Ikaika ya estaba lista para ir a cenar con su novio. Llevaban algunas semanas conviviendo. Estaba tan acostumbrada a su amor que le echó de menos cuando este quiso ir a vestirse a su antigua habitación.Ika bajó hasta el vestíbulo de la mansión donde ya el señor Fuscol la esperaba muy apuesto, con su traje de tres piezas negro y una camisa crema. Él le había pedido a Ikaika que usará un vestido de noche que le regaló, el mismo era crema con lentejuelas y un escote bonito en V.—Te ves hermosa, amor mío. —dice este besando la mano de la mujer con la que desea compartir todas sus noches. —Gracias, tu no te quedas atrás, te ves guapisimo. —comenta la rubia haciéndolo sonreír. —Vamos, una hermosa noche nos espera. —le ofrece su brazo para guiarla hasta su auto, donde abre la puerta del pasajero para ayudarla a montar. Le ayuda con el cinturón para luego caminar casi corriendo hasta el lado del chófer para poner el auto en movimiento. Ya que este estaba en envido y con la emisora radi
Ikaika y Jaaziel pasaron el resto de la mañana en el spa del hotel del amigo de Jaaziel. Allí tomaron masajes, terapias corporales. Salieron con el certificado de regalo para Betzy ya que el de Adriana el mismo spa se encargó de llamarla para contarle de su buena fortuna. Le pidieron una opinión de sus servicios y para eso debía probarlos, así que encantada Adriana aceptó. Claro, ellos esperaron que Adriana pusiera la hora para ellos enviar a Betzy a la misma, no querían que pareciera algo montado sino una mera casualidad.Entraron a la oficina con miradas de chicos traviesos, Betzy sonrió triste, no es que le molestara verlos feliz por el contrario, pero extrañaba a la pelinegra y deseaba tener lo mismo con ella. —Bet, cuéntame cuanto puedas ven a nuestro despacho. —dice Jaazielcy la mujer asiente poniéndose de pie rápido. No quería ni podía darse el lujo de perder su trabajo también. Ya perdió a su amor. —¿En que los ayudo? —pregunta entrando detrás de ellos. Ika sonríe y saca un
Diez años después —Nos complace reconocer a la señora Ikaika Fusco por el gran desempeño como presidenta de las dos compañías zapateros más exitosas del mundo. Estamos más que honrados de poder dedicar esta semana de la moda a esta extraordinaria mujer que se ha sabido ganar nuestros respetos. Recibamos con un fuerte aliado a Ikaika Fusco. —Una ovación de aplausos se escuchó al momento de Ika subir al podio para expresar lo agradecida que estaba. —Buenas tarde, comienza saludando—. No tengo palabras para agradecer este maravilloso galardón. Comienzo diciendo que no lo hubiera logrado sin mi amado esposo, Jaaziel Fusco, un excelente ser humano, un maravilloso esposo y un ejemplar padre de nuestros cuatro hijos. El es la roca de la que me apoyo en mis peores momentos, Gracias amor por todo lo que le das. Este galardón también se lo dedico a mis hijos, Ikziel, Jazmín, Giorndano y Federico. Ellos son el motivo por el que me levanto día a día para poner el apellido Fusco en alto. Agradez
Mayo, 28, 2017.París, FranciaLa limusina se estaciona frente a la alfombra turquesa que da paso a los grandes diseñadores de moda de toda Europa. El chofer abre la puerta para que el prestigioso presidente de Fusco Scarpe. Un hombre acostumbrado a las ovaciones tras su llegada. En esta ocasión no ha sido muy diferente. Jaaziel Fusco, un hombre de 27 años camina por la alfombra de la mano de la super modelo Francesca Guspiel. —Senor Fusco, ¿Como se siente al presentar la nueva colección otoño/invierno? —Jaaziel sonríe con supremacía. —Como siempre, mi colección es la mejor de la temporada, de eso no hay duda. No tengo nada mas que decir. —contesta seguro de sí mismo. — ¿Se enteró que una nueva diseñadora va a mostrar sus diseños por primera vez este año? —pregunta otro periodista haciendo que este se detenga. —Pueden aparecer miles de diseñadores y ninguno llegará a los zapatos de Fusco Scarpe. Nuestros diseños son únicos y prestigiosos. —Escupe seguro de su producto. 1236— ¿Cuá
