Iván se llevó las manos a la cabeza, bajó la mirada y frunció el ceño. Por supuesto tomó eso como la excusa perfecta para poder tener un acercamiento más profundo con la maestra, él tenía que mantener su papel de padre preocupado.
— Dios mío no puede ser, lo que me está diciendo realmente me ha lastimado profundamente, no sabe cuanto sufro por todo esto. Es que siento que me duele hasta el pecho de la preocupación tan grande que esto me provoca. Dijo Iván mientras se tocaba el pecho y trataba de que sus ojos se humedecieran procurando de cualquier forma que le saliera aunque sea una sola lágrima para así poder impresionar a la maestra. — Por favor señor Iván trate de calmarse, no se ponga así, además estamos en el colegio, no sería bueno que Ivanita saliera del salón y lo viera en ese estado, pero lamentablemente tenía que contarle esta situación que a mi parecer es muy grave y hay que tomar cartas en el asunto. — ¿Cartas en el asunto? Pero no comprendo ¿y qué se puede hacer al respecto? Porque ni modo que le busque otra madre a mi hija, aunque pensándolo bien si pudiera hacerlo la cambiaría por una nueva esposa, digo bueno…jejejeje fue una broma, disculpe. Betty se quedó mirándolo sin poder evitar contagiarse de su risa y también del mal chiste que acababa de decir. Aunque en realidad ella no quería burlarse, esa no era su intención en lo absoluto, lo que pasaba era que Iván era un hombre muy jovial, muy atractivo y además tenía una capacidad de hacer reír a las mujeres que lo hacía mucho más atractivo. Además siempre estaba vestido de forma impecable, con ropa a la moda que lo hacía ver mucho más jovial, aparentando tener una edad mucho menor a la que en realidad tenía. Luego de ese momento un poco vergonzoso, la maestra le dijo: — Bueno en realidad no creo que quiera cambiar de esposa, porque tienen una niña demasiado linda y además el que usted esté con ella habla de su buen corazón, porque debe quererla mucho para no importarle su aspecto físico. Bueno perdón no quise decir eso, pero es que en realidad la señora Rebeca es una mujer que…bueno…¿cómo decirle?…la verdad es que mejor no digo nada. — Se me acaba de ocurrir algo, ¿por qué mejor no hablamos de esto en otro sitio? Digo en un café por ejemplo, porque aquí en la puerta del colegio no me parece apropiado y menos con el riesgo de que salga mi hija y se de cuenta que estamos hablando de su mamá, ¿Qué le parece si conversamos de este problema tan grave en otro sitio? La maestra Betty se puso nerviosa puesto que no sabía qué responderle, ella era una mujer muy profesional y además amaba su trabajo, le apasionaba trabajar con niños, en realidad estaba preocupada por el caso de su alumna, puesto que ya conocía de muchos casos de suicidios en menores a consecuencia del bullyng. Por otra parte no podía negarse a sí misma que le atraía muchísimo el padre de Ivana, le parecía un hombre bello, sexi y además no podía entender (aunque se lo guardara para sí) que ese bombón estuviera casado con la madre de su pequeña alumna. Ella después de pensarlo bien por unos instante le respondió: — Bueno señor Iván, creo que me parece bien, porque en realidad estoy muy preocupada por Ivana, pero en este momento no puede ser porque tengo que darle clase a los niños, si desea podemos vernos al final de la tarde, pero no aquí en el colegio porque no quiero que hayan malos entendidos, usted sabe como es la gente que mira las cosas a su manera y después inventa lo que no es. Podemos vernos en algún sitio público. Iván pensó inmediatamente que no tenía ni un dólar para invitarla a tomar ni un vaso con agua, así que pensó: “Lo mejor es llevarla al bar donde canto y como tengo algo de crédito puedo invitarle a que tome lo que quiera y así aprovecho a que me escuche cantar y eso nunca falla, las mujeres caen redonditas.” — Se me ocurre invitarla al bar donde canto y toco la batería, porque como usted sabe hay que trabajar y yo me esfuerzo mucho para darle todo a mi hija y que no falte nada en mi hogar, entonces aprovecho de trabajar y al mismo tiempo le buscamos una solución juntos al problema de Ivanita, ¿qué le parece maestra Betty? — Pues me parece bien, solo espero que esto no le traiga problemas en su trabajo. — No, para nada, si casi soy uno de los socios del bar, así que por eso no hay problema. Betty estaba deslumbrada cada vez que Alfredo decía algo con respecto a lo que era su vida supuestamente. Le estaba vendiendo una imagen totalmente opuesta a lo que en realidad era. Pero esa era su estrategia para poder conquistar a cuanta mujer le gustaba, porque en realidad