POV VALENTINAEl vuelo fue tranquilo y, después de unas horas, comenzamos a descender hacia la isla. La vista era impresionante: una extensión de arena blanca rodeada por aguas cristalinas. A medida que nos acercábamos, sentí una sensación de alivio. Tal vez aquí, en este paraíso aislado, podría encontrar un momento de paz.Al aterrizar, Marco me guió fuera del avión y hacia una casa elegante y moderna que se alzaba entre las palmeras. La brisa marina era refrescante, y el sonido de las olas rompiendo contra la orilla tenía un efecto calmante.—Aquí estaremos seguros —dijo, observando los alrededores con una mirada evaluativa—. Tomaremos todas las precauciones necesarias.—Gracias —dije nuevamente, sintiendo que las palabras eran insuficientes para expresar mi gratitud.Nos instalamos en la casa, y mientras Marco se ocupaba de asegurarse de que todo estuviera en orden, me permití relajarme un poco. Me dirigí a la terraza y me dejé caer en una silla, mirando el horizonte. El sol comenz
POV MARCO Un día, solo había pasado un día y ya no podía más.No sabía qué podría pasar en el día tres, pero de algo estaba seguro: nada bueno. Valentina era una tentación andante con esos diminutos trajes de baño, y a pesar de que a veces se ocultaba bajo una camisa, no era suficiente. Cada vez que la veía, sentía un torbellino de emociones que me desgarraban por dentro. Necesitaba tenerla lo más lejos posible, pero eso era imposible cuando éramos las dos únicas personas en esta maldita isla.Había una parte de mí que se arrepentía de haber puesto esa bomba, una parte estúpida porque desde el principio el plan estaba listo. Nunca pensé que una piedra en el camino podría ser la mismísima hija del hombre al que juré destruir y dejar sin nada antes de matarlo. Ella estaba cambiándome sin siquiera darse cuenta. Por más capas que pusiera una y otra vez, era ágil en ser escurridiza entre ellas y pasar. Habían pasado años desde la última vez que alguien me hacía sentir en paz y a gusto; to
POV VALENTINANo entendía por qué me habían dolido sus palabras si él no significaba nada para mí. Mi estómago se apretó en cuanto esas crueles palabras salieron de su boca. Quería creer que lo que había dicho no lo pensaba realmente, no creía eso de mí, pero su mirada y la forma en que lo dijo decían mucho más de lo que quería admitir.Me fui de allí, sintiendo un nudo en el pecho, y decidí caminar hacia el otro lado de la isla. Había una pequeña cabaña donde siempre iba cuando era niña, un refugio que amaba y que siempre me daba paz. Sería bueno estar allí por hoy, alejarme de todo y de todos, especialmente de Marco.La caminata hacia la cabaña fue tranquila. La brisa del mar acariciaba mi piel, y el sonido de las olas rompiendo en la orilla me ayudaba a calmarme un poco. A medida que me acercaba a la cabaña, los recuerdos de mi infancia comenzaron a inundar mi mente. Los días felices jugando en la arena, las noches estrelladas mirando el cielo desde la terraza de la cabaña. Era mi
POV VALENTINALlevaba ya un tiempo demasiado largo en el mar cuando vi cómo Marco salía de la casa y caminaba hacia donde estaba. Empecé a nadar hacia la orilla y me encontré con él. A pesar de que trató de disimular muy bien la observación que me hizo, fracasó. Sus ojos recorrieron mi cuerpo, tomando nota de cada gota de agua que resbalaba por mi piel.—Nos iremos dentro de dos días —anunció, su voz tan seca como siempre. Fruncí el ceño, sintiendo una punzada de frustración.—¿Por qué? —pregunté, tratando de mantener la calma.—Tu padre quiere cerciorarse de que no haya ningún peligro.—No he hablado con él… quiero escucharlo.Marco suspiró, y pude ver una chispa de impaciencia en sus ojos.—Está ocupado, Valentina.Esa no era una respuesta que pudiera aceptar. No podía comunicarme con él solo a través de Marco. Era su hija, merecía escucharlo, saber que estaba bien y estar al tanto de todo lo que estaba pasando, saber qué pasaría más adelante. Sentí un nudo de angustia en mi pecho m
