Sophia se encontraba prácticamente sin aliento, sin embargo, tomó toda la fuerza y voluntad que le quedaba para emitir un último grito.

— Esperen…, creo haber escuchado algo— , pidió Noah mientras se acercaba a la orilla de un barranco pronunciado que tenía una pequeña saliente.

Fue allí donde pudo percibir los quejidos de lo que definitivamente era la voz de una mujer, —Por aquí, estoy seguro, amarramos rápidamente la cuerda del árbol, voy a descender.

Cómo un equipo coordinado actuó con rapidez y sin espera ni miedo Noah se ató la cuerda en la cintura y comenzó a descender, de inmediato tuvo indicios de que alguien había estado allí.

— ¿Sophía?, ¿Estás allí?

Se escuchó un murmullo inteligible y caminó entonces con cautela hacia dentro de la cueva, en medio de la oscuridad pudo distinguir una silueta temblorosa y supuso que se trataba de ella.

— Por favor amor responde.

— ¿Noah?, ¿Eres tú?

— Si, Dios, he muerto mil veces a saber lo ocurrido he imaginado que te había perdido — ,