Jaaziel entra a su oficina seguido de su secretaria. Betzy es una chica eficiente que odia ese trabajo pero nadie le paga mejor que los Fusco por aguantarse a su jefe. Al principio cuando empezó quien estaba a cargo de la empresa era el difunto padre de Jaaziel, pero luego del fatídico accidente aéreo donde este perdió su vida, el señor Giordano Fusco nombró a Jaaziel como nuevo presidente de la misma haciendo que el empleo comenzara a sentirse pesado, pues su sola presencia era frustrante para todos sus empleados. Jaaziel es un hombre recot y muy exigente con todo lo que allí se hace.
—Señor, hoy tiene reunión con el empresario americano Elrod Stone y su socio. —Jaaziel asiente. —Perfecto, cómo van los preparativos para el desfile de presentación de la nueva colección. —Sí señor, ya todos los invitados han contestado y confirmado su asistencia. —aclara la mujer y Jaaziel sonríe. —Estupendo, puedes retirarte, cuando estén conectados los empresarios de EG company me avisas para conectarme. —La chica asiente y sale de la oficina de su jefe más tranquila. Hoy no pide cosas extravagantes que solo a él se le ocurren. La última fue pedir que le separara el piso complemento del hotel para él y la señorita Zeldenthuis. No entendió por qué, pues él vive a quince minutos del lugar. Es algo tonto de su parte pero asi lo hizo. La reunión en línea comenzó, los chicos de Fierville le ofrecieron un buen negocio, estaban cerrando negociaciones cuando Jaaziel escucha la voz de su madre discutiendo con Betzty. Se disculpa con los dos hombres para ir a ver que sucede. — ¿Qué demonios pasa aquí? —pregunta enojado por la vergüenza que acaba de pasar. —Esta igualada que no me deja pasar a verte. —Betzy pone cara de ofendida aunque en realidad no le importa, tratar con Marcela Fusco es como tratar con una niña malcriada. Esta se casó con el consentido de la familia y esto le engrandece el ego hasta que quedó viuda y ahora es la víctima en donde quiera que va. —El señor estaba en una reunión importante. —se defiende la secretaria. —Betzy tiene razón mamma. la pelinegra quiso hacer una mueca a la mujer mayor pero se abstuvo frente a su jefe. —Pero hijo soy tu madre y lo que vengo a decirte es muy importante. —explica la mujer de cabellos blancos por la edad. —Bien mamma, entra. Betzy tráeme dos cafés. —La chica asiente y sale en busca de su café, le haría una pequeña bromita a la señora para que no se vuelva a meter con ella. Jaaziel y Marcela entraron a la oficina, Jaaziel se disculpa con los dos hombres que aun lo esperaban y termina la videoconferencia. —Ahora sí madre. ¿Qué es eso que tienes que contarme? —pregunta y la mujer en su drama lleva su mano al pecho. —No sabes hijo, escuche a tu nonno hablando con Timoteo. —Jaaziel blanquea sus ojos la va a reprender por andar de chismoso pero lo que sigue lo paralizó—. Va a cambiar el testamento. —Jaaziel se levanta de su silla. — ¿Cómo? Él no puede hacer eso. escupe enojado. —La mujer asiente. —Por eso vine lo más pronto a decírtelo, tu eres su nieto favorito. no puede negarte nada a ti, tienes que hablar con el. —explica Marcela. —Ahora mismo salgo para allá. —Betzy entra con sus cafés premiados pero en ese momento Jaaziel va a salir—. Cancelé toda mi agenda por hoy, me tengo que ir. —Jaaziel sale como alma que persigue el diablo seguido de su madre, dejando a Betzy con la bandeja en la mano y enojada por que no pudo jugarles la broma. Jaaziel entra en su lamborghini ultimo modelo personalizado color negro y sale directo a la mansion donde vive su abuelo, el no puede excluirlo de lo que le docrresponde por ser su nieto. Entra a la mansión encontrándose con Policarpio el mayordomo de la familia—. Poli dov’è mio nonno? — le pregunta. —Suo nonno è in ufficio. —Jaaziel asiente dejando dos palmadas en el hombro del hombre que los vio nacer. Este entra a la oficina de su abuelo como pancho por su casa. Sin preguntar antes o pedir autorización para hacerlo. —¡Nonno! —exclama para llamar la atención