Olivia Báez es una chica de 24 años que trabaja como asistente para una empresa hotelera. Su carrera está por despegar, pero todo eso se verá conmovido con la aparición de Andrés Navarro, quien la envolverá en sus redes del placer
Leer másNarra Andrés:Los abogados están discutiendo el procedimiento que llevaremos a cabo para enfrentar la situación que nos ha dejado el desgraciado de Julio. Con su desfalco, tenemos una demanda presentada por parte del departamento de impuestos, por una multa de casi medio millón de euros, eso sin contar la demanda del parte del ministerio de trabajo por explotación laboral durante el último año, al no remunerar con los beneficios que legalmente les correspondían a los empleados por ese periodo de tiempo. No es como que no podamos pagar esas cantidades, la verdad es que sí podríamos lidiar con ello, pero nuestra posición ha menguado significativamente y debemos tratar de contrarrestar esos golpes, descargándolos en Julio y no en nosotros, para no perder la licencia de poder ejercer en la zona turística.Tengo la cabeza hecha un nudo mientras los escucho debatir cómo se darán las cosas en los tribunales y cuál de todos ellos será el que nos va a representar. Para mi mala suerte, los núm
Narra Olivia: Un enorme temblor se apodera de mis manos y de todo mi cuerpo, sacudiéndome levemente. Siento otra vez ese malestar general que me ha asediado desde ayer y me dejo caer en unos de los asientes del laboratorio. La chica de recepción me mira preocupada y sale corriendo de su cubículo para socorrerme, alarmada por mi debilidad. —Señorita Báez, ¿se siente bien? —pregunta, tomando mi mano. —pero si tiene las manos heladas. Ya le traigo un vaso con agua —ofrece servicial y me deja sola. Yo trato de calmarme, pero mi cuerpo ha perdido todas las energías y siento unas terribles ganas de echarme a llorar. ¿Cómo pudo pasarme esto? ¡Tú sabes muy bien cómo! Una voz en mi cabeza me reprocha, y me siento fatal. Toda mi vida soñé con el momento en que me convertiría en mi madre, pero definitivamente, no era así como pensaba que sucedería. Estoy en plena ruptura con Andrés, buscando un trabajo nuevo y para colmo, con Elizabeth que recién tiene un par de meses a mi lado. La recepcion
Narra Olivia: Infinity Diamonds es una de las empresas de hotelerías más grandes y prestigiosas de España. Obviamente no se puede comparar con OffShore Enterprises, puesto que esta tiene más hoteles que ninguna otra, sin embargo, dentro del mercado, tiene muy buenos hoteles en la costa que atraen a cientos de turistas todo el año. Este era uno de mis destinos cuando era pasante, pero me negaron la oportunidad porque la plantilla se llenó dos días antes de que enviar mi currículo.Asumo que ahora que tengo mucha más experiencia que en ese entonces, y tras mi reciente ascenso, estarán dispuestos a darme la oportunidad, tanto así que no puedo creer que tan pronto me dieran una entrevista.A mi alrededor, las oficinas son exquisitas y, mis ojos no logran apartarse de la preciosa orquídea que adorna la mesita de la sala de espera. No le he dicho nada a nadie, ni siquiera a Karina, sobre esta entrevista. Después de todo, nada es seguro y no quiero compartir nada sin saber cómo terminarán l
Narra Olivia: Siempre tuve miedo de enamorarme porque sabía el riesgo que corría al hacerlo. Desde mi juventud, aprendí a crear murallas, porque la gente generalmente, lo único que sabe hacer es herir y lastimar. Cuando se ha perdido tanto, como lo he hecho yo, lo mejor sería mantener bien altas las barreras y no dejar a nadie pasar, porque, una vez dentro, pueden hacer con tu corazón como les venga en gana.—Lo sabías, lo sabías, Olivia, pero no hiciste caso a tu cerebro —me recrimino a mí misma en el espejo, mientras cepillo mi cabello el pelo en un mar de lágrimas que no puedo contener.Sabía que debía no enamorarme, que lo mejor era mantener las cosas casuales y dejar que el agua corriera, pero no. Tuve que caer en sus redes para terminar como estoy ahora: enamorada y con el corazón roto. Todavía las palabras me duelen en lo más profundo de mi alma y aunque quiera, no las puedo olvidar. Andrés, el mismo sujeto que me ha hecho cientos de promesas de amor, no ha dudado ni un segund
