El mundo está de guerra, los gobiernos manipulan los suministros estando frente a una pandemia, nunca antes vista. Los más afectados son los pobres, entre ellos Frank, padre de un pequeño que presenta todos los síntomas de la nueva enfermedad, lo único que puede mantenerlo con vida son los aparatos sofisticados utilizados en los hospitales, los cuales son manejados por políticos y personas adineradas que pagaron fortunas por adquirir ese equipamiento.
Leer másLuego de encender el vehículo, me dispuse a buscar 2 pares de cubiertas que vayan al aro de las yantas. ya que las del auto estaban ponchadas... Y pensar que en este lugar hay cientos de vehículos aparcados y anteriormente minaban las calles con un tráfico incesante y caótico donde te quedabas mucho tiempo en un solo lugar. odiaba la hora pico. Pero bueno, eso quedó en el pasado. Encontré un inflador manual bajo una carpa, este estaba intacto. lo llevé junto al vehículo y comencé a inflar las ruedas. fue bastante duro, tarde mucho tiempo ya que no cargaba el aire suficiente para incorporar el auto a su altura. Más tarde, despues de que las ruedas tubieran el aire suficientes para rodar, pensé las oportunidades que tendría para salir de acá. pero no podía salir huyendo así como si nada. aunque corría peligro, debia ser paciente y esperar. estos canallas podrían seguirme y desquitarse conmigo o peor con mi familia si nos encuentran.mientras me alejaba con cautela del automóvil pude ve
No recuerdo cuanto tiempo pasó desde que salí de casa, a veces parecen semanas y otras solo horas. Me imagino levantarme de esta cama, caminar a la salida e ir a mi casa; pero exactamente no sé dónde está esta base. aparentemente es en San Lorenzo. como a seis o 7 kilómetros de mi residencia. no sé lo que hago ni tengo propósito acá, solo sobrevivo.dentro de la habitación de aislamiento estamos los del camión 2, los que estuvimos en el enfrentamiento. junto a mí se encuentra el señor Jomby, la 51, 57 y la 58.Nos separa una cortinas finas, pero en la parte posterior de la camilla están, pegados contra ella una hojas con los datos de los sobrevivientes. la 57 está delante mío, tiene su número abajo de él un nombre, Cinthya y su edad 32. Junto a ella se encuentra la 58 Beatriz de 28 años. El 56 se logra a distinguir a medias. tiene la terminación "ver" posiblemente se llama Ever. voy a averiguarlo después. la 51 está junto a Jomby entonces me dificulta leer, es más se me hace imposibl
luego de que el fuego hubo cesado miré el panorama. era terrorífico, sangre por todo el escenario, cerebros esparcidos por el asfalto. el equipo sobrevivió al asalto. la 57 y 58. mataron entre las dos a cuatro enemigos. que irónico, en el horizonte, justo sobre el camión de los terroristas que quedó barado ostentaba un grafiti que decía "Dios es amor". Me puso a meditar, ¿ si en verdad nos amara por qué permite que pase todo esto? ¡Por qué! tal vez estos hombre tienen familia, así como yo. pero no los volverá a ver. y yo aunque sea tengo una pizca de esperanza. sigo preocupado por mi hijo y su aflicción. espero que pudo reponerse. mientras tanto yo estoy aquí, tratando de ganarme mi vida. literalmente. no debo morir ya que ellos depende de mí. bueno eso supongo. ahora no sé que comen, si descansan. si aún respiran. Pero tengo fe, mi esposa no se va a dejar vencer así de fácil, se que sabrá salir adelante hasta que vuelva junto a ellos.***—¡Usen Guantes! aquí tienen —Ordenó la 51— D
Con estrépito me estrellé contra la carrocería de la furgoneta y me caí sobre la 58. miré a los demás y de manera involuntaria. como si se tratace de un piloto automático me dirijí a la armería. que se encontraba bajo uno de los asientos en un fondo falso. El gran Jomby se encargaba de equipar al grupo. me entregó un fusil de asalto, similar a las de las películas. "Toma una M16 farfulló Jomby mientras babeaba". la sujeté y la palpé, mata al enemigo no a nosotros se escuchó desde la cabina. la 51 nos observaba a lo lejos. acto seguido Jomby levantó un lanzagranadas. "Veremos fuegos artificiales mucitó". A continuación caminó a la parte posterior del camión, golpeó con fuerza en tres ocasiones la chapería, abrió uno de las dos hojas de la entrada y gritó como un demente, imitó a un lobo, y a un primate. ¡ya entenderán, un grito extraño! luego de apuntar contra la integridad del vehículo que seguía la camioneta ingresó una ráfaga de proyectiles, nos lanzamos al suelo, excepto Jomby, el r
