~~~Cinco años después.Alison.― ¡Ya te he dicho que no corras por toda la casa, Claire, que esta no es una pista de carreras! ―le digo a mi pequeña hija que se ha vuelto muy inquieta con el tiempo, algo que de alguna forma agradezco, ya que, al nacer prematura, había muchos malos pronósticos referente a su futuro―y necesito que vengas a desayunar, antes de que Walter te vaya a llevar al colegio―le recuerdo y ella traga en seco.―Sí, mamá, desde luego―me responde y en seguida se acerca a la mesa y empieza a comer sus tostadas con mermelada.Entonces, me asomo por la escalera, para ver si se asoma mi pequeño campeón.―Mark, ya ven a la mesa, que vas a llegar tarde―le digo a este, para luego devolverme al comedor de la cocina y al rato baja y me mira muy serio.―No tienes que llamarme a la mesa como antes, mamá, después de todo, ya no soy ningún niño―me dice todo pagado de sí mismo, lo que me hace poner los ojos en blanco―mira que ya estoy listo para ir al colegio―me señala y me muestr
~~~Alison―Pero ¡qué demonios! ―grito de lo más molesta a la limosina que acaba de pasar por el charco que está en frente de mí y con el diluvio que está cayendo, toda mi ropa se mojó.Ahora, qué voy a hacer, porque voy tarde al trabajo.Demasiado tarde esta vez y, para colmo, ahora estoy empapada de pie a cabeza por culpa de ese tipo ricachón, que de seguro debe estar apurando a su chofer para llegar quién sabe a dónde.― ¡Ojalá y se te desinflen todas las llantas! ―le deseo con toda mi rabia, pero entonces, recuerdo que de seguro no alcanzaré a llegar a tiempo, así que voy a toda prisa hasta mi trabajo como camarera de un restaurante italiano.Y cuando doy vuelta en la esquina, me doy cuenta de que la limosina está estacionada frente a un edificio.¡Perfecto!Así iré directo a decirle al tipo todo lo que se merece.Pero cuando ya estoy cerca, la limosina arranca y se pierde, pasando por todos los charcos en la calle y mojando a todos los transeúntes, por donde pasa.Entonces, memor
~~~ Alison. "Miserable jefe", pienso para mí en cuanto llego a mi casa y me doy un baño, para relajar mis músculos. Entonces, escucho el teléfono y me pongo algo encima como puedo para atenderlo. "¿Alison?", dice mi mejor amiga en cuanto toco el botón para contestar, "¿en dónde estás?", inquiere y escucho música en el fondo. "En casa, agotada", le respondo, mientras trato de que no se me caiga la toalla. "Nada de agotada", me reprende, "recuerda que hoy es viernes", señala y suena enojada, "me dijiste que vendrías a la fiesta en el bar, por el cumpleaños de Nash", me reclama, a sabiendas de que este tipo por el que se muere no me cae para nada. "Estoy muerta, Georgy", trato de excusarme, "hoy llegué empapada al trabajo y me prometieron un bono por atender a un patán, pero mi jefe se quedó con el dine...", trato de terminar, pero ella me interrumpe. "Y por eso es por lo que necesitas venir a relajarte", me indica y yo respiro profundo, "anda, hazlo por mí", me dice y trago en s
~~~ Alison. ―Haré que te traigan ropa limpia para que te cambies―me dice y me mira de pie a cabeza y ahora me siento desnuda, a pesar de que llevo mi mini vestido de la noche anterior―no deberías vestirte tan provocativa, si es que no quieres buscarte problemas―me dice algo molesto y con una ceja levantada. ―Pues, yo me visto como quiero―le digo muy pagada de mí misma―además, ellos se estaban aprovechando de que eran mucho más grandes y fuertes que yo―le señalo y él me mira y hace un bufido. ―Haré que te traigan ropa, para que te bañes y arregles―me indica y yo no estoy muy segura si quiero agradecerle o no. ―Todavía no me has dicho cómo es que terminé en tu casa―le recuerdo y él ahora cruza sus brazos sobre su enorme pecho, al tiempo que esboza una ligera sonrisa. ―Te veo abajo―me dice, pero me cierra el paso cuando trato de salir y cierra la puerta con llave. ―Pero ¡qué rayos, James! ― le grito enfadada, pero tal parece que se ha ido―déjame salir de aquí―digo a viva voz, pero
