POR ABNER.
Después de la comida mi abuelo me pidió que lo siguiera al despacho, como siempre me preguntó acerca de mis avances académicos, mis planes a corto y a largo plazo, me recordó la carga que reposa sobre mis hombros, mantener el legado de la familia Friedman, hoy conocida por ser una familia de hombres inteligentes, trabajadores, con valores Morales.
En ese punto se detiene y me mira con firmeza, - así como conozco la vida de la joven Adara, conozco la tuya y debo decirte que no estoy conforme con lo que he conocido de ti.
Bajo mi mirada y no digo nada más, soy un hombre de veintiún años, puedo hacer lo que quiero, pero no debo enfrentar al anciano, no tendría sentido.
- Gracias a lo que sabes de ella, ahora la consideras buen partido, además de lo hermosa que es, pero ¿qué crees que sabe ella de ti? Y ¿cómo crees que ella te mira?
Miro a mi abuelo de forma expectante - ¿quién le habla de mí?
- La señora Cohen no es nada disimulada en sus intereses con esta familia, debo decir que ella está casi segura de que nuestra familia pedirá la mano de su hija Magdalena, me ha insinuado que ustedes hace mucho que tienen – mi abuelo hizo un gesto con ambas manos simulando comillas - un trato especial.
Miro a mi abuelo en silencio, hace muchos años ella solía perseguirme, yo era adolescente y experimenté con ella mis primeros besos, pero no fuimos novios ni nada, hace mucho que no le hablo, y aunque, cuando coincidimos me persigue, yo suelo ignorarla.
- El asunto de tu compromiso con Adara es totalmente privado por ahora, nosotros esperamos a que ustedes se conozcan y se enamoren, no hay apuros, pero no quiero que esta información llegue a oidos de la familia, cuida lo que haces y lo que dices, gánate a la chica.
Asiento y salgo de la presencia de mi abuelo, recuerdo aquella fiesta en que la conocí, Magdalena y su hermana Ana la trataban con desprecio, incluso yo fui grosero con ella, no sé si ella lo recuerde, pero si es así, tal vez estoy perdido.
…
A las cuatro de la tarde me baño, me perfumo y salgo de mi habitación, optimista por la caminata que tendré con mi futura prometida, a lo lejos la miro sentada en el patio de los abuelos, rodeada de plantas florales, sentada en un columpio admirando el paisaje, es realmente hermosa, aunque aún es una niña y debo esperar para que sea mi esposa he comenzado a considerarla como la mujer de mi vida.
Me acerco en silencio, admirandola, sonrio al darme cuenta de que ella percibe mi aroma y me busca con la mirada, la saludo y le regalo una sonrisa encantadora.
- ¿Lista para nuestra caminata? - pregunto y ella asiente, caminamos en un incómodo silencio, no sé cómo hablarle y ella no toma la iniciativa.
- Me han dicho que eres la mejor estudiante de tu instituto y que tienes un notable interés por la medicina y la tecnología.
- Así es – responde breve y aprieta sus manos mostrándose un tanto nerviosa.
- Si te decides por la tecnología, lograríamos hacer un gran trabajo juntos en las empresas familiares – digo intentando conversar con ella.
Me mira profundamente y suspira con inconformidad - ¿estás de acuerdo con este compromiso? - pregunta directamente.
- Aun no estamos comprometidos, solo nos estamos conociendo.
Ella me mira y no puedo evitar amar el color de sus ojos y su rostro tierno – no seas iluso Abner, yo no estoy aquí por voluntad propia.
Debo admitir que no sentí agradables sus palabras y me sentí avergonzado de inmediato.
- Yo aun no termino mis estudios, sólo me quedaré aquí un mes, mi abuelo no lo sabía, no te quedarás aquí por un año, solo nos veremos cuando tenga vacaciones y nos conoceremos mejor – dije intentando suavizar el incomodo momento.
- ¿Qué hay de Magdalena? - pregunta directamente y me deja fuera de base, me recordó las palabras del abuelo pero decidí fingir.
- ¿Qué hay con ella?
- Durante años ha hablado de sus citas amorosas y futuro compromiso contigo, nunca le he caído bien y si se entera de esto me va a odiar más.
Me acerco a ella e intento agarrar sus manos y hacerle una promesa, ella da un paso atrás y me mira con desconfianza.
Suspiro derrotado e intento ser sincero. - cuando estuve en el extranjero, en mi adolescencia, ella era cercana, en ese entonces creímos que nos gustábamos y fuimos amigos especiales – dije con duda – eso fue todo.
- Tal vez para ti, pero no para ella.
Me mira fijamente y me desconcierta, es como si sabía como comportarse a la perfección delante de los abuelos pero en mi presencia es ella realmente.
