Embarazada por error del cachorro de mi Jefe
Embarazada por error del cachorro de mi Jefe
Por: Merfevi
PRÓLOGO

El momento había llegado. 

De las tres manadas en la tierra, solo una era la elegida para la nueva luna. 

Una nueva era se acercaba y el futuro de los hombres lobo dependía de esto. 

Esta reunión era considerada una de las más importantes. 

Edon alfa de la manada americana; Bardou, alfa de la manada inglesa y Daniel alfa de la manada Canadiense. 

Los tres elegidos para ser parte de la ceremonia. Uno de ellos tendría la dicha de ser el compañero de la nueva luna. 

—¡Daniel!

—¡Bardou! 

Dos alfas se reencontraron, chocaron sus manos y palmearon sus espaldas. 

—¡Tanto tiempo! 

—Han pasado siglos. 

Esta reunión no era común. 

Podrían pasar siglos para que las tres manadas estuvieran en el mismo sitio. 

Edon el tercer alfa se encontraba a varios metros de distancia, junto a su madre. 

Los Alfas estaban solteros, en busca de su mate. Así que cualquiera podría ser el elegido y convertirse en el alfa universal. 

—Esta noche, que gane el mejor Alfa. —mencionó Daniel. 

La elección de esta noche era tan importante para el alfa de la manada Storm, ser elegido iba a demostrar que su manada era la mejor. 

Además, que le evitaría el trabajo de buscar a una mate, ya que ante la elección de la nueva luna, automáticamente se convertiría en la esposa de alguno de los alfas.

—Que gane el mejor. —mencionó Bardou—. Aunque escuché por ahí que Edon es el favorito.

Eso incomodó a Daniel. Si bien sabía que Edon era el alfa de preferencia, él podía ser mucho mejor. 

Bardou y Daniel se colocaron en el centro del viejo tronco de sauce. 

Edon los acompañó minutos después, quien se mantuvo en silencio, mirando hacia el cielo.

Una luz resplandeciente apareció en el cielo. El momento que todos esperaban, al fin, llegó. 

Los tres alfas se colocaron en el centro del tronco del árbol de sauce, mientras que el resto de las manadas observaban con atención. 

La luz rodeó a los tres hombres lobo. Uno de los tres sería el elegido para poseer a la nueva luna. 

La luz rodeaba a cada uno, sin posicionarse en ninguno. 

No paraba de moverse y eso exasperaba a los tres alfas e incluso a los espectadores.

La luz se levantó hacia el cielo, sin siquiera elegir a ningún hombre lobo. 

Todos se encontraban confundidos, hasta que una voz se escuchó, provenía de la Luz radiante. 

—Tres majestuosos Alfas, pero solo uno tendrá la dicha de otorgarnos la nueva luna en su manada.

Todos estaban ansiosos por conocer al elegido y por supuesto a la nueva luna.

Los tres alfas en el centro del sauce, esperaban ser el elegido. Eran tres hombres perfectos desde cualquier ángulo que se podían observar. 

Los tres cautivaban a las manadas, sobre todo a las mujeres que esperaban una oportunidad con alguno.  

Aquella luz intensificó su luminosidad y descendió con rapidez. Golpeó directo el pecho de Daniel, y después fue envuelto por completo su cuerpo.

En ese instante supo que era el elegido. Una gran sonrisa se formó en su rostro mientras la luz cubría su cuerpo por completo.

—Daniel Storm, el alfa de las montañas frías, es el elegido para que su compañera sea la nueva luna. —retumbó la voz por todos los cielos. 

Todos, incluido Storm esperaban el anuncio de la nueva luna. Las chicas solteras de las tres manadas esperaban su oportunidad.

La luz que rodeaba a Daniel, salió de su cuerpo y se extendió por el cielo. 

Todos se miraban a la cara con confusión ¿Dónde estaba la nueva luna? 

—¿Dónde está? —inquirió Daniel.

—Nadie es digna para ser tu mate, en ninguna manada he podido encontrar a la mujer adecuada, aquella que sea digna de llamarse nueva luna. Así que ahora tienes una tarea extra. La madre de tu primogénito se convertirá en la nueva luna.

Los murmullos se escucharon alrededor. 

—¿Cómo se supone que voy a elegir si tú ya descartaste a todas las mujeres de nuestras manadas? —inquirió Daniel.

—Cada año nacen nuevas mujeres en cada manada, una será la elegida para convertirse en tu compañera y la nueva luna. Pero…tienes un siglo para encontrarla, si no lo logras hacer, alguien más será el elegido. Pero además, de los tres alfas, el primero en tener a primogénito, el primer cachorro de ustedes tres, ese se convertirá en el Alfa universal. 

«Un siglo, es tiempo suficiente» pensó Daniel. 

—Encontraré a la mujer correcta. —habló Daniel— quien me otorgue la dicha de tener un heredero, mi primer cachorro. 

—Eso espero. Recuerda que es tu responsabilidad en que los hombres lobos tengan una nueva luna, escoge a la más valiente, tenaz y de corazón puro.

Después de esas últimas palabras, aquella luz desapareció, quedando una total oscuridad.

—Tendrás una tarea difícil, amigo. —habló Bardou al oído de Daniel. Entre tanto, Edon el otro alfa, solo negó con su cabeza y regresó con su manada, fueron los primeros en irse del lugar. 

Bardou de un aullido reunió a su manada y también desapareció del bosque.

—Amigo, ¿crees que vas a encontrar a la mujer digna para que se convierta en nuestra nueva Luna? —Cuestionó su amigo Benjamín, quien se acercó después de que las dos manadas se retiraran. 

—Claro que sí, encontraré a la mujer perfecta. Y no solo eso, voy a convertirme en el alfa universal. Necesito guardar una reserva de mis espermatozoides y tú serás el encargado de mantenerla segura —indicó a su amigo—. Quiero estar preparado ante cualquier percance. La madre de mi primogénito se convertirá en la nueva luna. Voy a convertirme en alfa universal a como dé lugar. 

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