PRIMERA PARTE.
ASÍ EMPEZÓ NUESTRA HISTORIA.
CAPÍTULO 1. FIN DE MI ESTADÍA EN LONDRES.
POR ABNER.
Me dirijo a escondidas hacia su habitación, abro la puerta con mucho cuidado y la cierro lentamente procurando no hacer ruido, camino hacia su cama, ella luce completamente hermosa, pasiva e indefensa, camino lo más silenciosamente posible para acercarme y admirar su belleza, ella duerme acostada de forma recta en un lado de la cama, sus pies juntos y sus manos entrelazadas sobre su abdomen con la cara hacia el techo, el edredón la cubre hasta su pecho, su cabello está esparcido sobre la almohada con ligeras ondas, su respiración es suave, luce hermosa y cálida, como una princesa de cuentos de hadas que reposa en su cama esperando el beso de su amado príncipe, para volver a la vida.
Pero esa no es nuestra historia, el inicio ha sido muy complicado, tal vez confuso y tengo que reconocer que yo he tenido acciones que han complicado aún más las cosas, no sé cómo vaya a terminar esta historia entre nosotros, ni siquiera sé si algún día la palabra “nosotros” llegue a ser real, por ahora me conformo con escabullirme en las noches a su habitación y verla dormir.
Suspiro al verla sin poder evitarlo, aunque pensaba que esta mujer sería un castigo para mí, sin ella saberlo se está convirtiendo en mi anhelo, con suavidad toco un mechón de su hermoso cabello rubio, en ese momento ella ligeramente mueve su cabeza hacia un lado y queda al descubierto su hermoso y terso cuello que me incita a besarlo, solo puedo quedarme un par de minutos más observándola con detenimiento antes de marcharme a mí habitación, para luego salir al balcón y en esta ocasión recordar los hechos que me obligaron regresar con mis padres y así conocer a la hermosa Adara que se apodera de mis sueños.
TRES AÑOS ANTES.
Es viernes en la noche, me encuentro aburrido en mi habitación y oigo que alguien golpea la puerta.
- ¡Abner!, ¡Abner!, ¿estas allí?
Me levanto de mi cama con total desgano, abro la puerta y observo a mi primo Alí, él es dos años mayor que yo y juntos somos aprendices en la empresa de mi tío Elías.
- Te espero en el garaje, salimos en diez – dice mi primo y al verlo vestido, decido irme con él, cualquier cosa sería mejor que quedarme aburrido en la casa.
Me visto con rapidez, pantalón de mezclilla oscuro, jersey gris claro, zapatos mocasines oscuros, reloj en mi mano izquierda, un par de muñequeras en la mano derecha, cabello peinado hacia atrás con gel y perfume en mi cuello.
Salgo en silencio de la habitación, bajo las escaleras, no veo a nadie de la familia en mi camino, y no me despido, por la forma en que mi primo me avisó de la salida sé que nos vamos a escondidas.
Salgo de la casa, me subo al auto en dónde mi primo me espera y nos vamos con prisa no sé a dónde.
…
Una hora más tarde en la discoteca.
La música suena a todo volumen, bailo sin parar con la hermosa rubia que está frente a mí y que me ha coqueteado desde que llegué al lugar, definitivamente el alcohol en mi sangre me hace sentir feliz y desinhibido, en un principio pensé que estaba faltando a mis costumbres y crianza al haber venido aquí, es mi primera vez en una discoteca, pero después de unos tragos comencé a sentir la libertad para divertirme y para hablar con esta hermosa mujer.
Bailo sin parar como si hoy fuese mi último día de vida, creo que nunca me había sentido tan libre, ni tan feliz. La rubia se me acerca y me habla al oído, no puedo decir que la he entendido, pero dejo que agarre mi mano y camino con ella hasta la barra, la mujer me ofrece una bebida que tomo sin pensarlo dos veces, ella introduce algo en su boca y luego me besa pasándome un extraño sabor que no me importa porque estoy totalmente seducido por esa hermosa hembra.
Por mucho tiempo bailé y me divertí, después de un tiempo no supe nada de mi primo y horas después no supe nada de mí.
...
Al día siguiente.