con Rebeca ya no tenía intimidad, la verdad no le provocaba en lo absoluto. (…) Dos horas después… Iván llegó al departamento después de haber dejado a Ivana en el colegio y se echó en el sofá de la sala mientras pensaba en voz alta: “Bueno mi querida esposita, no sabes el gran favor que me hiciste haciendo que llevara a la niña al colegio, ahora solo tengo que dormir unas cuantas horas y esta noche me llevo a la maestra al bar, allí es mi oportunidad de comerme ese caramelito” Justo al terminar de pensar en eso, de pronto vio una foto de Rebeca que estaba en un porta retrato al lado del sofá y enseguida expresó molesto: “¡Ay por Dios! Pero qué susto, vengo de ver un monumento de mujer y tengo que encontrarme con esta cosa” Tomó el portarretrato y lo puso viendo hacia la pared, no soportaba ver a Rebeca ni en fotos, solo estaba con ella porque le proveía de todo mientras él vivía su vida como si fuera un hombre soltero. No trabajaba, no tenía responsabilidad ni siquiera por su hija, pero ahora que había conocido a la maestra Betty, iba a cambiar su atención hacia su hija, preocupándose más de ella, solo para hacerle creer a la maestra que era un buen padre. (…)Rebeca había llegado a su casa hecha un mar de llanto, ya no soportaba el maltrato que durante toda su vida había tenido que aguantar de las personas que se encontraban a su alrededor, ahora para colmo de males también había perdido su empleo, cosa que la tenía demasiado preocupada porque ella era el sustento de su hogar y pensaba principalmente en su hija Ivanita que dependía totalmente de ella. Fue demasiado humillante que el dueño de la boutique tomara una decisión tan drástica despidiéndola de esa forma tan injusta, por el solo hecho de que no le agradaba su aspecto físico, ni a él ni a las clientas que visitaban la boutique.Al entrar al departamento y darse cuenta que Ivanita no se encontraba en casa, recordó que tenía que irla a buscar al colegio, porque en la mañana ella le había pedido a Iván que la llevara pero no recordaba si le había dicho que también la fuera a buscar, estaba tan atormentada con todo lo que acababa de pasarle que no recordaba nada de lo que había hablado
Cuando por fin llegaron al apartamento, Rebeca estaba muy agotada tanto física como mentalmente del duro día por el que había tenido que pasar, enseguida dijo:— Mi hijita hermosa, la verdad es que todavía no entiendo qué es lo que te pasa, me estás matando profundamente con ese silencio, ya no sé cómo explicarte que se me hizo tarde, no fue adrede. Pero de lo que sí puedes estar completamente segura, es de que esto no se va a volver a repetir. Te lo prometo mi amor. — le dijo Rebeca mientras le daba un beso en la frente con todo su amor.Ivana la miró y por fin se dignó a hablarle a Rebeca, diciéndole algo que no se esperaba:— Mamá, yo quiero que me lleve a la escuela mi papá o sino el camión del colegio que se encarga de recoger a todos los niños a tiempo y no los hacen esperar.Rebeca llena de angustia ante la petición de su hija Ivana, enseguida le respondió:— Por favor Ivana ¿Cómo me pides que te meta en el transporte del colegio? Es un gasto innecesario viviendo tan cerca de l
Media hora después….Ya habían llegado al bar en donde tocaba y cantaba Iván una que otra noche a la semana, por supuesto todo el mundo lo conocía, se había convertido en una persona muy popular dentro de su ambiente y Betty al darse cuenta de eso, sentía que veía la imagen de Iván aún más atractiva para ella, eso la tenía muy encantada y solo quería conocer aún más de ese hombre tan interesante y galante, que el único defecto que le había visto hasta ahora, era que estaba casado y era el padre de una de sus alumnas, motivo por el cual estaba muy mortificada porque sabía las consecuencias si en el colegio llegaban a enterarse.Iván por supuesto era todo un galán y actuaba con caballerosidad con las mujeres que en verdad le interesaban, enseguida le dijo:— Maestra Betty por favor pasemos por acá y sentémonos en esa mesa, es la mejor en todo el bar porque está muy cerca de la tarima y para mí sería un honor que usted me escuchara tocar bien cerquita.Ella estaba fascinada con todo lo q