Cinco años después. — !Ah, ah, ah! —jadea haciendo el último push up. Se sienta en el suelo mientras ve a Adrian tomar su botella de agua. —Me dices que le enviaste una invitación a esa mujer. —comenta sin poder creerlo. —Te dije que la voy a tener en mi cama sea como sea. —Escupe el pelinegro recordando las veces que ha intentado acercarse a Ikaika sin éxito. —Estás loco, sabes que ella no quiere saber nada de ti. —le recuerda y su amigo niega. —Ella no me conoce. Siempre que intento acercarme o me esquiva o está oscuro. No creo que en algún momento me haya visto la cara. —mi amigo vuelve a negar.—Con más razón Jaaziel. — el aludido se encoge de hombros.—No me interesa, la quiero en mi cama y punto. Ninguna mujer se me ha escapado nunca y ella no va a hacer la excepción, tengo nuevos planes. —explica Jaaziel comenzando a enojarse. —Bueno allá tú. —Adrian se encoge de hombros—. Por cierto, ¿Qué hiciste con Francesca?—¿Qué hice de qué? Toda la verdad salió a relucir. La muy c
Jaaziel entra a su oficina seguido de su secretaria. Betzy es una chica eficiente que odia ese trabajo pero nadie le paga mejor que los Fusco por aguantarse a su jefe. Al principio cuando empezó quien estaba a cargo de la empresa era el difunto padre de Jaaziel, pero luego del fatídico accidente aéreo donde este perdió su vida, el señor Giordano Fusco nombró a Jaaziel como nuevo presidente de la misma haciendo que el empleo comenzara a sentirse pesado, pues su sola presencia era frustrante para todos sus empleados. Jaaziel es un hombre recot y muy exigente con todo lo que allí se hace. —Señor, hoy tiene reunión con el empresario americano Elrod Stone y su socio. —Jaaziel asiente. —Perfecto, cómo van los preparativos para el desfile de presentación de la nueva colección. —Sí señor, ya todos los invitados han contestado y confirmado su asistencia. —aclara la mujer y Jaaziel sonríe. —Estupendo, puedes retirarte, cuando estén conectados los empresarios de EG company me avisas para con
—Il tuo nonno s'è loco. —Vuelve a reír fuerte Adrian— Pedirte un bisnieto si tu eres alérgico a los niños. —escupe burlándose de Jaaziel quien le regala una mirada furibunda.—Como si yo no lo supiera, pero mi nonno parece que no. A él solo se le ocurre que yo voy a trabajar para llenar las arcas de un orfanato, pero es que hasta me preocupa la salud mental del viejo. —dice Jaaziel enojado, lleva varias semanas pensando en eso. —Cuéntame, ¿Qué vas a hacer? — pregunta su amigo. —Nada, por el momento no pienso hacer nada porque voy detrás de mí ángel. —Adrian niega resignado.—Se te ha pegado la locura de tu nonno. —comenta, pues él siempre ha pensado que es una estupidez ir tras una mujer que no le da ni los buenos días. —No es una locura, la voy a llevar a mi cama y luego que eso pase voy a desecharla como las demás y ya luego me ocupo de buscar a la madre ideal para mi hijo, una que se deje comprar y que no quiera controlarme.—Suerte con eso hermano. —dice con sorna pues el mejor
Ikaika entró a la habitación que le asignaron en el hotel con el corazón agitado. "Qué rayos me pasa con ese hombre. Su manera de ser a pesar de que es todo lo que desprecio de un hombre y este me atrae". — piensa sintiendo su cuerpo estremecer al recordar sus expresiones."Debe ser el tiempo que llevas sin sexo" ─Le grita su conciencia.Entiende que sea eso, pues lleva mucho tiempo sin sexo,recuerda que el último fue un baboso que lo dejó todo en la cama pero sus pulgadas no podian satisfacer a ninguna mujer y su boca no era muy diestra. En la viña del señor hay de todo y precisamente ese llegó último a las clases amatorias. Sonríe maliciosa, en realidad no le caería mal una buena revocada y luego si te vi ni te conozco, pero bueno eso tendrá que ser luego del desfile pues antes se lo va a topar en cada esquina por la cercanía de sus habitaciones. Quita su ropa y llena la tina que como había dicho antes no se equivocó y tenía una extraordinaria vista a la ciudad. Necesitaba bajar