Abner no sabía que sería de su futuro en varios aspectos, aunque en su mente su futuro profesional estaba bien planificado y se sentía optimista acerca de que lograría todas sus metas, pero en cuanto a su vida personal no tenía la misma seguridad, sin duda nunca antes se había planteado el matrimonio y mucho menos a través de un compromiso creado por su abuelo, él bien sabía que para la familia la vida matrimonial era muy importante y también para los negocios, sin embargo aún era muy joven y no había prestado la suficiente atención a esa meta en su futuro hasta que le hablaron de Adara.
Para Abner la chica era hermosa, sin duda estaba llena de cualidades, se mostraba inteligente y bastante capaz, tenía opiniones interesantes acerca de su futuro, se comportaba de forma refinada y educada, tenía las mejores notas de su instituto y era admirada por muchos, no solo por su belleza sino por su educación.
Desde la fiesta en que la conoció, Abner pudo darse cuenta que muchos chicos la consideraban una gran belleza, por lo tanto, muchas jóvenes le tenían envidia y actuaban con recelo hacia ella, hecho en el que las Cohen también estaban involucradas. Abner sabía bien ¿por qué su padre y su abuelo la habían escogido?, sin duda la chica era una digna candidata, tal vez la mejor entre todas las cercanas a la familia.
Desde hacía un par de años, Abner había sido capaz de ver las cualidades de la chica, indagar acerca de ella y tener una actitud favorable ante el compromiso al que pretenden someterlos, pero se daba cuenta que ella en cambio,
no se sentía para nada a gusto, sin duda, Adara no conseguía cualidades positivas en Abner, tampoco tenía la intención de intentar conocerlo y tener buena opinión de él, se lo había dejado en claro y por supuesto que Magdalena había colaborado en ese asunto, pues Adara le había confesado a Abner que durante años había escuchado a la joven Cohen hablar de él como si fuese su enamorado.La situación era frustrante para Abner, por eso sentía que debía aclarar las cosas de una forma inteligente en la que su abuelo, su padre y Adara pudiesen tener la confianza en él, así que de tanto pensar creyó que lo mejor era invitar a Magdalena a la casa a conversar, pues pensó que si él la llamaba para reunirse en un sitio o si la visitaba a su casa sería malentendido y empeoraría las cosas, así que lo mejor era hacerla venir a casa de sus abuelos para conversar y dejarle ver que Adara se estaba quedando en esa casa, al verla Magdalena entendería muy bien el porqué de su estadía. Para Abner no había mejor idea que esa, porque también le demostraría a Adara que él era un joven correcto y quería hacer bien las cosas.
Abner buscó su teléfono y le mandó un breve mensaje a Magdalena en el que la saludaba y le decía que la invitaba esa tarde a su casa porque había un asunto importante que ellos debían hablar, luego de enviar el mensaje Abner meditó lo que estaba sucediendo, parecía que él estaba cambiando.
Hace un par de años, la idea del compromiso lo irritaba, solo quería vivir alejado de su familia y dictar él mismo el rumbo de sus decisiones, por eso se había ido a estudiar a Inglaterra aunque en su país habían excelentes universidades, y aunque su padre y abuelo no estaban de acuerdo con su decisión le dejaron tener su propio espacio, por supuesto que aparte de estudiar había asistido a fiestas y había conocido mujeres, pero pronto había sentido que eso realmente no le daba una satisfacción duradera sino momentánea y al siguiente día de la fiesta, cuando la resaca atacaba, se daba cuenta que había estado con una desconocida y además que había perdido mucho dinero, se confrontaba grandemente acerca de a dónde lo llevarían sus acciones y si eso lo ayudaría a tener el futuro próspero que él deseaba, por lo que sin la intervención de su padre, abuelo o tío, Abner había comenzado a cambiar de ideas y también de decisiones, pero por primera vez se daba cuenta de esto, acostado en su recámara, mirando al techo y analizando su situación con Adara, Magdalena y su familia.
Antes de regresar de Inglaterra, Abner se dio cuenta que su actitud, los últimos días había cambiado, había sentido ansiedad por ver a la joven a su regreso, aquella niña rubia de ojos azules que al crecer se convertiría en su mujer, quería compartir con ella y ver como se daban los hechos entre ellos, estaba tan ansioso y frustrado por su rechazo que algunas noches en silencio entró a su recámara, la observaba por breve tiempo, admiraba su belleza e imaginaba como sería su vida de casado.