POV MARCONo entendía nada de lo que esa chica estaba haciendo conmigo sin siquiera enterarse, solo siendo ella. Nunca me había enamorado ni mucho menos tenido una pareja. Mis relaciones eran encuentros casuales, porque estaba demasiado ocupado manteniendo a mi familia, velando por que no le faltara nada a mi dulce hermana. Tanto que me había olvidado de mí mismo. Y ahora, estaba consumido por la búsqueda de venganza por su muerte. Nunca una mujer había tenido protagonismo en mi vida aparte de ella. Pero ahora estaba Valentina, haciéndome replantear decisiones y hechos.Creía firmemente que esta confusión se aclararía en cuanto volviéramos de nuevo a la realidad. Todo se había puesto confuso al estar los dos solos en esta isla, pero solo era pasajero. Tenía que serlo porque ella era la hija de mi enemigo y estaba comprometida. Pronto se casaría.Esa noche, no pude conciliar el sueño. La brisa marina entraba por la ventana, trayendo consigo el susurro de las olas y el aroma salado del
POV VALENTINANos quedamos así, abrazados bajo el cielo estrellado, compartiendo un momento de verdadera conexión. La brisa marina nos envolvía, y por un breve instante, todo el dolor, la venganza y las barreras se desvanecieron, dejándonos solo a nosotros, dos almas encontrándose en medio del caos.La mañana siguiente llegó con una sensación extraña. Sentía que algo estaba cambiando, que el tiempo que habíamos pasado juntos en la isla había creado un lazo que no podía ser ignorado. Sin embargo, Marco se veía distante, más reservado que de costumbre.—Nos vamos hoy —dijo de repente, rompiendo el silencio.—¿Hoy? Pensé que teníamos un día más —respondí, mi voz llena de sorpresa y desilusión.—Sí, pero tu padre ha adelantado los planes. Vendrán por nosotros en unas horas.Asentí lentamente, intentando no mostrar la tristeza que sentía. Algo había cambiado entre nosotros en esta isla, pero no sabía exactamente qué. Quería entenderlo, quería explorar lo que estaba ocurriendo entre nosotro
POV VALENTINADe repente, escuché pasos detrás de mí. Me giré y vi a Marco acercándose. Su expresión era impenetrable, pero sus ojos reflejaban una preocupación genuina que me reconfortaba y a la vez me desconcertaba.—¿Todo bien? —preguntó con su voz grave y tranquilizadora.Inhalé hondo y negué lentamente, sintiendo un peso abrumador sobre mis hombros.—Nada está bien. Alessandro me dejará terminar mis estudios, pero no quiere que los ejerza —dije, notando cómo su ceño se fruncía y, por primera vez, pude leerlo claramente. Tenía ira.—No puedo hacer nada para ayudarte —respondió, sus palabras eran firmes pero no frías, como si lamentara su impotencia en la situación.—Lo sé, solo… quería hablarlo, no pretendo ser una esposa sumisa, así que tal vez ese será nuestro problema en nuestro… matrimonio —la palabra se sentía como un peso muerto en mi lengua.—Lo dices como si fuera tu sentencia de muerte.—¿Y no lo es? —alzé una ceja, sintiendo su mirada intensa clavada en mí por lo que par
POV VALENTINAEl combate comenzó con una furia que me dejó sin aliento. Marco se movía con una mezcla de fuerza y gracia que era hipnotizante. Cada golpe que daba resonaba en el sótano, y cada vez que recibía un golpe, lo encajaba con una determinación inquebrantable. Su oponente era bueno, pero Marco era simplemente mejor.La multitud gritaba y animaba, sus voces mezclándose en una cacofonía de emoción y adrenalina. No podía apartar la vista del ring. Marco, 'La Bestia', luchaba con una intensidad que nunca había visto en él. Había algo casi primitivo en su forma de pelear, una ferocidad que me dejó sin palabras.—Es increíble, ¿verdad? —dijo Ava, inclinándose hacia mí para hacerse oír sobre el ruido—. Nunca he visto a nadie pelear como él.Asentí, incapaz de articular una respuesta. La pelea continuó, cada minuto más intenso que el anterior. Marco lanzó un golpe final, un derechazo que derribó a su oponente. La multitud estalló en vítores mientras el presentador anunciaba la victori