~~~ Alison. ―Ahora, supongo que sabes cuales son las consecuencias de no aceptar que mi limosina te lleve a casa, ¿cierto, Alison? ―me señala y yo trago en seco―te está esperando afuera, así que ya te puedes retirar―me indica y hace un ademán con la mano, como si yo fuera una especie de esclava personal y ahora me pregunto cuál es la diferencia entre trabajar para James, un grandísimo prepotente, o hacerlo para mi antiguo supervisor, quien me hacía trabajar horas extras, sin pagarme. Y un pensamiento estúpido me pasa por la cabeza, ese que dice que James es mucho más guapo y que paga mejor que en el restaurante, pero no, ni así resulta que es mejor, porque es mucho más prepotente y tiene todo su dinero, sus matones y su influencia para demostrarlo. Entonces, el chofer me lleva hasta mi casa y, en cuanto abro la puerta, me voy directo a la habitación, en donde tomo una almohada, para amortiguar el grito que quiere salirse de mi pecho de la rabia que ahora lo invade. Pero, no confo
~~~ Alison. Por alguna razón que no alcanzo a entender, hay unos rayos de sol que me están molestando en la cara, unos haces de luz de lo más impertinentes y de los cuales no tengo la menor idea de dónde han salido, si la ventana de mi habitación está lo suficientemente alejada de mi cama, como para que ni me entere si siquiera existe un sol por ahí. Y como no me interesa averiguar la razón de su necedad o cómo es que han llegado hasta aquí, me coloco hacia el otro lado y estoy a punto de ponerme una almohada en la cabeza, para seguir durmiendo, cuando me tropiezo con el torso desnudo de alguien. Un enorme, bien definido y esculpido torso, que ahora pareciera que se estuviera moviendo arriba y abajo, así como cuando la gente se ríe y ahora escucho la risa. Una risita masculina, que le va bien a ese torso desnudo, lo cual me deja entre asustada y consternada, mientras no puedo dejar de mirar esa parte de la fisonomía humana con deseo. Con tanto deseo, que mi piel está ardiendo y
~~~Punto de vista neutro.En cuanto la limosina se devuelve, luego de dejar a Alison en su casa, James está listo y esperando en la puerta para subirse en ella e irse directo hasta su empresa, en donde le han quedado varios pendientes.Y en su lista, ya hay uno menos. "Sé que a Mark no le gusta que me vaya en mitad de la noche, pero, si no me iba así, él también estaría en peligro", se dice así mismo, recordando la paliza que le dio personalmente a su socio de la zona oeste, quien se unió a otros más y estaban conspirando para ocupar la jefatura de su organización.No, a los alacranes hay que matarlos en cuanto muestran el aguijón y eso hizo James, en cuanto Carlisle, su segundo al mando, le avisó de lo que estaba pasando.Tenía que darle una lección ejemplar, que todo el mundo supiera lo que le pasaba a los traidores, para que ningún otro creyera que podía venir a desafiarlo."Ahora debe estar en el fondo del estanque, como la miserable sa
~~~Alison.En cuanto llego a casa, caigo rendida en la cama y logro dormir algunas horas, luego de la noche tan ajetreada que tuve, cortesía de James y su borrachera, la que me dejó entre preocupada y enojada.Entonces, me quedo pensando en mi despertar esta mañana, con una mezcla de sentimientos por James, que se aprovechó de mi debilidad para acercarse a mí más de la cuenta.Y besarme.Y ahora solo puedo pensar en ese beso.Algo delicado y tierno, que me estaba derritiendo por dentro, mientras ponía a latir mi corazón, tan fuerte, que anulaba mis sentidos, dejándome a merced de sus labios.No, olvidémonos de ese hombre, cuya profesión consiste en ajustar cuentas, las mismas que lo obligan a dejar a su hijo en mitad de la noche, para atender sus asuntos.Y cuando ya decido levantarme, escucho que alguien llama a la puerta, así que voy a atender enseguida.―Pero ¡Qué bueno que te encuentro! ―me dice el casero con la cara seria y yo trago en seco―así me ahorrarás el camión de la mudan
