ADELAIDA:
Mis ojos no dejan de mirar al hermoso hombre de piel morena y ojos grises. Debe de medir un metro noventa o más… Sus fuertes brazos bajo la ropa se dejan notar al igual que su pecho. Mis ojos escanean su rostro y lo primero que miro son sus labios… Mmm, carnosos y sabrosos. —Es hora de partir señor. Interrumpe mi escrutinio un albino que me mira con interés. —Buenos días mi lady. Me saluda con educación y lo devuelvo igual. —Buenos días mi lord. Digo haciendo una leve reverencia y este asiente para después ambos marcharse. No despego la vista de la ancha espalda del moreno y este me mira por encima del hombro para luego sonreír de medio lado y desaparecer de mi vista. —Me alegra de que no haya ido muy lejos mi lady, no encontré nada, tendré que volver en otro momento. Dice sin dejar de mirarme con evidente lascivia en sus ojos. Respiro profundamente y luego le muestro mi mejor sonrisa. —No se preocupe alteza, será para otra ocasión. —Si, será para otra ocasión. Dice brindándome su codo y yo lo tomo sin muchas ganas. Luego de haber dado una larga caminata y haber escuchado todo el parloteo del príncipe… Al fin decide llevarme a casa. —Gracias por el paseo alteza… Estuvo maravilloso. Digo sonriendo lo más que puedo y el príncipe asiente feliz. —Me alegra que le haya gustado… Mi lady, si me permite me retiro. Dice y yo asiento haciendo una exagerada reverencia. —Espero que llegue con bien a su hogar su alteza. Tal vez se vaya por un barranco. Pienso con una sonrisa mental. —Gracias mi lady… No vemos. Dice y su mayordomo cierra la puerta de su carruaje y ambos juntos a un grupo de guardias se marchan. Cuándo los pierdo de vista, dejo caer mis hombros y respiro con fastidio. —Hijo de su… —¿Qué piensabas decir? Interrumpe mi madre y arrugo el ceño. —Nada. Hablo con fastidio para luego retirarme a mi habitación sin importarme sus horribles gritos que inundan la mansión. En otro lado, un moreno de ojos grises avanza en un lujoso carruaje pensativo. —Zacary. Lo llama este con voz profunda al hombre a su lado. —¿Que se le ofrece señor? Pregunta el chico atento a cada palabra. —Investiga a la chica, quiero saber todo de ella. Dice él sin despegar los ojos del albino. Zacary frunce el ceño y lo mira dudoso. —Disculpe señor, pero ¿Qué chica? Pregunta y el moreno le da una mala mirada mientras frunce el ceño. —De acuerdo, de acuerdo… Hablas de esa chica, aquella rubia… ¿Cómo se llama? Pregunta el albino y el moreno se encoge de hombros. —No lo sé… Para eso te tengo a tí, para que investigues quien es, y me des su nombre. Habla para luego cerrar los ojos. El chico se queda confundido y mira a su señor con ojos abiertos y confundidos. —Tengo una duda señor… ¿Por qué quieres saber de ella? ¿Lo ofendió? Pregunta con curiosidad y duda. —No Zacary… Esa bella dama me pertenece. Dice con una sonrisa maliciosa que deja al pobre chico más confundido. —¿Le pertenece? Pero señor… Si usted se va a casar con… Una mala mirada hace que el chico se calle. —No me cuestiones y sólo haz lo que te digo. Habla con voz seca y Zacary asiente. —Somos amigos… No entiendo por qué me trata peor que un perro. Murmura balbuceando. —Puedo escucharte. —Lo sé. Responde el chico cruzándose de brazos. Mientras todo esto ocurre en el reino Diamond un hombre con apariencia desaliñada arrastra una espada llena de sangre. —Mi señor. Sale el mayordomo a recibirlo con rostro tranquilo mientras hace seña para que prepare un baño para su rey. —Quiero todo en orden, y encárgate de buscarme una de las mejores putas que tengas. Dice con voz seca y sube las escaleras lentamente mientras mira a todo a su alrededor con una sonrisa siniestra. —Hijo… ¿Qué te pasó? Pregunta su madre alarmada y este solo ríe acercándose a su madre y la toma por el mentón. —No me pasó nada madre, solo maté a unos cuántos para desestresarme por todo el trabajo que tengo que hacer. Dice como si estuviera hablando de algo no muy importante. Su madre lo mira con ojos abiertos. —Otra vez… No puede ser… ¿Qué te he dicho de asesinar personas? Estás arruinando este reino y nuestros planes James. Le grita su madre y este la toma por el cuello ejerciendo un poco de fuerza. —Te he dicho que no te metas en mis asuntos madre… La única razón por la cual continuas con vida, es por qué te necesito, o de lo contrario te habría matado al igual qué papá. Dice para luego soltarla con brusquedad. La mujer cae al suelo mientras respira con dificultad y aprieta los puños. —No te enojes