La claridad molesta mis ojos, un fuerte sonido hace que me dé cuenta que mi cabeza se siente pesada, con mucho dolor, como si fuese a explotar, con dificultad abro mis ojos colocando mi mano derecha como una visera para cubrirme de la luz, poco a poco me siento en la cama, quejándome del dolor que siento en todo mi cuerpo, veo unas figuras masculinas un tanto borrosas, con lentitud mi mirada se va aclarando, veo a mi tío, él tiene un rostro bastante severo y me mira fijamente, a sus lados sus hombres de seguridad con sus trajes formales y sus aparatos de comunicación puestos en sus orejas izquierdas.
De pronto una fracción de lo ocurrido la noche anterior llega a mi mente, esa mujer me había dado algo que me hizo enloquecer, bailé, bebí como nunca en mi vida lo había hecho y había terminado en este lugar, abrí grandemente mis ojos mirando a mi alrededor, estaba en una habitación de hotel, solo una sábana cubría la mitad de mi cuerpo hacia abajo y a mi lado una mujer estaba dormida y desnuda, la miro y con asombro miro de nuevo a mi tío quien niega con la cabeza.
En el piso la ropa estaba regada, al igual que colillas de cigarrillos y un par de botellas de vino vacías, sigo mirando pidiéndole al cielo que haya usado protección, hasta que consigo un empaque de preservativo roto, me calmo ligeramente, aun mi tío me observa y sé que eso no es nada bueno.
- Yo me hice responsable de ti y de tu educación por un año, tus padres confiaron en mí, yo confié en ti y ¿me pagas de esta manera? - dijo con tono severo - ¡llévatelo! - dijo con ira a uno de sus empleados, quién buscó una manta, la colocó sobre mí y me levantó de la cama, me condujo al baño donde una muda de ropa estaba esperándome, me vestí y salí, aún la chica dormía.
- ¿Qué pasará con ella? - me atreví a preguntarle a mi tío, aunque me sentía avergonzado.
- Ella está acostumbrada a esto y ya se ha quedado con tu reloj, el dinero de tu billetera y tu teléfono, estará bien - me dice mostrándome el contenido de su bolsa de la que mi tío extrae mi móvil y documentos personales.
Esas palabras son para mí como un balde de agua fría, me sentía aún más avergonzado delante de los tres hombres, caminé en silencio y con la mirada hacia abajo atrás de mi tío seguido por el par de hombres musculosos que nos escoltaban, al salir del hotel, caminamos hacia el auto, entré a la parte trasera del vehículo, me senté al lado de mi tío y los hombres de seguridad entraron al auto que se encontraba detrás, al instante el chofer puso el auto en marcha, mi tío le hizo señas al hombre que conducía para que subiese la ventanilla que lo dividía de nosotros, eso solo podía significar que una conversación privada estaba por iniciar.
Para resumir el cuento puedo decir que las palabras de mi tío fueron mucho más duras que un muro de concreto, me habló de nuestra religión y cultura, me explicó que como hombre judío había prometido el día de mi bar mitzvah cumplir con las sagradas escrituras y aunque no quisiera vivir como un hombre religioso ni tradicional, debía tomar decisiones adecuadas para mi vida y lo que había hecho la noche anterior solo demostraba que yo era un hombre inmaduro y sin carácter, finalizó diciéndome que aunque tuviese dieciocho años tenía la capacidad de tomar buenas decisiones pero no lo había hecho.
Solo pude pedir perdón mientras me preguntaba por qué mi primo no me había ayudado, pero, aunque el desgraciado me dejó sólo, debía asumir mi responsabilidad.
Mi tío se había hecho responsable ante mis padres de mi educación y trabajo empresarial por un año antes de que yo iniciara la universidad y con lo que acababa de suceder, mi tío le había puesto fin a nuestro trato, cinco meses antes de que acabase mi tiempo a su lado.
En ese momento miré a mi tío diferente a como siempre lo había visto, el solía ser amable, cariñoso conmigo, su único sobrino, pero este día estaba siendo un hombre duro y severo, yo sentía que aún era muy joven y tenía mucho por qué vivir, sin duda debía buscar la oportunidad de hacer valer mis derechos, expresar lo que quiero hacer con mi vida y decidir vivir mi vida según mis decisiones, aunque definitivamente no sería en esta ocasión, por que, para mi sorpresa el chofer de mi tío no nos llevó a su lujosa mansión y mucho menos a la empresa, sino que condujo directamente al aeropuerto, allí mi tío se despidió de mí, llamó a mis padres diciéndole que me enviaría a casa y en poco tiempo llegó un empleado con mi equipaje, mi tío no se andaba por las ramas, con él debían hacerse las cosas según lo planeado y no había segundas oportunidades, ahora lo entendía.
