Con ese pensamiento en mente, dejó de discutir con Doris, le recordó a Belén:
— Solo ten cuidado. Luego, se volvió hacia su madre y comenzó a hablar sobre Ana. Sin decir una palabra, Belén tomó la cesta junto a la puerta y salió. Solo había dado unos pasos cuando recordó que necesitaba algunas herramientas para excavar y regresó para tomarla. Sin embargo, mientras se acercaba a la puerta principal, escuchó la conversación entre Doris y Santiago que provenía del interior de la casa. —Madre, no solías tratar a Belén de esta manera, ¿qué sucede contigo? — Se escuchó la voz de desconcierto de Santiago. Al escucharlo, Belén se paró en Seco sin darse cuenta y se desplazó en silencio hacia un punto ciego donde nadie pudiera verla. Doris dejó escapar, un arco suspiró. —Odiaba a su arrogante madre y también la odiaba a ella. Tú eres mi hijo precioso, porque trabajé tan duro para criar y eA diferencia de Doris, él había probado toda clase de comidas increíbles en el distrito imperial, por lo que no esperaba mucho de unos simples ravioles. Santiago se lo llevó a la boca de inmediato por simple curiosidad. Con una sola mordida, el delicioso jugo estalló en su boca. Le pareció que los ravioles estaban muy sabrosos, tanto que después del primero de inmediato quiso comer otro. Enseguida, Santiago y Doris devoraron casi por completo el plato entero de ravioles. Sin embargo, cuando solo quedaba uno, ambos se estiraron para tomarle al mismo tiempo. Santiago se detuvo un momento, retiró la mano a regaña diente y dijo: — Puedes tomarlo, madre. De pronto, Dori se percató de que lo había hecho Belén, por lo que se burló, dejó el tenedor y dijo con desdén: — Me parece que incluso la basura sabe bien cuando tenemos hambre. Ya estoy satisfecha, ustedes pueden continuar — dijo mientras le daban un
En una Cabaña desierta, gotas de lluvia gruesa caían sobre un techo de lámina, y el sonido de fuertes truenos que rompían en la oscuridad de la noche, rayos brillantes por encima de la montaña. Desorientada y aturdida. Belén García se encontraba tirado en el piso, despertando por Los Fuertes truenos, con una mirada recorrió la habitación. Al despertar de su aturdimiento, Belén recordó que unos tipos la habían noqueado. Sintiéndose impotente, Belén García tenía las manos atadas a una soga; imposible soltarse, tenía las manos demasiado apretadas. Con la luz de un rayo, visualizó un objeto brillante. Intentando alcanzar aquel objeto brillante, Belén García utilizó muchas maneras para poder hacerse de aquel pequeño fragmento de vidrio. Con tanta insistencia logró alcanzarlo cortando con dificultad la soga que tenía atadas en sus manos, recordando cómo se le estaban poniendo difícil reunirse con su familia. Había perdido el contacto por mucho tiempo con su familia. Justo a punto de
Al poco tiempo se quedó dormido, ambos descansaban a los lados de la pequeña habitación.Cuando, a media noche, despertó por unos sonidos, Belén, al abrir los ojos, se dio cuenta de que el hombre tenía su rostro pálido, estaba completamente blanco, estaba sudando frío mientras que decía incoherencias."Oye, despierta". ¿Estás bien?Belén se acercó para tocarle su frente, pero el hombre no reaccionó. Luego abrió su camisa, y comprobó su herida. Su herida estaba infectada y deliraba por la fiebre.Un par de vancomicina, le quitaría todo ese malestar, pero esa medicina, por ahorita, estaba fuera de su alcance. Al no haber de otra, Belén García intentó quitarle la ropa. Aunque funcionó, el hombre comenzó a temblar y a delirar, debido a eso lo acercó más al fuego, pero su estado no mejoró. "¡Maldición!"Maldijo Belén, y caminó como loca en la habitación, luego se acercó al hombre, lo abrazó para compartir su calor corporal con él."¡Eres un idiota! ¡Pero quién soy yo para juzgarte!""¡E
No habían terminado de adularla, cuando su madre se acercó para recordarle que era tiempo de ir a presentar el pastel de cumpleaños.Pero cuando estaban entrando a la mansión, su madre Alicia García la tomó del brazo y se dirigió al cuarto exterior, susurrándole a Ana García y preguntándole en secreto, por una misión que le había dado días atrás.Luego Ana le dijo a Alicia: “No quiero que mis amigos, ni mucho menos mi familia, se enteren de que existe, una niña de campo, porque esto sería el hazmerreír de la sociedad”.Alicia, acomodándole su hermoso cabello, murmuró: “No hay noticias de la misión, eso es una buena señal”. “Tu gente todavía no ha dado señal de vida”, mantengamos los nervios tranquilos, no habrá ninguna sorpresa, eso te lo aseguro.Ana no se quitaba de la cabeza, que la persona que había mandado a secuestrar. Pudiera regresar.Luego pensó en la orden que había dado, que no permitiera que una mujer campesina, como su hermanastra, regresara a su casa reclamando lo que p