madre, no es personal. Dice para sonreír de medio lado y pasar por su lado. —Rodrigo. Lo llama este y el mayordomo lo sigue de inmediato con dirección a su despacho. —Mi señor. Habla Rodrigo con la cabeza baja. —Quiero infiltrados en el pueblo de los lobos, quiero saber todo lo que pasa allá. Dice tomando asiento y cruza sus piernas. —Señor, esas tierras están muy vigiladas, es imposible ser penetrada. —Sé que las tierras de mi primo está vigilada Rodrigo, quiero vigilantes sea como sea, no puedo permitir que haya dos gobernantes en un solo reino… Las informaciones me dicen que más personas se están uniendo a esas bestias. —Así es señor, todo el pueblo dice que las tierras de las bestias son más prósperas que estás. Dice el mayordomo y James lo mira con ojos asesinos. —Ya veo… Es hora de hacer nuevas alianzas con el reino Esmeralda… Conozco a alguien que es perfecto para mis planes. —¿No sería muy arriesgado señor? Pregunta el mayordomo. —Para nada… Es el plan perfecto… Toma envía esta solicitud de matrimonio al duque Ivanov, es hora de hacer nuevas alianzas.Mi nombre es Raizel Norfolk, archiduque de las tierras del norte del reino Diamond, y rey alfa para mí gente, para mi querida y amada manada.—¿Una solicitud de matrimonio? ¿Tu primo está loco?Pregunta Zacary mi beta, mostrando el documento firmado con el anillo del rey.—¿Ahora es que sabes que mi primo está demente? Pregunto rodando los ojos mientras tomo el documento entre mis manos y leo las locuras de mi primo.—Debes de rechazar la solicitud, no puedes casarte con una mujer que no es tu pareja predestinada, así lo dicta la ley.Dice Zacary arrugando el ceño.—¿Casamiento? ¿Quién va a casarse?Pregunta el jefe de todos mis soldados entrando a mi despacho —Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas Bastián.Le recrimina Zacary y este toma asiento en uno de los muebles sin prestarle mucha atención.—Alfa, si me lo permite reuniré a mis hombres para matar al estúpido emperador, puedo asegurarle que será presa fácil, le caeremos de sorpresa.Dice Bastián serio y niego
ADELAIDA:Mis manos acarician algo duro y a la vez suave ¿Qué será? Pienso en medio del sueño, pero aún así no me despierto, me siento tan cómoda.Un ronco gemido me hace abrir los ojos de golpe y me siento en la cama mirando en todos lados pero está oscuro.—Dónde estoy.Murmuro para mí misma al reconocer que no es mi habitación… Mis sabanas no son así de suaves… Además, esta habitación tiene dos ventanas donde filtra la luz de la noche.—Donde perteneces.Escucho la voz ronca de un hombre y mi corazón se dispara.—¿Acaso me han secuestrado?Pienso, pero mi mente queda en blanco cuando la persona junto a mi, me hala y se coloca encima de mí.—¿Cómo entraste aquí pequeña?Me pregunta mientras olfatea mi cuello, pero yo solo puedo pensar en la gran cosa que presiona mi entre pierna.—¿Acaso eso es?...Pregunto conmocionada y escucho su ronca risa.—Es todo tuyo si así lo quieres.Susurra en mi oído haciendo que me estremezca.Él levanta la cabeza para mirarme y sus ojos brillantes de c
ADELAIDA:Mis manos acarician el sedoso cabello de mi gato y sonrío dormida mientras lo escucho ronronear.¡Esperen! ¡Pero si no tengo gatos!Pienso y abro los ojos de golpe llevándome un susto de muerte al ver cómo duermo en el pecho de alguien que duerme plácidamente.Mi primer instinto es gritar, pero no lo hago cuando varios recuerdos llegan a mi mente.—Mierda, mierda.Murmuro intentando levantarme, pero sus fuertes brazos me acurrucan a su cuerpo para luego decir.—Aún es temprano, duerme un poco más.Dice y quiero llorar… Cielos… ¿Qué hice?Con algo de esfuerzo me separo de sus brazos y me coloco en pies con miles de pensamientos.¿Cómo llegué aquí? ¿Fui secuestrada? ¿Cómo me trajo aquí?El hombre que tengo entendido se llama Raizel… Se comienza a despertar y busco algo con que defenderme.Tomo una lámpara y el moreno me mira alzando las cejas.—¿Qué crees que haces?Pregunta con la voz adormilada.—¿No es obvio? Intento defenderme de tí…Hablo fingiendo seguridad mientras lo
