Inicio / Romántica / El infierno de los Sarkovs / XXIII La ironía de las bolas
XXIII La ironía de las bolas

Bajo el inclemente sol de mediodía, Vlad se hizo una visera con la mano. La pequeña bola surcó el cielo sobre el campo de golf como un meteoro y se clavó dentro del hoyo.

—¡Wow, no lo puedo creer! ¡Hiciste hoyo en uno en un par 4! ¡Eso es increíble, Vlad! ¡Eres un animal! —exclamó Evan.

Par 4 significaba que, en promedio, un profesional debía dar cuatro golpes a la bola para embocarla, de acuerdo a la distancia entre el sitio de partida y el hoyo. Y a Vlad le había bastado con uno.

—¿No has pensado en dedicarte a esto de manera profesional? Eres mejor que muchos de los que compiten actualmente. Y ganarías mucho dinero.

—Ya gano mucho dinero.

—Pero también trabajas bastante.

—Me gusta mi trabajo —respondió Vlad, como un autómata, con un cerebro tal que podía calcular la fuerza exacta a aplicar al palo para que una bola minúscula cruzara los cuatrocientos cincuenta metros que los separaban del hoyo, teniendo en cuenta la dirección y fuerza del viento.

Era un hombre extraordinario, como
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo