—¡Adelaida!
La voz de mi sirvienta personal me hace saltar de mi lugar y coloco una mano en mi pecho. —Cielos… Me asustaste. Menciono ingresando a mi habitación mientras observo todo el lugar para verificar de que no haya nadie. —Señorita, lamento interrumpirla, pero me asusté cuándo vine a su habitación y no la encontré, dígame ¿Dónde estaba? ¿Y esa ropa que lleva puesta? Parece ser de hombre… Me pregunta y la miro de reojo mientras observo todas las ventanas y veo que están bien cerradas con seguro ¿Cómo entró aquí para llevarme? Pienso frunciendo el ceño. —Hay si te cuento… Saldrías espantada Lili. Murmuro y busco alguna abertura por dónde ese individuo entró anoche. —Déjese de cosas señorita… Mejor dígame qué busca y yo se lo encuentro por usted, debe de tomar un baño y cambiarse para la salida con su madre y hermana. Dice y tuerzo los labios. —Odio esas estúpidas fiestas de té… En fin, no busco nada Lili, ven ayúdame a tomar mi baño estoy agotada. Digo y ella asiente dirigiéndose al baño. Cuándo la tina ya está lista procedo a quitarme la ropa que me prestó Raizel y Lili grita mirándome con horror. —Señorita Adelaida… ¿Qué le hicieron? ¿Acaso usted?... Ella sólo señala y no termina la oración así que me miro y grito de horror ¡Ese maldito! Lo maldigo en mi mente al ver todas las marcas que me hizo ese cavernícola en el cuerpo. Miro hacia el techo rogando paciencia y luego suspiro mirando a Lili. —Ni una palabra de esto a nadie… Ese maldito me secuestró anoche. Hablo mientras me entro en la tina con el ceño fruncido. Lili me mira con pena y tristeza para luego decir. —Usted fue violada… Mi señorita yo… —No, no, no. La detengo antes de que su mente comience a imaginar la peor escena. —¿No? Pero usted dijo que la secuestraron. Habla confundida y procedo a contarle. —No se como lo hizo, pero cuando desperté estaba en la cama de ese… Amm, hombre… Una casa llevó a la otra y te juro que me hizo sentir estrellitas… La verdad no entiendo como algo tan grande pudo caber ahí abajo y hacerme sentir tan… —No es necesario los detalles señorita, con eso es más que suficiente. Dice con el rostro rojo y me doy cuenta que me he excedido en detalles. —Bueno si, tienes razón… Creo que me he excedido. Digo con un suspiro mientras Lili ayuda con mi baño hasta que terminamos, y ella ayuda a cubrir mi cuerpo para dirigirme a la habitación. —Señorita Adelaida… Se que esto no me concierne, pero ¿Ha tomado algo? Ya sabe para evitar… Habla en tono bajo mientras hace unas raras señas con su mano en su vientre. Al principio frunzo el ceño por no entender, pero luego caigo en cuenta de lo que quiere decir. —Mierda no. —¿Qué es ese vocabulario Adelaida? ¿Qué te he dicho sobre usar esas feas palabras? No son de una señorita de clase… Pero bueno, que se puede esperar de tí. La voz de mi madre nos interrumpe y siento como se me congela la sangre. Carajo. —Madre… ¿Qué haces aquí? Le pregunto mientras ignoro todo lo que ha dicho. Ella sólo me mira con desagrado y luego dirige su vista a mi habitación escaneando todo para ver qué criticar. —Solo vine a recordarte la fiesta de té que tenemos en casa de los prieto… Por enésima vez Adelaida… No quiero que me avergüences delante de esa familia, tienen mucha influencia y debes comportarte como la dama de sociedad que eres ¿Quedó claro? —Sí madre, todo muy claro. Digo entre dientes y ella me echa un vistazo con desagrado para luego salir de mi habitación y dar un portazo antes de marcharse. Lili y yo suspiramos y nos miramos. —Necesito cubrir todas estas marcas Lili. Digo descubriéndome y ella cierra la puerta con seguro para luego dirigirse a mi asintiendo. —Otra cosa… Necesito ese té… No quiero sorpresas… Si sucede lo que tu y yo estamos pensando mi vida y la de un inocente estaría en peligro. —Por supuesto señorita, usted no se preocupe, yo me encargo de todo. —De acuerdo, muchas gracias Lili. —No tiene que darme las gracias, es mi trabajo señorita. Dice y se dirige a mí closet para buscar un vestido que cubran todas las marcas que no pueden ser vistas. Gracias al cielo no hace calor y puedo usar algo que me cubra todo. Mi melena rubia es recogido en una hermosa trenza con varias flores de distintos colores que lo hace lucir hermoso. Llevo un vestido verde esmeralda con bordados de color dorado que lo hace ver muy lindo y los guantes del mismo color de los bordados. Lili me realizó un suave maquillaje que hace resaltar la belleza de mi rostro y eso me tiene feliz. —El corset me está matando, pero estoy hermosa… Creo que soy la más hermosa de este reino ¿Verdad que si Lili? Le pregunto y ella niega con una sonrisa. —Señorita Adelaida, una mujer no puede tener el ego tan alto. Dice ella riendo y yo la sigo igual. —Mmm, no es mi culpa que piense diferente a esta generación… Creo que mi cerebro está adelantado a este tiempo. Digo mientras ajusto mis guantes y con un suspiro me dirijo a soportar a mi madre y hermana menor. (...) Ya en el carruaje no soporto más la voz de esta dos. —La modista me prometió el mejor vestido para el baile, seré la más hermosa de esa noche madre. La chillona voz de mi hermanita hace que mi cabeza duela. —Por supuesto que sí, mi bebé será la más hermosa de ese baile, la mirada de todos los hombres estarán sobre ti tesoro. La voz de mi madre hace que mis oídos sangren. —Hemos llegado, señora y señorita Ivanov. Interrumpe el cochero abriendo la puerta y respiro algo aliviada. Por fin dejaré de escucharlas por un buen rato.ADELAIDA:Al llegar al patio trasero de la familia prieto, varias jovencitas nobles noble, con sus respectivas madres ya se encontraban charlando.—Buenas tardes.Saluda mi madre haciendo una referencia y mi hermana y yo le seguimos atrás.—Buenas tardes querida, es un gusto que haya venido a nuestra humilde fiesta duquesa Ivanov.Habla la señora Prieto con una sonrisa muy exagerada.—Gracias a usted por la invitación marquesa.Dice mi madre con elegancia mientras observa a todas las señoritas con una sonrisa falsa.—Hay, pero que maleducada soy, venga tomen asiento… Lady Adelaida, es un gusto tenerla aquí, espero que cuándo se convierta en la futura emperatriz continúe con esa misma humildad.Dice y sonrío sin mostrar los dientes.—Continuaré siendo la misma, marquesa Prieto.Respondo y me siento incómoda al tener todas las miradas en mi persona.Mi madre por fin hace algo bueno y comienza a hablar de todo lo que hará cuándo yo sea emperatriz… Bla, bla… Así llevándose todas las mirad
ADELAIDA:Salgo del despacho de mi padre y Lili me mira con pena al ver mis manos.—Vamos, hay que curarte esas manos.Dice ella con tristeza y solo asiento caminando con dirección a mi habitación.En los pasillos me encuentro con mi madre y hermana mayor que me miran con burla.—Supongo que ya recibiste tu castigo, eso te ayudará a comportarte en la sociedad.Habla mi madre destilando veneno y solo paso por su lado sin decir media palabra.—Vaya madre, aún así no deja la mala educación.Habla la víbora de mi hermana.—Es normal cariño, no puede negar sus raíces.Dice mi madre, pero no presto atención a sus palabras y me marcho junto a la persona que siempre ha estado conmigo; mi nana, y mi sirvienta personal.Ella se encarga de curar las heridas de mis manos para luego vendarlo, mientras yo tengo mi mirada fija en la pared.Lili me ayuda a bañarme y luego me coloca un ligero camisón.—Usted descanse señorita, iré a prepararle algo de comida.Dice y asiento sin decir nada.Rato más ta
ADELAIDA: —¿Quién fue el maldito que te hizo esto? Carajo. Pienso mientras mis ojos se abren al darme cuenta de que tengo un lobo alfa frente a mí. Según lo que me han contado, los lobos son salvajes y agresivos, además de que tienen una fuerza mayor que la de un humano normal. —Eres un lobo. Afirmo mientras la voz me tiembla un poco. —Eso no es importante, responde Adelaida. Ordena y no me queda de otra. —Está bien… Fue mi padre. Lo digo en un tono bajo y este frunce el ceño mientras una vena se hace presente en su sien. Intento quitar mi mano, pero un gruñido de su parte me hace dejarlo. M****a ¿Cómo me metí con un lobo? Me pregunto mientras me doy un golpe mental por tonta, y no haberme dado cuenta antes. El lobo comienza a curarme delicadamente y envuelve mi herida para luego mirarme. —¿Por qué tú padre te hizo esto? Creo que eres lo suficientemente mayor para estar recibiendo esa clase de castigos. Dice y me encojo de hombros. —Eso no es importante… ¿Tienes algo d
RAIZEL:La observo dormir en mi pecho mientras ambos permanecemos en el balcón después de una caliente sesión que la dejó agotada.—Es tan hermosa.Ronronea mi lobo Jacobo y estoy de acuerdo.—Es muy hermosa la chiquilla, y solo será nuestra.Le digo y este asiente de acuerdo.Aspiro su aroma una vez más antes de marcharme.Ya el sol comienza a hacer acto de presencia y sería un caos si me encuentran en este lugar.Así que me quito la chaqueta que llevo puesta y cubro bien a la pequeña humana que da suaves ronquidos que me provocan risa.—No puedo percibir ningún rastro de magia en ella… ¿Cómo es que ha estado apareciendo en nuestra cama?Pregunta mi lobo y me quedo pensativo.—Creo que tendremos que investigar qué es lo que está pasando… No es normal que esto ocurra, además es imposible que ella penetre la propiedad sin que absolutamente nadie se dé cuenta.Hablo y mi lobo está de acuerdo.—Es hora de irnos.Le hablo a mi lado por medio del enlace y observo a Adelaida.—Hasta pronto
ADELAIDA:Mis ojos observan al hombre que le hace una reverencia a mi madre mientras le sonríe con suavidad mientras anoche hacia con mi cuerpo lo que se le venía en gana.El muy maldito de Raizel me observa de reojo, pero lleva sus ojos a mi hermana que le sonríe mientras lo observa de arriba abajo.De pronto las puertas son abiertas y mi padre entra con una sonrisa de oreja a oreja.—Archiduque Raizel Norfolk, es un placer tenerlo en este humilde hogar.La voz emocionada de mi padre no se hace esperar y ambos estrechan sus manos.—El placer es mío duque Ivanov… Veo que tiene una hermosa familia.Dice mientras vuelve a mirarme de reojo y mi padre ríe orgulloso.—Gracias archiduque Norfolk, le presento a mi hermosa familia.Dice dirigiéndose a nosotros.—Ella es mi esposa Leticia Ivanov.—Me da gusto conocerla duquesa, he escuchado mucho de usted.Dice Raizel dejando un beso en la mano de mi madre y frunzo el ceño sintiendo un malestar en el estómago.—Oh, gracias querido.Habla ella
ADELAIDA:Las sirvientas llegan con bandejas de bocadillos y taza de té que huele muy delicioso.—Dígame archiduque Norfolk ¿Cuándo se piensa casar con mi cuñada?Pregunta mientras una de las sirvientas le sirven una taza de té.Mis ojos caen automáticamente en Raizel que mira al príncipe con el ceño fruncido, pero luego se relaja un poco.—Con todo respecto alteza, pero creo que eso no es de su incumbencia.Dice con voz firme y mi madre casi vomita el té mientras que el cuerpo de mi padre se tensa por completo.—Lo lamento alteza, al parecer el archiduque no es muy conversador… Jajaja, verá… Apenas se están conociendo y …—Se casarán en un mes.Dice mi padre cortando el parloteo de mi madre.—¿Qué? Pregunta mi hermana confundida.—No hay tiempo que perder, el emperador ha dado la autorización, en una semana serán presentados y en un mes la boda.Dice mi padre con determinación y solo miro a Raizel que cierra los puños con fuerza.—Vaya… Muchas felicidades.Dice el príncipe, pero se
ADELAIDA:Luego de él príncipe haber pagado la enorme cantidad continuamos caminando mientras observamos algunos puestos de comida.—Miren hay una obra que va a empezar.Habla mi hermana deteniéndose frente a un cartel.—Que bien, pero ya quiero irme a casa.Digo suspirando, la verdad estoy cansada y aburrida.—Hay, no seas así hermanita, sería divertido y romántico asistir… ¿Qué dices lord Norfolk?Le pregunta a Raizel mirándolo con lo que supongo es ¿Coquetería?—Si, creo que no estaría mal mirar una obra.Dice este y ruedo los ojos.—Bien, entonces el príncipe y yo nos marcharemos…—No, claro que no lady Ivanov, me encantaría mirar la obra, venga.Dice tomándome del brazo y me lleva dentro.Los administradores al ver al príncipe nos dejan pasar de inmediato y sin problemas alguno.Nos sentamos en la segunda fila ya que hay varios asientos vacíos.Soy la primera en tomar asiento y atrás me sigue mi hermana, luego el príncipe y por último Raizel.—Compórtate Adelaida, me estás hacien
ADELAIDA:Raizel se defiende con agilidad y de inmediato mata al encapuchado clavando su espada justo en su corazón.—Ven hay que salir de aquí.Menciona arrastrándome tras él mientras varios escombros comienzan a caer del techo.En el intento de salir tres hombres encapuchados igual nos rodean con la clara intención de asesinarnos.—Maldición… Tú corres mientras yo los distraigo.Dice y trato de negar.—No me lleves la contraria Adelaida, ahora no.Dice mientras observa a los atacantes.—Pero…—Por favor, vete ya te alcanzo.Dice y asiento no muy convencida y comienzo a correr dónde parece ser la salida.Miro hacia atrás y Raizel lucha con los tres al mismo tiempo sin darles ventajas de hacer nada.Cuándo vuelvo a mirar hacia adelante choco con un enorme cuerpo que me hace dar varios pasos hacia atrás.—Maldita sea.Murmuro estabilizandome y observo una sonrisa en el rostro del hombre con el que choqué.—No tan rápido preciosa, ven aquí.Dice intentando agarrarme, pero lo esquivo cor