—¡Adelaida!La voz de mi sirvienta personal me hace saltar de mi lugar y coloco una mano en mi pecho.—Cielos… Me asustaste.Menciono ingresando a mi habitación mientras observo todo el lugar para verificar de que no haya nadie.—Señorita, lamento interrumpirla, pero me asusté cuándo vine a su habitación y no la encontré, dígame ¿Dónde estaba? ¿Y esa ropa que lleva puesta? Parece ser de hombre…Me pregunta y la miro de reojo mientras observo todas las ventanas y veo que están bien cerradas con seguro ¿Cómo entró aquí para llevarme?Pienso frunciendo el ceño.—Hay si te cuento… Saldrías espantada Lili.Murmuro y busco alguna abertura por dónde ese individuo entró anoche.—Déjese de cosas señorita… Mejor dígame qué busca y yo se lo encuentro por usted, debe de tomar un baño y cambiarse para la salida con su madre y hermana.Dice y tuerzo los labios.—Odio esas estúpidas fiestas de té… En fin, no busco nada Lili, ven ayúdame a tomar mi baño estoy agotada.Digo y ella asiente dirigiéndose
ADELAIDA:Al llegar al patio trasero de la familia prieto, varias jovencitas nobles noble, con sus respectivas madres ya se encontraban charlando.—Buenas tardes.Saluda mi madre haciendo una referencia y mi hermana y yo le seguimos atrás.—Buenas tardes querida, es un gusto que haya venido a nuestra humilde fiesta duquesa Ivanov.Habla la señora Prieto con una sonrisa muy exagerada.—Gracias a usted por la invitación marquesa.Dice mi madre con elegancia mientras observa a todas las señoritas con una sonrisa falsa.—Hay, pero que maleducada soy, venga tomen asiento… Lady Adelaida, es un gusto tenerla aquí, espero que cuándo se convierta en la futura emperatriz continúe con esa misma humildad.Dice y sonrío sin mostrar los dientes.—Continuaré siendo la misma, marquesa Prieto.Respondo y me siento incómoda al tener todas las miradas en mi persona.Mi madre por fin hace algo bueno y comienza a hablar de todo lo que hará cuándo yo sea emperatriz… Bla, bla… Así llevándose todas las mirad
ADELAIDA:Salgo del despacho de mi padre y Lili me mira con pena al ver mis manos.—Vamos, hay que curarte esas manos.Dice ella con tristeza y solo asiento caminando con dirección a mi habitación.En los pasillos me encuentro con mi madre y hermana mayor que me miran con burla.—Supongo que ya recibiste tu castigo, eso te ayudará a comportarte en la sociedad.Habla mi madre destilando veneno y solo paso por su lado sin decir media palabra.—Vaya madre, aún así no deja la mala educación.Habla la víbora de mi hermana.—Es normal cariño, no puede negar sus raíces.Dice mi madre, pero no presto atención a sus palabras y me marcho junto a la persona que siempre ha estado conmigo; mi nana, y mi sirvienta personal.Ella se encarga de curar las heridas de mis manos para luego vendarlo, mientras yo tengo mi mirada fija en la pared.Lili me ayuda a bañarme y luego me coloca un ligero camisón.—Usted descanse señorita, iré a prepararle algo de comida.Dice y asiento sin decir nada.Rato más ta
ADELAIDA: —¿Quién fue el maldito que te hizo esto? Carajo. Pienso mientras mis ojos se abren al darme cuenta de que tengo un lobo alfa frente a mí. Según lo que me han contado, los lobos son salvajes y agresivos, además de que tienen una fuerza mayor que la de un humano normal. —Eres un lobo. Afirmo mientras la voz me tiembla un poco. —Eso no es importante, responde Adelaida. Ordena y no me queda de otra. —Está bien… Fue mi padre. Lo digo en un tono bajo y este frunce el ceño mientras una vena se hace presente en su sien. Intento quitar mi mano, pero un gruñido de su parte me hace dejarlo. M****a ¿Cómo me metí con un lobo? Me pregunto mientras me doy un golpe mental por tonta, y no haberme dado cuenta antes. El lobo comienza a curarme delicadamente y envuelve mi herida para luego mirarme. —¿Por qué tú padre te hizo esto? Creo que eres lo suficientemente mayor para estar recibiendo esa clase de castigos. Dice y me encojo de hombros. —Eso no es importante… ¿Tienes algo d
RAIZEL:La observo dormir en mi pecho mientras ambos permanecemos en el balcón después de una caliente sesión que la dejó agotada.—Es tan hermosa.Ronronea mi lobo Jacobo y estoy de acuerdo.—Es muy hermosa la chiquilla, y solo será nuestra.Le digo y este asiente de acuerdo.Aspiro su aroma una vez más antes de marcharme.Ya el sol comienza a hacer acto de presencia y sería un caos si me encuentran en este lugar.Así que me quito la chaqueta que llevo puesta y cubro bien a la pequeña humana que da suaves ronquidos que me provocan risa.—No puedo percibir ningún rastro de magia en ella… ¿Cómo es que ha estado apareciendo en nuestra cama?Pregunta mi lobo y me quedo pensativo.—Creo que tendremos que investigar qué es lo que está pasando… No es normal que esto ocurra, además es imposible que ella penetre la propiedad sin que absolutamente nadie se dé cuenta.Hablo y mi lobo está de acuerdo.—Es hora de irnos.Le hablo a mi lado por medio del enlace y observo a Adelaida.—Hasta pronto