~~~Alison.Llego a casa de James, muerta de cansancio y toda preocupada, pensando que no he podido resolver nada y, para colmo, estar ocupada durante toda la noche, gracias a los caprichos de James.― ¡Mamá! ―me dice Mark en cuanto me ve―te he estado esperando toooda la noche―me comenta y me abraza y me besa―quería que me contaras un cuento, igual que ayer―me indica y ahora la quijada se me cae de lo asombrada que estoy, pero recuerdo que el hijo es tan caprichoso como el padre, así que pongo los ojos en blanco y lucho contra todas las ganas que tengo de ahorcarlo, para brindarle mi mejor sonrisa.―Está bien, vamos―le respondo y nos vamos escaleras arriba, a su habitación y cuando termino de leerle voy escaleras abajo, a ver si encuentro un vaso de leche o algo, porque no me había dado cuenta hasta ahora, pero no he comido en todo el día.Y me choco con el pecho de James.Y aspiro su aroma.―Venía a ver si querías algo de comer―me dice, lo cual me molesta.―No, gracias, me iré a dorm
~~~Alison.Tres días han pasado desde que me mudé a mi nuevo trabajo.Y me siento encerrada, como si estuviera en mi propia jaula de oro, en las paredes de esta mansión, a pesar de que tiene un amplio terreno con piscinas y todo lo demás, pero me siento una esclava, a merced de lo que me pidan Mark y James y sin tener un solo tiempo para mí.Afortunadamente, he podido rescatar cosas de mi antigua habitación que están en el sótano, lo cual me hace sentir en casa.Entonces, la puerta de mi habitación se abre de repente, mostrando a James, por su puesto.―Pruébate esto―me dice y me da una caja con un enorme moño y lo abro.―Un vestido―le digo, entre anonadada y molesta― ¿me quieres explicar para qué quiero un vestido en esta casa? ―le reclamo enfadada y él pone los ojos en blanco.―Tienes toda la razón, no lo necesitas aquí―me responde con un bufido―lo usarás en una fiesta a la cual fui invitado―me asegura y yo le frunzo el ceño.― ¿Fiesta, James? ―le digo desconcertada― ¿por qué en el
~~~Alison.Entonces, recuerdo que tengo mucho tiempo que no veo a mi mejor amiga, así que la llamo enseguida."¿Crees que puedo pasar a tu casa?", le escribo y al cabo de un momento, textea un "Sí, por supuesto", así que tomo un taxi hasta su casa y ella me espera en la puerta.―Pero ¿qué te ha pasado? ―me dice toda preocupada―y ese maquillaje todo corrido, de seguro que has llorado mucho―señala y yo solamente puedo abrazarla.―Es que he ido a una fiesta con mi jefe y me ha dejado sola y ha venido una tipa y me ha hecho sentir poca cosa, pero es que eso no es lo peor―le comento.Entonces, le cuento todo lo ocurrido con la tal Tiffany.―Y me ha dicho que lo único que podría conseguir de él era que se emborrachara, para acostarme con él―le cuento y ella me mira detenidamente―y eso es lo que hubiera pasado hace unos días, cuando se estaba cayendo de borracho―le comento y le digo con lujo de detalle todo lo que pasó la noche que James vino con la camisa ensangrentada y unas copas de más―
~~~Alison.― ¡Por James y su próximo matrimonio! ―le digo a Georgy, en el brindis número tres… ¿o era el cuatro?La verdad es que no tengo la menor idea, y es que ya se me están olvidando las cosas, porque estoy un poquitín borracha.―Me parece que ya estás ebria, amiga mía―me contesta y ahora me río con ganas―creo que has hecho ese mismo brindis como veinte veces ya.― ¡Y mira quién está hablando! ―me burlo de ella y me hace un bufido―si ya llevas una botella completa de tequila, ¡ja! ―le recuerdo y ella muere de la risa esta vez y como si yo estuviera toda borracha como ella, me muero de la risa también―ahora, no te he escuchado decir “salud” por ese miserable malnacido―le comento y levanto mi copa en su dirección, mientras ella levanta su botella, porque está tomando directamente de ella y la choca con mi diminuto vaso.―Ay, amiga, tenía tiempo que no me relajaba tanto―me comenta toda risueña― ¿sabes una cosa? ―me dice con algo de pesar―creo que Nash me engaña―me dice y ahora empi