Mi nombre es Raizel Norfolk, archiduque de las tierras del norte del reino Diamond, y rey alfa para mí gente, para mi querida y amada manada.
—¿Una solicitud de matrimonio? ¿Tu primo está loco? Pregunta Zacary mi beta, mostrando el documento firmado con el anillo del rey. —¿Ahora es que sabes que mi primo está demente? Pregunto rodando los ojos mientras tomo el documento entre mis manos y leo las locuras de mi primo. —Debes de rechazar la solicitud, no puedes casarte con una mujer que no es tu pareja predestinada, así lo dicta la ley. Dice Zacary arrugando el ceño. —¿Casamiento? ¿Quién va a casarse? Pregunta el jefe de todos mis soldados entrando a mi despacho —Es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas Bastián. Le recrimina Zacary y este toma asiento en uno de los muebles sin prestarle mucha atención. —Alfa, si me lo permite reuniré a mis hombres para matar al estúpido emperador, puedo asegurarle que será presa fácil, le caeremos de sorpresa. Dice Bastián serio y niego. —No sería lo correcto Bastián, no podemos matar a un emperador así nada más. —Esa sucia escoria no puede llamarse emperador. —Lo sé… Pero me gustaría investigar qué está planeando, estoy más qué seguro de que el ducado Ivanov está aliado a mi queridísimo primo. —Entonces hay que eliminarlos a todos… Usted da la orden y le prometo que les daré caza de inmediato. —Deja tus instintos asesinos a un lado Bastian… Preparen todo, partiremos al reino Esmeralda, debo conocer a mi prometida en persona. Digo para colocarme en pies y darle aviso a mis padres. ADELAIDA: Actualidad. Me visto para bajar a cenar y mi mente está en otro lugar… Está en ese bello y hermoso hombre que me encontré hace unas horas… ¿Quién será? ¿Algún noble de otro reino? Pienso y me detengo en la gran puerta antes de entrar al área del comedor. Respiro profundo y luego le hago seña a uno de los guardias para que abran la puerta. Al entrar están mis padres y hermana menor. —Buenas noches. Murmuro haciendo una reverencia y mi madre me mira con mala cara. —¿Qué te he dicho de murmurar Adelaida? Pregunta mi madre alzando el tono de voz y la verdad ya no tengo hambre… ¿Por qué siempre es así? No me trata como si fuera su hija. Cierro los ojos por unos segundos y vuelvo a hablar. —Buenas noches. Digo en un tono de voz alto e imponente. —¿Y esa manera de hablar Adelaida? ¿Tu madre no te ha enseñado como una señorita debe de dirigirse a las demás personas? Mi padre frunce el ceño mientras habla y mi hermanita me mira con burla. —Me retiro, ya no tengo hambre. Doy la vuelta, pero la voz de mi padre me detiene. —Se sienta a cenar en la mesa, no quiero que malas lenguas digan que mi hija está delgada por falta de alimento. La voz enojada de mi padre hace que le haga caso y tomo asiento lo más lejos posible de ese grupo de víboras. Observo el plato que la sirvienta me sirve y solo consiste en dos hojas de lechugas y algunas verduras hervidas… Muy pocas la verdad. Levanto la cabeza y mi madre me mira con una sonrisa. —De ahora en adelante comerás menos porción que antes… Estás engordando y no quiero un cerdo en nuestra mansión. Tira su veneno para luego dirigirse a mi hermana menor y servirle el mejor plato. Mi padre se concentra en comer su enorme plato y no presta atención a nada de lo está pasando. Con un suspiro me resigno a comer está porquería mientras me siento tan sola y apartada… Aunque nada es extraño, ha sido así desde que tengo uso de razón. Termino mi plato con rapidez y me retiro de la mesa sin decir nada, aunque la voz de mi madre se escucha diciendo que soy una malcriada desobediente, que tengo suerte de que la emperatriz me quiera para su hijo… Ja, suerte tiene el de estar con una mujer como yo. Pienso mientras subo las escaleras con destino a mi habitación. —Ya le he preparado el baño señorita. Dice Lili y asiento quitándome el pesado vestido para darme un baño antes de dormir. Ya lista y con el camisón puesto salgo a mi pequeño balcón y observo las estrellas. El aire frío choca contra mi rostro y observo el oscuro bosque… Siento tanta paz al observarlo que casi me quedo dormida, pero unos pasos me hacen mirar hacia abajo. Miro la silueta de mi hermana y alzo las cejas. ¿Sera que va a encontrarse con el estúpido príncipe otra vez? Pienso y un recuerdo llega a mi mente. FLASHBACK: Mientras doy un paseo por el oscuro jardín para aliviar el estrés de todo el día, escucho unas voces en susurro y decido acercarme. —No quiero que se