Ambos conversaban divinamente, y Betty comenzó a hablarle de su vida, haciendo que Iván se interesara aún más en conquistarla.Iván solo estaba escuchando muy atento cada palabra que Betty le decía; definitivamente se estaba dando cuenta de que había encontrado en ella una posibilidad de liberarse de Rebeca y emprender un nuevo vuelo. Aunque un poco mojigata para su gusto, Betty le podía brindar la posibilidad de vivir como un rey. Solo bastaba conquistarla y convertirse en su obsesión. Tenía que hacer que ella se enamorara de él a como diera lugar y, después de tenerla bien segura, comenzaría a sacarle dinero. Entre Rebeca y Betty, prefería mil veces quedarse con la segunda: era una mujer hermosa, sus padres tenían una fortuna y ella era la única heredera. No podía pedirle nada más a la vida.En lo único que pensaba era en poder sacar a Rebeca de su vida; ya no soportaba verla ni a un metro de distancia. Le causaba mucha repulsión ver lo gorda que estaba y lo descuidada que se había
Betty estaba bastante incómoda; ella no quería estar en esa situación. No estaba acostumbrada a ser la tercera en discordia, ya había pasado por ese papel de esposa engañada y no estaba dispuesta a ser la amante de nadie. Estaba muy contrariada; solo se había dejado llevar por la misma situación de inconformidad que tenía en su vida, pero no estaba dispuesta a poner en riesgo su empleo y, encima, tener que soportar vivir a escondidas como si ella fuera una delincuente.Ella quería vivir, pero al mismo tiempo ser libre, y con Iván no iba a poder experimentar esa sensación; sino todo lo contrario, se estaba metiendo en medio de un matrimonio que ni ella misma sabía si estaba destruido o no, y en ese momento pensó que tampoco se iba a quedar a esperar para averiguarlo.Iván le insistió a Betty que no se fuera, pero la decisión de ella fue un rotundo no, y enseguida salió del bar y se subió a un taxi que la llevaría rumbo a su casa, donde la esperaba su triste realidad.Por supuesto, para
Al día siguiente….Rebeca había pasado la noche en vela sin poder dormir, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, las palabras de Iván le habían terminado de romper el corazón en mil pedazos, ella estaba con el autoestima por el suelo, se sentía totalmente destruida, no podía aceptar que Iván estuviera a punto de dejarla.Salió de la habitación y lo primero que hizo fue ir a ver Ivanita, ya que había pasado la noche con mucha temperatura, al abrir la puerta de su cuarto se acercó a ella para tocarla y verificar si se le había quitado la fiebre.Rebeca le colocó la mano sobre su frente, pero se sorprendió al sentir que la niña estaba fría como el hielo, enseguida la movió pero esta no se despertaba, Rebeca angustiada comenzó a llamarla:— Ivanita, Ivanita mi amor despierta, por favor Ivanita no me hagas esto, despierta corazón que ya va a ser la hora de ir al colegio. — por más que Rebeca la llamaba, la pequeña niña no respondía, estaba completamente fría y su rostro estaba pálido, e
Fueron momentos muy dolorosos para Rebeca y también para Iván, él jamás se hubiera esperado un desenlace tan fatal como perder a Ivanita, su única hija y de la que nunca quiso ocuparse, jamás tuvo un gesto de generosidad hacia ella porque siempre la veía como la hija de Rebeca y no como a su propia hija. Lamentablemente la relación que tenía con Rebeca era demasiado tóxica, se había casado con ella solamente por el interés de que ella lo ayudara a legalizar sus documentos de ciudadanía y así poder estar legal en los Estados Unidos, pero jamás tuvo para ella la más mínima consideración, nunca fue leal y para colmo de males, no solamente le fue infiel de la forma más descarada, sino que la maltrataba tanto psicológica como físicamente y todo por no gustarle su aspecto físico, el cual criticaba y hasta le causaba repulsión por su problema de obesidad. Eso por supuesto ocasionó que Rebeca perdiera por completo el autoestima, haciéndola perder su amor propio y hasta su dignidad, porque ell
Horas después…Sandra se había quedado en el departamento de Rebeca arreglando un poco todo el desorden mientras esperaba la llegada de Diego Armando Izaguirre, su amigo de la infancia el cual tenía una especialidad en cirugía estética, era nutricionista y por su fuera poco, también médico internista, realmente era toda una eminencia, un hombre entregado a su profesión y que había empezado desde muy jovencito a estudiar la carrera de medicina la cual era su pasión.Diego Armando se había criado en el seno de una familia muy adinerada, su padre había sido un médico especialista en cardiología y había sido una eminencia en cuanto a su profesión, por lo que se le reconocía en todo el país como uno de los mejores cardiólogos que había existido, y que lamentablemente había fallecido irónicamente de un paro respiratorio.Dejó a su hijo Diego Armando, el mejor legado que fue el de llegar a convertirse en el mejor médico, pero no por el dinero o el prestigio que pudiera llegar a ganar, sino p