Mientras estaba en el extranjero le habían enviado fotos de la joven en actividades especiales de su colegio, como la entrega de premios a la mejor estudiante de la institución, también había visto el video del discurso que ella había dado, sin duda él había comenzado a admirarla y se sentía grato saber que había una joven hermosa que esperaba por él, ella sería su esposa y él sería el único hombre de su vida, por eso hizo mucho esfuerzo para regresar a casa antes de lo previsto, quería estar presente en su cumpleaños y entregarle el mismo en sus manos el regalo que su familia tenía para ella.
Abner se sintió frustrado cuando debido a la entrega de un proyecto en la universidad debió retrasar su partida y al llegar al país no le dio el suficiente tiempo de descansar y arreglarse para ir a la celebración, ese día salió rápidamente del aeropuerto en un auto de su familia, en el camino intentó peinarse con sus manos y limpiar su rostro y manos con una toalla húmeda que el chofer le regaló, volvió a perfumar su cuello y traje y se fue directo al club donde celebraba su fiesta.
Al llegar al lugar lo primero que hizo Abner fue buscarla con la mirada, se deleitó al ver a la hermosa joven enfundada en un precioso vestido beige con detalles en perlas, era un vestido que parecía de un corte sencillo pero resaltaba su belleza, su piel se veía más blanca y tersa que nunca, su mirada azul y hermosa parecía ser resaltada por un delicado y sutil maquillaje, verla le hizo sonreír, hecho que repetía en ese momento al recordarlo, y también se molestó al ver que los chicos la observaban y buscaban ocasión para acercarse a ella pero su mayor molestia fue que al llegar a ella y felicitarla pareció que la joven no lo reconocía y mucho menos que tuviese un afecto especial por él, como el que Abner comenzaba a sentir por Adara, aun así no se dio por vencido, por el contrario se sintió feliz de que la chica representase un reto para él, de alguna manera la idea del compromiso la le hacía creer en una relación falsa, pero si la chica se hacía la difícil como ahora eso representaba que él debía conquistarla realmente.
…
Era la hora de la cena, todos se encontraban en la mesza cuando el timbre de la propiedad sonó y una empleada se apresuró a ver de quien se trataba.
La familia estaba expectante, cuando en poco tiempo llegó hasta el comedor Magdalena acompañada de sus padres luciendo una sonrisa reluciente. Abner se sintió incomodo en el momento, él quería hablar con ella, pero no había acudido a la cita, Abner jamás se imaginó que la mujer atrasaría su visita para llegar a la hora de la comida. Sin disimulo alguno Barack miró descontento a Abner y con el ceño fruncido.
Haya habló con gentileza dándole la bienvenida a la familia Cohen y pidiéndole a la servidumbre que agregaran platos a la mesa. Gaspar Cohen le pareció extraña esa petición, era como si no los estuviesen esperando, así que se apresuró a hablar.
- Abner, gracias por la inv itación a comer, gracias también a ti Barack.
En ese instante Adara no pudo disimular más su descontento y miró a su supuesto prometido con molestia, aunque pensaba que era inútil, él era un mentiroso y un mujeriego.
Magdalena sonrió con gentileza, una vez que se acomodó en una silla – en realidad Abner me llamó esta tarde para hablar conmigo personalmente, invitándome a esta casa, hecho que me llenó de ilusión, le comenté a mis padres y ellos me acompañaron a esta noche tan importante.
Los Friedman se miraron entre ellos y luego miraron a Adara que evidentemente estaba incomoda con la situación.
- Debe haber un error o algún mal entendido – dijo Barack mirando firmemente al señor Cohen, sabiendo que ellos andan tras esa unión hace mucho, por puro interés económico - si lo notan con nosotros se encuentra la hermosa Adara Levy, la prometida de mi nieto Abner.
Adara bajó la mirada avergonzada y molesta, Abner estaba rojo de la incomodidad, no entendía como las cosas podían salir tan mal. Haya se sentía avergonzada y no paraba de mirar a Magdalena y a su madre.
- ¿Qué mal chiste es este Abner? - dijo Magdalena fingiendo indignación.
- ¿Qué clase de humillación es esta? - Gaspar se quejó airado.
Abner se levantó de su asiento de forma abrupta, miró a los presentes en estado de nerviosismo - me disculpo por el malentendido, no fue mi intención, no quería hacer las cosas tan grandes, por eso no me atreví a citar a Magdalena a un espacio público y menos visitarla a su casa, porque quería evitar un malentendido como este pero no lo logré.
Magdalena se estaba llenando de cólera, apretaba sus puños y contenía las ganas de llorar que sentía.
