ADELAIDA:
Mis manos acarician algo duro y a la vez suave ¿Qué será? Pienso en medio del sueño, pero aún así no me despierto, me siento tan cómoda. Un ronco gemido me hace abrir los ojos de golpe y me siento en la cama mirando en todos lados pero está oscuro. —Dónde estoy. Murmuro para mí misma al reconocer que no es mi habitación… Mis sabanas no son así de suaves… Además, esta habitación tiene dos ventanas donde filtra la luz de la noche. —Donde perteneces. Escucho la voz ronca de un hombre y mi corazón se dispara. —¿Acaso me han secuestrado? Pienso, pero mi mente queda en blanco cuando la persona junto a mi, me hala y se coloca encima de mí. —¿Cómo entraste aquí pequeña? Me pregunta mientras olfatea mi cuello, pero yo solo puedo pensar en la gran cosa que presiona mi entre pierna. —¿Acaso eso es?... Pregunto conmocionada y escucho su ronca risa. —Es todo tuyo si así lo quieres. Susurra en mi oído haciendo que me estremezca. Él levanta la cabeza para mirarme y sus ojos brillantes de color amarillo me asustan un poco… Esto no es normal, por lo tanto… —Estoy soñando ¿Verdad? Hablo para mí misma, luego sonrío de manera perversa. —Si es un sueño puedo hacer todo lo que quiera, incluso imaginarme que es el hombre guapo de labios sabrosos. Murmuro mientras rodeo su cuello con mis brazos y lo beso. La verdad que es la primera vez que beso a un chico, la primera vez fue como a los diez años cuándo un niño intentó besarme y me llenó casi toda la cara de saliva…. Iiuu. Siento sus tibios labios sobre los míos inexpertos y mi pobre corazón se acelera. Hago todo lo que hace de vuelta y escucho una sonrisa de su parte mientras se aleja un poco de mis labios. —¿Nunca habías besado? Pregunta con voz ronca y baja. —No. Hablo y siento mi voz algo extraña. —Entonces, eso es bueno, seré tu maestro. Dice para volver a besarme de manera diferente. Un gemido se escapa de mis labios cuándo siento su lengua adentrarse en mi boca mientras esa gran cosa presiona mi parte íntima haciendo un vaivén. Su boca deja la mía palpitante y siento como sus labios baja por mi cuello e inconscientemente le hago espacio. —Quiero que sepas que no estás soñando pequeña… Esta es la vida real. Me susurra y frunzo el ceño. —¿Qué? —Lo que escuchaste. Dice para luego volver a mis labios y me olvido de todo… Hasta de mi preciado nombre. Sus grandes manos rasgan el camión de dormir y lo detengo viviendo en sí. —Oye, espera. Lo detengo con la respiración agitada. —¿A quién quieres esperar? ¿Mmm? Pregunta olfateando mi cuello mientras sus manos se cuelan a mi parte íntima y me sobresalto. —Vaya… Sí que estás mojada. Dice con la voz ronca y me confundo. ¿Mojada? ¿Acaso me oriné? ¡Hay no que vergüenza! Pienso sintiendo como mi cara comenzando a calentarse. Llevo mi mano ahí abajo y evidentemente está mojado y resbaladizo. —¿Lo vez belleza? Me alegra de que yo te exite así. Dice y noto cierto orgullo en su voz. De pronto una de su gran mano acaricia mis pliegues y un suspiro sale de mis labios. —Hay. Muerdo mis labios sosteniendome de sus fuertes y grandes hombros. Su mano se mueve con mas velocidad y mi espalda se arquea echando mi cabeza hacia atrás. —Hay carajo… Esto es… Mmm —Es muy bueno lo sé. Dice y solo ruedo los ojos… ¡Que arrogante! —Co… Como te llamas… Menciono mordiendo mis labios para no gritar del gusto. —Raizel. Gruñe y siento como su boca chupa mi pezón así llevándome a otra dimensión. Siento como algo recorre mi columna y mi corazón se acelera como si estuviera corriendo. —Raizel… Raizel… Digo su nombre en medio de sonidos extraños para luego sentir como algo explota dentro de mí haciendo que mi cuerpo comience a temblar incontrolablemente. Cuándo mi cerebro vuelve en sí bato mis pestañas varias veces y luego hablo. —Eso fue un orgasmo ¿Cierto? Le pregunto al hombre que no se ha levantado encima de mí y siento como se mueve acomodándose en medio de mí. —Así es… Este es el primero de muchos que te daré está noche. Dice y antes de que responda sus labios besan los míos adentrando su lengua en mi boca. Siento su gran cosa en mi parte íntima y me asusto un poco. —Raizel… —No te preocupes… Sólo dolerá al principio. Susurra y antes de que piense en algo más, entra en mi de golpe sacándome todo el aire y gimo de dolor. —Maldito… Duele, sácalo. Digo intentando apartarme, pero su fuerte mano me sujeta inmovilizandome. —Ya el dolor pasará, lo prometo. Susurra empezando a besar mi cuello y una de sus manos comienzan a acariciar el pequeño botón que está en medio de mis piernas. Sus caderas comienzan a