del hombre mayor que lee un libro. —Jaaziel, me alegro verte, desde que te mudaste a tu apartamento no vienes a ver a este pobre viejo. —se queja el hombre. —No digas eso abuelo, te vi hace unas dos semanas. —se defiende Jaaziel. —Como sea, estaba por llamarte más tarde para que vinieras a cenar, pero ya que estás aquí podremos hablar. —Jaaziel toma asiento frente a su abuelo. —Bien, te escucho. —lo invita a hablar. Giordano Fusco camina con dificultad hasta la caja fuerte para sacar unos documentos. —Leelo —dice entregándolos a Jaaziel—. Esta es mi voluntad. Jaaziel comienza a leer el documento legal y no puede creer lo que allí está escrito. Mira a su abuelo y este con una sonrisa asiente. —Si, quiero un bisnieto antes que yo muera. El primero de mis nietos que tenga un hijo será el heredero universal de mi fortuna. —aclara el hombre de 75 años. —Tú no nos puedes hacer esto a Adiana y a mí. —El señor Giordano asiente. —Claro que puedo. Entiéndase, tu padre tenía su propio capital, el mismo que dividió entre tu madre y tu, Martin tiene su capital, el mismo con el que vive y el que Adriana va a heredar. Yo solo los tengo a ustedes y deseo un bisnieto para heredarlo. No es muy difícil de entender, yo soy viejo y quiero ver mi casa llena de bambinos correteando por todo el lugar antes que me muera. —Pero donar todo tu dinero a un orfanato es demasiado nonno. —escupe estupefacto. —Por supuesto que no, ellos necesitan más que eso, por eso quien quede en la presidencia tendrá que pasar mi por ciento de la ganancia de la compañía a ese lugar por veinte años. — Y si es Adriana quien tiene un hijo primero que yo. —El abuelo sonríe. —Este dinero es del hijo de Adriana hasta que cumpla la mayoría de edad y se pueda hacer cargo de la empresa. —Explica y Jaaziel niega. —Y si soy quien tiene al hijo primero? —La empresa y todos mis bienes serán de tu hijo. los mismos que administrarán hasta que este cumpla su mayoría de edad. —vuelve a explicar con mucho detenimiento. —Y si es niña? —Giordano sonríe. —No importa si es nino o nina, lo que me importa es que sea mi bisnieta. —Jaaziel asiente poco convencido. No tiene una mujer de confianza para poder proponerle un trato como el de que tenga un hijo y que su abuelo cambie ese testamento por uno favorecedor para él. debía pensar con detenimiento qué podía hacer para ser el ganador de tan jugosa herencia. 💓💓💓 Dos horas de vuelo y Ikaika se siente renovada, sale del aeropuerto con su maleta de ruedas para tomar un taxi. El bolillo amarillo se detiene para que esta suba, el chofer amablemente le ayuda a montar mi maleta en el maletero. Le da el nombre del exclusivo hotel y este rápidamente toma el camino. El camino no llevó más de cinco minutos, pues el hotel está prácticamente al lado del aeropuerto. Ikaika baja y el chofer por una buena propina le lleva la maleta hasta la entrada del hotel donde le botones le ayuda para ir a la recepción para registrarse. —Buona serata, signorina. —la rubia mira a la joven mujer algo apenada, pues sí sabe algunos idiomas como francés e inglés, pero nunca le había interesado hablar italiano. —Goedeavond. —saluda y la chica entiende lo que le quiero decir. —Oh, do you speak english? —Ikaika hace un asentimiento con su cabeza cuando le habla en inglés. Al fin no se siente tonta. Cabe destacar que el chofer del taxi le habló en inglés todo el tiempo. — Bienvenida señorita, en que la puedo ayudar? —habla en un perfecto inglés e Ikaika respira paz. —Gracias, tengo reservada la habitación empresarial. —esta teclea algo en su computador. —¿Nombre? —Ikaika Zeldenthuis. —Le presentó su credencial y pasaporte. Esta los toma para escribir mi nombre correctamente, esta toma su identificación y llave para entregarla. —Habitación empresarial, por cinco días, tiene incluido el desayuno y el almuerzo. También tenemos disponible el servicio a la habitación veinticuatro horas. —la rubia asiente con una sonrisa. —Muchas gracias. —contesta Ikaika tomando la llave para subir a la habitación.