- Sobrino debes madurar y cuando tu actitud mejore te recibiré nuevamente en mi casa - fueron las palabras de él antes de marcharse.
En el avión iba molesto, quería quedarme en Londres, ganar dinero e independizarme de la familia, sentía que me trataban como a un niño y no como al hombre que era, mi regreso a casa sería determinante, al llegar a Israel, hablaría con mis padres y les expresaría mi forma de pensar, defendería mis intereses y haría valer mis derechos.
POR ADARA. EN LA ACTUALIDAD. Despierto temprano como siempre, me levanto con lentitud, estrujo mis ojos y camino hacia el balcón de mi habitación, de nuevo tengo la extraña sensación de haberlo tenido cerca de mí, siento que ese hombre me descontrola, me pone los nervios de punta y hace que mi estomago se revuelva, siento su olor en mi habitación, es como si hubiese estado aquí conmigo, aunque eso es imposible. Siento un frío apoderarse de mí, la piel de mi cuerpo se Pilo erecta y solo puedo pasar mis manos por mis brazos mientras mis ojos se llenan de lágrimas, no quiero estar aquí, deseo volver a mi casa, abrazar a mi madre y ayudar a mis abuelos en los quehaceres como antes. No quiero estar comprometida con Abner, no quiero vivir un año en su casa para conocernos mejor, no quiero cumplir ninguna tradición, solo tengo quince años y aun no tengo interés en el romance, para mí esto no es un sueño, deseo que todo cambie y sea como antes, quisiera borrar de mi vida el día en que
La noche llegó y una hermosa limosina negra vino a buscar a la familia Levy, El señor Elías juntos a su esposa Livana anunciaron a Ava su hija, que un transporte habían ido a buscarlos, en ese momento Elías le confesó a su hija, que había hecho un cambio de planes para la celebración de esa tarde, pues debido a su gran amistad con el rabino y con los señores Asaf, Barack y Gaspar habían decidido unir las celebraciones, de esa forma se mostraría la unidad y cooperación entre las familias. Elías sabía que esa noticia tal vez sería difícil de procesar por Adara, así que esperaba que su madre se lo explicara antes de llegar o dejar que fuese una sorpresa. Elías Levy era muy conocido por ser hombre honrado y trabajador, su hija Ava había sido la mujer más hermosa y pretendida de su época y su padre la había comprometido a los quince años con un gran empresario de la región, por desconocimiento de las intenciones de su amigo Barack para comprometer a sus hijos. Pero ya que no lograron co
Adara no conocía ese club que era muy popular entre las personas adineradas de la ciudad para celebrar los bat mitzbah de sus hijos, así como compromisos y matrimonios ya tenía un hermoso y lujoso salón de festejo al lado de un hermoso templo. Al entrar al lugar Elías la dirigió junto a su madre a una habitación especial ubicada a un lado del templo, allí se encontraba Ana Cohen junto a su madre Judith Cohen, ésta le indicaba a su hija cómo se realizaría el protocolo cuando fueron interrumpidas por los recién llegados. De forma inmediata, la señora Judith miró a Ava y a su hija de arriba a bajo, la hermosura de ambas era notable, para Judith era incomodo estar cerca de esa mujer, aún no superaba el pasado, en el que su esposo suspiraba por Ava y se arrepentía de no haber sido el primero en ir a pedir su mano, en aquel entonces Judith era amiga de Gaspar y lo intentó consolar en más de una ocasión, de esa forma se dio el acercamiento entre ellos, comenzando una amistad que años más t
POR ABNER. La mañana de hoy Adara luce hermosa, ella me hace sentir ansioso por conocerla mejor, respirar su aroma y estrecharla entre mis brazos. Probablemente no lo sabe, pero desde que la conocí, me han mantenido al tanto de ella, sus avances escolares, sus celebraciones, amistades y conducta. Ella no sólo es hermosa, también es muy inteligente, educada, respetuosa y responsable, está llena de virtudes y aunque alguna vez pensé que no me interesaba para nada, la verdad es que, ella me agrada. Se ha convertido en un reto para mí, porque me he dado cuenta de que yo no le intereso, solo me trata de forma cordial. Esperé en mi habitación hasta que supe que ella había salido de la suya, rumbo al comedor, la miré caminar y sentarse con elegancia en la mesa, casi al instante me incorporé al grupo formado por mis abuelos y ella. Me senté frente a ella, saludé a los presentes y a ella le regalé una mirada especial, totalmente seductora, yo esperaba que se sonrojara o me mostrara su hermo
