio.—¿Hoy? Pensé que teníamos un día más —respondí, mi voz llena de sorpresa y desilusión.—Sí, pero tu padre ha adelantado los planes. Vendrán por nosotros en unas horas.Asentí lentamente, intentando no mostrar la tristeza que sentía. Algo había cambiado entre nosotros en esta isla, pero no sabía exactamente qué. Quería entenderlo, quería explorar lo que estaba ocurriendo entre nosotro
POV VALENTINADe repente, escuché pasos detrás de mí. Me giré y vi a Marco acercándose. Su expresión era impenetrable, pero sus ojos reflejaban una preocupación genuina que me reconfortaba y a la vez me desconcertaba.—¿Todo bien? —preguntó con su voz grave y tranquilizadora.Inhalé hondo y negué lentamente, sintiendo un peso abrumador sobre mis hombros.—Nada está bien. Alessandro me dejará terminar mis estudios, pero no quiere que los ejerza —dije, notando cómo su ceño se fruncía y, por primera vez, pude leerlo claramente. Tenía ira.—No puedo hacer nada para ayudarte —respondió, sus palabras eran firmes pero no frías, como si lamentara su impotencia en la situación.—Lo sé, solo… quería hablarlo, no pretendo ser una esposa sumisa, así que tal vez ese será nuestro problema en nuestro… matrimonio —la palabra se sentía como un peso muerto en mi lengua.—Lo dices como si fuera tu sentencia de muerte.—¿Y no lo es? —alzé una ceja, sintiendo su mirada intensa clavada en mí por lo que par
POV VALENTINAEl combate comenzó con una furia que me dejó sin aliento. Marco se movía con una mezcla de fuerza y gracia que era hipnotizante. Cada golpe que daba resonaba en el sótano, y cada vez que recibía un golpe, lo encajaba con una determinación inquebrantable. Su oponente era bueno, pero Marco era simplemente mejor.La multitud gritaba y animaba, sus voces mezclándose en una cacofonía de emoción y adrenalina. No podía apartar la vista del ring. Marco, 'La Bestia', luchaba con una intensidad que nunca había visto en él. Había algo casi primitivo en su forma de pelear, una ferocidad que me dejó sin palabras.—Es increíble, ¿verdad? —dijo Ava, inclinándose hacia mí para hacerse oír sobre el ruido—. Nunca he visto a nadie pelear como él.Asentí, incapaz de articular una respuesta. La pelea continuó, cada minuto más intenso que el anterior. Marco lanzó un golpe final, un derechazo que derribó a su oponente. La multitud estalló en vítores mientras el presentador anunciaba la victori
POV MARCOValentina se acercó lentamente, con una determinación en su mirada que me hizo retroceder un paso instintivamente. No podía permitir que esto sucediera, no aquí, no ahora. Pero cuando sus labios rozaron los míos, toda resistencia se desvaneció. Era como si una fuerza irresistible nos empujara el uno hacia el otro, rompiendo todas las barreras que habíamos construido.Por un momento, me dejé llevar por la intensidad del beso, olvidando todo lo que nos rodeaba. Pero entonces, la realidad volvió a golpearme como una ola fría. No podíamos hacer esto, no podíamos cruzar esa línea.Nos separamos, ambos jadeando por el esfuerzo, y vi el tormento reflejado en sus ojos. Ella sabía que esto estaba mal tanto como yo lo sabía.—Esto no debería estar pasando —murmuré, tratando de controlar la turbulencia de emociones que me invadía.—Lo sé —respondió ella, con voz temblorosa—. Pero no puedo evitar lo que siento.Cerré los ojos por un momento, luchando contra la tentación de volver a busc
POV VALENTINAAun no podía creer que había besado a Marco. Yo había iniciado el beso y él me había respondido. Todo lo que pensé, todo lo que sospechaba, era cierto. Marco tenía sentimientos por mí, no le era indiferente. Le gustaba y no podía estar más feliz y triste por ello. Marco y yo en una oración era imposible; me iba a comprometer en poco tiempo y después nos casaríamos.Caminé lentamente hacia mi habitación, dejando que la mezcla de emociones se apoderara de mí. El beso había sido un acto de impulsividad, un reflejo de lo que llevaba guardado dentro de mí. Pero la realidad me golpeaba con fuerza. Alessandro, mi prometido, estaba ya en la ciudad, esperando construir un futuro conmigo, mientras yo me debatía entre mis sentimientos por Marco y mis deberes familiares.Me dejé caer en la cama, mirando el techo, tratando de ordenar mis pensamientos. Sabía que mi vida estaba destinada a seguir un camino preestablecido, uno que mi padre había trazado para mí. Pero una parte de mí anh
POV VALENTINAMe giré hacia Alessandro, mi frustración palpable en cada palabra que pronunciaba.—Has repetido las mismas palabras desde que llegaste —dije, tratando de mantener la calma—. Estoy cansada de escuchar mentiras. No soy una niña, soy una mujer, y no soy estúpida. Sé que esa fachada tuya es una careta que se te irá en cuanto nos casemos, así que por favor… necesito saber con quién me casaré de verdad.Me miró, su rostro endurecido por la seriedad de la situación. Respiró hondo antes de responder.—Valentina, no estoy aquí para mentirte. Entiendo que estás nerviosa y que todo esto te abruma, pero te aseguro que mis intenciones son genuinas.—¿Genuinas? —repetí, sin poder contener una risa amarga—. ¿Genuinas cómo? ¿Genuinas como el hecho de que no tendré derecho a trabajar? ¿Genuinas como el control absoluto que quieres tener sobre mí?Alessandro frunció el ceño, evidentemente molesto por mis palabras.—No es cuestión de control, Valentina. Es cuestión de tradición y de prote
POV MARCONo tengo otra opción que aceptar mi destino. Desde el principio supe que este trabajo tenía fecha de caducidad, pero no esperaba que me afectara tanto. Proteger a Valentina no fue solo una tarea, se convirtió en una responsabilidad que tomé muy en serio, quizás demasiado.Vi cómo Valentina luchaba con la idea de perderme una vez que se casara con Alessandro. Era comprensible; después de todo, habíamos desarrollado una conexión más allá de la simple relación de guardaespaldas y protegida. Pero la vida no siempre permite que las cosas sigan como uno desea.—No quiero perderte, Marco —dijo con sinceridad nuevamente, su voz cargada de emoción.Me enfrenté a esa declaración con una mezcla de gratitud y pesar. Siempre supe que mi tiempo con ella tenía un límite, pero escuchar sus palabras confirmaba lo que ya sabía.—Valentina, las cosas cambian. Tú tienes tu vida y tus responsabilidades, y yo tengo las mías —respondí, intentando mantener la compostura a pesar del nudo en mi garga