Noah estaba preocupado, ahora no solo necesitaban encontrar respuestas, sino que el pronóstico no era favorable. —Dime, Michael, ¿qué tan malo es?

—Tenemos pocos días, creo que, según las formaciones que se están creando, el problema no es solo la velocidad del viento, sino la cantidad de agua que caerá.

— ¿Qué sugieres?

— Nuestras viviendas no aguantarán y, debido a que esta zona es baja, estamos propensos a inundaciones. Lo mejor sería irnos a la otra aldea que tiene construcciones más seguras.

— Sabes que eso no es una opción.

— Entonces solo podemos esperar lo peor o un milagro y que el huracán se desvíe o pierda velocidad.

— Maldición, tengo que pensar en otra opción, por ahora monitorea la situación y avísame cualquier cambio.

— Está bien, así lo haré.

Una vez que salió de la tienda se encontró con Sophia y caminaron hasta su tienda tomados de la mano, —¿Qué te dijo Michael sobre el clima?, ¿Alguna esperanza de que se trate de un error?

— No, de hecho me acaba de confirmar el ev