- ¿Me dices que no me aceptas? - le hablo directamente, ella no responde con palabras pero su actitud lo dice todo – este compromiso no ha sido mi idea Adara, pero estoy aquí haciendo el intento de conocerte y llevarme bien contigo, puedo prometerte que haré las cosas lo mejor que pueda.
Noto su mirada de decepción y me siento ofendido, no quiere ni siquiera intentarlo, es una niña y se cree mejor que yo, me siento frustrado y molesto, siento ganas de dejarla sola e irme, pero me contengo, no quiero dejar en vergüenza a mis abuelos ni a mi padre.
Respiro profundo y la miro con intensidad, demostrando mi incomodidad con esta situación.
- Un mes pasa rápido Adara, en un mes me marcho a estudiar y regresas a tu casa, tal vez no vuelvas a verme en un año, por ahora intentemos ser amigos – digo con molestia.
Ella asiente - está bien – solo eso dice y seguimos caminando en completo silencio, no puedo creer lo que ella me ha dicho.
Esto no es justo, mi familia se ha encargado de que yo la mire con otros ojos, pero por lo que veo su familia no hace lo mismo y la tonta de Magdalena no ha ayudado para nada.
Terminada la caminata la acompañe hasta su habitación, no me importa si le molestaba o no, yo haría mi parte y si las cosas entre nosotros no se deban, mi familia no podría culparme.
Luego me fui a mi habitación que estaba al lado, me recosté en la cama frustrado, mirando al techo y pensando en lo ocurrido. Magdalena y yo realmente no teníamos un pasado, no era nada, tonterías de niños nada más, no fuimos novios, no le hice promesas, no sé qué le pasa, no sé porque habla de mí de esa forma, hasta su madre se atrevió a hablarle a mi abuelo, esto es una locura.
Yo sabía que ella era especial conmigo, pero pensé que era la confianza que hubo entre nosotros que la hacía actuar así, “esto es grave” pensé, debía hablar con ella y aclarar las cosas, lo más pronto posible.
Abner no sabía que sería de su futuro en varios aspectos, aunque en su mente su futuro profesional estaba bien planificado y se sentía optimista acerca de que lograría todas sus metas, pero en cuanto a su vida personal no tenía la misma seguridad, sin duda nunca antes se había planteado el matrimonio y mucho menos a través de un compromiso creado por su abuelo, él bien sabía que para la familia la vida matrimonial era muy importante y también para los negocios, sin embargo aún era muy joven y no había prestado la suficiente atención a esa meta en su futuro hasta que le hablaron de Adara. Para Abner la chica era hermosa, sin duda estaba llena de cualidades, se mostraba inteligente y bastante capaz, tenía opiniones interesantes acerca de su futuro, se comportaba de forma refinada y educada, tenía las mejores notas de su instituto y era admirada por muchos, no solo por su belleza sino por su educación. Desde la fiesta en que la conoció, Abner pudo darse cuenta que muchos chicos la con
SEGUNDA PARTE. LO QUE PIENSA ADARA. CAPÍTULO 8. LA SOCIEDAD ES INJUSTA Gaspar Cohen estaba en total descontento, no podía creer que una joven sin padre y sin una promesa empresarial como herencia hubiese sido tomada en cuenta por la familia Friedman para ser la prometida de Abner, su hija era mejor partido por mucho, también su diferencia de edad con Abner era menor, se podía decir que Magdalena estaba lista para casarse al contrario de Adara que aún era una chiquilla. Estaba molesto con su hija y esposa por la emboscada que le tendieron, había hecho el ridículo en aquella cena por culpa de la necedad de las mujeres de su casa, pensaba que debía educarlas mejor para evitar más errores como ese en el futuro, afortunadamente su esposa era muy inteligente y supo suavizar la situación y aunque no quería Gaspar tuvo la fuerza para guardar silencio. Al finalizar la cena los Cohen se marcharon amablemente, mientras los Friedman estaban llenos de una gran incomodidad, por supuesto que A
Después de la conversación con Abner, Adara se sentía optimista, pensaba que se entendían y ambos pensaban lo mismo acerca de su compromiso, por eso pudo relajarse y sentir que el problema ya estaba resuelto. Adara junto a la familia Friedman, lo acompañaron al aeropuerto y era evidente que tanto los abuelos como padres del joven estaba atentos a la despedida de la pareja. Llegado el momento de irse, Abner se acercó a sus abuelos y se despidió primero de ellos, luego abrazó a su padre, seguido de su madre, quien después de abrazarlo apretó su mejilla derecha y le dijo que se molestaría sino llegara a comunicarse constantemente con la familia. Cuando llegó el turno de despediste de su prometida, los familiares de alejanron un poco y se sentaron en bancas para darle su espacio a la joven pareja, Adara miró fijo al hombre a los ojos y éste le sonrió con amabilidad - espero que te vaya muy bien, cuídate mucho - dijo como una sonrisa, ella asintió, le agradeció y de respondió - espero