—Il tuo nonno s'è loco. —Vuelve a reír fuerte Adrian— Pedirte un bisnieto si tu eres alérgico a los niños. —escupe burlándose de Jaaziel quien le regala una mirada furibunda.—Como si yo no lo supiera, pero mi nonno parece que no. A él solo se le ocurre que yo voy a trabajar para llenar las arcas de un orfanato, pero es que hasta me preocupa la salud mental del viejo. —dice Jaaziel enojado, lleva varias semanas pensando en eso. —Cuéntame, ¿Qué vas a hacer? — pregunta su amigo. —Nada, por el momento no pienso hacer nada porque voy detrás de mí ángel. —Adrian niega resignado.—Se te ha pegado la locura de tu nonno. —comenta, pues él siempre ha pensado que es una estupidez ir tras una mujer que no le da ni los buenos días. —No es una locura, la voy a llevar a mi cama y luego que eso pase voy a desecharla como las demás y ya luego me ocupo de buscar a la madre ideal para mi hijo, una que se deje comprar y que no quiera controlarme.—Suerte con eso hermano. —dice con sorna pues el mejor
Ikaika entró a la habitación que le asignaron en el hotel con el corazón agitado. "Qué rayos me pasa con ese hombre. Su manera de ser a pesar de que es todo lo que desprecio de un hombre y este me atrae". — piensa sintiendo su cuerpo estremecer al recordar sus expresiones."Debe ser el tiempo que llevas sin sexo" ─Le grita su conciencia.Entiende que sea eso, pues lleva mucho tiempo sin sexo,recuerda que el último fue un baboso que lo dejó todo en la cama pero sus pulgadas no podian satisfacer a ninguna mujer y su boca no era muy diestra. En la viña del señor hay de todo y precisamente ese llegó último a las clases amatorias. Sonríe maliciosa, en realidad no le caería mal una buena revocada y luego si te vi ni te conozco, pero bueno eso tendrá que ser luego del desfile pues antes se lo va a topar en cada esquina por la cercanía de sus habitaciones. Quita su ropa y llena la tina que como había dicho antes no se equivocó y tenía una extraordinaria vista a la ciudad. Necesitaba bajar
Los días pasaron volando, cada día era una tentación grande para Ikaika compartir con un hombre tan culto e inteligente pues esas son características que le llaman como imán, pero a pesar de llamar su atención ella no suele pensar con su vagina, usa o al menos intenta usar eso que se llama razonamiento. El todas las noches le insinuó que quería algo más que pasar el día de guía turístico y aunque ella muere por conocer qué puede hacer con esa boquita además de hablar, prefiere no averiguarlo aún y se puede decir que actúa como una cobarde, pero así es mejor, no esta para estar pasando malos ratos pues aún le queda un día más en Italia. Se mira en el espejo, el vestido turquesa con diamantes que tiene puesto le queda espectacular. Recoge su cabello y maquilla sutil. Le encanta lo que ve en el cristal. Se guiñó un ojo y sale de la habitación ya que de recepción le avisaron que la limusina que Fusco Scarpe había enviado por ella estaba frente al hotel esperándola. Debe agradecer a los
El desfile fue todo un éxito, todos los calzados eran una verdadera obra de arte, ninguno se igualaba a los de Ikaika pero debía reconocer el buen gusto de los diseñadores, pues cada cual se especializa en modelos totalmente diferente, pero todo el que entiende de moda sabe que los modelos de los Fusco son extraordinarios. No hay duda sobre eso. Pasaros al área reservada para la fiesta. Había desde diseñadores famosos con quienes Ikaika tuvo el gusto de relacionarse hasta empresarios y famosos italianos que buscaban actualizarse con lo nuevo. Jaaziel la saca de sus pensamientos al acercarse a su oído. —Voy un momento a saludar a unos inversionistas. Espérame aquí.—dice no como orden sino como sugerencia. —Bien, yo sigo disfrutando del ambiente. —Ika lo ve asentir mientras se pone de pie para ir hasta los dos hombres que lo saludaron con efusividad. —¿Cómo se siente ser la nueva amante del señor Fusco? —Ika voltea hacia donde escucha la voz de la mujer evidentemente ardida. Sonrí