case con mi hermana alteza, me pongo celosa cada vez que los veo juntos… No es justo. La voz de mi hermana se escucha como si estuviera haciendo una pataleta y sonrío… ¡Qué estúpida! —No quiero hacerlo… Pero es mi deber, pero te prometo que haré lo posible para que tú seas mi emperatriz y no la tonta de tu hermana. Dice el príncipe y alzo las cejas… Vaya, vaya. —Esperare su promesa príncipe, sabe que usted es el único hombre que amo, y si tengo que quitar a mi hermana del medio por usted… Lo haría sin pensarlo dos veces. Dice y luego escucho sus asquerosos besos. —Debemos de idear un plan para quitarla del medio… Es un estorbo para nuestro amor. Dice el príncipe y mejor me marcho para no continuar escuchando estos dos asquerosos. FIN DEL FLASHBACK: Saldo de mis pensamientos y me dirijo a mi habitación cerrando la ventana con seguro para luego acostarme y suspirar… Algún día me las pagarán malditos. Con este pensamiento me duermo inmediatamente, pero a media noche siento como algo caliente me envuelve y me pego más a algo duro.ADELAIDA:Mis manos acarician algo duro y a la vez suave ¿Qué será? Pienso en medio del sueño, pero aún así no me despierto, me siento tan cómoda.Un ronco gemido me hace abrir los ojos de golpe y me siento en la cama mirando en todos lados pero está oscuro.—Dónde estoy.Murmuro para mí misma al reconocer que no es mi habitación… Mis sabanas no son así de suaves… Además, esta habitación tiene dos ventanas donde filtra la luz de la noche.—Donde perteneces.Escucho la voz ronca de un hombre y mi corazón se dispara.—¿Acaso me han secuestrado?Pienso, pero mi mente queda en blanco cuando la persona junto a mi, me hala y se coloca encima de mí.—¿Cómo entraste aquí pequeña?Me pregunta mientras olfatea mi cuello, pero yo solo puedo pensar en la gran cosa que presiona mi entre pierna.—¿Acaso eso es?...Pregunto conmocionada y escucho su ronca risa.—Es todo tuyo si así lo quieres.Susurra en mi oído haciendo que me estremezca.Él levanta la cabeza para mirarme y sus ojos brillantes de c
ADELAIDA:Mis manos acarician el sedoso cabello de mi gato y sonrío dormida mientras lo escucho ronronear.¡Esperen! ¡Pero si no tengo gatos!Pienso y abro los ojos de golpe llevándome un susto de muerte al ver cómo duermo en el pecho de alguien que duerme plácidamente.Mi primer instinto es gritar, pero no lo hago cuando varios recuerdos llegan a mi mente.—Mierda, mierda.Murmuro intentando levantarme, pero sus fuertes brazos me acurrucan a su cuerpo para luego decir.—Aún es temprano, duerme un poco más.Dice y quiero llorar… Cielos… ¿Qué hice?Con algo de esfuerzo me separo de sus brazos y me coloco en pies con miles de pensamientos.¿Cómo llegué aquí? ¿Fui secuestrada? ¿Cómo me trajo aquí?El hombre que tengo entendido se llama Raizel… Se comienza a despertar y busco algo con que defenderme.Tomo una lámpara y el moreno me mira alzando las cejas.—¿Qué crees que haces?Pregunta con la voz adormilada.—¿No es obvio? Intento defenderme de tí…Hablo fingiendo seguridad mientras lo
—¡Adelaida!La voz de mi sirvienta personal me hace saltar de mi lugar y coloco una mano en mi pecho.—Cielos… Me asustaste.Menciono ingresando a mi habitación mientras observo todo el lugar para verificar de que no haya nadie.—Señorita, lamento interrumpirla, pero me asusté cuándo vine a su habitación y no la encontré, dígame ¿Dónde estaba? ¿Y esa ropa que lleva puesta? Parece ser de hombre…Me pregunta y la miro de reojo mientras observo todas las ventanas y veo que están bien cerradas con seguro ¿Cómo entró aquí para llevarme?Pienso frunciendo el ceño.—Hay si te cuento… Saldrías espantada Lili.Murmuro y busco alguna abertura por dónde ese individuo entró anoche.—Déjese de cosas señorita… Mejor dígame qué busca y yo se lo encuentro por usted, debe de tomar un baño y cambiarse para la salida con su madre y hermana.Dice y tuerzo los labios.—Odio esas estúpidas fiestas de té… En fin, no busco nada Lili, ven ayúdame a tomar mi baño estoy agotada.Digo y ella asiente dirigiéndose
