5 - Cazado

Dante Blackwood

El sonido de un grito desgarrador me atraviesa como una bala. Mi instinto se enciende al instante; algo anda mal, terriblemente mal. Me lanzo hacia el bosque sin pensarlo, con Caleb y el resto de la manada siguiéndome de cerca. La luna apenas ilumina nuestro camino, pero no necesito verla. Puedo oler el peligro.

—Es Marcus, está atrapado —gruñe Caleb mientras corremos entre los árboles.

Mis músculos se tensan al escuchar su nombre. Marcus es joven, impulsivo, pero fuerte. Aun así, el hecho de que haya caído significa que el enemigo está más cerca de lo que pensábamos.

Los cazadores han estado rondando nuestras tierras durante semanas, pero siempre hemos sido más rápidos, más astutos. Hasta hoy. La furia se acumula en mi pecho mientras corro hacia la dirección del grito. No puedo permitir que lo capturen. No bajo mi mando. No puedo repetir los errores del pasado.

—¡Rápido! —gruño, sin mirar atrás.

Cuando llegamos a un claro en el bosque, mi corazón se detiene por un segundo. Marcus está allí, rodeado de cazadores, de rodillas en el suelo, jadeando con una herida profunda en su costado. El olor a sangre es fuerte, mezclado con el sudor y el miedo que emana de él.

Mi respiración se entrecorta. La escena es tan parecida a algo que juré enterrar en mi memoria... Una sensación de déjà vu se apodera de mí, recordándome un rostro que intento olvidar. *No otra vez*, pienso, mientras mi control tambalea.

—¡Malditos! —rugí mientras corro hacia ellos, mi lobo interior luchando por salir.

Los cazadores se mueven rápido, pero no lo suficiente. Mi manada se abalanza sobre ellos, arrancándolos de la escena en una oleada de furia y colmillos. Me dirijo hacia Marcus, que intenta ponerse de pie, pero antes de que pueda alcanzarlo, siento un pinchazo en mi cuello.

—¿Qué…?

El mundo comienza a tambalearse, y me doy cuenta demasiado tarde. Un dardo. Un maldito sedante. Siento el líquido quemar mientras se esparce por mi torrente sanguíneo, debilitando mis músculos, nublando mi mente.

—¡No! —gruño, luchando contra el entumecimiento que se apodera de mi cuerpo.

Intento dar un paso hacia Marcus, pero mis piernas se sienten pesadas. El suelo bajo mis pies parece moverse como arena movediza. Mi lobo intenta surgir, sus colmillos listos para destrozar a quien haya hecho esto, pero estoy perdiendo el control. Mi respiración se vuelve errática mientras caigo de rodillas.

De repente, siento una presencia. No es uno de los cazadores que están siendo arrasados por mi manada. Esto es diferente. Oscuro. Alguien más está aquí.

Apenas puedo girar mi cabeza, mis sentidos entumecidos por el sedante, pero entonces la veo. Una figura en las sombras, observando. No puedo distinguir su rostro, pero sé que está esperando algo, evaluándome. El brillo de sus ojos parece atravesarme, como si conociera cada uno de mis secretos.

Un miedo frío se apodera de mí. Esa mirada… me recuerda a ellos. A los que me conocieron antes de ser quien soy ahora. Mi respiración se vuelve irregular mientras mi mente lucha por no retroceder a esa época. A la celda. A las cadenas.

—¿Quién eres? —gruño, aunque apenas puedo formar las palabras.

Antes de que pueda reaccionar, otro dardo me golpea, esta vez en el hombro. Mi visión se oscurece aún más. Intento transformarme en mi forma de lobo, pero mi cuerpo se retuerce a medias antes de que todo quede en negro.

Caigo al suelo, inmóvil, sintiendo cómo la conciencia me abandona. Justo antes de perder el conocimiento, escucho una voz suave, apenas audible entre el caos.

—No es tu momento… aún —susurra, con una mezcla de burla y compasión.

Las palabras resuenan en mi mente mientras me hundo en la oscuridad. No reconozco esa voz, pero algo en su tono me hace estremecer. No es la primera vez que me caza. Hay una familiaridad inquietante en ella, algo que hace que mis pesadillas se agiten.

¿Por qué no me ha matado?

La respuesta flota en algún rincón oscuro de mi mente, entrelazada con recuerdos que preferiría enterrar para siempre. Pero una cosa está clara: esto no se trata solo de cazarme a mí. Se trata de algo más grande. Algo que he mantenido en secreto incluso de mi propia manada.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo