Cap:06 Marcas

—¡Adelaida!

La voz de mi sirvienta personal me hace saltar de mi lugar y coloco una mano en mi pecho.

—Cielos… Me asustaste.

Menciono ingresando a mi habitación mientras observo todo el lugar para verificar de que no haya nadie.

—Señorita, lamento interrumpirla, pero me asusté cuándo vine a su habitación y no la encontré, dígame ¿Dónde estaba? ¿Y esa ropa que lleva puesta? Parece ser de hombre…

Me pregunta y la miro de reojo mientras observo todas las ventanas y veo que están bien cerradas con seguro ¿Cómo entró aquí para llevarme?

Pienso frunciendo el ceño.

—Hay si te cuento… Saldrías espantada Lili.

Murmuro y busco alguna abertura por dónde ese individuo entró anoche.

—Déjese de cosas señorita… Mejor dígame qué busca y yo se lo encuentro por usted, debe de tomar un baño y cambiarse para la salida con su madre y hermana.

Dice y tuerzo los labios.

—Odio esas estúpidas fiestas de té… En fin, no busco nada Lili, ven ayúdame a tomar mi baño estoy agotada.

Digo y ella asiente dirigiéndose al baño.

Cuándo la tina ya está lista procedo a quitarme la ropa que me prestó Raizel y Lili grita mirándome con horror.

—Señorita Adelaida… ¿Qué le hicieron? ¿Acaso usted?...

Ella sólo señala y no termina la oración así que me miro y grito de horror ¡Ese maldito!

Lo maldigo en mi mente al ver todas las marcas que me hizo ese cavernícola en el cuerpo.

Miro hacia el techo rogando paciencia y luego suspiro mirando a Lili.

—Ni una palabra de esto a nadie… Ese maldito me secuestró anoche.

Hablo mientras me entro en la tina con el ceño fruncido.

Lili me mira con pena y tristeza para luego decir.

—Usted fue violada… Mi señorita yo…

—No, no, no.

La detengo antes de que su mente comience a imaginar la peor escena.

—¿No? Pero usted dijo que la secuestraron.

Habla confundida y procedo a contarle.

—No se como lo hizo, pero cuando desperté estaba en la cama de ese… Amm, hombre… Una casa llevó a la otra y te juro que me hizo sentir estrellitas… La verdad no entiendo como algo tan grande pudo caber ahí abajo y hacerme sentir tan…

—No es necesario los detalles señorita, con eso es más que suficiente.

Dice con el rostro rojo y me doy cuenta que me he excedido en detalles.

—Bueno si, tienes razón… Creo que me he excedido.

Digo con un suspiro mientras Lili ayuda con mi baño hasta que terminamos, y ella ayuda a cubrir mi cuerpo para dirigirme a la habitación.

—Señorita Adelaida… Se que esto no me concierne, pero ¿Ha tomado algo? Ya sabe para evitar…

Habla en tono bajo mientras hace unas raras señas con su mano en su vientre.

Al principio frunzo el ceño por no entender, pero luego caigo en cuenta de lo que quiere decir.

—Mierda no.

—¿Qué es ese vocabulario Adelaida? ¿Qué te he dicho sobre usar esas feas palabras? No son de una señorita de clase… Pero bueno, que se puede esperar de tí.

La voz de mi madre nos interrumpe y siento como se me congela la sangre.

Carajo.

—Madre… ¿Qué haces aquí?

Le pregunto mientras ignoro todo lo que ha dicho.

Ella sólo me mira con desagrado y luego dirige su vista a mi habitación escaneando todo para ver qué criticar.

—Solo vine a recordarte la fiesta de té que tenemos en casa de los prieto… Por enésima vez Adelaida… No quiero que me avergüences delante de esa familia, tienen mucha influencia y debes comportarte como la dama de sociedad que eres ¿Quedó claro?

—Sí madre, todo muy claro.

Digo entre dientes y ella me echa un vistazo con desagrado para luego salir de mi habitación y dar un portazo antes de marcharse.

Lili y yo suspiramos y nos miramos.

—Necesito cubrir todas estas marcas Lili.

Digo descubriéndome y ella cierra la puerta con seguro para luego dirigirse a mi asintiendo.

—Otra cosa… Necesito ese té… No quiero sorpresas… Si sucede lo que tu y yo estamos pensando mi vida y la de un inocente estaría en peligro.

—Por supuesto señorita, usted no se preocupe, yo me encargo de todo.

—De acuerdo, muchas gracias Lili.

—No tiene que darme las gracias, es mi trabajo señorita.

Dice y se dirige a mí closet para buscar un vestido que cubran todas las marcas que no pueden ser vistas.

Gracias al cielo no hace calor y puedo usar algo que me cubra todo.

Mi melena rubia es recogido en una hermosa trenza con varias flores de distintos colores que lo hace lucir hermoso.

Llevo un vestido verde esmeralda con bordados de color dorado que lo hace ver muy lindo y los guantes del mismo color de los bordados.

Lili me realizó un suave maquillaje que hace resaltar la belleza de mi rostro y eso me tiene feliz.

—El corset me está matando, pero estoy hermosa… Creo que soy la más hermosa de este reino ¿Verdad que si Lili?

Le pregunto y ella niega con una sonrisa.

—Señorita Adelaida, una mujer no puede tener el ego tan alto.

Dice ella riendo y yo la sigo igual.

—Mmm, no es mi culpa que piense diferente a esta generación… Creo que mi cerebro está adelantado a este tiempo.

Digo mientras ajusto mis guantes y con un suspiro me dirijo a soportar a mi madre y hermana menor.

(...)

Ya en el carruaje no soporto más la voz de esta dos.

—La modista me prometió el mejor vestido para el baile, seré la más hermosa de esa noche madre.

La chillona voz de mi hermanita hace que mi cabeza duela.

—Por supuesto que sí, mi bebé será la más hermosa de ese baile, la mirada de todos los hombres estarán sobre ti tesoro.

La voz de mi madre hace que mis oídos sangren.

—Hemos llegado, señora y señorita Ivanov.

Interrumpe el cochero abriendo la puerta y respiro algo aliviada.

Por fin dejaré de escucharlas por un buen rato.

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