Ya había pasado más de media hora y Clarisse nada que regresaba. Sabía perfectamente que usó las escaleras de emergencia para subir, podría estar fácilmente en la azotea del edificio. Terminó su bebida y depositó el baso en la mesa cuidadosamente, ese tiempo era suficiente para que ella tuviese espacio.―Malik ―chasqueó los dedos y su amigo se acercó con calma―. Enciende el auto, iré con ella.―¿Crees que sea una buena idea? No estoy seguro de que se encuentre en la mejor condición para relacionarse contigo ―comentó y notó que tenía un mechón de cabello fuera de lugar, así que lo llevó a su lugar con un dedo―. En realidad, no parece que seas su persona favorita en el mundo.―¿Tú crees? ―habló con una gran porción de sarcasmo. Se levantó y dejó un gran fajo de billetes en la mesa―. Sólo has lo que te pedí.Malik rodeó los ojos con resignación, pero al final aceptó la orden que le dieron.Por su parte Brion siguió los pasos de la pelinegra con calma y cuando llegó a la parte de arriba e
―¡No! ¡Necesito que venga de inmediato, Malik! ¡Comunícame con él ahora mismo! ―exigió Jax. Estaba tan estresado que su cuerpo sudaba.―Lo siento, agente Fell. Pero su alteza real no se encuentra disponible por el momento y ya le he informado que irá una vez haya terminado con un asunto ―el hombre se mantuvo en total calma, ya estaba acostumbrado a los gritos de otros y a esa altura ni siquiera le tomaba importancia―. Aunque si gusta, puedo notificarle sobre lo que usted desee.―Mierda… ―se rindió―. Dile que la fecha de la reunión fue cambiada para esta noche y será en L’guevett. Y debes ser muy firme al decirle no piense ir allí sin refuerzos.―Lo entiendo. Me aseguraré de…―Escúchame con atención, Malik. Bajo ninguna circunstancia permitas que Brion se presente en esa reunión solo. Estoy preparando a mi gente y no va a enfrentarse a los líderes de las mafias sin apoyo ―sentenció―. ¿Lo has entendido bien?―Por supuesto, agente Fell. Yo se lo informaré al prín…El teléfono le fue arre
Clarisse salió de la ducha con una toalla cubriéndole el cuerpo y fue directo a ponerse algo de ropa cómoda. Un pantalón de algodón y una playera tan suaves que se sentían cómo si estuviese envuelta en nubes, una delicia absoluta, en especial con ese clima. Después de que Brion la dejara en la entrada del edificio el clima empezó a tornarse algo oscuro hasta que inició la lluvia. No se trataba de una tormenta, sin embargo, llovía bastante fuerte en ese momento.Fue a la cocina y se sirvió un vaso con leche junto con algunos mini pie de manzana. Parecía que sería una de esas veces en las que podría comer algo normal y no una mezcla extraña. Así que encendió la televisión y vagó entre los canales por un rato hasta que se encontró con su rostro.Brion lucía esplendido ante la cámara cómo siempre, era casi imposible poder encontrar una imagen en la que él no luciese cómo un modelo. Y la verdad es que odiaba su estúpida cara perfecta y su cuerpo cincelado, y todo lo que viniera de él lo de
L’guevett o la casa del lago cómo era llamada vulgarmente, era una propiedad deslumbrante, una de las muchas que pertenecía a la familia real. El rey Lacus cómo un regalo de matrimonio para su esposa, la reina Belén en 1807, y desde entonces no sólo ha sido un destino vacacional para la realeza, sino también un sitio histórico.Pero esa noche era el lugar en donde estaban presentes los altos mandos de las agrupaciones criminales más peligrosas del mundo. Algunas podrían ser un mito y otras tan viejas que hasta era parte de la historia del mundo. Sin embargo, a pesar de que eran poderosas, ninguna podía hacer nada sin autorización de los peores de todos.La Gran Hidra tenía sus múltiples ojos sobre todos y cada uno de ellos, no había escapatoria del aterrador poder que tenía la familia real. Es por eso que, si ellos llamaban, todos respondían.El lugar estaba lleno, hombres y mujeres de diversas edades y etnias convivían en una zona neutral, pues no todos se llevaban bien. Pero si alg