CAPÍTULO 10. NO NECESITO UN PADRE. La familia Friedman y la familia Levy eran bastante formales, así que Adara sentía en ocasiones que sus actitudes eran exageradas y que hablaban del matrimonio entre ella y Abner como si se tratase de miembros de la realeza. Cuando Adara llegó a su casa, la estaban esperando en el jardín, sus abuelos junto a su madre, ella bajó del auto de los Friedman, se despidió pensando que estos se irían inmediatamente, pero por el contrario Asaf y su esposa bajaron del auto para entregarla formalmente. Los Friedman saludaron a los Levy, agradecieron la confianza que les habían dado entregándoles a su única hija para que se quedara en su casa por unos días y pudiese compartir con Abner, comentaron los regalos que le dieron a la joven especialmente el teléfono y explicaron sus razones, creyendo que de esa forma los Levy entenderían el porqué ellos habían saltado una norma familiar y tanto Ava como los abuelos de Adara entendieron sin ningún problema. Cuánd
. CAPÍTULO 11. NO VALES MÁS POR SER RICA. Adara en ningún momento había hecho uso de su celular, no sabía si la familia Friedman le había escrito o si Abner lo había hecho, no se había comunicado con él, no sabía cómo había llegado de su vuelo ni qué estaría haciendo en la universidad, pero algunos días se descubría pensando en ello y se daba ánimos diciendo que era lógico tener curiosidad acerca de una persona conocida. Siempre que Abner llegaba a su pensamiento, ella desechaba la idea de sentir algo por él, solo creía que su familia estaba logrando trabajar su mente y se prometía poder resistir ante cada intento de manipulación. Llegó el momento de iniciar sus actividades escolares, ya solo faltan dos años para poder graduarse y partir a la universidad, cosa que es lo que más desea en la vida, pues piensa que ese es el boleto hacia su independencia. ... Llegó al primer día en el colegio, estaba animada y feliz, se había propuesto nueva metas para el año escolar, como mejor
CAPÍTULO 12. ODIO IR AL COLEGIO. Adara caminó con su madre hasta la entrada de la institución, donde se despidieron, aunque Ava se sentía incómoda dejando a su hija en la escuela sabiendo que aún los Cohen estaban en ese lugar, sabía o al menos creía que Gaspar era un caballero y no permitiría que su hija volviera a molestar a Adara. Luego de despedirse, Adara caminó hasta su salón de clases donde todos la observaban detenidamente, en su día de ausencia muchos nuevos comentarios habían surgido y Adara pronto se enteraría de ellos, por los momentos sus amigas la saludaron con mucha alegría y les pidieron que les contara todos los detalles de la forma en como había puesto a la tonta de Magdalena en su lugar, mientras desde lejos Ana la observaba con evidente molestia. Cuando Adara se dirigió al sanitario para lavarse las manos antes del almuerzo, escuchó a un par de chicas comentar acerca de ella, las escuchó decir que Adara era una chica ligera y que se besaba con muchos de los jóve
Los días, semanas y meses pasaron rápidamente, Adara descubría cada día mejor sus emociones, sueños y proyectos, la agenda que utilizaba para escribir sus pensamientos se habían convertido en un objeto de revelación. En ocasiones escribía cosas que pensaba de momento y luego se daba cuenta de las emociones que estaban detrás de lo que parecía un simple comentario. Gracias a esto había descubierto que extrañaba a Abner y que tener a un enamorado era agradable. También había decidido trabajar en tres aspectos básicos para lograr sus objetivos a corto plazo, el primero era no dejar que la molestaran más en su colegio, el segundo era, mantener buena imagen delante de las personan convenientes y la tercera era entablar una amistad con Abner, aunque en esta última no había trabajado. Adara había descubierto su inteligencia, su capacidad para responder rápidamente a otros que quisieran molestarla, había descubierto cómo utilizar sus cualidades a favor, delante de los adultos que tenían el
CAPÍTULO 14. JAMÁS ME CASARÉ. Adara no tenía idea de cómo podía manejar adecuadamente sus emociones, así que realizó la acción que para ella era la más sencilla de todas, apagar su teléfono para evitar la llamada de Abner mientras se calmaba y pensaba en lo que le diría. Un día se convirtió en dos, luego en tres, finalmente pasaron dos semanas, así no había sabido nada de Abner ni de su familia, creía que eso sería para el hombre una clara señal de que ella no tenía ningún interés en él y de esa forma no expondría sus sentimientos, además evitaría que el hombre tuviese con ella una conversación demasiado incómoda al decirle que otra persona estaba en su corazón y el compromiso estaba del todo terminado. Por otro lado, Abner había tenido muchas actividades que hacer para poder viajar, no le dio importancia a la falta de comunicación con Adara, ya estaba acostumbrado. Al no poder comunicarse con su prometida, acordó con su madre lo que haría, pues lo mejor sería que el regresara a ve