ADELAIDA:Al llegar al patio trasero de la familia prieto, varias jovencitas nobles noble, con sus respectivas madres ya se encontraban charlando.—Buenas tardes.Saluda mi madre haciendo una referencia y mi hermana y yo le seguimos atrás.—Buenas tardes querida, es un gusto que haya venido a nuestra humilde fiesta duquesa Ivanov.Habla la señora Prieto con una sonrisa muy exagerada.—Gracias a usted por la invitación marquesa.Dice mi madre con elegancia mientras observa a todas las señoritas con una sonrisa falsa.—Hay, pero que maleducada soy, venga tomen asiento… Lady Adelaida, es un gusto tenerla aquí, espero que cuándo se convierta en la futura emperatriz continúe con esa misma humildad.Dice y sonrío sin mostrar los dientes.—Continuaré siendo la misma, marquesa Prieto.Respondo y me siento incómoda al tener todas las miradas en mi persona.Mi madre por fin hace algo bueno y comienza a hablar de todo lo que hará cuándo yo sea emperatriz… Bla, bla… Así llevándose todas las mirad
ADELAIDA:Salgo del despacho de mi padre y Lili me mira con pena al ver mis manos.—Vamos, hay que curarte esas manos.Dice ella con tristeza y solo asiento caminando con dirección a mi habitación.En los pasillos me encuentro con mi madre y hermana mayor que me miran con burla.—Supongo que ya recibiste tu castigo, eso te ayudará a comportarte en la sociedad.Habla mi madre destilando veneno y solo paso por su lado sin decir media palabra.—Vaya madre, aún así no deja la mala educación.Habla la víbora de mi hermana.—Es normal cariño, no puede negar sus raíces.Dice mi madre, pero no presto atención a sus palabras y me marcho junto a la persona que siempre ha estado conmigo; mi nana, y mi sirvienta personal.Ella se encarga de curar las heridas de mis manos para luego vendarlo, mientras yo tengo mi mirada fija en la pared.Lili me ayuda a bañarme y luego me coloca un ligero camisón.—Usted descanse señorita, iré a prepararle algo de comida.Dice y asiento sin decir nada.Rato más ta
ADELAIDA: —¿Quién fue el maldito que te hizo esto? Carajo. Pienso mientras mis ojos se abren al darme cuenta de que tengo un lobo alfa frente a mí. Según lo que me han contado, los lobos son salvajes y agresivos, además de que tienen una fuerza mayor que la de un humano normal. —Eres un lobo. Afirmo mientras la voz me tiembla un poco. —Eso no es importante, responde Adelaida. Ordena y no me queda de otra. —Está bien… Fue mi padre. Lo digo en un tono bajo y este frunce el ceño mientras una vena se hace presente en su sien. Intento quitar mi mano, pero un gruñido de su parte me hace dejarlo. M****a ¿Cómo me metí con un lobo? Me pregunto mientras me doy un golpe mental por tonta, y no haberme dado cuenta antes. El lobo comienza a curarme delicadamente y envuelve mi herida para luego mirarme. —¿Por qué tú padre te hizo esto? Creo que eres lo suficientemente mayor para estar recibiendo esa clase de castigos. Dice y me encojo de hombros. —Eso no es importante… ¿Tienes algo d
RAIZEL:La observo dormir en mi pecho mientras ambos permanecemos en el balcón después de una caliente sesión que la dejó agotada.—Es tan hermosa.Ronronea mi lobo Jacobo y estoy de acuerdo.—Es muy hermosa la chiquilla, y solo será nuestra.Le digo y este asiente de acuerdo.Aspiro su aroma una vez más antes de marcharme.Ya el sol comienza a hacer acto de presencia y sería un caos si me encuentran en este lugar.Así que me quito la chaqueta que llevo puesta y cubro bien a la pequeña humana que da suaves ronquidos que me provocan risa.—No puedo percibir ningún rastro de magia en ella… ¿Cómo es que ha estado apareciendo en nuestra cama?Pregunta mi lobo y me quedo pensativo.—Creo que tendremos que investigar qué es lo que está pasando… No es normal que esto ocurra, además es imposible que ella penetre la propiedad sin que absolutamente nadie se dé cuenta.Hablo y mi lobo está de acuerdo.—Es hora de irnos.Le hablo a mi lado por medio del enlace y observo a Adelaida.—Hasta pronto
ADELAIDA:Mis ojos observan al hombre que le hace una reverencia a mi madre mientras le sonríe con suavidad mientras anoche hacia con mi cuerpo lo que se le venía en gana.El muy maldito de Raizel me observa de reojo, pero lleva sus ojos a mi hermana que le sonríe mientras lo observa de arriba abajo.De pronto las puertas son abiertas y mi padre entra con una sonrisa de oreja a oreja.—Archiduque Raizel Norfolk, es un placer tenerlo en este humilde hogar.La voz emocionada de mi padre no se hace esperar y ambos estrechan sus manos.—El placer es mío duque Ivanov… Veo que tiene una hermosa familia.Dice mientras vuelve a mirarme de reojo y mi padre ríe orgulloso.—Gracias archiduque Norfolk, le presento a mi hermosa familia.Dice dirigiéndose a nosotros.—Ella es mi esposa Leticia Ivanov.—Me da gusto conocerla duquesa, he escuchado mucho de usted.Dice Raizel dejando un beso en la mano de mi madre y frunzo el ceño sintiendo un malestar en el estómago.—Oh, gracias querido.Habla ella