- Solo me enteré que algunas personas piensan que entre Magdalena y yo hubo un pasado y no es cierto, quería hablar con ella para aclarar las cosas, desde siempre hemos sido amigos y espero eso no cambie, quiero hacer lo correcto, quiero ser un caballero, un buen amigo – dijo mirando a Magdalena – y un buen prometido – dijo mirando a Adara.
Adara sonrió mostrando su hermoso rostro sonrojado, hecho que enterneció a Abner, Haya y Barack, pero Gaspar, Judith y Magdalena, estaban llenos de ira.
- Magdalena ¿esto es cierto? - comentó Gaspar sin prudencia.
- Si amor, ellos son buenos amigos – dijo Judith, tomando con delicadeza la mano de su esposo, llevándolo a la calma, ella sabía bien como hacer las cosas, tampoco era la que se casaría con Gaspar, pero con inteligencia había logrado sus planes – Hiciste bien Abner en citarla aquí y no en otro lugar, Magdalena también te considera un amigo.
...
Los Cohen se quedaron a cenar fingiendo comodidad, Judith buscó resaltar en cada momento las cualidades de su hija que ya estaba por cumplir los veinte años y según su criterio estaba lista para casarse.
Mientras que las pocas veces que Adara hacía contacto visual con Abner, le hacía sentir su descontento e incomodidad, era como si su mirada le hablara y a cada momento le dijera "no quiero verte".
SEGUNDA PARTE. LO QUE PIENSA ADARA. CAPÍTULO 8. LA SOCIEDAD ES INJUSTA Gaspar Cohen estaba en total descontento, no podía creer que una joven sin padre y sin una promesa empresarial como herencia hubiese sido tomada en cuenta por la familia Friedman para ser la prometida de Abner, su hija era mejor partido por mucho, también su diferencia de edad con Abner era menor, se podía decir que Magdalena estaba lista para casarse al contrario de Adara que aún era una chiquilla. Estaba molesto con su hija y esposa por la emboscada que le tendieron, había hecho el ridículo en aquella cena por culpa de la necedad de las mujeres de su casa, pensaba que debía educarlas mejor para evitar más errores como ese en el futuro, afortunadamente su esposa era muy inteligente y supo suavizar la situación y aunque no quería Gaspar tuvo la fuerza para guardar silencio. Al finalizar la cena los Cohen se marcharon amablemente, mientras los Friedman estaban llenos de una gran incomodidad, por supuesto que A
Después de la conversación con Abner, Adara se sentía optimista, pensaba que se entendían y ambos pensaban lo mismo acerca de su compromiso, por eso pudo relajarse y sentir que el problema ya estaba resuelto. Adara junto a la familia Friedman, lo acompañaron al aeropuerto y era evidente que tanto los abuelos como padres del joven estaba atentos a la despedida de la pareja. Llegado el momento de irse, Abner se acercó a sus abuelos y se despidió primero de ellos, luego abrazó a su padre, seguido de su madre, quien después de abrazarlo apretó su mejilla derecha y le dijo que se molestaría sino llegara a comunicarse constantemente con la familia. Cuando llegó el turno de despediste de su prometida, los familiares de alejanron un poco y se sentaron en bancas para darle su espacio a la joven pareja, Adara miró fijo al hombre a los ojos y éste le sonrió con amabilidad - espero que te vaya muy bien, cuídate mucho - dijo como una sonrisa, ella asintió, le agradeció y de respondió - espero
CAPÍTULO 10. NO NECESITO UN PADRE. La familia Friedman y la familia Levy eran bastante formales, así que Adara sentía en ocasiones que sus actitudes eran exageradas y que hablaban del matrimonio entre ella y Abner como si se tratase de miembros de la realeza. Cuando Adara llegó a su casa, la estaban esperando en el jardín, sus abuelos junto a su madre, ella bajó del auto de los Friedman, se despidió pensando que estos se irían inmediatamente, pero por el contrario Asaf y su esposa bajaron del auto para entregarla formalmente. Los Friedman saludaron a los Levy, agradecieron la confianza que les habían dado entregándoles a su única hija para que se quedara en su casa por unos días y pudiese compartir con Abner, comentaron los regalos que le dieron a la joven especialmente el teléfono y explicaron sus razones, creyendo que de esa forma los Levy entenderían el porqué ellos habían saltado una norma familiar y tanto Ava como los abuelos de Adara entendieron sin ningún problema. Cuánd
