ADELAIDA:
Al llegar al patio trasero de la familia prieto, varias jovencitas nobles noble, con sus respectivas madres ya se encontraban charlando. —Buenas tardes. Saluda mi madre haciendo una referencia y mi hermana y yo le seguimos atrás. —Buenas tardes querida, es un gusto que haya venido a nuestra humilde fiesta duquesa Ivanov. Habla la señora Prieto con una sonrisa muy exagerada. —Gracias a usted por la invitación marquesa. Dice mi madre con elegancia mientras observa a todas las señoritas con una sonrisa falsa. —Hay, pero que maleducada soy, venga tomen asiento… Lady Adelaida, es un gusto tenerla aquí, espero que cuándo se convierta en la futura emperatriz continúe con esa misma humildad. Dice y sonrío sin mostrar los dientes. —Continuaré siendo la misma, marquesa Prieto. Respondo y me siento incómoda al tener todas las miradas en mi persona. Mi madre por fin hace algo bueno y comienza a hablar de todo lo que hará cuándo yo sea emperatriz… Bla, bla… Así llevándose todas las miradas a ella. —Lady Adelaida, escuché que usted y el príncipe no son tan cercanos… ¿Es eso cierto? Me pregunta Anastasia Prieto, hija mayor de la marquesa mientras me mira con ojos afilados. Sonrío de medio lado y la miro a los ojos. —Creo que eso son temas personales y no debe de meterse en eso Lady Prieto, ser entrometido es mal visto. Le hablo con seriedad y todos en la mesa me miran con desaprobación. —Jajaja, no le hagan caso a mi hermosa hija… Ella se pone muy sensible cuándo está en sus días… ¿Verdad cariño? Me pregunta con una sonrisa falsa y una mirada asesina. —Así es… Me disculpo Lady Prieto. Digo con una sonrisa falsa y la chica me mira con odio… Jejeje. —Mi niña es toda una dama de sociedad, educada, y muy respetuosa, sus majestades la aman al igual que él príncipe heredero… A Veces me da algo de envidia no tener un amor tan genuino como el suyo. La voz de mi madre sale con fluidez y limpia una falsa lágrima al decir lo último. —¿Tanto se aman? Pregunta una chica ilusionada. —Por supuesto que sí… Pero a mi querida hija le da pena hablar de su relación con el príncipe… Es tan tímida. Dice ella y todas me miran comprensiva, menos la marquesa, su hija y mi hermana claro. —Hermana… Debes de dejar la timidez y ser una persona abierta, eso te hace una buena emperatriz. Dice ella con media sonrisa, y cuándo voy a responder las chicas del servicio entran con varias bandejas de bocadillos. —Lamento que nuestra charla se haya interrumpido… Espero que los disfruten. Dice la marquesa y todos procedemos a tomar nuestro té y comer nuestros respectivos bocadillos que están deliciosos. La ridícula fiesta de té pasó sin contratiempos y ya es momento de volver a nuestro carruaje. —Duquesa Ivanov, espero que pronto haga una fiesta de té y nos invite a su hermosa morada. Habla la marquesa y madre sonríe como serpiente. —Por supuesto marquesa Prieto, pronto les llegarán las invitaciones. Habla mientras hacemos una reverencia para retirarnos. —Maldita víbora. Murmura mi madre cuándo estamos de camino al carruaje. —¿Por qué hablas a su espalda? Pienso que deberías habérselo dicho de frente. Le digo con media sonrisa h observo su mirada de odio. —Estás castigada Adelaida… ¿Cómo se te ocurre hablarle así delante de todas las señoritas y sus madres? Pregunta con evidente furia. —No me gusta ser hipócrita. Hablo con poco interés y mi hermana me mira con desaprobación y burla. —Vaya, sí que serás una mala emperatriz… Pobre del príncipe heredero. La voz de mi hermana me hace alzar las cejas y la miro con media sonrisa para luego subir al carruaje negando varias veces. Al llegar a la mansión lo primero que hago es dirigirme a mi habitación sin decir media palabras y cierro con seguro. —Al fin llega señorita, aquí tienes. Dice Lili dándome una taza de té con un olor horrible. —¿Esto funcionará? Huele horrible Lili. Me quejo haciendo una cara de asco. —Es lo mejor del mercado señorita, debe beberlo al menos que quiera sorpresa. —Cierto… Bueno, aquí voy. Digo mientras cierro los ojos y me tomo ese asqueroso té que me da algunas arcadas. —Sabe asqueroso… No vuelvo a hacer más el acto si eso significa tener que estar bebiendo esa asquerosidad. Menciono mientras tomo asiento en uno de los muebles de mi habitación. —Señorita Adelaida… Esto se lo digo por su bien, no cometa más locuras de las cuales puede salir perjudicada. —Lo sé Lili, y gracias por tu preocupación. Le hablo con agradecimiento y ella sonríe… Lili ha sido como una madre, una hermana, ella siempre ha estado conmigo en mis peores momentos y me aconseja cuándo lo cree necesario. La puerta de mi habitación es tocada y Lili se dirige a abrirla. —El señor quiere ver a la señorita Adelaida de inmediato. Escucho la voz de una de las sirvientas y Lili asiente cerrando la puerta. —¿Qué hiciste? ¿Por qué el señor quiere verte? Me pregunta sin quitarme los ojos de arriba y me encojo de hombros. —Ni idea, no sé por qué ese viejo quiere verme. Digo colocándome en pies y me dirijo al despacho de mi parte mientras Lili me sigue. Al estar frente al despacho toco la puerta y escucho un pase. Lili me mira algo asustada y le sonrío para tranquilizarla antes de entrar. Hago una reverencia cuando estoy dentro. —Me mandó a llamar padre. Hablo en un tono no muy alto y veo como alza la mirada para luego seguir con su papeleo. Luego de estar media hora parado el viejo me mira y se coloca en pies. —Adelaida. —¿Si? —Tu madre me contó sobre el pequeño show que casi haces en la fiesta de té de los prietos. Dice con un tono amenazante mientras se acerca a mi con un pequeño palo en forma de regla. —No fue nada… Hablo con algo de temer, pero lo oculto muy bien. —¿No fue nada? ¿Decirle entrometida a una noble no es nada? Pregunta alzando la voz y me sobresalto un poco. —Te he criado para ser una noble educada, te crié para que sepas comportarte y no para que hundas esta familia con tu estúpido vocabulario. Dice enojado y la verdad no encuentro el por qué a tanto enojo. —Padre… —¡Cállate! Grita y yo hago silencio de inmediato. —Extiende tus manos. Dice y niego. —Padre por favor… Por esa simple palabras no puedes hacerme esto. Digo, pero su mirada furiosa hace que extienda mis manos. Mi padre toma el palo en forma de regla y el primer golpe cae en las palmas de mis manos. Luego el segundo, el tercero… Cuarto… Y más. Con cada golpe siento como mi cuerpo se calienta y algo quiere explotar dentro de mí. —Vamos explota y demuestrame el poder que tienes. Dice con una sonrisa malvada y frunzo el ceño mientras una lágrima rueda por mi mejilla, pero me mantengo en silencio… ¿Por qué mi padre siempre habla de que explote y demuestre mi poder? Creo que el viejo está perdiendo el juicio. Cuando él se cansa me mira con fastidio. —Eres una perdida tiempo… ¡Largo!ADELAIDA:Salgo del despacho de mi padre y Lili me mira con pena al ver mis manos.—Vamos, hay que curarte esas manos.Dice ella con tristeza y solo asiento caminando con dirección a mi habitación.En los pasillos me encuentro con mi madre y hermana mayor que me miran con burla.—Supongo que ya recibiste tu castigo, eso te ayudará a comportarte en la sociedad.Habla mi madre destilando veneno y solo paso por su lado sin decir media palabra.—Vaya madre, aún así no deja la mala educación.Habla la víbora de mi hermana.—Es normal cariño, no puede negar sus raíces.Dice mi madre, pero no presto atención a sus palabras y me marcho junto a la persona que siempre ha estado conmigo; mi nana, y mi sirvienta personal.Ella se encarga de curar las heridas de mis manos para luego vendarlo, mientras yo tengo mi mirada fija en la pared.Lili me ayuda a bañarme y luego me coloca un ligero camisón.—Usted descanse señorita, iré a prepararle algo de comida.Dice y asiento sin decir nada.Rato más ta
ADELAIDA: —¿Quién fue el maldito que te hizo esto? Carajo. Pienso mientras mis ojos se abren al darme cuenta de que tengo un lobo alfa frente a mí. Según lo que me han contado, los lobos son salvajes y agresivos, además de que tienen una fuerza mayor que la de un humano normal. —Eres un lobo. Afirmo mientras la voz me tiembla un poco. —Eso no es importante, responde Adelaida. Ordena y no me queda de otra. —Está bien… Fue mi padre. Lo digo en un tono bajo y este frunce el ceño mientras una vena se hace presente en su sien. Intento quitar mi mano, pero un gruñido de su parte me hace dejarlo. M****a ¿Cómo me metí con un lobo? Me pregunto mientras me doy un golpe mental por tonta, y no haberme dado cuenta antes. El lobo comienza a curarme delicadamente y envuelve mi herida para luego mirarme. —¿Por qué tú padre te hizo esto? Creo que eres lo suficientemente mayor para estar recibiendo esa clase de castigos. Dice y me encojo de hombros. —Eso no es importante… ¿Tienes algo d
RAIZEL:La observo dormir en mi pecho mientras ambos permanecemos en el balcón después de una caliente sesión que la dejó agotada.—Es tan hermosa.Ronronea mi lobo Jacobo y estoy de acuerdo.—Es muy hermosa la chiquilla, y solo será nuestra.Le digo y este asiente de acuerdo.Aspiro su aroma una vez más antes de marcharme.Ya el sol comienza a hacer acto de presencia y sería un caos si me encuentran en este lugar.Así que me quito la chaqueta que llevo puesta y cubro bien a la pequeña humana que da suaves ronquidos que me provocan risa.—No puedo percibir ningún rastro de magia en ella… ¿Cómo es que ha estado apareciendo en nuestra cama?Pregunta mi lobo y me quedo pensativo.—Creo que tendremos que investigar qué es lo que está pasando… No es normal que esto ocurra, además es imposible que ella penetre la propiedad sin que absolutamente nadie se dé cuenta.Hablo y mi lobo está de acuerdo.—Es hora de irnos.Le hablo a mi lado por medio del enlace y observo a Adelaida.—Hasta pronto
ADELAIDA:Mis ojos observan al hombre que le hace una reverencia a mi madre mientras le sonríe con suavidad mientras anoche hacia con mi cuerpo lo que se le venía en gana.El muy maldito de Raizel me observa de reojo, pero lleva sus ojos a mi hermana que le sonríe mientras lo observa de arriba abajo.De pronto las puertas son abiertas y mi padre entra con una sonrisa de oreja a oreja.—Archiduque Raizel Norfolk, es un placer tenerlo en este humilde hogar.La voz emocionada de mi padre no se hace esperar y ambos estrechan sus manos.—El placer es mío duque Ivanov… Veo que tiene una hermosa familia.Dice mientras vuelve a mirarme de reojo y mi padre ríe orgulloso.—Gracias archiduque Norfolk, le presento a mi hermosa familia.Dice dirigiéndose a nosotros.—Ella es mi esposa Leticia Ivanov.—Me da gusto conocerla duquesa, he escuchado mucho de usted.Dice Raizel dejando un beso en la mano de mi madre y frunzo el ceño sintiendo un malestar en el estómago.—Oh, gracias querido.Habla ella
