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Donde esta mi hijo.

Al escuchar eso de mi madre ocasionó que todos nos alertáramos, ya que era ella la médium de la manada, era un don maravilloso y útil para cualquier clan.

Salimos un grupo de los mejores luchadores de la manada rumbo a la ubicación dada por Roger, ¡incluidos!, mis hermanos. Unos kilómetros después de salir logramos interceptar a los «cazadores» una manada rebeldes comandadas por Marlon, un lobo despiadado y ruin.

—¡Marlon!, estás lejos de tu territorio, ¿no te parece? —pregunta mi padre al líder.

MARLON.

Soltó un sonoro gruñido dando énfasis a que no tenía intención de retroceder, tomando posición de combate, todos los ahí presentes.

—Tienes algo que le pertenece a mi ama y hemos venido por ella, nos las llevaremos así tengamos que acabar con su territorio —enfatizó Marlon.

Dicho ya todo y su intensión de querer llevarse a Rubí, a costa de lo que se le interponga, dimos comienzo a la batalla que hace mucho estamos esperando batallar.

 Nos lanzamos a ellos mordiendo sus cuellos para destrozarlo sin piedad, después de un rato largo de lucha continua, había un escenario astros, me hervía la sangre de la rabia sentida por la caída de hombres inocentes, de cualquier plan planeado por seres tan ruin y miserables como lo eran ellos.

 Tome control de todas esas sensaciones en ese instante, me lance al compañero de su líder, ya que Roger peleaba con él y le estaba dando batalla, no eran para nada fáciles, eran luchadores fuertes y feroces.

Clave Mis colmillos en su cuello sintiendo como iban ingresando a su interior destrozando cada fibra de su carne y lo sacudía arrancando los trozos de él ferozmente, era tanto lo que sentía que para mí no era suficiente, no quería dejar nada de ellos, acabe con él dejando su cuerpo totalmente destrozado para lanzarme a uno de los tres que luchaba con mi padre clavando mis colmillos en su rostro arrancando parte de él, la batalla era feroz ellos atacaban con la misma intensidad que nosotros.

Cuando en medio de la lucha vemos venir los protectores que papá había restablecido en las casas del bosque, dándole ventaja en número a nuestro lado.

Un grupo ¡huyó!, en él tomando un rehén, el cual no percibimos hasta acabar con los que allí quedaron resistiendo. Al percatarnos seguimos el rastro velozmente. Pero solo nos llevó a la casa abandonada a las profundidades donde poco se venía por ser territorio sagrado.

 Una avioneta había partidos hace poco, por lo visto en las huellas, no es nada bueno lo que se nos viene ahora, ya que al estar en este lugar no era una buena señal.

—Regresemos, tenemos que dar aviso a sus padres, las cosas deben tomar otro rumbo diferente, no podemos seguir esperando un segundo más, los supremos deben aparecer de inmediato - decía mi padre furioso por lo ocurrido.

—Tuvimos muchas bajas en esta lucha y somos consiente que ellos van a regresar, y no va a ser igual que el día de hoy vendrán más preparados —les decía yo para que los protectores lo tuvieran claro, emprendiendo camino a casa con los caídos en batalla para darles una digna sepultura con sus familias.

¡Llegamos!, dejando allí los lobos muertos para tomar nuestra forma humana. Emprendiendo camino a la casa de Rubí, hoy es el día de enfrentar mi realidad, ya que lo sucedido no permitía seguir ocultando mi identidad. Mi madre nos comunicó al salir de casa que necesitamos de Rubí, ¿por qué?, solo no podríamos, por el hecho de que lo que se venía era más poderoso que todos nosotros.

Rubí

Después de lo que pasó en el bosque y regresamos a casa, medite mucho las cosas, no debí ser tan grosera con Darko a la final él tampoco tiene culpa de las reglas, no soy tonta por lo que me está sucediendo, últimamente he deducido que soy igual a ellos. ¿Pero?, también me hace suponer otras cosas, ya que debe haber algo más, ¿por qué?, se vieron en la necesidad de tenerme escondida, la protección, son tantas cosas extrañas.

 Mi hermano recibió una llamada colocándole muy nervioso saliendo en su motocicleta como alma que lleva el diablo.

Mis padres preguntaron qué sucedía, pero fue en vano, solo se fue.

Han pasado muchas horas y nada que regresa mi hermano, el nerviosismo de mis padres me ha dado intranquilidad.

 Ya estaban saliendo los rayos del sol cuando vemos llegar el auto de los mores, cosa que me pareció muy extraño. Cuando se abaja el hijo mayor con sangre por todo su cuerpo y al lado de él Daniel, el nieto odioso de los ancianos de al frente. En igual condiciones que su hermano empapado en sangre.

—¿Donde está mi hijo ?—pregunta mi padre viendo a donde estacionaron el auto, haciendo que mi cara cambiará de asombro a terror y preocupación.

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