POR ABNER. Después de la comida mi abuelo me pidió que lo siguiera al despacho, como siempre me preguntó acerca de mis avances académicos, mis planes a corto y a largo plazo, me recordó la carga que reposa sobre mis hombros, mantener el legado de la familia Friedman, hoy conocida por ser una familia de hombres inteligentes, trabajadores, con valores Morales. En ese punto se detiene y me mira con firmeza, - así como conozco la vida de la joven Adara, conozco la tuya y debo decirte que no estoy conforme con lo que he conocido de ti. Bajo mi mirada y no digo nada más, soy un hombre de veintiún años, puedo hacer lo que quiero, pero no debo enfrentar al anciano, no tendría sentido. - Gracias a lo que sabes de ella, ahora la consideras buen partido, además de lo hermosa que es, pero ¿qué crees que sabe ella de ti? Y ¿cómo crees que ella te mira? Miro a mi abuelo de forma expectante - ¿quién le habla de mí? - La señora Cohen no es nada disimulada en sus intereses con esta familia, deb
Abner no sabía que sería de su futuro en varios aspectos, aunque en su mente su futuro profesional estaba bien planificado y se sentía optimista acerca de que lograría todas sus metas, pero en cuanto a su vida personal no tenía la misma seguridad, sin duda nunca antes se había planteado el matrimonio y mucho menos a través de un compromiso creado por su abuelo, él bien sabía que para la familia la vida matrimonial era muy importante y también para los negocios, sin embargo aún era muy joven y no había prestado la suficiente atención a esa meta en su futuro hasta que le hablaron de Adara. Para Abner la chica era hermosa, sin duda estaba llena de cualidades, se mostraba inteligente y bastante capaz, tenía opiniones interesantes acerca de su futuro, se comportaba de forma refinada y educada, tenía las mejores notas de su instituto y era admirada por muchos, no solo por su belleza sino por su educación. Desde la fiesta en que la conoció, Abner pudo darse cuenta que muchos chicos la con
SEGUNDA PARTE. LO QUE PIENSA ADARA. CAPÍTULO 8. LA SOCIEDAD ES INJUSTA Gaspar Cohen estaba en total descontento, no podía creer que una joven sin padre y sin una promesa empresarial como herencia hubiese sido tomada en cuenta por la familia Friedman para ser la prometida de Abner, su hija era mejor partido por mucho, también su diferencia de edad con Abner era menor, se podía decir que Magdalena estaba lista para casarse al contrario de Adara que aún era una chiquilla. Estaba molesto con su hija y esposa por la emboscada que le tendieron, había hecho el ridículo en aquella cena por culpa de la necedad de las mujeres de su casa, pensaba que debía educarlas mejor para evitar más errores como ese en el futuro, afortunadamente su esposa era muy inteligente y supo suavizar la situación y aunque no quería Gaspar tuvo la fuerza para guardar silencio. Al finalizar la cena los Cohen se marcharon amablemente, mientras los Friedman estaban llenos de una gran incomodidad, por supuesto que A
Después de la conversación con Abner, Adara se sentía optimista, pensaba que se entendían y ambos pensaban lo mismo acerca de su compromiso, por eso pudo relajarse y sentir que el problema ya estaba resuelto. Adara junto a la familia Friedman, lo acompañaron al aeropuerto y era evidente que tanto los abuelos como padres del joven estaba atentos a la despedida de la pareja. Llegado el momento de irse, Abner se acercó a sus abuelos y se despidió primero de ellos, luego abrazó a su padre, seguido de su madre, quien después de abrazarlo apretó su mejilla derecha y le dijo que se molestaría sino llegara a comunicarse constantemente con la familia. Cuando llegó el turno de despediste de su prometida, los familiares de alejanron un poco y se sentaron en bancas para darle su espacio a la joven pareja, Adara miró fijo al hombre a los ojos y éste le sonrió con amabilidad - espero que te vaya muy bien, cuídate mucho - dijo como una sonrisa, ella asintió, le agradeció y de respondió - espero