moverse lentamente y otra vez comienzo a sentir lo de hace un rato. —Eres mía pequeña, solo mía. Murmura en mi oído y solo cierro los ojos sintiendo como ese gran trozo entra en mi parte íntima. Mis caderas comienzan a moverse junto a la suya y un gruñido de su parte hace que mi cuerpo se encienda más. —Haz eso otra vez. Le susurro con la respiración agitada. —¿Hacer qué? Su voz en medio de jadeos me encanta y muero mis labios. —Quiero que gruñas y gimas para mí Raizel. Murmuro y el muy maldito se detiene. —¿Enserio? Eso es vergonzoso. Dice para luego volver a moverse con más velocidades. —No me importa, a mí me gusta… Hazlo… Aahh. Sus embestidas profundas y rápidas hace que mi espada se arqueé. —Eres muy mandona pequeña. Susurra y lo abrazo del cuello para besarlo. Nuestros gemidos y jadeos llenan la habitación y me olvido de todo. —Llega conmigo pequeña, estoy a punto. Dice en medio de jadeos y gemidos que me vuelven loca y exploto. Siento como sus caderas se mueven dos veces más y algo caliente se derrama dentro de mí. Respiro cansada y algo adolorida y sin darme cuenta cierro los ojos. —Eres mi luna, solo mía pequeña. Escucho una voz lejano hasta que quedo completamente dormida.ADELAIDA:Mis manos acarician el sedoso cabello de mi gato y sonrío dormida mientras lo escucho ronronear.¡Esperen! ¡Pero si no tengo gatos!Pienso y abro los ojos de golpe llevándome un susto de muerte al ver cómo duermo en el pecho de alguien que duerme plácidamente.Mi primer instinto es gritar, pero no lo hago cuando varios recuerdos llegan a mi mente.—Mierda, mierda.Murmuro intentando levantarme, pero sus fuertes brazos me acurrucan a su cuerpo para luego decir.—Aún es temprano, duerme un poco más.Dice y quiero llorar… Cielos… ¿Qué hice?Con algo de esfuerzo me separo de sus brazos y me coloco en pies con miles de pensamientos.¿Cómo llegué aquí? ¿Fui secuestrada? ¿Cómo me trajo aquí?El hombre que tengo entendido se llama Raizel… Se comienza a despertar y busco algo con que defenderme.Tomo una lámpara y el moreno me mira alzando las cejas.—¿Qué crees que haces?Pregunta con la voz adormilada.—¿No es obvio? Intento defenderme de tí…Hablo fingiendo seguridad mientras lo
—¡Adelaida!La voz de mi sirvienta personal me hace saltar de mi lugar y coloco una mano en mi pecho.—Cielos… Me asustaste.Menciono ingresando a mi habitación mientras observo todo el lugar para verificar de que no haya nadie.—Señorita, lamento interrumpirla, pero me asusté cuándo vine a su habitación y no la encontré, dígame ¿Dónde estaba? ¿Y esa ropa que lleva puesta? Parece ser de hombre…Me pregunta y la miro de reojo mientras observo todas las ventanas y veo que están bien cerradas con seguro ¿Cómo entró aquí para llevarme?Pienso frunciendo el ceño.—Hay si te cuento… Saldrías espantada Lili.Murmuro y busco alguna abertura por dónde ese individuo entró anoche.—Déjese de cosas señorita… Mejor dígame qué busca y yo se lo encuentro por usted, debe de tomar un baño y cambiarse para la salida con su madre y hermana.Dice y tuerzo los labios.—Odio esas estúpidas fiestas de té… En fin, no busco nada Lili, ven ayúdame a tomar mi baño estoy agotada.Digo y ella asiente dirigiéndose
ADELAIDA:Al llegar al patio trasero de la familia prieto, varias jovencitas nobles noble, con sus respectivas madres ya se encontraban charlando.—Buenas tardes.Saluda mi madre haciendo una referencia y mi hermana y yo le seguimos atrás.—Buenas tardes querida, es un gusto que haya venido a nuestra humilde fiesta duquesa Ivanov.Habla la señora Prieto con una sonrisa muy exagerada.—Gracias a usted por la invitación marquesa.Dice mi madre con elegancia mientras observa a todas las señoritas con una sonrisa falsa.—Hay, pero que maleducada soy, venga tomen asiento… Lady Adelaida, es un gusto tenerla aquí, espero que cuándo se convierta en la futura emperatriz continúe con esa misma humildad.Dice y sonrío sin mostrar los dientes.—Continuaré siendo la misma, marquesa Prieto.Respondo y me siento incómoda al tener todas las miradas en mi persona.Mi madre por fin hace algo bueno y comienza a hablar de todo lo que hará cuándo yo sea emperatriz… Bla, bla… Así llevándose todas las mirad
ADELAIDA:Salgo del despacho de mi padre y Lili me mira con pena al ver mis manos.—Vamos, hay que curarte esas manos.Dice ella con tristeza y solo asiento caminando con dirección a mi habitación.En los pasillos me encuentro con mi madre y hermana mayor que me miran con burla.—Supongo que ya recibiste tu castigo, eso te ayudará a comportarte en la sociedad.Habla mi madre destilando veneno y solo paso por su lado sin decir media palabra.—Vaya madre, aún así no deja la mala educación.Habla la víbora de mi hermana.—Es normal cariño, no puede negar sus raíces.Dice mi madre, pero no presto atención a sus palabras y me marcho junto a la persona que siempre ha estado conmigo; mi nana, y mi sirvienta personal.Ella se encarga de curar las heridas de mis manos para luego vendarlo, mientras yo tengo mi mirada fija en la pared.Lili me ayuda a bañarme y luego me coloca un ligero camisón.—Usted descanse señorita, iré a prepararle algo de comida.Dice y asiento sin decir nada.Rato más ta
ADELAIDA: —¿Quién fue el maldito que te hizo esto? Carajo. Pienso mientras mis ojos se abren al darme cuenta de que tengo un lobo alfa frente a mí. Según lo que me han contado, los lobos son salvajes y agresivos, además de que tienen una fuerza mayor que la de un humano normal. —Eres un lobo. Afirmo mientras la voz me tiembla un poco. —Eso no es importante, responde Adelaida. Ordena y no me queda de otra. —Está bien… Fue mi padre. Lo digo en un tono bajo y este frunce el ceño mientras una vena se hace presente en su sien. Intento quitar mi mano, pero un gruñido de su parte me hace dejarlo. M****a ¿Cómo me metí con un lobo? Me pregunto mientras me doy un golpe mental por tonta, y no haberme dado cuenta antes. El lobo comienza a curarme delicadamente y envuelve mi herida para luego mirarme. —¿Por qué tú padre te hizo esto? Creo que eres lo suficientemente mayor para estar recibiendo esa clase de castigos. Dice y me encojo de hombros. —Eso no es importante… ¿Tienes algo d
RAIZEL:La observo dormir en mi pecho mientras ambos permanecemos en el balcón después de una caliente sesión que la dejó agotada.—Es tan hermosa.Ronronea mi lobo Jacobo y estoy de acuerdo.—Es muy hermosa la chiquilla, y solo será nuestra.Le digo y este asiente de acuerdo.Aspiro su aroma una vez más antes de marcharme.Ya el sol comienza a hacer acto de presencia y sería un caos si me encuentran en este lugar.Así que me quito la chaqueta que llevo puesta y cubro bien a la pequeña humana que da suaves ronquidos que me provocan risa.—No puedo percibir ningún rastro de magia en ella… ¿Cómo es que ha estado apareciendo en nuestra cama?Pregunta mi lobo y me quedo pensativo.—Creo que tendremos que investigar qué es lo que está pasando… No es normal que esto ocurra, además es imposible que ella penetre la propiedad sin que absolutamente nadie se dé cuenta.Hablo y mi lobo está de acuerdo.—Es hora de irnos.Le hablo a mi lado por medio del enlace y observo a Adelaida.—Hasta pronto
ADELAIDA:Mis ojos observan al hombre que le hace una reverencia a mi madre mientras le sonríe con suavidad mientras anoche hacia con mi cuerpo lo que se le venía en gana.El muy maldito de Raizel me observa de reojo, pero lleva sus ojos a mi hermana que le sonríe mientras lo observa de arriba abajo.De pronto las puertas son abiertas y mi padre entra con una sonrisa de oreja a oreja.—Archiduque Raizel Norfolk, es un placer tenerlo en este humilde hogar.La voz emocionada de mi padre no se hace esperar y ambos estrechan sus manos.—El placer es mío duque Ivanov… Veo que tiene una hermosa familia.Dice mientras vuelve a mirarme de reojo y mi padre ríe orgulloso.—Gracias archiduque Norfolk, le presento a mi hermosa familia.Dice dirigiéndose a nosotros.—Ella es mi esposa Leticia Ivanov.—Me da gusto conocerla duquesa, he escuchado mucho de usted.Dice Raizel dejando un beso en la mano de mi madre y frunzo el ceño sintiendo un malestar en el estómago.—Oh, gracias querido.Habla ella
ADELAIDA:Las sirvientas llegan con bandejas de bocadillos y taza de té que huele muy delicioso.—Dígame archiduque Norfolk ¿Cuándo se piensa casar con mi cuñada?Pregunta mientras una de las sirvientas le sirven una taza de té.Mis ojos caen automáticamente en Raizel que mira al príncipe con el ceño fruncido, pero luego se relaja un poco.—Con todo respecto alteza, pero creo que eso no es de su incumbencia.Dice con voz firme y mi madre casi vomita el té mientras que el cuerpo de mi padre se tensa por completo.—Lo lamento alteza, al parecer el archiduque no es muy conversador… Jajaja, verá… Apenas se están conociendo y …—Se casarán en un mes.Dice mi padre cortando el parloteo de mi madre.—¿Qué? Pregunta mi hermana confundida.—No hay tiempo que perder, el emperador ha dado la autorización, en una semana serán presentados y en un mes la boda.Dice mi padre con determinación y solo miro a Raizel que cierra los puños con fuerza.—Vaya… Muchas felicidades.Dice el príncipe, pero se