Posterior a mi llegada, se acercó al vehículo la numero 51, se veía furiosa, estaba ofuscada por la rabia. No ponderaba por nada, conectó una patada al camión con las suelas de su calzado y renegó. — ¿Qué, qué te sucede número 51? —pregunté casi farfullando. Se acercó amenazante, con la intención de lastimarme, desenfundó su arma y me propinó un culatazo por la sien que me arrojó al suelo. — ¡Qué me sucede! ¿Querés saber qué me pasa? —Tranquila, estamos del mismo lado. Solo me preocupo por vos. —No necesito que un marica se ocupe de mii. Así que metete en tus asuntos. Decime, qué trajiste. — Sí, sí, traje veinte litros de agua. — ¿De dónde? —indagó con demencia. — Del supermercado —respondí para no delatarme. — ¿En serio? Porque vi a alguien muerto en el camino, ¿No viste quien lo hizo? Pensé con claridad, cerré los ojos y respiré. Tal vez no sea buena idea confesar lo que ice, tal vez sea mejor que piensen que no soy capaz de matar a una mosca y me tomen solo como explorador
Antes de que cante el gallo todos los prisioneros de este circo ya estábamos levantados. Fuimos a formarnos dentro de la instalación, era sabido que en ese lugar había un campo de concentración, pero también era temido por los demás grupos, solo los del gobierno podían causarnos algún daño letal, bueno, eso era lo que contaban la 57 y 58. Nos agrupamos en tropa de diez y marchamos con un trote lento hasta subir a un camión equipado, Subí en la parte posterior luego de ser rotundamente regañado por la encargada, ya que le solicité manejar el móvil, pensaba en que tal vez pueda huir con el camión, mientras hacía el recorrido por tierra. Pero ella ya tenía un chofer era el 57, este me miró con desaprobación, tal vez quería tener problemas. Corrí a la parte posterior del camión y subí con el vehículo en movimiento, por poco y me dejan atrás. — ¿Dónde vamos, 54? El estridor de su garganta retumbó todo el camión, luego escupió en el piso, las mujeres miraron con asco. Limpió sus labios y
Una vez, que hube llegado frente al circo me topé con los demás soldados y reclutas andando a trote lento y formándose al son de una trompeta. Hacían filas de a diez y en cada punta se presentaban los líderes de grupos, quienes comandarían el escuadrón. Como era de suponerse a mí me tocó el grupo cinco. La líder del grupo era la 51... Una chica rubia, con piernas largas y unos senos exorbitantes. Pero era bastante tosca, agresiva e impredecible. Nos guió hacia una esquina, y comenzó a sermonearnos, de lo que debíamos de hacer y de lo que no. Y justamente como Willis supuso, saldríamos a recolectar artículos del exterior. Debíamos de despertar a las cuatro de la madrugada.Todos los de mi grupo miraban extrañados, en este grupo se encontraban tres hombres y siete mujeres. La líder del grupo, la 51 se veía bastante fuerte, me atemorizaba. La 52 er
Mientras avanzaba por el cementerio de coches pude apreciar que varios de ellos se veían en buenas condiciones, muchos de ellos poseían las ruedas calibradas, pero otros estaban bastante deteriorados. Tal vez, con algunos conocimientos extra pueda activar o poner a andar alguno para salir de acá.—Llegamos, este es el sujeto que se encargará de vos, es el mejor con las armas— señaló el excéntrico hacia un campo de tiros, donde un hombre, con tapado de aviador limpiaba un rifle.—Ya despertó por lo visto.—Sí, el señor me pidió que le te diga para que le enseñes a disparar. Debe ganarse la vida. Claro, vos ya lo sabés— respondió Marcos con voz burlona— Bueno, los dejo, ah, por cierto. Su número es el 56.—Genial.Luego de que el canalla abandonó el lugar, Willis me miró a los ojo
Horas más tardes, luego de que hube quedado inconsciente desperté desconcertado, con un gran dolor en la cabeza, lado izquierdo. Me senté en lo que pareciera ser una camilla militar o una camilla simple de estructura metálica con colchoneta delgada, a mi alrededor una gran cantidad de personas en la misma situación. No sabía lo que ocurría. Lo que recordaba era una gran guerra frente al hospital, al militar que me sorprendió saliendo del recinto y al hombre que me salvó, su nombre comenzaba con v, ¿o W? ¿Vil o Wil? No recuerdo con exactitud, lo que si recuerdo y con urgencia, era a mi hijo. Mientras pensaba en él mi pecho recibía espasmos incómodos, de agonía. Sufría al recordarlo.Decidí ponerme de pie, con mucho dificultad lo hice, pero antes inhalé y exhalé, todo para recuperar fuerza y co