A pesar de que la sonrisa de Belén en sus labios era hermosa, su tono era demasiado sarcástico. Alicia notó el sonido de sus palabras, frunció el ceño, pero rápidamente se recompuso.Luego Belén miró cómo aturdida a su tía, le preguntó: sácame de una duda, tía. ¿Cómo es eso que la hermana menor de mi madre se casó con mi padre? Y ¿qué mi padre se casó con mi tía? ¿Dime qué tontería hizo esta familia, debe estar sucediendo algo, me lo puedes explicar?La cara de Alicia se le empezó a enrojecer por la ira y la vergüenza. Al escuchar a los invitados que comenzaban a susurrar entre ellos, el rostro de Alicia se le empezó a hinchar como cuando un sapo empieza a tirar su leche, al Escuchar tantos comentarios negativos hacia ella y hacia su familia.Según Tengo entendido, la señora García era la hermana menor de la anterior señora García, que se apellidaba Suares cuando la señora Suares desapareció. Esta señora tomó su lugar en la familia García. Esta debe de ser la verdadera señorita Belén
Todos, incluso Ana García y su madre Alicia, se quedaron incrédulos al escuchar a la pareja tratarse confiadamente.“¿Qué sucede?” ¿Acaso esta harapienta sucia pordiosera conoce a al famoso Daniel Peralta?Daniela miró a los ojos, y cuando estaba a punto de responderle, un hombre gordo con panza cervecera caminó hacia él. Este era Santiago García, padre de Belén.“Encantado de conocerlos, señor Peralta, es un honor tener en nuestra casa a una persona tan importante como usted, ¿por qué no nos avisó que vendría?”Todos los invitados se quedaron boquiabiertos cuando Santiago García lo saludó.Alicia cerró los ojos de inmediato, sintiendo una gran vergüenza, que no se atrevía a imaginar lo que sucedería a continuación.“¿Qué demonios sucede aquí?”Santiago, al fin se percató de que algo andaba mal, comenzó a mirar a su alrededor, fijando su mirada en una mujer sucia y harapienta, frunció el ceño en un instante, se volvió hacia Alicia y dijo: “¿Por qué invitaste a una sucia pordiosera
Ana no tenía miedo de que su padre se enojara con ella, por convertir a Belén en el Hazmerreír, después de todo se había sacrificado, dándole su vestido más costoso.No hay ningún vestido adecuado que pueda usar, una mujer tan corriente como Belén, por muy exquisita que se vista, no borraría el hecho de ser una tonta campesina.Ana sentía ciudad interna, por pensar que Belén no pudiera entrar en su vestido. Ni poder utilizar, los tacones de diez centímetros de alto, qué le había preparado.Apuesto que esa campesina inútil, jamás ha utilizado tacones en su vida, y podría resbalarse cuando baje por las escaleras.Ah, no estaba tan orgullosa de su ingenio que casi se felicitaba ella misma, no podía esperar ver la reacción de los invitados, cuando Belén apareciera.“Quiero que todos sepan, que esta campesina no merece ser mi hermana”Recordándole a Belén, que la cena estaba comenzando, bajó las escaleras.“DE ACUERDO”Al escuchar la respuesta, Ana bajó con una gran sonrisa.“Que comience
Belén ocultó sus emociones, se levantó el vestido y descendió por las escaleras. Lo primero que se dieron cuenta los invitados, los invitados, fueron unas piernas hermosas, que alimentaban la su imaginación.Llevaron unos tacones de alta Gama, la luz que incidía en ella acentuaba más sus delicados pies y sus tobillos de seda. Ana las perfectas piernas, miró de reojo alguno de los invitados y todos estaban estupefactos.Ana, también sorprendida por lo perfectas que eran sus piernas, miró a los invitados y se dio cuenta de que babeaban por ella. También se dio cuenta de que Daniel no podía apartar los ojos de sus piernas.Ella empezó a entrar en pánico, pensó que se había equivocado, al entregarle ese vestido y hace parte de tacones a Belén.Luego recuperó la compostura. “Solo son un par de piernas, vomitará enseguida al ver su rostro”Cuando volvió a prestar atención a la escalera, Belén ya estaba bajando al salón.“Adelante, camina más rápido: ¡No puedo esperar a que te caigas con es