«Traidores entre nosotros», la frase se repitió en la cabeza de las tres princesas.Serena de inmediato concluyó que ellos lo sabían.Sabían del trato que hizo con Brion y ahora la matarían frente a todo el público. Y no sería una muerte rápida e indolora, encontraría la perversa manera de extender su sufrimiento el mayor tiempo posible para utilizarlo cómo entretenimiento.Quería salir corriendo, pero su cuerpo se congeló en el lugar donde estaba. El corazón le latía desbocadamente, sentía que sufriría un paro cardíaco, aunque considerando la situación en la que se encontraba, sería lo mejor. Al menos de esa manera no les daría la satisfacción de que la puedan matar con sus propias manos.No obstante, un nuevo pensamiento surgió para activar su instinto de supervivencia, pues sus hijos salieron a flote en su mente.Gideon y Zola quedarían bajo la absoluta tutela de su psicótica madre, pues sabía que ni ella ni Otto serían perdonados. El horror que fluyó por su cuerpo al momento que i
¿Traidores?¿Ellos?¿Cómo?¿Por qué arruinarían su vida así?―¡Esto no tiene sentido! ¡Mi esposa no es una traidora! ―gritó un hombre de rasgos asiáticos.―¿Estás diciendo que nos hemos equivocado, Yuno? ―siseó Verona, apareciendo por detrás de él―. Mira a tu alrededor. De todas las personas que están acá esta noche sólo unos cuantos fueron manchados por la traición y deben pagar por ello. ¿Crees que fue un error? Nosotros no cometemos errores, pero es un gusto que tú estés fuera de esto. De ese modo alguien podrá no sólo cuidar de tu familia, sino también ocuparse de las labores de tu difunta esposa.―¿Difunta? ―la sangre se le congeló ante esa palabra―. No, no, no. ¡Por favor, sus altezas! ¡Debe haber una manera de solucionar esto! ¡Teresa, defiéndete!―De nada sirve que lo haga ―prosiguió la princesa Carmina―. Al igual que Teresa, todos estos imitadores de Judas decidieron aliarse con Brion. Tal parece que mi sobrino consiguió darles de alguna forma una oferta mejor que la vida lle
Los autos se detuvieron cerca del camino que daba a la entrada de los terrenos de L’guevet. Con un derrape que causó un levantamiento de tierra. Inmediatamente los equipos descendieron, y entre ellos se encontraba su alteza real siendo escoltado por sus guardias personales.―Si algo ocurre ya sabe lo que debe hacer, señor. No se arriesgue demasiado y no los provoque más de lo debido ―le recomendó Jax, quien usaba una mascarilla para ocultar su identidad al igual que los demás agentes federales―. Tal vez tengamos suerte de para dar un fuerte golpe esta noche y terminar absolutamente todo este lío.―L’guevet es una fortaleza. Deben asegurarse de que nadie entre ni salga cuando lleguemos ―Brion ignoró a su asociado mientras hablaba con Peter―. Conoces este lugar mejor que nadie, así que muéstrales las salidas ocultas que tiene directo al pantano.―Joven Brion, realmente pienso que lo mejor sería si me quedo a su lado ―opinó el hombre.―Te necesito cubriéndome en caso de que deba escapar
Nadie se podía creer lo que veían.El príncipe Brion actuaba como si ninguno de sus aliados le importase. Movió las entrañas esparcidas de aquel hombre con la punta del zapato y una expresión de asco se dibujó en su rostro. Incluso el resto de las personas que fueron capturadas lucían perturbadas por el actuar de su jefe. Esperaban que él fuese diferente, que él no se atreviera a tratarlos cómo meras herramientas desechables y que les regresara su libertad, pero no pasaría eso.―Esto será difícil de limpiar… Tal vez quede una mancha ―murmuró Brion―. Deberían colocar una alfombra acá para cubrirla.―¡¿Por qué todos se le quedan viendo?! ―exclamó un sujeto que desenfundó su arma―. ¡Es el maldito traidor que…!Su cuerpo cayó inerte tras recibir terminar con una cuchilla enterrada en la garganta. Brion ni siquiera tuvo que girarse completamente, sólo arrojó el arma usando su visión periférica y demostrando que el príncipe sigue teniendo esa puntería mortal.―No recuerdo haberle dado permi