~~~ Alison. Me despierto con el ruido de mi teléfono que tiene un mensaje de texto. Es de mi supervisor, el muy imbécil. "Si quieres el dinero que te dejó el cliente el otro día, ven a trabajar hoy", señala y siento odio por ese mensaje, ya que James me había prometido pagarme diez veces mi salario, sin embargo, cuando se lo dejó a mi jefe, este se lo quedó y me dijo que no me lo daría, por haber llegado tarde. Pero, si no voy, también lo tomará de excusa para echarme, así que le contesto que sí iré y me levanto de mi deliciosa cama, que me reclama desesperada, por ser domingo. ―No me contestabas el teléfono, así que vine para acá y decirte en persona que lo siento, Alison―me dice Georgy en cuanto me ve en la puerta, quien parece haberse quedado ahí durante toda la noche. Entonces, recuerdo cómo esos patanes me trataron y me voy a toda prisa. ―Espérate―me dice desesperada. ― ¿Que no te dije? ―le señalo de lo más cabreada―intentaron violarme―le espeto y ella respira profundo, a
~~~ Alison. No entiendo a James. Siempre hace cosas que me sacan de mis casillas y, sin embargo, me salvó la vida hace unos días, pero tiene acceso a mi teléfono y hasta mi cuenta personal en el banco, en donde ha colocado una suma obscena de dinero. No es igual a otros estúpidos con los que tengo que tratar. Por ejemplo, ahí está el estúpido de Willy, que cree que porque es un hijo del supervisor tiene derecho a ponerme a trabajar hasta tarde sin pagarme, torturándome hasta el cansancio, con tal de que un día ya no pueda más y acceda a salir con él. A él lo puedo definir como un baboso en toda regla. Y ahora me doy cuenta de que todos los hombres que rodean mi vida son unos abusivos, que piensan que pueden manejarme a su antojo. Pero ya verán Willy, su padre y james que no pueden venir a hacerlo nunca más, por más dinero o poder que tengan. ~~~ Al día siguiente me levanto con una sola algarabía en el apartamento de al lado, lo que hace que me dé cuenta de lo tarde que es. A
~~~ Alison. La sensación de terror que me recorre la piel no se me quita. Y sí, lo sé, Willy es un gran acosador, pero jamás pensé que se atreviera a una cosa como esta. Me iba a violar. Y sí, tengo que agradecer que James viniera y me rescatara, sin embargo, él también me da mucho miedo, porque, a ver, para qué se ha mudado justo al lado de mi casa, si tiene toda una mansión en las afueras de la ciudad, si no tiene otra intención, más que la de espiarme. Como si fuera otro acosador. Luego está el tema de su matón, quien ha venido solícito a atender los caprichos de su jefe, quien... ¿iba a matar a Willy? Sí, no lo niego, yo quería matarlo, también, sin embargo, de querer hacer una cosa a en verdad hacerla, hay un abismo de posibilidades. No, no es bueno para mí el estar al lado de un hombre que se mueve como si fuera un delincuente, porque, a ver... ¿desalojaron a mi vecino a la fuerza, solamente para que James estuviera cerca de mí? En serio, estoy preocupada, porque tal p
~~~ Alison. En cuanto me recompongo de la impresión por la cercanía de James, me voy directo hasta el jardín en donde ya Mark se encuentra columpiándose, como si estuviera algo triste, pero, en el momento que nota que me voy acercando, la cara se le ilumina. ― ¡Alison! ―dice de lo más entusiasmado y corre a mi encuentro y me doy cuenta de que mi corazón se siente algo liviano, olvidándome de la incertidumbre en la que he estado viviendo durante todos estos días. Y es que este niño, malcriado y todo, resulta que es como cariño puro y desinteresado, capaz de borrar la tristeza con su sonrisa. Entonces, me doy cuenta de que este trabajo me gusta, salvo que tengo que lidiar con su padre, quien es un gran prepotente. Y, a pesar de eso, siento cómo se me acelera el corazón, cada vez que pienso en él. ― ¿Te puedo contar un secreto? ―me dice Mark con sus cejitas levantadas. ―A ver, ¿y qué será, campeón? ―le respondo con una sonrisa, pero, enseguida su semblante se ve muy triste, un se