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Los señores more

¡El día de hoy!, pase un rato muy agradable con Darko, pero todo se arruinó cuando me informó que tenía que viajar por una semana.

Me sentí triste al ¡instante!, ¿porque?, me iba a hacer mucha falta, en los momentos que me sentía triste, él buscaba para escabullirse en mi habitación para hacerme compañía.

¡Esperaba!, que yo me durmiera para irse, había momentos que no quería que se alejara de mí, en unas de nuestras charlas me había contado que ¡Darko!, se llamaba su lobo, pero su nombre de humano era otro.

¡Tenía tanta!, curiosidad de saber quién era para poder ser su amiga en todo momento, sin restricciones, ¡pero!, ¿cómo hago?, si él no pretende revelar su identidad.

 ¡Me acosté!, en su pelaje, ya que nos ¡encontramos!, en mi habitación, puesto que ¡estaba!, triste por su partida, hablamos de muchas cosas allí acostados hasta que decidí confesar algo.

—¡Darko!, sabes, eres mi mejor amigo, pero no hallaba como contarte algo que me está sucediendo hace un tiempo en la universidad -dije nerviosa.

—¡Cuéntame!, sabes que puedes contar conmigo y siempre te escucharé —dijo.

—¡Lo que sucede!, es que me gusta alguien y me da mucho miedo que él se dé cuenta y sentirme rechazada por él —le dije mirándolo esperando un concejo de su parte.

¡Pero!, en vez de eso, cuando mencioné esas palabras sentí que su cuerpo se tensó.

—¿Pasa algo Darko? —le pregunté.

—Tengo que irme, ¡Rubí!, no puedo quedarme más

tiempo —fue todo lo que dijo.

¡Sé, levantó!, salió por el ventanal, nunca se había ido así, siempre esperaba que yo me durmiera. Cuando recordaba ya estaba acomodada en mi cama, aunque últimamente lo he notado muy extraño.

Me entristece lo sucedido, ¡pero!, ¿qué le pudo haber pasado?, para salir de esa manera. Sería que recibió algún llamado y tendría que irse antes, me dejo muy preocupada su reacción.

¡Espero!, que le vaya bien en su viaje y regrese sano y salvo, me acomode a mirar desde mi cama, el extenso y hermoso bosque, hay algo que me hace sentir como si perteneciera a ¡él!, era algo extraño que no quería revelar a nadie ¡aún!, me gustaría saber más de ellos.

 Pensando tantas locuras me quedé dormida.

Recordé muy temprano como cada mañana, me aliste y salí a correr, me encanta hacerlo, así que a las 5: 00 am todos los días estoy en ello.

¡Una hora después! ¡Regrese!, ya el olor a desayuno brotaba por los aires, amaba a mi nana.

—¡Hola!, nana —la saludé dándole un abrazo por la espalda.

—¿Cómo amaneces?, mi niña linda mira como estás sudada —me decía acariciando mi rostro.

—Sabes qué amo correr, que siento que lo necesito nana —decía abrazándola nuevamente.

—No me abrazases así, más bien ve a darte un baño, luego bajas a desayunar —decía en medio de risas empujándome fuera de la cocina.

Le di un beso, salí corriendo a darme ese baño, media hora después, regrese lista para un día diferente, ya que era fin de semana, por lo tanto, no tenía clase y Darko no estaba así que debía buscar en que entretenerme.

—Hoy voy a pasar parte del día con mis adorables abuelos —le decía a mi nana sentada en la isla de la cocina con ella.

Son mis vecinos de al frente, tengo días que no voy a verlos porque su nieto últimamente los visita con más frecuencia. ¡Aunque!, no sea cierto que sean mis abuelos, es más por respeto a su avanzada edad, los considero como mis abuelos y hoy los quiero visitar.

—Nana, mis padres, ¿por qué?, no han bajado aún —pregunté

—Salieron muy temprano mi niña por lo que me comentaron tu hermano regresa hoy —respondió regalándome una linda sonrisa sabiendo mi reacción a eso.

—¡Enserió!, ¿por qué?, no me lo comentaron qué! ¡Alegría!, lo extraño tanto —gritaba yo de emoción por la llegada de mi grandullón.

Cumplo en unos días mis dieciocho años ya me estaba haciendo la idea que no me iba a acompañar ese día, pero al saber que ya viene me daba la alegría más grande del mundo, los dos tenemos una conexión muy fuerte.

—¿Por qué no me avisaron? Nana, yo quería recibirlo también - le decía haciendo pucheros.

—No lo sé mi niña, sus razones tendrían —me decía —Sal a caminar un momento, siento que te hará bien.

—¡Pero!, nana, voy a visitar a los "señores more"

—le dije.

—No es buena idea pequeña, esa casa está muy movida el día de hoy, así que no es conveniente en estos momentos - me decía mientras doblaba unos pañuelos en los cajones de la cocina.

—¿Le pasaría algo?, a los abuelos para que estén todos ¡allí!, no es algo normal —pregunté algo extrañada a lo que me dijo.

—Sal a caminar mi niña, todo está bien, las malas noticias son las primeras que se saben. Debe ser algo personal —me dijo muy tranquila, así que decidí hacerle caso.

—¡está bien!, sabes, me siento extraña el día de hoy, mejor voy a salir a nadar, eso me ayuda mucho —le, comente

—Muy bien pequeña, entonces hazlo — dijo dándome un beso en la frente y saliendo de la cocina.

—¡Termine!, de desayunar, me lo comí, todo no tienes motivo de enojarte hoy conmigo. Así que merezco un premio —le gritaba desde la cocina sabiendo que me escuchaba.

—¡Niña mimada! Así lo haré ahora fuera de mi cocina —me gritaba desde la sala.

Fui a donde se encontraba ella y me senté en un mueble a verla acomodar los cojines.

—Nana, ¿cuándo viene Isabel? —pregunte.

—Ya termina en dos meses la universidad, ¡ahora!, si viene a instalarse definitivamente —respondió muy alegre.

—Que bien así no me siento tan sola —le dije despidiéndome de ella para irme.

¡Salí!, de la mansión directo a una quebrada que me gustaba ir antes de encontrarme con Darko.

Me acosté en una piedra grande que estaba en la orilla del río a mirar el cielo.

 Tengo dos días de sentir cosas extraña, por momentos siento mi cuerpo caliente y mi corazón acelerarse. No creo que me esté volviendo loca, pero hoy, cuando me estaba bañando, me pareció ver mis hijos cambiar de color.

¡Últimamente!, los olores puedo percibirlo más claros, y oír los sonidos así estén un poco alejados, voy a esperar que venga Darko para contarle, seguro él sepa qué me pasa.

Me encontraba perdida en mis pensamientos, cuando siento un movimiento cerca, así que decido esconderme, ya que es extraño que alguien venga por este sitio.

Me están empezando asustando todas estas cosas que me están sucediendo, me escondí detrás de una roca cerca de la cascada, cuando aparecieron dos lobos.

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