ADELAIDA:Las sirvientas llegan con bandejas de bocadillos y taza de té que huele muy delicioso.—Dígame archiduque Norfolk ¿Cuándo se piensa casar con mi cuñada?Pregunta mientras una de las sirvientas le sirven una taza de té.Mis ojos caen automáticamente en Raizel que mira al príncipe con el ceño fruncido, pero luego se relaja un poco.—Con todo respecto alteza, pero creo que eso no es de su incumbencia.Dice con voz firme y mi madre casi vomita el té mientras que el cuerpo de mi padre se tensa por completo.—Lo lamento alteza, al parecer el archiduque no es muy conversador… Jajaja, verá… Apenas se están conociendo y …—Se casarán en un mes.Dice mi padre cortando el parloteo de mi madre.—¿Qué? Pregunta mi hermana confundida.—No hay tiempo que perder, el emperador ha dado la autorización, en una semana serán presentados y en un mes la boda.Dice mi padre con determinación y solo miro a Raizel que cierra los puños con fuerza.—Vaya… Muchas felicidades.Dice el príncipe, pero se
ADELAIDA:Luego de él príncipe haber pagado la enorme cantidad continuamos caminando mientras observamos algunos puestos de comida.—Miren hay una obra que va a empezar.Habla mi hermana deteniéndose frente a un cartel.—Que bien, pero ya quiero irme a casa.Digo suspirando, la verdad estoy cansada y aburrida.—Hay, no seas así hermanita, sería divertido y romántico asistir… ¿Qué dices lord Norfolk?Le pregunta a Raizel mirándolo con lo que supongo es ¿Coquetería?—Si, creo que no estaría mal mirar una obra.Dice este y ruedo los ojos.—Bien, entonces el príncipe y yo nos marcharemos…—No, claro que no lady Ivanov, me encantaría mirar la obra, venga.Dice tomándome del brazo y me lleva dentro.Los administradores al ver al príncipe nos dejan pasar de inmediato y sin problemas alguno.Nos sentamos en la segunda fila ya que hay varios asientos vacíos.Soy la primera en tomar asiento y atrás me sigue mi hermana, luego el príncipe y por último Raizel.—Compórtate Adelaida, me estás hacien
ADELAIDA:Raizel se defiende con agilidad y de inmediato mata al encapuchado clavando su espada justo en su corazón.—Ven hay que salir de aquí.Menciona arrastrándome tras él mientras varios escombros comienzan a caer del techo.En el intento de salir tres hombres encapuchados igual nos rodean con la clara intención de asesinarnos.—Maldición… Tú corres mientras yo los distraigo.Dice y trato de negar.—No me lleves la contraria Adelaida, ahora no.Dice mientras observa a los atacantes.—Pero…—Por favor, vete ya te alcanzo.Dice y asiento no muy convencida y comienzo a correr dónde parece ser la salida.Miro hacia atrás y Raizel lucha con los tres al mismo tiempo sin darles ventajas de hacer nada.Cuándo vuelvo a mirar hacia adelante choco con un enorme cuerpo que me hace dar varios pasos hacia atrás.—Maldita sea.Murmuro estabilizandome y observo una sonrisa en el rostro del hombre con el que choqué.—No tan rápido preciosa, ven aquí.Dice intentando agarrarme, pero lo esquivo cor
ADELAIDA:Abro los ojos que no supe cuando lo cerré y escucho la queja de Raizel.—Maldición. Su gran cuerpo trata de moverse, pero escuchamos pasos y nos quedamos muy quietos.—No te muevas.Me susurra casi inaudible y me aprieto más a su cuerpo para que capte que lo he escuchado.Los pasos se escuchan más cerca del carruaje y dejo de respirar mientras el corazón golpea mi pecho de manera frenética.Pero un fuerte gruñido se escucha fuera y los gritos ahogados no se hacen esperar.—Debo salir.Susurra el lobo y lo miro con los ojos bien abiertos.—Raizel…—Estaré bien preciosa, solo no hagas nada que delate dónde estás ¿De acuerdo?Lo miro por unos segundos y luego asiento no muy convencido.Raizel deja un beso en mi frente y de una patada abre la puerta del carruaje y sale con una habilidad increíble.La puerta del carruaje se cierra de golpe y yo busco la manera de como mirar hacia fuera.Por una pequeña abertura observo y miro dos lobos descuartizar los cuerpos de varios encapuch