. CAPÍTULO 11. NO VALES MÁS POR SER RICA. Adara en ningún momento había hecho uso de su celular, no sabía si la familia Friedman le había escrito o si Abner lo había hecho, no se había comunicado con él, no sabía cómo había llegado de su vuelo ni qué estaría haciendo en la universidad, pero algunos días se descubría pensando en ello y se daba ánimos diciendo que era lógico tener curiosidad acerca de una persona conocida. Siempre que Abner llegaba a su pensamiento, ella desechaba la idea de sentir algo por él, solo creía que su familia estaba logrando trabajar su mente y se prometía poder resistir ante cada intento de manipulación. Llegó el momento de iniciar sus actividades escolares, ya solo faltan dos años para poder graduarse y partir a la universidad, cosa que es lo que más desea en la vida, pues piensa que ese es el boleto hacia su independencia. ... Llegó al primer día en el colegio, estaba animada y feliz, se había propuesto nueva metas para el año escolar, como mejor
CAPÍTULO 12. ODIO IR AL COLEGIO. Adara caminó con su madre hasta la entrada de la institución, donde se despidieron, aunque Ava se sentía incómoda dejando a su hija en la escuela sabiendo que aún los Cohen estaban en ese lugar, sabía o al menos creía que Gaspar era un caballero y no permitiría que su hija volviera a molestar a Adara. Luego de despedirse, Adara caminó hasta su salón de clases donde todos la observaban detenidamente, en su día de ausencia muchos nuevos comentarios habían surgido y Adara pronto se enteraría de ellos, por los momentos sus amigas la saludaron con mucha alegría y les pidieron que les contara todos los detalles de la forma en como había puesto a la tonta de Magdalena en su lugar, mientras desde lejos Ana la observaba con evidente molestia. Cuando Adara se dirigió al sanitario para lavarse las manos antes del almuerzo, escuchó a un par de chicas comentar acerca de ella, las escuchó decir que Adara era una chica ligera y que se besaba con muchos de los jóve
Los días, semanas y meses pasaron rápidamente, Adara descubría cada día mejor sus emociones, sueños y proyectos, la agenda que utilizaba para escribir sus pensamientos se habían convertido en un objeto de revelación. En ocasiones escribía cosas que pensaba de momento y luego se daba cuenta de las emociones que estaban detrás de lo que parecía un simple comentario. Gracias a esto había descubierto que extrañaba a Abner y que tener a un enamorado era agradable. También había decidido trabajar en tres aspectos básicos para lograr sus objetivos a corto plazo, el primero era no dejar que la molestaran más en su colegio, el segundo era, mantener buena imagen delante de las personan convenientes y la tercera era entablar una amistad con Abner, aunque en esta última no había trabajado. Adara había descubierto su inteligencia, su capacidad para responder rápidamente a otros que quisieran molestarla, había descubierto cómo utilizar sus cualidades a favor, delante de los adultos que tenían el
CAPÍTULO 14. JAMÁS ME CASARÉ. Adara no tenía idea de cómo podía manejar adecuadamente sus emociones, así que realizó la acción que para ella era la más sencilla de todas, apagar su teléfono para evitar la llamada de Abner mientras se calmaba y pensaba en lo que le diría. Un día se convirtió en dos, luego en tres, finalmente pasaron dos semanas, así no había sabido nada de Abner ni de su familia, creía que eso sería para el hombre una clara señal de que ella no tenía ningún interés en él y de esa forma no expondría sus sentimientos, además evitaría que el hombre tuviese con ella una conversación demasiado incómoda al decirle que otra persona estaba en su corazón y el compromiso estaba del todo terminado. Por otro lado, Abner había tenido muchas actividades que hacer para poder viajar, no le dio importancia a la falta de comunicación con Adara, ya estaba acostumbrado. Al no poder comunicarse con su prometida, acordó con su madre lo que haría, pues lo mejor sería que el regresara a ve
CAPÍTULO 15. DEBO AYUDAR A LA FAMILIA. La cena transcurrió de forma muy agradable, la familia conversó acerca de las cualidades de sus hijos que estaban presentes en la mesa, Adara y Abner en ocasiones se miraban y sonreían como teniendo complicidad entre ellos, escuchando las travesuras y ocurrencia que llegaron a hacer de niños, para ambos la experiencia era grata. Adara sentía que era lindo estar con sus familiares en una buena cena, escuchando el afecto que tienen por ellos y hechos graciosos de su infancia. Culminada la cena pasaron todos al gran salón que utilizaban para atender a sus invitados, un gran espacio lleno de muebles, cuadros de arte, lujos y decoraciones, allí los hombres se reunieron a tomar un poco de vino, conversar acerca de sus negocios y las noticias nacionales e internacionales más relevantes, por su parte, las mujeres se unieron a soñar con el futuro de sus hijos, la abuela Haya le pidió a Abner que acompañará a Adara a dar un paseo por el jardín, luego gu