~~~Alison.― ¿En serio crees que toda esa perorata que te acabas de gastar tiene que amedrentarnos, Alison? ―me dice la mujer de mi padre y yo sigo ignorándola, mientras nos hacemos camino hasta el auto―Pero ¿qué esperan? ―le dice a alguien―atrápenla, porque no vamos a permitir que venga así y quiera venir a desafiarnos, porque mi marido es el líder supremo de la región, así que no dejaremos que cualquiera venga a esta casa a gritarnos de esta manera―me dice y ahora sí que me ha hecho hervir la sangre.Así que me doy media vuelta y camino directamente hasta ella y la miro al iris de sus ojos.― ¿Y tú en serio crees que puedes llamarme cualquiera, así nada más? ―le digo molesta―porque te recuerdo que tú también me debes―le digo molesta y me acerco más de la cuenta a ella―te robaste a mi papá, no me importa cómo o si fue él quien te enamoró, porque eso no es mi problema, sin embargo, ustedes dos me deben y mucho, así que no te atrevas a llamarme a mí una cualquiera, porque te recuerdo
~~~Alison.Los aviones aterrizan en otra pequeña pista clandestina, la cual está resguardada de cualquier radar indiscreto de las autoridades o, por lo menos, eso es lo que me ha dicho mi padre que hacen, gracias a unas torres con unos aparatos complejos que se encargan de volvernos invisibles.Esto es lo mejor, puesto a que son muchas las naves privadas que están volando con nosotros, desde aguerridos criminales de bajo mundo, como algunos paramilitares, mercenarios que han sido contratados especialmente para hacerle frente a La Facción y al sector oeste, quienes ahora están enfrentando a mi marido.Pero yo tengo algo más importante que hacer en este momento, justo antes de aterrizar, puesto a que hay gente por aquí inocente, quienes no puedo permitir que se encuentren en la batalla.― ¿Sabes si James tenía un refugio seguro para este tipo de emergencias? ―le indico a Walter, quien me sonríe.―Desde luego, señora Alison―me responde esta vez, lo cual me deja más aliviada― ¿quiere que
~~~Alison.―Pero ¿qué le he hecho yo para que me odie tanto? ―le digo, aunque asumo que ya sé la respuesta, sin embargo, me niego a creerlo―y con mi Claire, una niña que no tiene la culpa de nada―le recuerdo y él me mira detenidamente.―Pues, ya te puedes imaginar por qué razón no has sabido de él hasta ahora―me dice y mira a mi padre―y como es tu familia, dejo en tus manos el destino de tu abuelo, pero, quiero que sepas que ha jurado venganza, así que nuestra familia estará sentenciada, si es que ese hombre no muere―me asegura y no me puedo creer lo que estoy a punto de decir, porque hay dos imágenes que me vienen a la cabeza y esas son las de mis dos hijos, que ahora están escondidos, temerosos de que mi abuelo acabe con ellos.No, yo tengo que contraatacar, por el bien de todos.―Pues, acaba con él de una buena vez y que sepa que no se podrá meter contigo nunca más―le digo, con una mezcla de terror y rabia corriendo por mis venas, porque no pretendo que mis hijos vuelvan a padecer
~~~Un mes después.Alison.El viaje de recorrido por todo el mundo para asegurarnos de que había paz en todas partes, además de comprobar de que en efecto, ahora sí que acabamos con todas las cucarachas miserables de La Facción, acabó hace unos días.Fueron momentos intensos, en donde cada organización nos mostraba sus respetos, y en donde James se encargaba de poner a un vigilante que se encargara de verificar que no hubiera ningún conflicto entre uno y otro grupo.Fue un trabajo emocionante, pero peligroso, también, sin embargo, extraño a mis hijos con desesperación y necesitaba volver por ellos y para ellos, sobre todo por mi pequeña bebita, Claire, quien me necesita todavía.No los podíamos traer, temiendo de que alguien les hiciera daño, así que mi papá se ofreció a cuidarlos en su hogar, sin embargo, no soporto a la bruja de su mujer, que estoy segura de que en la primera oportunidad, los matará de hambre o los dejará en un rincón de la casa, arrodillados en un montón de arroz,
~~~Cinco años después.Alison.― ¡Ya te he dicho que no corras por toda la casa, Claire, que esta no es una pista de carreras! ―le digo a mi pequeña hija que se ha vuelto muy inquieta con el tiempo, algo que de alguna forma agradezco, ya que, al nacer prematura, había muchos malos pronósticos referente a su futuro―y necesito que vengas a desayunar, antes de que Walter te vaya a llevar al colegio―le recuerdo y ella traga en seco.―Sí, mamá, desde luego―me responde y en seguida se acerca a la mesa y empieza a comer sus tostadas con mermelada.Entonces, me asomo por la escalera, para ver si se asoma mi pequeño campeón.―Mark, ya ven a la mesa, que vas a llegar tarde―le digo a este, para luego devolverme al comedor de la cocina y al rato baja y me mira muy serio.―No tienes que llamarme a la mesa como antes, mamá, después de todo, ya no soy ningún niño―me dice todo pagado de sí mismo, lo que me hace poner los ojos en blanco―mira que ya estoy listo para ir al colegio―me señala y me muestr
~~~Alison―Pero ¡qué demonios! ―grito de lo más molesta a la limosina que acaba de pasar por el charco que está en frente de mí y con el diluvio que está cayendo, toda mi ropa se mojó.Ahora, qué voy a hacer, porque voy tarde al trabajo.Demasiado tarde esta vez y, para colmo, ahora estoy empapada de pie a cabeza por culpa de ese tipo ricachón, que de seguro debe estar apurando a su chofer para llegar quién sabe a dónde.― ¡Ojalá y se te desinflen todas las llantas! ―le deseo con toda mi rabia, pero entonces, recuerdo que de seguro no alcanzaré a llegar a tiempo, así que voy a toda prisa hasta mi trabajo como camarera de un restaurante italiano.Y cuando doy vuelta en la esquina, me doy cuenta de que la limosina está estacionada frente a un edificio.¡Perfecto!Así iré directo a decirle al tipo todo lo que se merece.Pero cuando ya estoy cerca, la limosina arranca y se pierde, pasando por todos los charcos en la calle y mojando a todos los transeúntes, por donde pasa.Entonces, memor
~~~ Alison. "Miserable jefe", pienso para mí en cuanto llego a mi casa y me doy un baño, para relajar mis músculos. Entonces, escucho el teléfono y me pongo algo encima como puedo para atenderlo. "¿Alison?", dice mi mejor amiga en cuanto toco el botón para contestar, "¿en dónde estás?", inquiere y escucho música en el fondo. "En casa, agotada", le respondo, mientras trato de que no se me caiga la toalla. "Nada de agotada", me reprende, "recuerda que hoy es viernes", señala y suena enojada, "me dijiste que vendrías a la fiesta en el bar, por el cumpleaños de Nash", me reclama, a sabiendas de que este tipo por el que se muere no me cae para nada. "Estoy muerta, Georgy", trato de excusarme, "hoy llegué empapada al trabajo y me prometieron un bono por atender a un patán, pero mi jefe se quedó con el dine...", trato de terminar, pero ella me interrumpe. "Y por eso es por lo que necesitas venir a relajarte", me indica y yo respiro profundo, "anda, hazlo por mí", me dice y trago en s
~~~ Alison. ―Haré que te traigan ropa limpia para que te cambies―me dice y me mira de pie a cabeza y ahora me siento desnuda, a pesar de que llevo mi mini vestido de la noche anterior―no deberías vestirte tan provocativa, si es que no quieres buscarte problemas―me dice algo molesto y con una ceja levantada. ―Pues, yo me visto como quiero―le digo muy pagada de mí misma―además, ellos se estaban aprovechando de que eran mucho más grandes y fuertes que yo―le señalo y él me mira y hace un bufido. ―Haré que te traigan ropa, para que te bañes y arregles―me indica y yo no estoy muy segura si quiero agradecerle o no. ―Todavía no me has dicho cómo es que terminé en tu casa―le recuerdo y él ahora cruza sus brazos sobre su enorme pecho, al tiempo que esboza una ligera sonrisa. ―Te veo abajo―me dice, pero me cierra el paso cuando trato de salir y cierra la puerta con llave. ―Pero ¡qué rayos, James! ― le grito enfadada, pero tal parece que se ha ido―déjame salir de aquí―digo a viva voz, pero