Ikaika toma un último respiro y sale decidida a hacer que ese hombre se arrepienta toda la vida de haberla metido en su cama. Camina con gracia y con movimientos sensuales llega hasta el hombre que la ve como un lobo a su presa.—Sei la donna più bella. —dice caminando determinado a hacerla suya esa noche. sin saber que el juego cambia de dirección. —No entendí nada de lo que dijiste, pero si te refieres a que esta noche será larga, prometo que así será. —susurra la rubia acariciando su rostro. Ikaika ya estaba completamente desnuda pues aprovecho a quitarse todo en el baño mientras él aún tenía su pantalón puesto. Pasa la yema de sus dedos por su torso desnudo hasta llegar al pantalón, donde con mucha pericia y calma suelta el cinturón y baja el cierre de este. Sonríe victoriosa al ver que Jaaziel cierra sus ojos en el momento que acaricia sobre la tela de su bóxer, su bulto. Suspira ansioso. Sin decir palabra alguna Ika se pone de rodillas bajando su bóxer, dejando libre su muy bi
Jaaziel despierta agitado, su corazón late fuerte. No puede dejar las cosas así, tenía que estar frente a la puerta de Ikaika por si esta sale pueda interceptarla. No supo cuando se quedó dormido, vio el vaso de whisky en el suelo. Se fue a levantar pero su cabeza lo detuvo. Estaba mareado aun. Debía ir a darse un baño. Miró su teléfono tenía más de veinte llamadas de su chofer y Adrian. Suspiro por lo bajo y decidió ir a darse un baño para luego llamarlos. Debía reconocer que había perdido, que él nunca tuvo el control de nada y que esa mujer volvió a repetir la historia, lo volvió a humillar y esta vez de la manera más ruin y descarada. sin ella saberlo quedó evidenciado su triunfo, el mismo que solo él vería, pues no le dará el gusto a Adrian de mofarse de él toda la vida. Luego del baño decide llamar a su chofer. —Dime. —escucha que este suspira derrotado. —Señor, la señorita salió muy temprano hacia el aeropuerto, lo llame pero no me contestó. —Jaaziel maldijo por lo bajo. Se
Ikaika llegó muerta de cansancio a su apartamento, tiró sus cosas a un lado y fue directamente a la cama, sus ojos se le cerraban por el camino. No durmió en el avión por el coraje que tenía con Jaaziel, pero recordar su cara de frustración la hizo ponerse de mejor humor. Ese hombre no sabe con quién se había metido. Ella podría estar muriendo por dentro y nunca daría su brazo a torcer. Se quedó dormida recordando la noche que había pasado, no podía negar que ese hombre era el mejor amante que había tenido, escucharlo gemir su nombre mientras se corría en su bolsa plástica la hace estremecer. Cerró sus ojos entregándose a los brazos de Morfeo. <— De aquí no sales hasta que no admitas que eres mía Ikaika Zeldenthuis. —dice tirándola a la cama mientras se quita la ropa con premura. Por alguna razón esta no se sintió intimidada en cambio sí caliente. —No sueñes con el momento que vas a volver a entrar en mi. —comenta de la boca para afuera, porque si este es tan osado de abrir sus pi
Ikaika deja la cajita a un lado. Sus nervios se incrementan, no quiere pensar en quién pueda ser. Más bien no quiere saber que la envió, por un momento se vio tentada a abrirla, pero luego se llenó de valor y la guardó en su escritorio. Cerró sus ojos para meditar, no podía pensar en ese mal hombre. Jaaziel Fusco no merece ningún pensamiento de ella. Volvió a su trabajo dispuesta a comenzar a crear su próxima colección, es muy prematuro pero es como único no piensa en lo que pasó en Roma. Aún se reprocha el haber bajado la guardia. El día concurre con tranquilidad, olvidó por completo el regalo y salió como de costumbre a las cuatro de la tarde. Baja hasta la recepción del edificio cuando lo ve parado en la puerta. Blanqueo sus ojos al ver que este le sonreía como si nada hubiera pasado. —Ikai … esta cambió el rumbo de sus pasos pero Jaaziel logró tomarla del brazo. —Suéltame. —pide entre dientes en un tono amenazante.—No hasta que hablemos. —dice este e Ikaika niega. —Ni en tus