Narra Olivia: Estoy arreglando la compra cuando mi teléfono suena sobre la barra del desayunador y corro a ver de quién se trata, aunque sé que solo hay dos opciones: Karina, o Andrés. Por supuesto, es este último y sonrío antes de contestar.—Hola, guapo. ¿Ya estás en casa?—Hola, preciosa. Aún no llego, estaba en el gimnasio, pero estoy cerca de casa. ¿Sabes que tú y yo tenemos algo pendiente?Me quedo pensando a ver de qué se trata, que yo sepa, lo último que hablamos fue del tema de Julio y según me dijo Ruth, las cosas no terminaron nada bien. Luego de eso, me fui a buscar a Eli y luego pasé a comprar algunos comestibles. En mi mente no hay nada que me diga que él y yo teníamos planes.—¿Ah sí? ¿Y qué pendiente es ese? —pregunto, mientras guardo las frutas en el refri.A lo lejos escucho a Eli jugar en su habitación.—Mi padre se ha enterado de nuestro compromiso y nos ha invitado a cenar esta noche. Dice que quiere disculparse contigo y que le gustaría celebrar con nosotros. M
Narra Andrés:Alguien dijo una vez que lo peor de la traición es que siempre viene de un amigo y hoy no deja de sorprenderme lo triste que se siente saber que la persona en quien más confiaba, ha sido la misma que me ha enterrado el cuchillo en la espalda y ahora es esa a quien tengo que despedir. Con el expediente en la mano, releo una y otra vez los apuntes que Olivia amablemente anotó, y que, en cada uno deja en evidencia lo tramposo que fue Julio y las violaciones que cometió durante su gestión.Me pregunto en qué estaba pensando cuando lo hizo y, peor que eso, la razón para hacerla. Él y yo fuimos compañeros de dormitorio en el campus. Hicimos juntos la pasantía de administración y mi padre, por amor a nuestra amistad, decidió darle la oportunidad de trabajar en su empresa, sin ningún tipo de experiencia. Fue así como se convirtió en el empresario emprendedor que es hoy, pero la bilis se me revuelve al comprobar que su éxito fue con trampas y que todo lo que tiene lo hizo tras ex
Narra Olivia: Su sonrisa desaparece rápidamente al darse cuenta de que no estoy de ánimos para bromas, por lo que baja los pies de mi escritorio de inmediato y se levanta para plantarme cara. Dejo la taza sobre la mesa, ya sin el más mínimo interés en el café. Me quito la chaqueta, muy molesta, y estoy que me pinchan y no sangro. De verdad que el atrevimiento de Fátima no conoce límites y, aunque no puedo culparlo a él por la conducta de ella, no puedo disimular el enfado. —¿Qué sucede, cariño? Estás muy alterada —dice, sorprendido por mi actitud y yo procedo a desahogarme.—Pasa que, tu ex se ha plantado aquí hace un minuto con la intención de venir a confirmar si eran ciertos o no los rumores de que me habías pedido matrimonio —suelto la sopa y él me mira como si me hubiera salido una segunda cabeza.—¿Fátima, aquí?—Como lo oyes. Y no sólo eso… Para colmo ahora es novia de tu amiguito Julio, ese que tiene mucho por aclarar de acuerdo a lo que dicen los libros de Costa Bella.Su
Narra Olivia: El regreso a las labores comunes transcurre sin ton ni son. Tras un fin de semana de playa y seguido del cumpleaños, el martes tanto Eli como yo, volvemos a nuestra rutina habitual de trabajo y escuela. Para mi buena suerte, tengo un montón de trabajo que debo realizar, lo que me mantendrá ocupada todo el día y eso evitará que tenga que lidiar con los empleados de la oficina quienes, al enterarse por boca de Julio que soy la novia de Andrés, ahora me miran con otros ojos. No quiero ni imaginarme lo que dirán al enterarse que voy a casarme con él, por eso, antes de bajarme del auto en el estacionamiento del edificio de OffShore, me aseguro de meter el anillo de compromiso en un bolsillo de mi pantalón. Todavía no estoy lista para ser enfrentada por todos, así que lo mejor es mantenerlo en privado, mientras pueda.Es temprano cuando llego y como de costumbre, Andrés ha salido antes de casa porque suele encontrarse con los promotores a inicios de la semana para tener un de
Narra Olivia: Son las tres y cinco de la tarde cuando llamo al timbre de la casa de Kari y Elizabeth ya está saltando de alegría por volver a ver a Arturo, el pequeño galán asiático hijo de mi mejor amiga, de quien se ha hecho amiga desde que se conocieron. Kari y yo casi no nos hemos visto en las últimas semanas porque con mi ascenso y la llegada de mi sobrina a mi vida, más lo demandante de Andrés, me he ocupado drásticamente, aunque siempre hablamos por teléfono y nos mantenemos en contacto a pesar de todo.Hoy es la fiesta del cumpleaños número cinco de Arturito y ella, aprovechando que era día feriado, le ha realizado un pequeño festejo al que nos han invitado a Eli y a mí. Al abrir la puerta, mi sobrina salta a mi lado, más contenta que una liebre.—¡Hola, tía Kari! —saluda y se manda corriendo al interior de la casa, para llegar al patio donde está el castillo inflable y los otros niños.—¡Elizabeth Báez! —le reprocho, pero ella no me escucha, ya demasiado entretenida con los